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Categoría: Maduras

Un hombre afortunado (31)

Hola amigos y lectores:



Disculpen la tardanza pero me han ocurrido bastantes cosa que me ha sido imposible de escribirles, les ofrezco unas disculpas todos y cada uno de mis lectores.



Este relato no es mió es de una carta que me mando una amiga y solo se las transcribo para su deleite…



Me llamo Mónica soy una mujer de cuarenta y cinco años, pasadita de carnes, hace tiempo que deje de medir mi cuerpo, pero es muy voluptuoso, mas o menos de 99-68-125 y con unas piernas que son el regocijo de los hombres y la envidia de algunas mujeres, no bonita, pero tengo mi porte y me chulean diciéndome guapa, le envié esta carta a mi ciberamigo Lalo, ya que soy una de sus mas atentas lectoras, me gusta su estilo y me encanta que no le da ninguna pega cogerse a todo tipo de mujeres cachondas, especialmente a las maduras como yo, soy venezolana y radico en Estados Unidos de América.



Desde muy joven siempre tuve situaciones que marcaron mi vida, recuerdo a los 12 años de edad, cuando mi cuerpo estaba en plena revolución hormonal, empecé a aburrirme de jugar con mis muñecas y comencé a notar como les atraía a los hombres físicamente, especialmente a los mayores que yo, en esa época mi cuerpo empezó a desarrollarse mis senos crecieron admirablemente, siempre fui culoncita, pero por esas fechas, se me hizo mas formado y salido, mis cuatro primos querían jugar mas conmigo, pero yo sabia la diferencia entre los juegos de niños y ellos como ya eran mayores, también jugaban, pero no dejaban pasar la oportunidad de sobarse en mis nalgas o apretarme según ellos sin querer mis senos, algunas veces pude observar algunas manchas húmedas a la altura de las braguetas de sus pantalones y sus rostros colorados.



Así paso mi pubertad y como estaba rodeada de hombres familiares, eran relativamente muy pocos los hombres que no fueran de la familia que se me acercaran, así conocí a Ramiro un amigo de mis primos, del cual me enamore perdidamente ya que era un muchacho guapo y bien formado, educado aunque no muy bien económicamente, con la ayuda y anuencia de mis familiares, empecé una relación que acabo en matrimonio yo de diez y nueve y el de veintiún años, fui muy feliz con el, era una mujer recatada y muy de mi hogar, al paso del tiempo y con experiencias adquiridas con el, supe que estaba bien dotado, además muy rendidor y cumplidor, tuvimos cuatro hijos que me acentuaron mas mi voluptuoso cuerpo, todo iba bien vivíamos en un departamento que adquirimos mediante un crédito y auto viejon, pero bueno, vaya una familia clase media, un mal día llego un pariente lejano de Ramiro que radicaba en Estados Unidos y nos impactaba con sus historias de lo bien que le iba por esos lugares, a mi marido lo ilusiono y nos fuimos a vivir para allá solos, mis hijos quedaron a resguardo de mis padres.



Llegamos a vivir a North Carolina y empezamos a trabajar mi esposo en una matanceria de pollos y yo de domestica limpiando casas así pasaron varios años, vivíamos en un complejo de apartamentos muy tranquilo, en la localidad había muchos trabajadores inmigrantes, por supuesto solos y muchos de ellos me piropeaban y a veces, hasta me habían parado para hacerme proposiciones, algunas de verdad muy subidas de tono, pero yo siempre fui muy seria y recatada y nunca hice caso a ninguna proposición, vaya ni siquiera pasaba por mi mente engañar a mi adorado esposo, pero siguiendo con el relato…cuando llegaba por las tardes había un vecino que siempre estaba sentado en una tumbona tomando cervezas era un joven feo, medio barrigón, peludo, los primeros meses se le iban los ojos al verme cuando llegaba de trabajar, hasta que un día empezó a piropearme…



Adiós señora, bonita…



Que hermosa esta usted…



Luego de varias semanas así, sus piropos fueron aumentando de tono…



Que cuerpazo tiene mamazota…



Que daría por una noche con usted tía maciza…



Y así, pero yo siempre lo ignoraba y nunca le di pauta a seguir con sus escarceos



También había otro vecino, era un señor alto, medio calvo de la coronilla, siempre bien arreglado y su auto siempre estaba impecable, se le notaba como de cuarenta y tantos años, con el solo tenia unos saludos de cortesía, cuando coincidíamos, en los pasillos del edificio, pero nunca me dijo nada fuera de lugar.



