Roberto y Elisa es la pareja con la cual pasamos mas tiempo juntos tenemos una amistad desde hace mucho tiempo. El (Roberto) es un hombre casi de la misma edad de mi marido (Diego), guapo afable, conversador y de muy buena presencia, pero sobre todo unos ojos hermosos; ella (Elisa) es guapa, de buen cuerpo y totalmente desinhibida. Continuamente nos reunimos para pasar los fines de semana ya sea en su casa o en la nuestra y se nos va el tiempo charlando sobre los más variados temas y en una de esas ocasiones fue cuando se planeo este viaje que hoy voy a describir.
Ellos tienen una hermosa finca en las afueras de Cuernavaca y nos invitaron a pasar unos días con ellos a lo cual aceptamos gustosos, decidimos que viajaríamos el miércoles, pasado el mediodía, cada quien en su respectivo auto, pero Roberto iría adelante para guiarnos porque mi esposo (Diego) no sabia como llegar y así lo hicimos cuando llego el día señalado. Por espacio de 2 horas recorrimos la carretera tranquilamente, mi esposo y yo charlamos durante el trayecto de cómo disfrutaríamos este paseo, porque era un viaje que deseábamos hacer desde hace mucho tiempo y que mejor que hacerlo en compañía de nuestros mejores amigos y contar con su cordial hospitalidad.
De pronto vimos que el auto de Roberto se detenía, salía de la carretera estacionándose frente a un establecimiento de víveres, lo seguimos y nos paramos junto a ellos. Roberto se acerca a mi esposo y le dice descansemos un rato mientras tomamos algo en esa cafetería que esta allá enfrente y luego nos abasteceremos de algunos alimentos y las infaltables bebidas.
Entramos en la cafetería y buscamos una mesa para todos, pedimos café y panecillos, y comenzamos a charlar Elisa y yo nos enfrascamos en las charlas típicas de los hijos, ella es una gran mujer tiene dos hijos adolescentes, igual que yo y creo que también tenemos que vivir las mismas situaciones en cuestión de la educación de nuestros adorados hijos. Terminamos y salimos de ahí para dirigirnos a establecimiento de víveres, donde compramos alimentos, botanas, quesos, botellas de vino y cerveza en lata. Pagamos y llevamos las bolsas a la camioneta de mi esposo, porque Roberto viaja en un auto pequeño y solo se llevo una pequeña hielera.
Cuando íbamos a subirnos cada quien a su respectivo auto le dice Roberto a Elisa acompaña a Diego para que le indiques el camino y que Gema se vaya conmigo así el trayecto no se nos hará tan lento y llegaremos mas rápido
Y así lo hicimos me subí al auto de Roberto, mientras el fue a comprar unos cigarrillos, mi esposo y Elisa, ya habían iniciado el trayecto hacia la finca.
Roberto antes de subir al auto abrió dos cervezas que había tomado de su hielera y me ofreció una la que acepte enseguida porque aunque la tarde estaba agradable se sentía un poco de calor. Emprendimos el trayecto hacia el mismo rumbo que había tomado mi esposo en su camioneta. Le pregunte a Roberto porque y cuando habían decidido que cambiáramos Elisa y yo de auto y me dijo que fue cuando tomábamos el café, porque pensaron que así seria mas fácil viajar, cada quien decidiría que velocidad tomar y la oscuridad no les dificultaría seguirse uno al otro.
Más de pronto me dice, ¿qué te parece la idea de viajar conmigo? .me sorprendió su pregunta pues aunque parecía natural intuí que me cuestiono en una forma sugestiva y sensual.trate de hacer a un lado esa percepción, porque, aunque para mi el era el personaje de mis fantasía y sueños, no quería equivocarme y concebir la errónea idea de que yo también podría ser la de él.y le conteste lo mas serenamente posible.-me parece muy acertada esta decisión.- .y me quede callada unos instantes , quería borrar esa idea que había pasado por mi pensamiento, creo que no era apropiado ni siquiera pensarlo, porque nunca sentí ni remotamente que el me viera como yo lo veía , pero mi cuerpo no respondía a mis cavilaciones pues muchas veces el había estado en mi cama, aunque solo haya sido en sueños, el ya había tocado mis senos, me había besado toda, ya había sentido sus manos recorrer toda mi piel y muy a mi pesar mi corazón se agitaba locamente, me recorrían por la espalda unas inapreciables convulsiones y a pesar de los tragos que le daba a la cerveza fría, un delicioso calor me sofocaba. Quise continuar con la charla naturalmente y volteé a verlo a la cara para preguntarle algo que inexplicablemente se me olvido, y me encontré que su mirada penetrantemente me recorrían cada parte de mi cuerpo, me veía insistentemente sobre el escote de mi blusa por el cual en ese instante se asomaba gran parte de la curvatura de mis pechos, creo que él escuchaba y casi podía ver los agitados latidos de mi corazón, en ese instante pensé que si sabia lo que ocasionaba en mi pues se dibujaba una imperceptible, hermosa pero maliciosa sonrisa en su boca. Desvíe mi mirada hacia el costado como disfrutando del camino, pero solo buscaba darme el tiempo para calmar esa ansiedad que se apoderaba irremediablemente de mi de pronto sentí que con el dorso de su mano rozaba mi pierna y rápidamente voltee a ver su cara, Roberto iba con la vista fija en la carretera y busque con mi vista su mano, solo la tenia apoyada sobre la palanca de los cambios , .