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Categoría: Parejas

Un Cumpleaños diferente...

Para el cumpleaños 26 de mi esposa no tenía ni idea sobre que regalarle, quería que fuese algo diferente a las flores, la cena, el collar, el anillo de siempre, quería darle algo con lo que ella había soñado siempre, alguna vez en nuestra época de novios la escuche decir que le hubiera encantado hacer el amor en la playa con un desconocido y decidí complacer su deseo.
Llamé a nuestra agencia de viajes e hice reservaciones para dos en un hotel de playa con todos los lujos, y me aseguré que tuvieran variedad de opciones para disfrutar en las cuatro noches que íbamos a estar ahí, esa era la primera parte de mi plan, cuando faltaban dos día para salir de viaje, le enseñé a mi esposa un memorandum falso en el que mi jefe me enviaba urgentemente al día siguiente hacía la sucursal de nuestra empresa en Europa a arreglar unos problema tremendos que no podían esperar, además había arreglado con la Agencia de viajes que los tiquetes serían intransferibles y si por algun motivo alguno no podía viajar solamente nos reembolsarían el dinero. Muy triste por un lado y muy contenta por otro mi esposa viajó sóla hasta el hotel, mientras yo esperaba en casa a que saliera su avión y preparaba mi equipaje para salir en el siguiente avión, y llegar a mi habitación en el mismo hotel. La mujer no lo digo por que fuese mi esposa pero se veía deliciosa en su vestido ceñido al cuerpo, el cuál resaltaba sus tornedas piernas y sus nalgas bien firmes aún, no podía esperar a llegar a su lado, pero en esto duraría por lo menos unos dos días.
Al llegar al hotel Laura se duchó y descansó un poco, luego entrada la noche se vistió con un vestido negro y se sentó al bar a tomar un martini, del otro lado del restaurant yo la veía y empecé a preparar su regalo, consciente de que ella conocía la tipografía de mi escritura le pedí a un amigo que transcribiera en algunas servilletas y en varios papeles algunas de mis ideas para enviarselas, así que llamé al mesero y le entregué la primera de las servilletas con la indicación de a quién entregarsela y con la advertencia que no dijera quien la mandó, diligentemente el mesero le entregó la servilleta.
“Que hace una mujer tan bella y guapa sóla en un bar?” decía la servilleta que tambíen llegó acompañada de un Martini, no pude dejar de notar como buscaba por todo el bar tratando de adivinar quien le había enviado tal nota. Terminé mi cena y al salir por la puerta trasera le entregué otra nota al mesero con las mismas indicaciones y me dirigí a mi cuarto rápidamente.
Mi bella Laura se encontraba entre la excitación y el nerviosismo mientras recibía ahora un pequeño papel celeste con las siguientes palabras: “Hola muñeca, no pude evitar ver la belleza de tu rostro durante toda la noche, me encantaría conocerte un poco, charlar contigo, por favor llamame al 823-78-01, tu admirador”
Según me contaba Laura su primer reacción en ese momento fue doblar y botar el papel, sin embargo, la curiosidad la obligó a recogerlo de nuevo y hacer esa llamada, total nada perdería con un pequeña llamada, pensó ella, si le caía mal el tipo colgaba y después del domingo no volvería a saber nada de él.
Yo en mi cuarto aguardaba con ansias que el teléfono celular que había comprado y puesto a nombre del primo del pulpero de la esquina timbrara, lo había comprado solo para eso y solamente Laura tenía el número en cuestión, pasó la noche y no sonó el teléfono,en tanto ya había pasado por la recepción y dado orden de que llevaran una botella de Dom Perignon y una fuente de fresas bañadas en chocolate. A la mañana siguiente me levanté temprano y deslice bajo su puerta un pequeño sobre “A la muchacha linda y preciosa” decía y dentro contenía unas pequeñas líneas: “anoche esperé tu llamada, casi no puedo dejar de pensar en tu belleza, estoy seguro que hoy será un día precioso y que la luz de tus ojos alumbrará mi camino, buen día linda, tu admirador”
