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Un hombre afortunado (39)

Hola amigos:



Pues aquí sin mucha actividad, me senté a recordar otros pasajes de mi vida cuando trabajaba en la constructora civil más grande de Mexico…



La Autopista de Guadalajara a Puerto Vallarta.



En esa época hace casi veinte años atrás, se planeo desarrollar una autopista entre Guadalajara y Puerto Vallarta, con nuevos adelantos, vía satelital se proyecto esa magna obra, a un servidor le toco el tramo comprendido entre El Pueblo de Magdalena Jalisco e Ixtlan del Río Nayarit, dado que ahí se iban a desarrollar los puentes mas importantes y se necesitaba a personal capacitado en materia de explosivos, para dinamitar los tremendos cerros que existen en esa zona, nuestro campamento principal se ubico en el pueblo de Magdalena, pueblito pintoresco, cerca de Tequila Jalisco, donde abunda la bebida del mismo nombre, original de esas tierras.



Como es costumbre en ese tipo de obras, pues los fuereños casi invadimos ese lugar, escaseaban los lugares para proporcionarnos alimentos, así que la gente del pueblo acondicionaba sus casas para poder proporcionarnos este servicio uno de los mas famosos era el de "La caminera", regenteado por su propietaria Doña Remedios, no tenia nada en particular el lugar, solo que la comida era servida puntualmente a sus horas y con un buen sazón familiar pueblerino, con sus tortillas hechas a mano.



Doña Remedios, originaria de los altos de Jalisco famosa área por sus bellísimas hembras y apuestos galanes, mujer ya en sus cincuentas, alta, belleza madura, apenas se le dibujaban unas patas de gallo en sus ojazos que acentuaban su hermosura, pelo castaño rubio largo y lacio, casi siempre agarrado por un enorme chongo, recuerdo era muy velluda, sus piernas largas y enormes, estaban cundidas de vellosidad, así como sus brazos y un incipiente bozo sobre sus labios, que ella procuraba depilar, cuerpo macizo, hombrona, cadera regular y un frondoso culazo, que enfundaba siempre en vestidos holgados, para no causar muchos problemas entre el personal masculino, ya que estaba casada con un hombre unos años mas joven que ella y se sabia que era muy celoso, yo no era cliente frecuente del lugar ya que solo bajaba al pueblo algunos fines de semana y solo acudí a su negociación algunas veces.



Allá en la montaña era donde desarrollaba mas mi labor y donde tenia mi casa de campaña personal muy amplia y bien acondicionada, pero la mayoría de los hombres de la cuadrilla que estaban a mi mando, el fin de semana estaban ansiosos, de bajar a Magdalena, sabíamos que habia algunos "bules", (puteros) donde la mayoría de los trabajadores iban a gastar muy generosamente el salario que habían devengado con mucho esfuerzo durante la semana, por mi parte yo tenia una responsabilidad enorme al estar al frente de la cuadrilla de explosivos, donde no quería desobligarme ya que mi jefazo el Ing. Barragán, me habia recomendado específicamente en esa posición y no deseaba defraudarlo, pero la soledad era cabrona, los fines de semana, pues no habia de otra mas que "jalarle el pescuezo al ganso" (masturbarse), así pasaban los días y las semanas, los muchachos que regresaban al laburo, venían felices, descansaditos y platicones de sus aventuras, que si habían ido al baile, o al putero, que si se habían metido con alguna vieja casada, etc.



