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Un largo día en la oficina

Un largo día en la oficina

El día pasaba lentamente, mas hoy que los demás. Nadie se encontraba en este lugar excepto el guardia de seguridad en la recepción en el primer piso. Era el día típico del turno de fin de semana. Mi trabajo consiste en estar en el mostrador de auxilio y ayudar a las personas que tenían problemas con la computadora. Y mi suerte: nada que hacer porque casi no llegaban llamadas. Apenas me mantenía despierto y comencé a preguntarme qué estaría haciendo mi novia así que pensé en llamarla y de paso me traería el almuerzo, o algo para comer.

No contestaban. ¡Coño!! ¿Y ahora qué hago?... Bueno yo mismo me podría preparar algún sándwich o un pasa palos, así que bajé para sacar un refresco del salón de descanso y aprovechar para saludar al vigilante cuando pasara frente a su escritorio. Una bolsa de papitas fritas y una coca cola: ahora era el momento de regresar a la oficina y en el camino el guardia me dijo que mi novia había venido y que parecía que me había traído algo de comida. También dijo que le extrañaba que tuviera puesto un saco a pesar del calor que hacía afuera.

Cuando subí, me dirigí a mi oficina en donde trabajo y cuando entré todo lo que vi fue una chaqueta en el suelo al lado del escritorio. Después me di cuenta de que la comida estaba encima de ese escritorio. La llamé sin obtener respuesta. ¿Sería que se resbaló en el baño? Me senté y comencé a registrar el almuerzo que me había traído. Lo siguiente, según recuerdo, es que el corazón se me aceleró como a 100 kilómetros por hora cuando sentí una mano en mi espalda.

- ¿Qué pasa? - grité cuando me di vueltas: era ella escondida detrás del escritorio de mi compañero de trabajo. Bueno, me sorprendió, y cuando me tranquilicé y estaba a punto de ponerme de pie para darle un beso por la comida; mis ojos se fijaron en algo que tenía puesto: mi pantaleta favorita transparente y su brasiere de color morados. Esa con la ranura en el medio. En su mano tenía uno de sus juguetes (consolador) ¡claro! Sabía que esto me gustaba!!

Luego se inclinó para agarrar el juguete detrás de mi y cuando lo hizo pude oler el ligero y suave perfume de su piel mientras su cabello le caía por los hombros y me rozaba. Ya estaba un poco excitado.

Casi sin habla, me senté allí y sentí como un bulto que crecía rápidamente dentro de mis pantalones blue jeans. Casi inmediatamente se notó y ella se dio cuenta. Extendió la mano para acariciarme por encima del pantalón y cuando lo hizo, me miró fijamente a los ojos con una ligera mueca en su cara. Era una malvada y sabía lo que estaba haciendo.

Se inclinó para darme un golpecito rápido en los labios y luego colocó los brazos alrededor de mi cuello hasta llegar a mi oído…Y yo quejándome de que ese día iba a ser muy largo. Ahora se había transformado en un día bien “duro” de trabajo y digo: “duro y difícil” porque ya me estaba acariciando en la nuca y restregando sus manos en mi pecho para, lentamente, sacar los botones de la camisa, uno por uno. Ya ocupada en mi pecho, arrastró ligeramente sus uñas sobre mi carne haciendo que el pelo se me erizara. Empezó a besarme mas abajo del pecho mientras me quitaba la camisa. Sus movimientos los hacía sin esfuerzo alguno y eran tan suaves que la camisa cayó en la silla antes de darme cuenta de que ya la había desabotonado. O tal vez porque cuando sus labios cuando llegaron a la parte de arriba de mi barriga perdí ya había olvidado todo y lo último que recordaba era la camisa.

Ella comenzó con sus suaves y mojados besos dándome golpecitos en mi ombligo con sus labios mientras sus manos llegaban al cinturón para soltarlo. Sus labios bajaron mas y mas y ahora el botón estaba suelto y comienza a bajarme la cremallera del pantalón. Me daba masajes en el huevo y me lo acariciaba como si quisiera que no se bajara.