Eran casi las 10 de la mañana cuando sonó mi celular (el verdadero), era una llamada de mi esposa, le comenté que estaba muy cansado de tanto trabajar y que me había acostado temprano, y pregunté como había estado su noche. “Muy tranquila, llegué me dormí temprano y hoy voy a pasear por la playa, en la noche no tengo nada planeado”, le mande un beso y me despedí, cinco minutos después timbraba el otro celular y descubrí que era del número del hotel, me puse nervioso y cambié la voz, “Alo?” “Hola” me digo una voz que demostraba nerviosismo, “yo soy la muchacha del bar, a la que le mandaste el Champagne ayer en la noche, quería agradecerte por tus lindas palabras de hoy en la mañana, pero... quien eres?” “Simplemente soy alguien que quedó deslumbrado de tu belleza, y que me encantaría conocerte” pues ahí se presentó, me digo su nombre que vivía en Buenos Aires y que estaba de paseo, que iba a venir con su marido pero él tuvo que salir en un viaje de negocios de última hora. “Tu esposo ha de ser el ser mas feliz sobre la tierra” comenté para saber su reacción, “pues nos llevamos bien, pero últimamente hemos estado alejados por cuestiones de trabajo” comentó ella con toda su razón, “que lástima, alguien tan bello y lindo como tú debería estar en un pedestal mi reina, y que tienes pensado para hacer hoy en la noche?” “Por el momento nada, he pensado pasear en la playa en la tarde y luego de una ducha talvez bajar al bar, creo que hay una fiesta tal vez baile un rato y luego a dormir” me contestó mi esposa con un aire de frustración.
“Oye bella en el hotel en que yo estoy tienen una fiesta de disfraces y mascarada hoy en la noche, tendrán carnaval, y baile, te gustaría venir?” “Pues no sé, me daría vergüenza ir con un desconocido” “no te preocupes puesto que vas a ir con un Sacerdote” le dije, “como un sacerdote?” “pues si muñeca, ese será mi disfraz, si estás de acuerdo passaré a tu hotel a las 7 en mi auto, la placa es la numero T12987, y es un nissan Frontier Verde” “Bueno, estaré ahí y me vestiré de monja, te parece?”, quedamos en eso y me dispuse a hacer las reservaciones en otro hotel que había cerca del cual ya había averiguado sobre la fiesta.
A las seis de la tarde estaba yo casi listo, y sólo me faltaba el antifaz, aparte de que tuve que tomar un calmante puesto que aunque iba a salir con mi esposa, temblaba de los nervios, acababa de rasurarme mi bigote y barba para que ella no sospechara nada, además comí un poco de limón ácido con el fin de que hiciera efecto en mi garganta y cambiara un poco mi tono de voz y a las siete en punto recogía en las afueras de su hotel a una monja preciosa en el coche alquilado, charlamos muy poco por que yo le comenté que estaba enfermo de la garganta y rápidamente llegamos a nuestro destino.
Pasamos directo al bar y empezamos a hablar de nuestros sueños de nuestras fantasías y de todo lo que hay en éste mundo para tratar como tema cuando conoces a alguien, yo conocía que a mi mujer le excita en demasía cuando tomaba vino espumoso Concha y Toro y pedí una botella del mismo, entre trago y trago empecé a acariciarle las piernas y a pasar mis manos por su hermosa cara, lo cierto es que en un momento le deje ir un beso apasionado y ella sobresaltada lo esquivó, mas luego ella me lo dejó ir a mi, estando en esas caricias casi pierdo mi máscara y con un rápido movimiento la reacomodé en mi cara, ella me dijo que algo en mí le inspiraba confianza y se sentía muy segura a mi lado.