Don Chuy, un viejo sobre estante (supervisor) de maquinaria, un día lunes llego muy desmejorado, pálido, ojeroso, al verlo en esas condiciones, le pregunte por su salud…



Que paso Don Chuy? Anda enfermo…



No Inge…un pinche perro que me asusto, pero nada mas, era un hombre callado y no muy platicon… ahí con los días me recupero dijo con una enorme sonrisa, yo por mi parte olvide el comentario y seguimos en nuestra labor, el fin de semana siguiente tuve la necesidad imperiosa de bajar al pueblo por que era día de paga y yo la verdad tenia que girarle dinero a mi esposa, que estaba en su séptimo mes de embarazo de mi primer hijo, cobre y mande el dinero en el banco de la localidad y ahí me encontré con otros trabajadores, que me invitaron a comer al lugar de La caminera, como les comente, nada en especial una gran casona antigua, adaptada como restaurante, la atendían unas muchachillas por cierto muy hermosas, pero como les he comentado en anteriores relatos ese tipo de muchachillas no son de mi agrado (algún día les diré el porque), ellas atendían amablemente, bajo la mirada de Doña Remedios, que al vernos entrar, saludo efusivamente a los muchachos ya que eran buenos clientes y ahí me la presentaron…



Doña Remedios, nuestro jefe el Ingeniero García, ella esbozo una enorme sonrisa, pero casi inmediatamente atrás de ella se apareció un hombre carraspeando, como para ser escuchado, ella al oírlo, nos lo presento…



Mi esposo dijo escuetamente…lo salude de mano y se retiro nosotros nos sentamos, la Doña trajo un galón de plástico blanco sin ninguna marca y nos sirvió del famoso tequila que abunda por esos lares, la primera y la ultima van por cuenta de la casa dijo sirviéndonos en unos jarritos la espirituosa bebida alejándoos contoneando sus grandes caderas, al tercer trago, uno de los muchachos, dijo zalamero, aquí fue donde espanto el perro a Don Chuy… y todos soltaron la carcajada…



Simón…el perro de la señora es bravo dijo en doble sentido, que yo capte y asumí que era el marido de Doña Remedios, supuse que se habían tomado unos tragos y que algo habia pasado, pero en medio de la comilona que estábamos dando, otro compañero dijo…



No Inge…en verdad ese animal que tiene la seño, esta cabron, es bien bravo y mordelón y todos volvieron a reírse, yo en verdad habia tenido la idea de adquirir un perro para llevarlo al campamento, para que por las noches, pues al menos ladrara, al acercarse algún intruso y pensando que ese famoso can tan bravo como lo describían pudiera sernos de utilidad o al menos alguna cría, me decidí a preguntarle a Doña Remedios si lo vendía, la llame y le dije…



Sra. Disculpe…no vende su perro?



Ella abrió sus ojazos y su cara fue de asombro…



Si el que espanto a Don Chuy la semana pasada, le dije inocentemente…



Ella se puso colorada y se dio la media vuelta sin decir palabra dirigiéndoos a la cocina, yo me quede desconcertado, los muchachos se cagaban de la risa…



Jajajajaja…jajajaja…jaajaaaaa



Yo sonreía, al verlos y preguntándome cual habia sido la gracia…



En eso se acerco el marido de Doña Remedios con el galón de tequila en la mano…



Que paso vales… (amigos), andan muy contentos, les invito otro trago y después ustedes me invitan otra allá en el bule, no encuentro la manera de irme y aprovechando que ya nos conocemos, pues ahí como que no quiere la cosa me invitan con ustedes y así me desafano de mi vieja…nos decía al servirnos mas trago…



Todos dejaron de reír como por arte de magia y aceptaron la propuesta, otro camarada empezó a echar chistes y bromas y se nos olvido por completo lo del perro, por varias horas estuvimos departiendo en el lugar, como eso de las siete de la noche, pedimos la cuenta que era bastante abultada, pero como nos pagaban bien y ya entrados, hicimos una coperacha y salimos, busque a la señora. para despedirnos, pero la vi al fondo de un cuarto de la casona sentada empinándose un jarro que supuse que también era de tequila, pero como no tenia mucho asunto que tratar, así lo deje, ya en la calle se organizaban para ir al congal, yo no quise ir, no por que no me gustara o tuviera ganas, lo que pasa que, por experiencia propia, no quería por que ya muy borrachos a veces se relaja la conducta y no quería que en un futuro ellos me faltaran el respeto y no es por que sea chocante, pero mi cargo era de mucha responsabilidad y no quería que pasara a mas, amablemente me despedí, haciéndome mas borracho de lo que estaba y ellos despidiéndose, se alejaron, me dirigí a la plazuela central del pueblito y me senté en una banquita del parque a fumar un cigarrillo, pude observar la cantidad de hermosas mujeres que abundan en ese lugar solas, ya que muchos de los lugareños emigran al norte buscando los cueros de rana (dólares), así como yo actualmente, pero regresando al lugar de los hechos…