¿Por qué me acariciaba así? Porque sabía que me volvía loco y esto la excitaba.

Puedo saber que se está mojando porque no puede mantener las manos lejos de su cuca. Se jala los pezones mientras se restriega a través de la pantaleta y hasta puedo ver como se humedecen porque cuando saca la mano, se nota un brillo en los dedos y luego se los lame. Ahora se porqué le gusta comprar pantaletas sin la parte delantera para la cuca. Me encanta la forma como sus senos se sienten en medio de mis piernas pero todavía no estoy listo para colocarle el huevo en la boca: solo estoy preparándome y ella todavía no desea acción. Por fin me lo agarra por la base y luego de un par de pajasos con la mano y darle dos veces, lame la punta del huevo con la punta de la lengua.

Luego aprieta solo la cabeza con los labios dándome una sensación de cosquilleo. Se siente sabroso y eso que hay algo mas porque me va a besar todo el pene hasta abajo. Hasta que por fin lo hace y a ella le gusta tanto, que los dedos de mis pies se doblan y mi cuerpo se pone tenso, pero al mismo tiempo relajado. De vez en cuando Lupita Royal se detiene para lamerme las bolas y el culo. Ahora le está haciendo la paja un poquito mas, y le sale saliva entre la punta de mi palo y sus labios, para mirarme luego directamente a los ojos. Un ojo le parpadea lo guiña como si estuviera planeando algo y mi cuerpo ya está demasiado excitado.

Ya la he visto como disfruta su juego dándome placer y estímulo y así fue como me gustó y disfruté de ese juego. Precisamente se prepara y continuará en su tarea: me lo va a mamar y esto casi no lo puedo resistir. Rápidamente la tomo y la levanto por la cintura para sentarla sobre el escritorio. Luego, con rapidez, la lanzo acostada sobre este al mismo tiempo que quito todo lo que se encuentra encima de este y lo lanzo al suelo para abrirle las piernas colocándolas sobre mis hombros. Luego me siento en la silla. Quien lo hubiera pensado… la altura perfecta para colocarla en una buena posición.

No perdía tiempo y casi ya casi la saboreaba antes de que mi lengua tocara siquiera la humedad, los labios menores que goteaban y que ocupaban mi atención en ese momento. Cuando mis labios finalmente la tocaron sentí cuando arqueó la espalda y se agarró del escritorio. Cuando mi lengua abrió la raja de la cuca y pasó por todo ese hueco que palpitaba hasta la cabeza del clítoris ella se quejó de tanta excitación que me agarró por la parte de atrás de la cabeza como si quisiera que le hundiera mas mi boca dentro de esa cuchara que chorreaba líquidos. Cuando le conseguí clítoris detuve la lengua allí un par de veces para metérmelo entre los labios y poder chuparlo. Ni un momento dejé de darle golpecitos con la lengua hasta que se excitó porque ella hacía demasiado ruido, tanto que temía que el guardia de seguridad se diera cuenta.

Le murmuré: “SHHH, el guardia” - mientras la cara se me enterraba entre sus piernas que temblaban y se sacudían. Dijo que no le importaba.
- No joda, deja que vea lo que me estás haciendo, no importa, mientras no pares todo está bien.

Yo sabía que le estaba dándole en el punto exacto y preciso a Lupita, porque sólo relajaba el cuerpo para disfrutarlo; un cuerpo que no lo permitía, no dejaba que ella disfrutara porque se sacudía demasiado. Metió las uñas en mi cabeza tratando de llegar hasta mi espalda pero cada vez que se inclinaba solo me arañaba. Entonces le metí mas la lengua obligándola a echar la cabeza hacia atrás y comenzó a gritar de nuevo como loca.