Un día nos cancelaron un contrato de limpieza de una casa y salí mas temprano, me fui a chacharear a un almacén de segundas y al ir rumbo a mi casa pase por afuera por uno de esos tantos moteles que hay en la localidad y vi la camioneta de mi esposo estacionada afuera, me intrigue mucho ya que se suponía que el estaba trabajando a esas horas, así que siguiendo mi curiosidad me estacione en un lugar donde no me podían ver y pacientemente espere, lo llame varias veces a su celular pero este estaba apagado, al cabo de una hora vi saliendo del motel a mi querido y adorado esposo del brazo de una muchacha rubia iban riéndose y yo me sentí destrozada, humillada, me sentí avejentada al lado de la hermosa y joven mujer que iba del brazo de mi esposo, llegue a mi departamento y llore como nunca en mi vida, cuando llego el por la tarde, a penas y me pude contener para hacerle algún reclamo, pero espere, en los días siguientes me hice la remolona y enfermiza o cansada evitando tener relaciones sexuales, ya que me daba asco, el no me decía nada y así me reincorpore a mis actividades en las siguientes semanas, antes de llegar a los apartamentos, me arreglaba un poquitin y un día hasta me llegue a cambiar de ropa, para darle un pequeño gusto al joven de la tumbona, eso me hacia sentir admirada y un poco joven, sus piropos encendidos, me hacían mover mas mis voluptuosas nalgas y en alguna ocasión me sentí húmeda de mis partes al entrar a la casa, sensaciones que reprimía con baños de agua fría.



Un día me salio mi esposo con el entupido pretexto de que lo enviaban a una ciudad vecina a un curso de capacitación por un par de días, yo me di mis mañas para investigar si era verdad pero en su empresa me dijeron que no había tal curso, así que seguramente se la iba a pasar con su amante de lo lindo y yo ahí de entupida, llego el día y el hizo su maleta con las mejores ropas que tenia y se fue, por la tarde al regresar yo del trabajo, ahí estaba el joven en su tumbona y con un par de cervezas vacías, yo me fui a mi departamento y me cambie de ropa, me puse un vestido un poco rabón (corto), escribí en un pedazo de papel un mensaje escueto…



Lo espero esta noche…



Y baje de nuevo pase muy cerca de la tumbona donde descansaba el joven y disimuladamente lo deje caer enfrente de el con mi paso aseñorado y sin ver para atrás, al rato después de andar pajareando en algunas tiendas, regrese el joven ya no estaba en su tumbona y me metí a mi departamento, esperando la noche…



Me bañe, me puse una tanga roja que apenas cubría mi estupenda mata de pelos, me dio un poco de pena por que una gran mayoría se me salía por los bordes de la misma, cocí unas tijeras y los recorte, el hilo dental se me metía por en medio de mis nalgas y me hacia cosquillas en mi culo, no me puse sostén solo un camisón semitransparente y adorne mis piernas con unas medias que se sostenían sin necesidad de liguero, me puse unas zapatillas de tacón alto y una bata transparente, muy sugerente y me maquille a conciencia, pintando mis labios de un color marrón que resaltaba la blancura de mis facciones, y me di un toque de perfume que en muy pocas ocasiones usaba, abrí una botella de vino tinto y me tome dos sendos vasos, para relajarme prendí la televisión y me estaba adormilando por el efecto del alcohol cuando como a las diez de la noche unos tímidos toques me alertaron que alguien estaba en la puerta, me asome por la mirilla de la puerta y era mi invitado, abrí inmediatamente y casi lo jale para que pasara rápido, no fuera que algún vecino lo viera, lo hice pasar a la sala venia bien bañado y peinado, nada que ver con su sucia camiseta que usaba cuando estaba ten su famosa tumbona le ofrecí un vaso de vino, a el se le saltaban los ojos, no sabia que parte de mi cuerpo observar, estaba sudando y sacaba un pañuelito para secarse el sudor, al contrario de otras veces que se le escuchaba hablador y dicharachero, esta ocasión, solo pronunciaba monosílabos y continuamente carraspeaba su garganta nerviosamente…



Que pasa? joven…mmm, por cierto no se su nombre, le dije…



Jorge…Jorge Nevares…



Mucho gusto, yo me llamo Mónica…que le pasa?...esta nervioso?...