Termine mi cigarrillo y me dirigí a un bar., pedí unas copas y llegaron unos mariachis, les pedí unas canciones, y me pase una velada estupenda oyendo canciones que me hacían recordar mi tierra, como a las once de la noche, salí y me dirigí a mi camioneta de cargo, di algunas vueltas, buscando un lugar donde pernotar esa noche, pero los escasos hotelitos y casas de huéspedes, estaban abarrotados por ser fin de semana, por mera coincidencia me estacione frente al restaurante de la caminera, baje y en un tendajon de la esquina compre otra botellita de tequila unos cigarros y me dispuse a dormir en la camioneta, total una mala noche como quiera, pensé, saque un jorongo (como cobertor) que siempre traigo por alguna emergencia, me tome un poco menos de media botellita y empecé a dormitar, no supe cuanto tiempo paso y me despertaron unos toquilos en la ventana de la camioneta…



Toc…toc…toc…ingeniero…ingeniero…



Me despabile un poco sobresaltado, cuando me espabile un poco, vi a Doña Remedios, baje el cristal…



Si señora…algún problema?



Ninguno, pero vi la camioneta con los letreros de su compañía y me acerque a ver quien estaba aquí, al verlo lo reconocí y como me cayo usted bien, tan educado no como los salvajes esos, se me ocurrió que mejor usted podría descansar en un cuarto que tenemos al fondo de la casa, ahí puede dormir mas cómodo, tiene su baño individual…



Le agradezco Doñita…le dije, cerré la camioneta y la fui siguiendo, su caminar era lento y movía con suntuosidad sus caderas, pasamos por el restaurante y al salir a un patio interior, empezó a ladrar un perro…



Señora…esta amarrado su perro pregunte, recordando lo que me habían comentado mis ayudantes…



Ella volteo a mirarme sonriendo me dijo…no se preocupe esta al otro lado de la barda y me siguió dirigiendo al cuarto del fondo, entramos me abrió la cama y me indico donde era el baño, yo estaba parado en la puerta con mi jorongo y mi botellita de tequila, no me invita la del estribo y un cigarrito, para relajarme, estuvo muy pesado el día como es sábado…me dijo…



Faltaba mas…le dije buscando un vaso o algo donde servirle…



Así a en la botella…me dijo agarrando la botella… y sentándose en la cama, yo puse el jorongo en la cama y jale una silla que habia ahí, sacando los cigarros, ofreciéndole uno y de inmediato encendiéndoselo, ella aspiro profundamente y destapo la botella de tequila y se tomo un buen trago…



Aaahhh…no hay como un buen trago y un cigarro, para relajarse después de un buen día de trabajo…digo entre otras cosas, me dijo sonriendo y volviendo a darle otra aspirada al cigarro…



Tiene razón señora, ha de haber tenido un día agotador…



Si me acababa de bañar, y cuando salía revisar que todo estuviera bien cerrado, vi su camioneta…



Pues que buena suerte tengo señora…



Oiga… y en verdad me quiere comprar mi perro?