Esto siguió así por un largo rato, y justo cuando pensé que la mandíbula se me estaba cansando y se me iba a quedar trabada, o sus piernas iban a estallarme la cabeza como un melón, pude saborear tanta sabrosura: una cuca que sentí como le palpitaba y se le encogía y unas piernas que apretaban mas mi cabeza. No pude oír sus quejidos porque todo sonido era apagado por las piernas que me envolvían la cabeza. Su cuerpo se sacudía como si a ella le faltara el aire y sentí que se movía como si no pudiera respirar.

Luego, de repente, las piernas se le abrieron y se levantaron en el aire agarrándome por la parte de atrás de mi cabeza y jalándomela mas hacia adentro. Finalmente, lo que estaba deseando porque me gustaba mucho comenzó a fluir: Acabó tan fuertemente en medio de tanto estímulo que no me di cuenta de que mi boca se había llenado con todos sus líquidos. Puedo saber que sigue eyaculando porque mantiene sus manos todo el tiempo sobre la cuca. Se jala los pezones y restriega a través de la pantaleta. Hasta puedo ver como se le humedecen porque cuando saca la mano, se nota un brillo en los dedos y luego se los lame.

Ahora se porqué le gusta comprar pantaletas sin la parte de adelante para la cuca. Me encanta la forma como sus senos se sienten en medio de mis piernas pero todavía no estoy listo para colocarle el huevo en la boca: solo estoy preparándome y ella todavía no quiere. Por fin me lo agarra por la base y luego de un par de pajasos con la mano y darle dos veces, lame la punta del huevo con la punta de la lengua. Luego acaricia solo la cabeza con los labios dándome una sensación de cosquilleo. Se siente sabroso pero espero que bese todo el pene, todo hasta abajo.

Hasta que por fin lo hace y a Lupita Royal le gusta tanto que los dedos de mis pies se doblan y mi cuerpo se pone tenso, pero al mismo tiempo relajado. De vez en cuando se detiene para lamerme las bolas y el culo. Ahora le está haciendo la paja un poquito mas, y le sale saliva entre la punta de mi palo y sus labios, y es allí cuando me mira directamente a los ojos. Me guiña un ojo, como si estuviera planeando algo. Pero ya hay demasiada excitación en todo mi cuerpo. Ya la he visto como disfruta su juego dándome placer.

Me gustó el sabor de ese juego y justo cuando ya va a continuar en su tarea para luego mamármelo, no me puedo resistir. Rápidamente la tomo y la levanto por la cintura para sentarla sobre el escritorio. Luego, con rapidez, la lanzo sobre este al mismo tiempo que quito todo lo que se encuentra encima y le abro las piernas colocándolas sobre mis hombros. Luego me siento en la silla. Quien lo hubiera pensado … la altura perfecta para que yo la coloque en una buena posición.. No perdía tiempo y casi pude saborearla antes de que mi lengua tocara siquiera la humedad, los labios que goteaban y que en ese momento ocupaban mi atención.

Cuando mis labios finalmente la tocaron sentí cuando se arqueó su espalda y se agarró del escritorio. Cuando mi lengua abrió la raja de la cuca y pasó por todo ese hueco que palpitaba hasta la cabeza del clítoris ella se quejó de tanta excitación y me agarró por la parte de atrás de la cabeza como si tratara de que la hundiera mas dentro de esa cuchara que chorreaba líquidos.

Cuando me ocupé del clítoris me detuve la lengua allí un par de veces para meterla entre mis labios y poder chuparlo. Ni un momento dejé meterle la lengua hasta que se excitó porque hacía demasiado ruido. Tanto que temía que el guardia de seguridad se diera cuenta. Le murmuré: “SHHH, el guardia” - mientras la cara se me enterraba entre sus piernas que temblaban y se sacudían. Dijo que no le importaba. No joda, que vea lo que me haces, no importa, lo importante es que no pares. Yo sabía que me encontraba dándole en el punto exacto y correcto porque ella nada mas quería relajar el cuerpo para disfrutarlo, pero su cuerpo no lo permitía, no dejaba que ella disfrutara al sacudirse tanto. Metió las uñas en mi cabeza tratando de llegar hasta mi espalda pero cada vez que se inclinaba solo me arañaba. Entonces le metí la lengua mas todavía obligándola a echar la cabeza hacia atrás y comenzó de nuevo a gritar como loca.