Perdón señora, es que me impacto de verdad, es usted hermosísima, nunca me la hubiera imaginado así



Yo me pare y me dirigí al estereo y me agache sin doblar mis piernas buscando un disco que nunca encontré, solo lo hice para darle una panorámica mejor de mi grandes nalgas, así en esa posición voltee a verlo y el solo se secaba mas aprisa el sudor que corría por su frente, puse un CD de música lenta y me acerque a el quedando parada frente a el con mi copa en la mano y mi pubis a unos centímetros de su cara, el con nerviosismo apuro la copa y se levanto invitándome a bailar, me abrazo suavemente y nos deslizamos al compás de las notas de la canción, me decía cosas al oído y los susurros me hacían poner mas cachonda, empezamos a magrearnos, el me sobaba mis nalgotas y se hundía en mi pecho aspirando el aroma del perfume, yo por mi parte le empezaba a sobar el bulto de la entrepierna empezando a notar algo duro que iba creciendo, le fui ayudando a desvestirse y cuando se bajo el pantalón junto con su calzón salio un pene que en verdad…me desilusiono, era muy pequeño, yo tenia como referencia el de mi marido, pero este era en verdad pequeño aunque algo gordito y cabezón, entre mi me dije vaya chasco, pero bueno ya estábamos en esos trances, no le podía mentir que lo tenia enorme o exaltar sus virtudes por que lo único es que estaba muy duro, parecía una roca, me agache y se lo empecé a besar y mamar, con la idea de que se le parara un poco mas y pudiera disfrutarlo, el me agarraba del pelo desesperado…



Mamazota como me lo mamas, me decía…que rico estoy sintiendo…



Y en solo minutos sin previo aviso me soltó un lechazo, pero también no muy abundante, bueno ni siquiera se me salieron sus líquidos de la boca, el como espantado y pidiendo mil disculpas, tomo su ropa y vistiéndose se dirigió a la puerta y salio, ahí quede yo de rodillas, con la boca con un apenas sabor a semen, vaya ni siquiera me había mojado, tomando el vaso de vino me senté en el sillón y tomándome el resto del vaso de vino enjuagándome la boca trague el vino con los restos del semen desilusionada y muy caliente, me puse una bata y salí al pasillo a fumarme un cigarrillo, en eso va llegando el vecino maduro de su trabajo y me saluda traía una ramo de flores paso de lado dándome las buenas noches a lo que yo un poco desinhibida por los efectos del alcohol, le dije…



Buenas noches, vecino…y esas flores?



Buenas noches señora, son para la casa, vivo solo pero las flores le dan un toque femenino a mi hogar, pero si le gustaron puede quedarse con ellas y me las dio despidiéndose cortésmente, yo fumando mi cigarro, lo vi meterse a su departamento he hice lo mismo, puse las flores en un jarrón y me serví otro vaso de vino, deleitándome con su sabor, entonces no se lo que paso por mi mente y sin pensarlo mucho tome mis llaves y el resto de la botella de vino y me dirigí al departamento del señor, en el camino como que me quería arrepentir, pero la decisión ya estaba tomada, toque a su puerta el acababa de tomar un baño, ya que salio en bata y secándose el pelo…



Si señora… se le ofrece algo?