Ha si, ya ni me acordaba, pero si, viera como hace falta un buen animal allá en el cerro…



Ella se levanto y dirigiéndose a la puerta…me dijo se lo voy a enseñar a ver si le gusta, pero en vez de salir, cerro la puerta con seguro y regreso a donde yo estaba sentado, como a dos metros de mi se agacho y levantándose la falda larga hasta arriba de la cintura, me dejo ver un biscochote, peludisimo, no llevaba pantaletas, era hermosamente salvaje la pelambrera, abundante a los costados y se iba desapareciendo hacia abajo a los lados de sus ingles y hacia arriba hasta perderse una línea de pelos en su ombligo…



Señora!!!...eso no es un perro…es un lobo, un oso, le dije apurando un trago de tequila, me quede impresionado de ver esa selva castaña…ella se sentó casi en la orilla de la cama, así con sus enaguas remangadas y sus piernas abiertas apoyadas en la orilla de la misma, pude distinguir muy en el fondo unos labios rojos que se perdían en medio de su colosal pelambrera ella, se deshizo el chongo y por si hicieran falta pelos, hizo su melena hacia enfrente, yo me hinque y ahora si como perrito me fui acercando atraído por su olor, con mis manos peine de raya en medio al oso y le fui lambiendo su olorosa vagina, un olor almízclelo, acido, acre, fuerte, me invadían las fosas nasales, recuerdo haber tenido ese olor en mis narices por varios días después, se lo besaba con lujuria y mamaba ardorosamente, ella me empujaba por la nuca, yo embarraba no solo la lengua sino toda la cara de sus jugos…



Me viene…me viene…me estoy viniendo…me decía gritando como desesperada, me tragué su abundante corrida y algunos pelos se me metieron en el paladar (como es incomodo eso), haciendo unos buches con mi saliva y sus jugos escupía al lado sacándome los pelillos y volvía a la carga, parecía marrano, trompeando la batea donde come, con mis manos me habría soltaba el cinturón y me aflojaba los pantalones, después de su enésimo orgasmo, me pare limpiándome con el antebrazo mi cara de sus abundantes venidas, ella se enderezo y acabo de sacar mi verga tremendamente parada, violentamente me bajo el cuero ya que no la tengo circuncidada…



Esta si es una buena verga, hora si voy a llenar mi oso, con esta longaniza y me la sacudía dándose unos golpecitos en sus rojos cachetes y me la mamaba, no muy bien, pero llena de lujuria, así estuvo por varios minutos…



Vamos a coger, en forma me dijo, soltándome la verga y empezaba a forcejear con sus ropa a la ves que yo hacia lo mismo, cuando se tendió en la cama, pude ver su cuerpo macizo, sus tetas un poco caídas, su cintura y sus piernones parecía que traía calzones, pero era su pelambrera que adornaba su panochon, se abrió de piernas y me estiro su brazos llamándome, yo me deje caer como iba sobre ella y sin ninguna clase de apuntamiento, mi verga se le fue hasta adentro, estaba hirviendo ese tremendo panochon…



Aaahuggggg…ahuggggg…ahuggg… que sabrosa la tienes…me dijo



Me vas a cocinar la verga en tu horno mamazota, le dije besándola profundamente…



Para decir verdad estaba muy floja, solo lo caliente y baboso del lugar hacia un poco placentero, los vaivenes de la cogida, así estuve por unos minutos, besándole las tetas y sus hermosos labios…



Espera que me quiero venir encima de ti y me empujo suavemente, indicándome que me pusiera boca arriba, ella se subió y en cuclillas, me agarro mi tolete y cabeceaba su panocha con mi cabezón…



A ver métemela cabron…me dijo



Yo empujaba mi verga, para entrar en su chumino, pero increíblemente, me topaba con sus esfínteres totalmente cerrados…



Ahora si papacito…te voy a enseñar mi perro…



Puso sus manos en mi pecho y la punta de mi verga estaba en la entrada de su panocha, ella a voluntad aflojo un poco y entro solo la cabeza de mi chorizo y volvió a apretar…



Aaauggghh…ahora solloce yo…



De no ser por que sus manos estaban en mi pecho diría que tenia otra mano apretándome la macana, tenia un control perfecto de sus esfínteres y músculos vaginales, poco a poco y en pedazos se iba comiendo toda mi reata, aflojando y apretando, hasta que se la comió toda y su pelambrera cubría mi pelvis, ella estaba como en trance, con los ojos cerrados y sus uñas se me enterraban en el pecho, así sin hacer ningún movimiento, empezó a venirse…



