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Categoría: Confesiones

Un fin de semana solos con Josefina

Era un día de sábado, me levanté de la cama con pereza, sabía que estaría sólo en casa, seguramente Josefina sólo esperaría a que desayunara y se iría de descanso, para no atrasarla más, antes de la ducha me fui hacia la cocina para avisarle. Ella aún no había comido, por lo que le pedí que lo hicieramos juntos. Durante el desayuno me dijo que sin querer había escuchado la conversación entre su sobrina Carmen Olivia y su compañera de Internado, Maura. Intrigado le pregunté que cual era la charla escuchada, inmediatamente me dijo que según su hermana, la madre de Carmen Olivia, esta chiquilla, estaba saliendo en su pueblo con un señor casado, y que todo daba a entender que tenían relaciones sexuales, y que en casa estaba al tanto de que yo no la fuera coger, para evitar una complicación mayor como un embarazo, ya sea del sañor o mío y que tuviera algo nefasto para mi. Y que a pesar del cuidado de mi madre y de ella había sucedido, y lo peor del caso que lo hice con las dos juntas. Prosiguió diciéndome que perfectamente oyó cuando Maura le preguntó que si a ella le gustaba tener dentro tremenda pija, porque a ella a un principio le fué incómodo, pero conforme su vagina se acostumbró sintió super delicioso, que se sintió abierta y llena de carne, y que cuando se la saqué sintió un hoyón y los chorros de semen que le corrian por las piernas. Tragó saliva y con una sonrisa y a la vez nostalgia, me dijo y la verdad es que la primera vez que lo hice con usted me pasó lo mismo. Cogió los platos , los lavó y se fué a su habitación, con un que pase buen fín de semana, lo veo el lunes. Me quedé sentado enla mesa recordando la primera vez que cogimos con Josefina, habían pasado ya cuatro años de la última vez. Recuerdo que tenía una novia de 13 y yo tenía 14, era una tarde que estudiabamos en el estudio de mamá, tenía un yeso en una pierna, y le empezé a besar los pechos a la chica, cuando oímos lospasos de Josefina que llegó a preguntar si queríamos algo,porque iba de salida a la panadería, y recuerdo que le pedí que encaminara a la chica que vivía cerca. Yo estaba super excitado, y me bajé el short a los muslos y empecé a rozarme con los dedos la pija, no me dí cuenta a que hora Josefina regresó, cunado levanté la vista ella estba frente a mi, la vista fija en mi pija parada, ni ella se marchaba ni yo me cubría, le pedí que me alcanzara las muletas, le tomé la mano, y la puse sobre mi verga, ella empezó a frotarme, de repente salió corriendo. Despacio llegué hasta su cuarto la sorprendí desnuda y pasándose el dedo, ese día cogimos, luego tres veces más, y no volvió a ocurrir.(Relato de Dulce Vilmita y consentidora Josefina, en categoría confesiones). La madre de Josefina era del altiplano Guatemalteco, y su familia trabajaban en las temporadas de cosecha ya sea del corte de café, en el altiplano y bocacosta, y algodón como caña de azucar en la costa del pacífico. De una relación entre ella y un español, nació Josefina, siendo la segunda hija d la señora que había enviudado un año antes con otra hija de su matrimonio. La señora llegó a trabajar a la finca de la familia, con las dos hijas, posteriormente Josefina se fué a casa como mi nana, siendo ella mayor que yo 12 ó 13 años. Ella tuvo un novio que llegaba a casa a reparar daños ya fueran eléctricos, fontanería, ets. este desvirgó a Josefina y según dice ella cogieron durante 5 domingos consecutivos, hasta enterarse que el tipo era casado. De recordar las curvas del cuerpo de Josefina, su cara de rasgos muy hermosas, nalgas estupendas y duras, pechotes enormes y cuca casi lampiña, cuca estrecha que cuando le metí la pija la primera vez, sentí que me estrangulaba. En ese momento estaba con la pija rígida, y deducí que eestaba duchandose previo a irse, y me dirijí a su cuarto, efectivamente estaba en la ducha, me quité la pijama, y cuando ella se percató estaba junto a ella con la verga empalmada, quise salir y se lo impedí, tomandola de los brazos, me dijo que no, porque yo ya había cogido a su sobrina, empezamos a forcejear la logré dominarquedando de espaldas a mi, con um brazo le aprisiones los de ella a sus chiches, con una de mis piernas entre sus muslos los abrí, coloqué mi verga en su entrada, el agua y el jabón ayudaron a deslizarme en su vagina, y logré meterle la mitad, despacio empezé a salir y entrar, ella ya no se movió seguí con mis movimientos, hasta enterrarle las 8 pulgadas al tope,ella ya estaba inclinada para facilitar las cosas, me dijo que las rodillas le tembalaban y que noaguantaba ya la posición que era mejor nla cama, ya en la cama le empezé a chupar su deliciosa pusa, hasta hacerla correrse, ella me dió una esptupenda mamada, y luego se la volví a neterrar, su apretada vagina estaba más rica que nunca, sentía os pliegues de sus paredes calientes y húmedas, casi al mismo tiempo nos corrimos los dos, nos quedamls tendidoa sobre la cama, le pedí que no se fuera el fín de semana, que se quedara conmigo. donriemdo me dijo que sí, que ya habían pasado cuatro años de la última vez, y que pasó noches en vela esperando mi llegada, le dije que de ahora en adelante cuando quisiera estar conmigo llegara a mi habitación y viciversa.
Datos del Relato
  • Categoría: Confesiones
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