Hoy Elsa se levantó un poco tarde, anoche se quedó hasta tarde haciendo cosas de la casa, hoy le fue pesado levantarse y no alcanzó la micro normal de su empresa. Debió correr al metro anda con uniforme el de hoy es un poco apretado, subió de peso, y se encaramó en unos tacos negros altos, sus piernas se ven más de la cuenta pero ni tanto tampoco, subió al carro de un apretado metro, se sujeto como mejor pudo, iba en lo mejor de sus malignos pensamientos... cuando el tren se detuvo en una estación en que se bajó mucha gente, quedó un asiento y de repente cosa curiosa varios hombres que estaban como pegados al asiento no hicieron amago de sentarse sólo uno se atrevió a tocar el brazo de Elsa y le dijo por favor, es para usted. Elsa sin titubear, se sentó cuando lo hizo se dio cuenta que sus faldas quedaban muy arriba, se levantó levemente para tratar de bajar la falda, no pudo, no daba para más, en forma oblicua a ella quedó un hombre, no era feo, solo interesante, no era alto, solo mediano, no era nada como para fijarse y tal vez por eso Elsa detuvo en él su mirada, el se acomodó, se inquietó un poco, se notaba observado, para el hombre es más incómodo que para la mujer sentirse mirado. Bueno Elsa no lo miró ni siquiera por inquietarlo sólo puso sus ojos a su altura y nada más, él se sintió mirado. Bueno Elsa estaba en esto y de repente evaluó para sus adentros -no pensará este tipo que quiero algo con él- y desvió su mirada pero, o que grande sorpresa le esperaba comenzó a bajar la vista hacia su cartera para sacar un libro para leer y al hacer el recorrido visual hacia abajo topo con un pantalón con un bulto mayúsculo y no era de bulto sino de endurecido que estaba de soló mirarle las piernas, al ver esta situación Elsa dirigió su mirada a sus piernas y en realidad como miraba antes hacia otro lado no se dio cuenta que la cartera en su falda subió aún más sobre sus muslos estos estaban casi al aire eran blancos tirantes y brillosos el señor de pantalon levantado le miraba fijamente entre sus piernas y Elsa no sabía que hacer por lo mismo que se movió como para mejorar la situación de su falda al hacerlo separó un poco las piernas y el señor del pantalón ya no sabía que hacer con su bulto y no podía dejar de mirar a Elsa...
Recordo las conversaciones que siempre tenia con Raul, su pareja, sobre los deseos de los hombres y en especial sobre los voyeristas, volvio a mirar de reojo el bulto, era grande y se alargaba hacia abajo por la pierna izquierda, hasta le dio la impresión de verlo latir bajo el pantalon, la imagen le produjo una sensacion especial, sintio como su chorita se humedecia lentamente, sus pezones se erectaba y sentia el roce de ellos en el sosten. Su respiracion se acelero suavemente y Elsa se dio cuente de pronto que estaba calentandose, le gusto sentirse asi entremedio de la gente, penso en que a la tarde le contaria a Raul estas sensaciones y sabia que él se calentaria escuchandola e imaginando la situacion, todos estos pensamientos la calentaban mas aun…
En la sigiente estacion subio mas gente, completando el carro, esto obligo a los que iban de pie a acomodarse y apretujarse para hacer espacio a los que subian, Elsa sintio que el hombre del bulto se coriia hacia ella y quedo tocando con su pierna el muslo de ella, ese contacto la electrizo, casi podia sentir la calentura del hombre que se trasmitia entre la pierna y su muslo, el movimiento del tren producia un leve roce entre ambas pierna, entonces casi sin pensarlo, como en un dejar hacer sus instintos acerco la cartera a su cuerpo arrastrando a proposito la falda, dejando asi mas de sus piernas a la vista calenturienta del hombre…
Se corrió su falda más arria, Elsa sentía al hombre tratar de separarse de ella y no podía era mucha la gente que apretujaba, Elsa, estaba encendida pensando en como tendría a Raul en esta situación, se levantó del asiento y lo cedió a una señora más mayor, se puso delante del hombre le dejó su trasero totalmente a sus expensas ella sentía que el hombre trataba de retroceder y no podía, Elsa se sonrió y se hizo un poquito más atrás aún y medio dio vueltas la cabeza para mirar de pasada la cara del hombre lo vio transpírar en realidad estaba muy incomodo y entusiasmado lo que más lo preocupaba es que ella, Elsa, se hubiese dado cuenta de su situación. El carro se desplazaba raudo y de repende tomaba unas curvas pequeñas pero desestabilizadoras, el hombre se iba sobre Elsa y Elsa empujaba hacia atras, de pronto Elsa sintió de lleno el paquete del hombre afirmado en su trasero y ella se apegó más al hombre aprovecharon un par de estaciones para seguir asi de pegados, ninguno de los dos movía un músculo solo se dejaban hacer por la gente que empujaba y el suave y desetabilizador movimiento del tren en marcha. Al parecer el viaje del hombre llegaba a su fin en la proxima estación se acomodó como para bajarse puso una mano sobre una cadera de Elsa se la acaricio y Elsa no dijo nada dejó hacer. En la próxima estación él se bajó y espero a que partiera el tren antes de moverse y tratar de buscar la salida, se quedó contemplando como el tren desaparecía en la boca oscura del tunel. Recién atinó a caminar se dirigió a uno de los aseadores y preguntó a dónde habia un baño, era incapaz de caminar en las condiciones en que estaba, necesitaba un baño y agua para refrescar aunque fuera su boca. FIN
me parece que tienes un toque especial, me gusto mucho este y otros de tus cuentos...sigue escribiendo...tienes simbolismos interesantes...bravo...muy bien...felicidades...