Papitoteeee…. Ahí te voy… ahí te vooooooooy…me decía resoplando y aflojo de pronto toda su verija, un torrente de líquidos mojo mis huevos, entrepierna y sabanas…



Aaaaaahhhh….aaaaahhhhhh…que buena venidotaaaa… gritaba cesando…



Y callo como herida sobre mi, yo me movía abajo, pero igual ya no me apretaba nada…



Espera…espera amor…déjame recuperar me dijo, yo le acariciaba su pelo pegado por el sudor…



Eres un buen macho…ningún cabron me habia aguantado tanto sin venirse, solo mi marido al principio, por eso me case con el…



Yo la enderece y la tome por la cintura y mi verga le exigía el mismo tratamiento…



Eres un goloso…órale pues …te voy a sacar hasta el tuétano…



Increíblemente su chocho cobro vida de nuevo iniciando sus apretones a mi chile, subiendo en la libre, pero bajando a pausas que su misma panocha imponía, estuve a punto de venirme varias veces, pero ella se lo enterraba hasta el fondo y apretando al máximo su verijon, me detenía la inminente venida, era un delicioso martirio…



Ya déjame venir mamacita…le suplique, al poco rato



Ella como tomando la medida exacta del grueso de mi chorizo, empezó un sube y baja violento y me vino un lechazo enorme, yo trataba de contenerla, para que me dejara disfrutar de mi venida, pero ella se acomedía mas en su sube y baja, al final de unos buenos chorros de leche, ella se lo envaino hasta el fondo y me volvió apretar fortísimo y así apretado se fue subiendo exprimiéndome la verga, sentía morirme, veía lucecitas alrededor mio…



Ahí voy de nuevo…me anuncio y sentía como mi verga era empapada de nuevo por sus abundantes fluidos…



Nunca…nunca…me habia venido dos veces…machote…



Y volvió a derrumbarse sobre mí aflojando el cuerpo y mis mocos se le salieron de su amorosa pucha junto con su venida.



Se acomodo a un lado mio y dormitamos por unos minutos…



Al rato ella se paro y vistiéndose, me veía amorosa, yo contemplaba su hermoso cuerpo, el cuarto olía a nosotros, me dio un beso y se fue, yo ni me pude incorporar para despedirla, habia cumplido me dejo seco hasta el cerebro, dormí como bendito.



Me despertó el bullicio de la mañana, la gente hiendo y viniendo, apurándose para el desayuno, me pare, la cama estaba húmeda todavía de nuestros jugos, me fui al baño y me duche, me soné bien las narices, pero ese olor permanecía en ellas, salí eran las diez de la mañana, al entrar al restaurante ella estaba impecable, con su chongo recogiéndole su hermosa cabellera…



Buenos días…Durmió bien ingeniero?...me saludo



Perfectamente…como hace meses que no descansaba…le conteste sonriendo…



Ándele…siéntese ahorita le sirvo una birria y con criadillas (testículos de borrego), para que se aliviane…



Desayune muy rico y me pare a pagar la cuenta…



Venga me dijo vamos a hacer cuentas halla atrás, le encargo el restaurante a una muchacha y jalándome de la mano volvimos al cuarto donde me habia hecho delicias…



Yo iba sacando la cartera, para pagar por todos sus servicios…



Que hace?...



Pues le voy a pagar Doña Refugio, le dije entrando al cuarto…



No tontito, le voy a cobrar en especie me dijo y se volteo asomando solo la cabeza y se agarro del dintel de la puerta, para ver que nadie del restaurante viniera y sin voltear levanto sus largas enaguas y me dejo ver sus nalgas preciosas desnudas…



Órale mi rey…págame…con tu chorizote…



Volví a contemplar como una línea de pelos le salía de entre las nalgas y se perdía en su baja espalda, le abrí las nalgas y el tufo delicioso, me volvió a llenar las fosas nasales, e; ano tremendamente peludo, apenas y se apreciaba el agujero, me afloje el pantalón y callo en mis tobillos, me afiance de sus caderas y trate de metérselo por el orto…