Esto siguió por mucho rato y justo cuando pensé que la mandíbula se me estaba cansando y se me iba a quedar trabada, o sus piernas iban a estallarme la cabeza como un melón, pude saborear tanta sabrosura. Sentí que la cuca le palpitaba y se el encogía y que las piernas se le apretaban mas. No pude oír sus quejidos porque todo sonido era apagado por las piernas que me envolvían la cabeza. Su cuerpo se sacudía como si buscara aire. Uno podía sentir que se movía como si no pudiera respirar. Luego, de repente, las piernas se le abrieron y se levantaron en el aire mientras agarraba la parte de atrás de mi cabeza y me jalaba mas hacia adentro.

Finalmente, lo que comenzó a gustarme hace un segundo comenzó a fluir: Acabó tan fuertemente en medio de tanto estímulo que no me di cuenta de que mi boca se había llenado con todos sus líquidos y corría por la barbilla hasta la raja de su culo rodando por el escritorio. Cuando pudo respirar de nuevo, la lamí desde la parte de atrás del culo hasta la punta del clítoris. Esto la hizo buscar mas aire cada vez que se lo lamía y las piernas le temblaban mas duro.

Ya no aguantaba mas y el clítoris tenía un brillo rosado y le palpitaba con tanto estímulo porque nunca había estado tan sensible. Gritaba: - Para!!! - Ya no aguanto!! Otra vez me vas a hacer acabar!! - ¿Por qué me diría esto? Me imagino que la lengua y mi mandíbula ya no podían ni un poquito mas así que al mismo tiempo que la cogía con la lengua, yo me ayudaba acariciándole el clítoris con mi dedo. Me di cuenta de lo sensible que era al tocarlo, así que se lo restregué para que tuviera otro orgasmo, pero esta vez produciéndole un estímulo diferente para que orgasmeara mas duro. Le encantaba cuando yo le hacía esto, pero también lo odiaba: porque sabía que cuando terminara quería acostarse a descansar, pero esto no terminaba allí porque yo seguiría arriba de ella.

Ahora estoy jugando con su panochita y ella continúa diciendo lo mismo: - No, amorcito, quiero que me lo metas ya …
Si, claro que se en cual punto hay que acariciarla para que siga hablando y pidiendo mas. Dejo que me pida que se lo meta, pero nunca termina lo que intenta decir: - Quiero que …
Sin mencionar que ahora no me tomaba mucho trabajo hacer que se desesperara y volviera loca porque le estoy lamiendo el culo, metiéndole el dedo por la cuca y restregándole en el tunel del amor. Nunca dejó de chorrear babita y de eyacular líquidos desde que comenzó pero ahora se le está viniendo un chorro como las cataratas del Niágara. Grita llamándome por mi nombre diciendo que me detenga: - ¡Párate, Marcos, ya!!! Pero lo que hace es jalarme mas hacia ella y yo aprovecho de acariciarle mas el clítoris y metiendo los dedos mas adentro.

Luego Lupita Royal me pide que le meta tres dedos y se los meto pero el cuarto dedo parece que se le va hacia el culo al mismo tiempo. Ahora le sigo lamiendo el clítoris, pero sólo lamiéndoselo. Luego mis dedos buscan ese punto que las vuelve loca y se retuerce en lugar de quejarse. Comienzo a darle mas duro y mas hondo. Luego con la mano que me queda libre sigo jugando con el clítoris mientras le abro las piernas. Lupita intenta mirar hacia abajo para ver lo que estoy haciendo y no dejo de restregarle esa zona. Es como el botón de una máquina dispensadora porque se lo empujo (mi dedo en el clítoris) y la cabeza le aparece de nuevo. Ahora siento una presión alrededor de mis dedos, tan apretados que creía que se me iban a romper como si todavía no estuvieran lo suficientemente apretados. Pero con toda la babita que tiene la cuca de Lupita, a los dedos se les facilita entrar y suavemente.

