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Categoría: Incestos

Un fin de semana madre e hijo

La casa del lago

Acabábamos de llegar, íbamos a pasar un fin de semana en una casa al lado de un lago como terapia de relajación, la casa era preciosa bastante acogedora pero solo tenía una habitación con una cama de matrimonio, seguí a mi madre hasta la habitación para dejar las maletas, desde que salí de casa no paraba de ver a mi madre lo sexy que estaba con una camiseta blanca de tirantes algo escotada y unos shorts. Mi madre quería que bajara con ella al lago porque no quería divertirse ella sola, sino que quería que nos divirtiéramos juntos. Yo por más que lo intentaba no podía dejar de ver lo sexy que estaba mi madre, con los shorts, luciendo unas piernas perfectas y con esa camiseta escotada que le hacía un cuerpo diez. Mi madre entró en el baño, para ponerse el bikini yo estaba en pleno calentón del cual no quería que mi madre se enterase obviamente, al cabo de unos minutos salió del baño con el bikini, me estaba poniendo muy cachondo. Mi madre me pregunto qué tal le quedaba, estaba perfecta, me tomé mi tiempo para echarle un vistazo a mi madre de arriba a abajo, mientras me decía que me pusiera la ropa de baño para darnos un chapuzón, le dije que no me apetecía, lo cierto era que no quería que notase mi erección, así que se fue ella sola. 

Unas horas más tarde, estaba metido en la cama, mi madre estaba en bragas y sujetador frente a mí, sin esperármelo, se quitó el sujetador dejando al aire esas tetas preciosas que tanto me gustaban y se quitó las bragas también, no podía creérmelo dormiría con mi madre en la misma cama a su lado con ella desnuda, creía que era todo un sueño, se metió en la cama y se tapó con las sábanas dejándose al aire las tetas, ella empezó a ponerse algo cachonda estrujándoselas mientras me decía que normalmente dormía como estaba viendo, mientras hablábamos de que teníamos que hacer más veces esto de salir los dos más como madre e hijo, en plan familiar, empezó a tocarse el coño eso hacía que me pusiera cochinísimo, trataba de no mirar pero es que era imposible, ver como tu madre se empieza a tocar el coño delante de ti con total naturalidad, observando cómo se tocaba el coño, le pregunté ¿te has puesto cachonda? ella entre carcajadas me respondió que no y acto seguido me empezó a meter mano a la polla sacándomela del pantalón empezó a jugar con ella, frotándomela lentamente mientras se tocaba el coño. Poco después, se puso frente a mí mientras se tocaba el coño para observar cómo me hacía una paja, a continuación, se puso a cuatro patas en la cama para deleitarme con una de sus mamadas. Mientras me la hacía, le empecé a coger las tetas, sin dejar de tocárselas, entonces se mojó los dedos con saliva para lubricarse el coño y acto seguido se puso encima penetrándola por el coño. Estaba gimiendo de placer mientras la penetraba aproveché para tocarle los pezones que es algo que le pone a cien cuando la penetran, mientras ella me decía "no pares, sigue así cariño" de repente se puso a cuatro patas delante de mí para continuar metiéndosela por el coño no paraba de gemir, estaba súper cachonda no quería que esto terminase hasta que de repente se me salió del coño, mi madre me dijo: "no te preocupes cariño" mientras se daba la vuelta para que la volviese a penetrar. Tras metérsela de nuevo, observé el vello que tenía en el coño, mientras ella jadeaba lo cierto era que no me importaba lo más mínimo, mamá seguía gimiendo sin parar mientras me decía entre gemidos "no pares cariño, sigue así" observaba como se le movían las tetas hasta que poco después se la saqué y me corrí en sus tetas diciéndome que le había encantado.

La práctica hace la perfección  

A la mañana siguiente mi madre seguía dormida cuando yo me desperté, estaba con un vestido negro transparente, podía verle las tetas, no llevaba nada debajo. Al verla me saqué la polla del pantalón y comencé a pajearme lentamente, aproveché para sacarle las tetas del vestido y tocárselas, la destapé por completo y le subí sigilosamente el vestido, llevaba puesto un tanga negro, el cual le aparté para tocarle el coño y después penetrarle lentamente, aún seguía dormida, así que empecé a penetrarla mientras le tocaba las tetas hasta que se despertó asustada, y lo tuvimos que dejar. Mas tarde esa misma mañana mientras se preparaba para la ducha, entré en el baño, la toqué por la cintura le dije que dijo que podíamos hacer lo que quisiéramos, y que si cambiaba de opinión aun quería hacerlo, así que le toqué suavemente las tetas para después ir bajando lentamente para tocarle el coño empezó a excitarse y me sacó la polla del pantalón, se puso de rodillas y me la empezó a chupar haciéndome una mamada que nunca olvidaría metiéndose los huevos en la boca.  

Datos del Relato
  • Autor: Rev123
  • Código: 52586
  • Fecha: 07-11-2018
  • Categoría: Incestos
  • Media: 8.75
  • Votos: 4
  • Envios: 0
  • Lecturas: 8479
  • Valoración:
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