Misión imposible, ella lo apretaba al máximo…



Dame por la panocha me urgió, algún día si te lo ganas, te doy culito…me sentencio



Me agache un poco y trate de metérselo por la paloma, pero igual ella lo cerraba y no me dejaba entrar jugando conmigo, volvió a aflojar y se la deje ir toda agarrado de sus caderas, ella se mordió una mano para evitar gritar y reculaba a encontrase con mi verga, sentía como sus venidas, me mojaban los huevos y bajaban por nuestras entrepiernas, así estuve serruchando por minutos, ella se metió un poco mas hacia adentro…



Ya llego mi marido…ventee…me apuro



Yo me afiance de sus caderas más y ella me apretó mi verga, me vine delicioso en su verijon apretado, ella se incorporo rápido sacándose mi verga y yo me fui al baño cerrándolo y me lave la verga, escuche voces en el cuarto y arreglándome la ropa, echándome agua en la cara y el pelo, salí peinándome.



Ella le explicaba al marido, el por que de mi presencia ahí…



Ya me pago querido, venimos a recoger su jorongo y le decía que cuando viniera al pueblo, no dudara en quedarse aquí, que es mas seguro que los hoteluchos del pueblo.



El asentía con la cabeza y olfateaba, como queriendo reconocer el aroma en el ambiente, pero este se camuflaba, con el aroma de las flores mañaneras que habia en el corredor de la casa.



Durmió bien ingeniero?...me pregunto el…



Perfectamente…le conteste…



Venga le voy a invitar un trago por que traigo una cruda espantosa me dijo, yo al salir todavía pude ver en el piso unos cuajarones de mocos que habia soltado la señora, pero para el pasaron desapercibidos, tomamos una copa y me despedí, regresando a la montaña.



El lunes a medio día llego una camioneta al almacén estábamos dos trabajadores y yo de ella bajo Doña Refugio, traía un perro en los brazos…



Hola inge…le traje a su perro que me encargo y lo soltó



Los trabajadores disimuladamente se fueron y cerraron la puerta…



Ella se abalanzo hacia mi y nos besamos apasionadamente, desde ese día, todos los fines de semana bajaba al pueblo al restaurante de La caminera y ella dos veces entre semana subía al cerro a darle de comer a su perro.



Casi al terminar la obra, uno de esos fines de semana que su marido se le escapaba, para ir al putero (que pendejo), igual, ya no era extraño que me quedara ahí los fines de semana, dejaba la puerta entrecerrada, para que cuando ella creyera conveniente entrara sin problema…



Así después de cerrar el restaurante he irse a bañar, llego abrió la puerta y la volvió a cerrar con seguro…me dijo ahora si papucho, vas a coger culito…me dijo coqueta, traía en sus manos un tarro de crema nívea, se desnudo sin prisas, yo ya estaba encuerado bajo la sabana esperándola, nos besábamos ardientemente y yo jugaba con sus tetas y por enzima le peinaba su panochon, ella se me subió y puso su biscochote encima de mi, sus abundantes pelos me hacían cosquillas en la cara y ella moviéndose, me embarraba su biscochote en toda la cara, yo le agarraba por las nalgas abriéndoselas y le deseaba el ojete del culo pero no entraba nada, ella me empapo de una venida rica…



Así…asiiii…asiiiiii…caliéntame cabroooonnn…



Todo embarrado como estaba, me levante y ella se puso en cuatro, abrió el tarro de crema y se unto abundantemente en su culo y me jalo la verga untándome un poco en la cabeza del tolete, mi verga estaba a reventar, ella se abrió sus nalgotas y yo enfile mi verga a su culo, empecé cabezeandocelo y ella pujaba, mi verga se enfebrecida a cada fallido embate, le di un par de nalgadas que por naturaleza le aflojaron el culo y en un pequeño descuido, le aloje solo el glande del camote…



Aaahauuugggg…aaayyyy…grito a pecho abierto…papacito me rompes todaaaa….