Yo solo empuje un poco hacia adentro y cerrando la puerta a mis espaldas, le dije que si gustaba tomarse una copa conmigo, que estaba sola y me sentía triste a lo que el me contesto…



Claro señora, para eso estamos los vecinos, ahí por favor disculpe las fachas, pero me acabo de bañar y se estaba dirigiendo a su cocina a traer un vaso, pero yo lo detuve y le dije que tomara a boca de botella, el sonrió y tomando la botella se la empino, yo por mi parte le solté el laso de la bata y me fui arrodillando a besarle su pene…



Madre mía!!!... así medio dormida como la tenia, bien olorosa a jabón estaba enorme, casi del tamaño de la de mi marido pero cuando estaba bien parada, se la empecé a besar y a mamársela, el solo me tomo por la nuca con suaves movimientos y me atraía mas a su verga que crecía inmediatamente, yo solo se la mamaba en la hermosa cabeza que tenia y solo un poco mas, ya que no me cabía y también se la mamaba de costado hasta sus peludos y enormes huevos era maravillosa esa tremenda verga, pero yo no quería abusar de ese tratamiento, temerosa que me fuera a bañar de semen y yo lo que quería era tenerla enterrada dentro de mi y me separe…



Que pasa señora…no le gusto?



Si pero no quiero que se venga, lo quiero gozar mucho pero dentro de mi, le respondí melosa…



No se preocupe señora ahí puede estar el tiempo que quiera, yo soy duro de roer, me dijo tomando otro sorbo de la botella, así que seguí yo también mamando pero de su tubería por unos minutos mas, me levante y me despoje de mi bata, el solo me miraba muy calmado y me acerco hacia el besándome y poniéndome su verga en mi vientre, su cabezota, me rozaba las chiches y así nos fuimos a su recamara lentamente me deposito en su enorme cama y empezó a besarme parsimoniosamente mis pies, chupándome los dedos, eso hizo que yo tuviera un primer orgasmo y así el continuo subiendo por mis piernas y al llegar a mi panocha, hizo un lado la tanga y me empezó a dar una chupada como nadie me la había mamado nunca…



Me vengo…papacito…me vengoooo y apretaba su cabeza mas hacia mi vagina como queriendo que ahí se quedara toda la vida, el estuvo un buen rato chupándome toda, hasta que se incorporo y así con todo y tanga solo me la hizo otra ves de lado y me fue empujando su macanon, cuando sentí su cabezota en la entrada ya me estaba viniendo de nuevo, el me acariciaba mis chiches y dándome un beso profundo en la boca me la dejo ir hasta el fondo, lo que me hizo dar un suspiro ahogado con su beso…



Auggghhh…mmmm…que enorme papacito, dije finalmente…



El empezó un mete y saca lento pero cadencioso, hasta perdí la cuenta de los orgasmos que tenia en mi encharcada vagina…



Así…así…asiiiiiii. Que vergona tienes papacito, tan calladito te lo tenias, que machote eres, el solo sonreía y sin dejarme de acariciar los senos, que los tomaba como agarradera, me zambullía su gran verga y una ves que la sentía hasta el fondo, el me la rinconeaba, removiéndome todo por dentro…



De repente puuurrr…purrrrr…



Hay amorzote hasta los pedos me estas sacando con tu macanota, disculpa pero la tienes bien enorme.



El tomo la iniciativa y así sin desenchufarnos me di vuelta en la cama y quede sobre el…



Ay mama!!!... así sentí toda su virilidad dentro de mi y empecé a cabalgarlo a la vez que me tomaba por la cintura y haciendo movimientos oscilatorios, me rinconeaba su vergota en mi biscocho…



Me vengoooo….me vengooo…me vacioooo…



Ese grito se que retumbo por todo el edificio y me valía ya madre, lo que deseaba ya estaba consumado, serle infiel a mi esposo y con una buena reata que me llegaba hasta donde el nunca pudo llegarme…



El se aferro de mis caderas y hundiéndomelo hasta el fondo, empecé a sentir como me bañaba las entrañas con fuertes chisguetes de mocos…



Papacito…papacito…que bueno eres…que cogidota me estas dando amorzote… voy a ser tu puta para siempre, esta si es leche no las babas que me da mi marido y me derrumbe sobre el llorando de felicidad.



Su verga perdió un poco su dureza y me recosté a un lado descansando los dos de la tremenda corrida que habíamos tenido y me entro un sopor quedando dormida abrazada de ese machote.