Esta vez, cuando gritó supe que no había forma de evitar que el guardia de seguridad que estaba abajo oyera lo que estaba pasando así que esta vez, cuando dejó de tener mas orgasmos, sacó mi mano y me empujó para que nos separáramos. Casi caigo sentado en la silla. Su cuerpo le temblaba. Lupita me dice que ya ha sido suficiente. Ahora me toca a mi. Ella se baja del escritorio dejando un rastro de sus dulces jugos de eyaculación femenina. Ahora estos jugos se bajan por la pierna hasta el borde del escritorio. Sólo me puedo imaginar lo sabroso que se sentirán alrededor de mi huevo.

Coloca una pierna sobre mi silla y yo intento saborearle mas la cuca, ese fruto apasionado de ella. Me empuja de nuevo hacia la silla: le he dado de todo y ahora ella me va a dar a mi. Agarra la parte de atrás de la silla y me hace sentarme a ahorcajadas sobre esta. Presiona contra mi nariz mientras se deja bajar lentamente cubriendo mas mi cara con el suculento líquido que fluye de la cuca, golpeándome como látigo en mi pecho y finalmente, el huevo. Extiende una mano y se lo introduce ligeramente. Siento como flexiona los músculos alrededor de mi cabeza y luego baja hasta que se le mete el pene completamente. Relaja los músculos durante unos segundos y luego me agarra el huevo fuertemente de nuevo. Comienza a moverse hacia delante y hacia atrás: primero lentamente, pero luego agarra el ritmo y le da mas y mas rápido, tan violentamente que casi nos caemos de la silla.
Ahora le da montada sobre mi adelante y hacia atrás para evitar caernos de la silla.

Pero cada vez que siente que mis piernas se aprietan ella se detiene, me mira y sonríe para darme un beso. Para completar, actúa como si estuviera demasiado cansada. Sabe lo que está haciendo. No quiere que yo acabe todavía y mi huevo palpita listo para explotar dentro de ella pero Lupita se está aguantando. Cada vez que esto sucede siento que me voy a morir dentro de ella y luego va a ser mas intenso que la vez anterior, aguantando ese orgasmo. Desea que le ruegue que me deje tenerlo como ella lo tuvo, pero no quiero complacerla. Realmente le quiero pedir que me deje acabar, y ella lo sabe.

Lupita me sostuvo por la parte de atrás del cuello mientras permanecía montada sobre mi y de repente comenzó a sudar como jinete sobre un toro salvaje. Sentí todo su cuerpo ponerse tenso. O tal vez era yo mismo. En realidad no lo se, pero si se es que los dedos de los pies se me doblaron y quería estar acostado completamente en lugar de estar sentado en esta silla y así poder estirarme y disfrutar cada momento. Pero ni siquiera puedo hacer esto.

¡Guauuu!!! Va a ser diferente, algo nuevo!! Como si mi cuerpo se cerrara y la envolviera con toda mi pasión. Yo siempre me estiro en el momento en que exploto con mi tremendo orgasmo pero sólo la pude abrazar.

No se porqué o cómo ella lo hizo, pero nunca había sentido algo así. – Dios mio!! - le dije. – Nunca he acabado de esa manera - exclamé bien excitado. Lupita solo me sonreía y me preguntó cuanto tiempo mas me quedaba de trabajo en la oficina. Le dije que aproximadamente una hora. Permaneció muy tranquila y agarró su juguete de mi escritorio para decirme que se iba para el suelo a hacerse la paja o masturbarse mientras yo trabajaba y que de vez en cuando me iba a “entretener” para que no me aburriera.

Solo eso hizo mi día bien “largo” pero valió la pena. Pude contestar los teléfonos con una sonrisa en mi cara.

