Hola, tengo 19 años y cada mañana, en punto de las 7:30 am viajo pde pantitlán a bellas artes.
Mido 1.60 y soy delgada pero con cadera y pechos grandes, de piel morena clara y siempre visto jeans muy ajustados.
Un día de los que iba en metro, fue de los días estaba a reventar y no me gusta ir con las mujeres. Así que me fui como la mayoría. Desde que iba haciendo el recorrido para llegar a donde estan los vagones, iba sintiendo pequeñas caricias en una de mis nalgas. Al principio me incomodé un poco pero despues me resultó exitante y caminé mucho más lento para sentir esa rica mano traviesa. Cuando miré de re ojo, noté que era un tipo de unos 40 años o un poco más. Cuando llegamos a las escaleras, me quedé bien pegada a él y sentía como su rico y caliente pene se iba levantando más y más y se sentía mucho más duro. Como no avanzábamos nada, decidió que era momento de sentir más y como yo ya estaba bastante exitada hacia pequeños movimientos circulares contra su pene cuando de repente siento un gran apreton de nalgas y segundos despues como acariciaba mi vagina desde las nalgas hasta donde llegaba mi jeans por delante. Y yo, aprovechando eso tan rico, tome su mano y la puse más fuerte contra mi vagina, y así fue en el trayecto de las escaleras hasta por fin llegar al vagón.
Mientras esperábamos el metro, el seguía detras de mi, muy muy pegado y yo bastante húmeda y agradecida de seguir sintiendo su verga tan caliente.
Cuando llegó por fin el metro y todos se metieron, nosotros terminamos hasta las puertas que no se abren y del empujón aprovechó para tocar nuevamente mi vagina apretando mis labios con más fuerza y yo sonreí. Tenía ganas de que me cogiera ahí mismo y sentir su pene dentro y hasta el fondo. Despues de un rato de manoseos frente a frente sin decirnos nada, aprovechó la multitud para desabotonarle el boton del pantalón y jugar un poco con mi clítoris...
Después me volteé sin abrochar mi pantalon y se atrevió a meter su mano a mi culo. Sentí tan rico que casi me vengo.
Después, él llegó a su destino y solo se despidió con una buena apretada de nalgas.