Estamos acostados teniendo sexo semi desnudos la asistente de recursos humanos, le entrego todo mi hombria se aferra sujetandome fuertemente de mi cintura muy entrelazada como fueramos unos perros en celos, mirandome con unos ojos radiantes, bellos, fijos y atentos que ni siquiera parpadean para nada los noto. Deja que la conduzca con mis ritmicos movimientos de agitación al tenerla masturbando en pleno clitoris con mi pené convirtiendo, viviendo, disfrutando, gozando, deleítandonos, excitandonos y sobre todo, practicando divina y glorificante como rebosante el coito; la acaricio, le toco, manoseo y la aprieto un poco sus poderosos como gruesos muslos pasando tranquila, libertina, fascinante y amorosamente a tomarme sus dos nalgas para levantarla un poco para que la masturbación sea más profunda hasta los ultimos rincones de su vagina.

La tengo caliente, sabrosa, sudada, apasionada, destrozada, feliz, hambrienta, endemoniada, erótica, lujuriosa, extasiada, cogida, ardiente y por consiguiente, placentera por mi en todos los sentidos de nuestra relación más de amistad y de compañeros de trabajo hoy día.

En posición de perro estoy encaramado dobaldo encima de ella me la penetro fabulosamente estoy ejerciendo todo mi invasión y mi armamento belico igual dominante sobre ella, al tenerla apresada sin poderse defender para nada de mi, considerandome un coloso romano al poco más de tres horas de tener esa pose me vengo caudalosa, afluente y fluidamente con todo mi leche de semén que dejo inflado de verdad les digo absolutamente y lo reafirmo completamente lleno hasta el maximo colgandome como un globo super inflado con elio. Cuando me lo saco del culo de la asistente de recursos humanos ella se voltea de boca arriba super sudada y satisfecha me habla coño, coño, coño, coño, coño, coño, coño que es esta barbarida, que me encuentro, que vaina tienes adentro, que maravilla tuya sabias, que amoroso estas para mi sigue asi que tienes día dia admirada y sobre todo enamorada más de tí.

Quedo triunfante y exitoso como victorioso mamandole sus suculentos y esplendosoro como exquisitos senos bien modelados, firmes, cuidados hasta modelados; entrandole primeramente a los entremeses de lamerle y besarle superficial y suavemente los pezones de ambos senos, al tenerla muy concentrada y atenta y sirviendole como el rey de la casa pegada de cuerpo a cuerpo ambos con su mano derecha acariciandome mi frente y mi cabello yo tranquilo y inspirado en amamantarme con ella después de tener una experiencia romantica con un buen polvo con la mujer que quiero y amo por toda la eternidad.