No se cuanto tiempo paso, todavía era de noche, pude observar a media luz su hermosa verga que tan feliz me había hecho y se la empecé a chupar disfrutando de mis líquidos secos el solo gemía de placer y cuando ya la tubo de nuevo bien paradota, se levanto y con movimientos suaves, me puso de perrita y me la dejo ir firme pero lentamente, yo sentía otra ves como me iba abriendo mi chocha ese hermoso ariete y hasta que sentí que me empujaba la matriz con su cabezota…



Ahiiii….ahiii…destrózame cabron, me estas haciendo tu mujer papacito, ahí…ahí…asiiiiiii.



Gritaba viniéndome en su enhiesto basto que me rinconeaba con locura, en eso me lo saco y tomando los líquidos de mi venida, me los unto en el ano…



Si papazote…si rómpeme el culo…házmelo pedazos y báñame con tu lechota…marca lo que desde ahora es solo tuyo papazote le decía abriéndome los cachetes de las nalgas para que entrara con toda comodidad, cuando sentí que iba entrando la cabeza, me empezaron a zumbar los oídos y yo sola recule hacia el para que me la dejar ir toda, no era virgen del culo, por que mi marido a veces hacia uso de ese conducto, pero no era de sus preferencias, pero este mounstro, me invadía prácticamente todo, cuando, sentí sus pelotas golpeándome los labios vaginales, sabia que era su mujer y ya no había marcha atrás, el se movía lentamente, casi desesperante afianzándose de mis hombros y serruchándome enloquecedoramente…



Aaaayyy…ayyy…amorzote…amorzote, que chula verga tienes recabron, como me llenas, le decía yo poniendo los ojos en blanco y hasta sacando la lengua de emoción, así estuvo un buen rato hasta que sentí como se engruesaba mas su ya de por si enorme tolete y empezó a escupir tanta leche que hasta pensé que me iba a botar por la boca y así ensartados nos recostamos, el me acariciaba la espalda y jugaba con mi pelo, pero no hablaba quedando otra vez dormidos como enamorados.



Me despertó un agradable aroma a café me acomode en la cama como tratándome de explicar lo que había hecho, pero el abrió la puerta de la recamara y traía una bandeja con una taza de café un sándwich y una flor, eso me derritió y el se acomodo en la cama y tomamos nuestro frugal desayuno, el solo me dijo que llamara al trabajo, para que faltara y el ya había hecho lo mismo, así que tome su celular y llame al trabajo para reportarme indispuesta, después del desayuno volvimos a amarnos sin importar que estábamos sucios de la batalla de la noche anterior, a medio día nos bañamos y anduvimos por todo el departamento cogiendo como jovencitos calenturientos, el preparo la comida vimos una película así encuerados y ya para le cena, el se puso medio triste, diciéndome que estaba pronto el final de su sueño, a lo que yo le conteste que si era por mi, su sueño solo acababa de empezar, el como todo un caballero, me propuso que me fuera a vivir con el, yo me sorprendí con la propuesta, pero después de haber vivido esas experiencias con el, sabia que ya no podía regresar con mi esposo, que ya nada seria igual, así que tome la decisión mas importante y loca de mi vida y acepte, me puse mi bata y el se vistió y fuimos a mi departamento a sacar mis cosas para llevarlas al suyo, pude ver mi teléfono celular que tenia muchas llamadas perdidas de mi esposo, pero ya no me importaba nada, estaba loca con ese hombre, esa noche fue una repetición de la noche anterior, al otro día, me acompaño a la corte a realizar la petición del divorcio y fuimos a dejar una copia a mi ex-departamento y ahí se lo deje a mi todavía esposo, con las llaves del departamento además de una carta donde le hacia ver sus infidelidades y me fui a vivir con el.



A consecuencias de esto mi esposo se mudo a otro lugar, ya que no soportaba el que yo viviera con otro hombre frente a sus narices, el joven pendejo de la tumbona, nunca me volvió a dirigir la palabra, solo cuando me veía llegar se agachaba avergonzado.



Pero como lo bueno dura poco, a los pocos meses, mi amado macho murió en un accidente de trabajo y yo me quede sola, pero no triste, por que había descubierto otros horizontes, me sentía rejuvenecida y dueña de mi destino.



Agradezco a ustedes lectores por la paciencia para leer esta historia mía, y especialmente a Lalo un gran amigo mió que me ayudo a expresar mis sentimientos.



Besos


Datos del Relato
  • Categoría: Maduras
  • Media: 0
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