Su tremendo ojete me apretaba dolorosísimamente la punta de la verga pareciera que me iba a mochar la cabezona con su ajustado ojete…



Jummmp…ahuggg…yo también exclamaba, al sentir tamaño apretón…



Era quintito (virgen)… papito…me dijo…



Que rico…delicioso…



Yo trataba de meter un poco mas de verga, pero a pesar de lo lubricado que estaba el lugar no podía avanzar ni un centímetro, su orto, me tenia aprisionado el garrote, solo nuestros cuerpos se mecían en cada embestida…



Hasta ahí nomás…me dijo…no quiero que me desfondes toda, ya lo probaste y ahí se queda…



Yo embrutecido, por el tratamiento y sintiendo mi verga explotar, la tome por un hombro y macizándome en su robusta cabellera, con un excelente juego de cadera, se lo enligue, hasta el fondo…



Aaaaaaaaayyyyyyy…aaaaaayyyyy…bruto…animal, manoteaba desesperada…



Aauggggchhhh…también solloce yo, sentí un piquete en la parte baja de mi glande, pero ya entrados, la seguí serruchando, por minutos, ella atenazaba con sus manos el colchón, pero mantenía firme sus caderas, a los embates y movía la cabeza desesperadamente, ella abrió un poco mas sus piernas y yo seguía emperrado jodiendo su culo por minutos…



Ya…yaa..sácamela…me destrozas maldito…me destrozas y trataba de desenchufarse…



Yo la tome por sus tetas y la hacia mas a mi cuerpo, nuestros sudores eran tremendos hasta que sentí como mi verga se expandía mas y le solté tremendos lechazos dentro de las tripas…



Ahí te voy mamita, ya te acabo dentroooo…



Y caí desplomado en su espalda, ella por mi mismo peso también cayo espatarrada bufando, a manera que nos íbamos relajando, nos rotamos, pero ella sin sacarse la verga y así abrazados nos quedamos dormidos, al rato me despertaba una serenata con trío que su marido le llevaba a su ventana, me desperté y asombrosamente, mi verga ya caída, era apresada todavía por su cerrado ojete, ella también empezó a despertar…



Y ora?...me dijo con cara de interrogación…



Es tu marido que te trajo serenata y esta al pie de tu ventana, ella se incorporo rápidamente y medio se ponía su camisón, nos asomamos cuidadosamente, y frente a la ventana de su cuarto estaba el marido con una botella en la mano y cantando no desentonado a su amada esposa, ella rápidamente, me dio un beso y dirigiéndose al baño, abrió la ventana de este y me dijo que la ayudara a brincarse por ahí, apuradamente me dijo que iba a entrar por la ventana trasera de su baño, al empujarla por su hermoso trasero, se le escurrieron toda clase de líquidos por su camisón…



Ayyy...cabron, dijo bajito, ya me acorde que me desculaste toda y sonriendo desapareció por el pasillo trasero de la casa, a los pocos minutos escuche como ella le decía, ya desde su ventana…



Pinche borracho…vete con tu música a otra parte…crees que me vas a contentar con tus músicos, lárgate con tus putas y se escucho un fuerte cerron de ventana, yo con lo cansado que estaba, solo me acosté en la cama y me quede dormido, con un tremendo ardor de verga, a la mañana siguiente me levante y habia sangre en las cobijas, me fui a bañar por que el tufo de nuestros olores era inminente y al estarme lavando la verga, seguía ardiéndome, examine a mi aguerrido compañero y observe como el pobre tenia roto el frenillo, el cual todavía sangraba un poco al contacto con el agua, lave bien la herida de guerra, nos habíamos roto ambos.



Así, el ultimo día que estuve en ese hermoso lugar, nos despedimos, en un banquete que ella ofrecía a todos sus clientes, ya no se pudo hacer nada, solo nos mirábamos con nostalgia y alguna lagrima recorrió nuestras mejillas y así me despedí de esa hermosa mujer y de aquellos inolvidables terruños.



 



Saludos. Nos vemos en la próxima.


Datos del Relato
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