Cuando salimos al finalizar mi turno pasamos por el escritorio del vigilante y sólo nos miró y sonrió. Podía ver en sus ojos que quería preguntar o hacer algún comentario sobre lo que había oído, pero mantuvo la discreción y no me dijo nada. Esto no me impidió decirle: - Solo usted y yo estamos en el edificio, la próxima vez es mejor que llame a su nenita y hacemos cuatro viajes ida y vuelta - Perdió la compostura y estalló de risa. Mi mujercita me dio un beso en el brazo y dijo: - Eres tan loco!! - luego nos dirigimos hacia la salida y a nuestros carros. Aquí es donde termina mi aventura con Lupita Royal…o tal vez es donde comienza la verdadera historia.

Bueno, nos pusimos de acuerdo par que cuando tuviéramos ganas, nos fueramos a mi casa un fin de semana en la noche y así nadie nos vería ni se darían cuenta. ¿Qué piensan que pasará cuando volvamos a estar juntos? … se lo cuento en el próximo episodio con Lupita Royal la caliente.

Traducido por Marcos Urbina
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CUENTO ORIGINAL EN INGLÉS

Long Day At The Office

Submitted By Marcos Urbina

The day was dragging on, more so today than most others. No one was around except the guard downstairs at the front desk. A slow, typical weekend shift. I’m working the help desk, assisting people with computer problems. And my luck, there’s not enough calls to keep me busy. Barely awake, I started wondering what my girl was up to so I figured I’d give her a ring. Maybe she’ll bring me some lunch or something to ‘eat’.
There’s no answer. Damn. Now what? Oh well, I might as well prepare myself to go get something to snack on. So I go downstairs to grab a soda out of the break room. I say hello to the guard as I pass his desk. A bag of chips and a soda; now it’s time to go upstairs and get back to work. On my way back the guard said my girl came and it looked like she had some food for me. Although he said he was confused because she had a coat on, but it was hot outside.
As I went upstairs, I walked in to my work room. As I entered all I saw was a jacket on the floor by my desk. I next noticed my food on my desk. I called her name, but got no response. She must have slipped to the bathroom. I sat down and started to nibble at my lunch she brought me.
Next thing I know my heart is racing about 100 miles an hour because I felt a hand on the back of my shoulder. “Who the HELL”, I yelled as I spun around. She was hiding behind my colleague’s desk.
Ok. She got me. But more than once, because as I calmed down and was about to stand up and give her a kiss to tell her thanks for the food, my eyes adjusted on what she was wearing. She was wearing my favorite see-through purple bra and panties. The one with the split down the middle. Low and behold she was holding one of her toys in her hand. She sure knows how to get my attention!
She leans over to reach the toy on the desk behind me. As she does, I get a whiff of her lightly perfumed skin while her hair drops past her shoulders and brushes against me. I’m already in a state of awe.
Almost speechless, I sat there and felt a bulge growing quickly in my jeans. It’s almost immediately noticeable and she notices. She reaches down to caress me through my jeans and as she does, she looks deep with in my eyes with a slight smirk on her face. She was being devilish and knew what she was doing.
She leans over and gives me a quick peck on my lips and then moves around to my neck. Then she moves up to my ear. Just thinking I was just complaining about it being a long day. Now it’s just a "hard" day. And do I ever mean hard. She is working on my neck rubbing her hands on my chest, slowly taking my buttons apart one by one. As she’s working her way down my chest, she lightly drags her nails over my flesh making my hair all over stand up on end. Now she starts kissing down my chest as she’s removing my shirt. Her moves are effortless and so smooth that the shirt drops in my chair before I realize that she’s completely unbuttoned it already. Or maybe because as her lips come to the top of my belly that last thing on my mind was my shirt.
She starts her soft wet pecks around my navel while her hands work the buckle on my belt. Her lips move lower and lower. Now my button is unfastened and down goes the zipper. Massaging my cock now she teases me like she doesn’t want to go down. Why does she tease me like that? Because she knows it’s going to drive me crazy and that excites her.
I can tell she’s getting wet, because she can’t keep her hands away from herself. She’s pulling at her nipples and rubbing herself through her panties. I can even see how moist she’s getting in her panties because when she pull her hand up, there is a glisten to her fingers that she then licks off her fingers. Now I see why she like buying crotch-less panties.