Pues bien luego de unos cuantos besos y caricias la invite a pasar la noche en la playa viendo las estrellas, ella temerosa aceptó, pero yo le propuse como condición que nos dejaramos las máscara puestas, pues así sería mas sensual nuestra cita, casi media hora después estaba yo bajando la hielera de mi auto en una playa desierta bajo un manto de estrellas y una luna que nos observaba cómplice de ambos, tendí una sábana en la arena y nos recostamos juntos a observar las estrellas, en la pequeña grabadora que tenía puse un casette de Richard Clayderman y su “Balada para Adelina” y jugamos a contar estrellas, la abracé,me abrazó, nos besamos, mis labios recorrieron su cuello y los suyos el mío, y luego de mucho vino y muchas caricias, empecé a desvestirla, siempre la había visto así, pero esa noche algo despertaba mis deseos hacía ella y la besé de los pies a la cabeza, acaricié sus muslos su estómago, me detuve en sus pechos de dulce néctar mientras ella gemía de placer, luego tomé una rosa que tenía escondia y suavemente rocé sus labios hasta llegar a su monte de venus, ella se estremecía cada vez más y me beso ardientemente, besaba ardientemente una boca que ya conocía, pero le acariciaba una textura que no reconocía, una temperatura que no era de esa boca que saboreaba con lujuria.
Lentamente sobre ella le seguí besando la boca e introduje mi sexo en el suyo, con suaves movimientos de caderas estuvimos durante un largo tiempo hasta que ambos llegamos al climax, ella con un grito y yo con el mío, pasamos la noche envueltos en un río de amor y lujuria como nunca la habíamos pasado como esposos, entregados al placer que el dios Eros infundía en nosotros, siendo de madrugada, ambos sudorosos y con el sabor de cada uno en sus bocas nos dormimos abrazados, exhalando algún suspiro de cuando en cuando.
Llegó la máñana y me desperté con el sobresalto de escuchar un llanto cerca de mí, al voltear Laura lloraba y pregunté por qué “Es la primera vez que hago esto sabes? Hoy es mi cumpleaños y mi marido está trabajando, me siento culpable de estar aquí y haber hecho lo que terminamos aunque no puedo negar que me encantó”
Sin atinar a contestarle tocando su espalda y levantando mi máscara mis únicas palabras fueron: “Feliz cumpleaños mi amada Laura”. Su sorpresa fue gigante y entre lágrimas y risas me besó, me abrazó, su fundió conmigo en el más grande amor, una mañana que ninguno de los dos ha logrado olvidar, en la que tan grande como el mar nuestro amor se derramó por toda la arena de aquella playa, hoy en día mi amada Laura y yo seguimos recordándola como si fuera ayer, y ya estpy pensando en que le regalaré para el próximo marzo a mi pecesita linda.
Datos del Relato
  • Autor: Eac
  • Código: 4062
  • Fecha: 26-08-2003
  • Categoría: Parejas
  • Media: 5.78
  • Votos: 69
  • Envios: 7
  • Lecturas: 5112
  • Valoración:
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Comentarios


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4 comentarios. Página 1 de 1
Sofi
invitado-Sofi 13-09-2003 00:00:00

de verdad la amas, se nota a leguas en tus escritos, duraran muchisimo tiempo juntos felices y en compañia de sus hijos (¿?) si los tienen.

una admiradora
invitado-una admiradora 05-09-2003 00:00:00

Leí el anterior que le dedicaste a tu esposa, ahora leo éste y cada vez la envidio mas, me encantaría ser esa mujer y corresponderte con amor y pasión. PD. contesta uno de mis correos por favor...

Kalhyopy
invitado-Kalhyopy 02-09-2003 00:00:00

Nota 10 - Uma verdadeira receita para todos os casais. Amei. Lo siento no poder traducir en tu idioma la agradable emoción que me ha causado tu cuento. Muy lindo, lindísimo. Felicitaciones.

Andrea May
invitado-Andrea May 27-08-2003 00:00:00

Sólo tu puedes, dejar de escribir y al volver acá deleitarme con algo tan lindo. Has logrado despertar en mi, algo que se llama envidia, sinceramente envidio a Laura y la inmensa dicha de ella de tenerte a su lado. Felicidades EAC, valía la pena esperar tu regreso

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