I love the way her breast feels on the inside of my thigh, but I’m so ready for her to put my cock in her mouth. I’m trying to slip it in, but she won’t let me. Finally she grabs me by the base and after a couple of strokes, licks the tip of my dick with the tip of her tongue. Then she entices just the head with her lips giving me a tickling sensation. Some satisfaction, but I’m ready for her to go all the way down. Finally she does. She’s so good at this that my toes curl and my body is tense, but relaxed at the same time. Every so often she’s stops to lick my balls and my ass.
Now she been stroking for a little while, she’s got spit dripping between the end of my pole and off of her lips, and she looks up deep in to my eyes. She has a twinkle in her eye, like she’s planning something. But the excitement is running through my blood now. And I’ve been watching her play with herself while pleasuring me. I just gotta have a taste. Just as she was about to get back to work I couldn’t hold back. I quickly grab her and picked her up by her waist and sat her on my desk.
I quickly thrust her on the desk while moving all the contents and throw her legs over my shoulders. Then I sit in the chair. Who’d have though… Perfect height for me to ‘roll’ right in to position. I wasted no time either. I could almost taste her before my tongue ever touched the moist, dripping lips that currently had my attention. As my lips finally touch her, I felt her arch her back and grip the desk. As my tongue split her slit and work past her pussy’s throbbing hole up to the knob of her clit she moaned in excitement and grabbed the back of my head as if to pull me in deeper in to her purring kitty. As I go to the clit, I stop there just to flick it a couple of times with my tongue and stick it inbetween my lips to suck on it. Never once did I stop flicking it with my tongue. Now she’s excited and you can hear it.
You can hear it so much that’s I’m worried that the security guard is going to hear. I try to mumble “SHHH, the guard” while my face was buried deep between her shaking and shivering legs. She didn’t care she said. Hell, let him watch as far as she cared as long as I didn’t stop what I was doing. I knew I was in the right spot because she wanted to relax her body to enjoy it, but her body wouldn’t let her relax. She was digging her nails into my head now and trying to reach down to my back. But every time she leans up to scratch me, I suck and flick even more forcing her to throw her head back and yell in a mad fit again.
This continued for a while and just as I thought my jaw was going to give and lock up or her legs were going to pop my head like a grape, I could taste that all to well known taste. I felt her pussy pulsing and swell up, and her legs get even tighter. I couldn’t hear her moans because all sound was cut off by her legs being wrapped around my head. Her body was jerking like she was gasping for air. You could feel her moving like she couldn’t breathe. Then all of a sudden her legs swung open and flew straight into the air as she grabbed the back of my head and pulled me all that way in. Finally, what I started to taste a second ago started to flow. She came so hard that in the excitement I didn’t realize she filled my mouth with her juices. It was running down my chin and the crack of her ass all over my desk. As she regained her breath I would lick her from the back of her ass to the tip of her clit. This made her gasp twice on each stroke and her legs quiver even harder each time.
She can’t take any more, her clit is bright pink and throbbing in excitement and sensitive as ever. She cries out, stop… I can’t handle any more. You’re going to make me cum again. Why did she tell me that? I figure my tongue and jaw could handle a little more. So I start tongue fucking her and playing with her clit with my finger. Knowing it’s sensitive to the touch so I can just rub it with my fingers and she’ll have another orgasm. But this time with a different sensation, it’ll make her cum harder. She loves it when I do that, but hates it. Because she knows when I’m done, she’ll want to just lay down, but she hasn’t gotten me off yet.
I play with her kitty now as she keeps saying, “No baby, I want to get you….” Yes, I know the spot to keep her from talking. And I keep letting her talk, but never finish what she wants to say. Needless to say, this time it doesn’t take nearly as long to get her off. I’m licking her ass, fingering her pussy, and rubbing on her love bubble. She never stopped dripping cum once she started, but now she’s flowing like Niagara Falls. Yelling my name and saying stop, but pulling me in closer, playing with her clit and driving my fingers deeper.
Then asking me to put three fingers in. I put three fingers in and my fourth just seems to slide in to her ass at the same time. Now I’m licking her clit again, but this time just licking. My fingers keep finding that spot that makes her kind of whimper instead of moan. I start stroking harder and deeper. Then with my free hand play with her clit as she spreads her legs apart. She’s trying to look down to keep an eye on what I’m doing but I keep brushing that one area. It’s almost like it’s a button on an automatic PEZ dispenser. I push it and back goes her head. Now I feel pressure around my fingers. So tight I think it may crush them. Not like it wasn’t already tight enough. But with all the cum she’s got, they still flow in and out of her smoothly. This time when she screamed, I knew there was no way the security guard down stairs doesn’t hear what’s going on up here.
This time when the orgasms finally stop, she pulls my hand out and pushes me away. I kind of roll back in my chair. Her body is shaking. She says she’s had enough. And it’s my turn. She slides off my desk dragging her sweet juices with her. Now the juices are running down her leg and off the edge of my desk. I can only imagine how that’s going to feel around my cock.
She puts one leg up on my chair. As I try to get in on more taste from that passioned fruit of hers, she pushes me back in my chair as in I’ve given her enough, now she’s going to give me. She grabs the back of my chair and then straddles me. Pressing against my nose as she drops down slowly, covering even more of my face with the succulent, dripping fluids. Whipping it on my chest and finally to my cock. She reaches down and inserts me slightly. I feel her flex her muscles around my head. And then she drops down pushing me deep with in her. She relaxes her muscles just for a second and then grips my shaft tightly again. She starts rocking back and forth at first slowly, but then picks up the past and goes faster and faster. So violently that we almost fall out of the chair.
Now she’s riding up and down to keep us from tipping over. But every time she feels my legs tighten up she stops. She just cold turkey stops, looks at me, smiles and gives me a kiss. To top it off, she acts like she’s too tired to continue. She knows what she’s doing. She doesn’t want to let me cum yet. And my cock is throbbing and ready to explode in her. But she’s holding back. Each time I feel like I’m going to die inside of her and its going to be more intense than the last one. She wants me to beg for it like I had her doing, but I don’t want to give her the satisfaction. Really, I want to beg for her. And she knows it.
She has me by the back of the neck as she is riding. She starts to break a serious sweat while going buck wild. I feel her whole body tense up. Or is that me tensing up. I really can’t tell. I know my toes are curling and I wish I was laying flat instead of sitting in this chair so I could stretch out and enjoy every bit of this. But I can’t stretch out. Wow! This is so different. It’s like my body is closing up. Like I’m wrapping her up with all my passion.
I usually stretch out, but all I can do is embrace her as I explod. I don’t know why or how she did it, but I have never felt something like this. “Oh my god!” I said to her. “I have never come that way”, I exclaim in excitement. She just smiles at me and asks how much longer I had to work. I let her know maybe about an hour. She was cool with that and grabbed her toy off of my desk. She let me know that she would be on the floor fucking herself while I worked and at times would try to ‘distract’ me. That just made my whole “long” day worth it’s time. I was able to answer the phones with a smile on my face.
On our way out at the end of my shift we past the guard’s desk where he just looked and smiled. I could see it in his eyes where he wanted to ask or comment on what he had heard. Discretion kept him from asking me anything. But it didn’t keep me from saying to him, “It’s only you and I in the building, next time you better call up your dime piece and we’ll make it a four way round!” This made him loose all control and break out in laughter. My lady smacked my in the arm and say, “You so crazy!’ as we headed out the door to our cars. And this is where this story ends…. Or maybe it’s where the real story begins.
Well we were both in the mood, headed home on a weekend night, and no one else was going to be around. So what do you think was going to go on… well that’ll be in the next ‘episode’.

THE END
Datos del Relato
  • Categoría: Parejas
  • Media: 5.73
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