-que me esta pasando, me pregunte , sucedió, es real o solo me lo imagine.- como podía quitarme todo esto de mi cabeza si a cada instante se abrían nuevas sensaciones en mi, tenia tatuadas en mi mente todas esas noches de placer que el dibujo conmigo cuando yo lo invitaba a mis sueños, le di un trago a la cerveza y decidí que era mejor entablar una charla con Roberto aunque solo fuera del clima, para olvidarme un poco de lo que sentía y le dije .-¿ se siente un poco mas de calor? me miro y dijo “Si, así lo creo, mi cuerpo también lo siente” y otra vez note que sus comentarios mostraban un dejo de travesura o astucia. ¿Qué esta pasando?- me preguntaba.- cuando el saco un cigarrillo y lo encendió al tiempo que me ofrecía uno lo cual acepte gustosa, porque pensé que entre fumada y fumada podría calmar el ímpetu que nacía en mi, me sorprendió al ver que se lo quito de sus labios y lo puso en los míos mientras sus dedos rozaron suave pero intencionalmente mi boca ¡juro! Que una descarga eléctrica abraso mi cuerpo, sentí como un calor sofocante y exquisito pugnaba por brotar de mis entrañas, un cúmulo de variadas sensaciones invadían mi ser y el tan tranquilo, como si nada estuviera pasando aunque veía que en sus ojos se dibujaba una picara mirada y en sus labios esbozaba una sonrisa sensual sentía que todo era mi imaginación que mi deseo y todos esos sueños que tuve me estaban volviendo loca. Opte por desviar mi mirada y entrecerré los ojos, busque moderar mi respiración agitada, aplacar el deseo inmenso de que Roberto me tomara en sus brazos, de sentirme penetrada en ese mismo instante, como tantas veces había sucedido en mis sueños, quería atenuar esa necesidad de sentir sus manos viajando por mi cuerpo o rodeando mis senos, pero como disipar todo este deseo si lo tenia aquí junto a mi. Solo el, yo y este delicioso deseo, viajábamos en este auto, podía percibir el calor que emanaba su cuerpo, llegaba hasta mi el aroma de su perfume…………… Más de pronto el auto se detuvo, mis pensamientos se esfumaron, abrí mis ojos y pregunte ¿Qué pasa? ¿Se descompuso el coche, se poncho alguna llanta, nos quedamos sin gasolina? Roberto que casi inmediatamente bajo del coche, ya abría mi portezuela .-dijo.- SOLO QUIERO DESCANSAR UN POCO, tomo mi mano y dijo .-VEN VAMOS A CAMINAR.- todavía me sentía como hipnotizada o flotando sobre nubes por esa multitud de sensaciones que el despertaba en mi y que aun estaban aquí. Caminamos solo unos cuantos metros fuera de la carretera, hasta pararnos bajo un frondoso árbol, ya se oscurecía la tarde. Roberto se sentó sobre la hierba y sin soltarme, jalo mi mano para que me sentara junto a él. Me miraba con los ojos entrecerrados y sonreía abiertamente, yo no acertaba a articular palabra alguna, no sabia si pedir explicaciones o dejarme llevar por mis deseos y arrogarme como una loca en sus brazos ¿Qué esta pasando? Me pregunte es real o solo estoy dentro de otro sueño mas. Su serenidad me enervaba pues no entendía si todo era producto de mi imaginación o el también me deseaba. Entre sorprendida y complacida lo mire a los ojos, aun no podía comprender que sucedía pero me alegraba ver el deseo inyectado en ellos, vi. que el también me deseaba, su respiración estaba alterada, mi mano aun estaba entre la suya, no hubo palabras, todo era como en mis sueños, me besaba, su aliento caliente encendía mi fuego ¡ya no lo imaginaba! Ahora mis sueños de almohada, sus labios los dibujaban en mi espalda.
Besaba lentamente mi cuello, sus manos recorrían mi espalda, ahora su boca buscaba mi pecho y su mano ya hurgaba bajo mi falda la ropa solo nos estorbaba quería sentir su piel en mi piel gozar del calor que su cuerpo transpiraba, besar su pecho desnudo y hacer realidad lo que muchas veces soñé en mi cama.
Su piel y mi piel se fundían como un solo universo, Roberto susurro en mi oído “MI AMOR COMO TE DESEABA” tomo en sus labios mis pezones encendidos hizo de ellos el manjar mas exquisito, me tomo entre sus brazos, el calor era un huésped esencial en mi cuerpo sus gemidos susurraban pasión en mis oídos, tatuaba en mi sus besos, su cuerpo cobijaba el mío y el cielo, nuestro único testigo.
Mi cuerpo exigía la culminación de esos sueños repetitivos mientras su lengua formaba en mi piel caminos húmedos, buscaba saciar su sed en la pertinaz miel que por mi entrepierna corría y su hábil boca en tan deliciosa tarea me llevaba de la sobriedad a embriaguez, de la mesura a lo soberbio; sacio su sed en mi fuente calmo su gana y mis ansias me hacia transitar caminos que ya antes había recorrido pero que hoy me elevaban hasta el paraíso.
Mi boca deseaba probar ese delicioso y añorado caramelo, ese bombón tan deseado y que sutilmente aprese en mis manos y a pesar de su impaciencia lentamente lo acerque a mis labios, lo mire a la cara y vi. que se rendía ante mi que se ofrendaba totalmente a mi, lamí, bebí y comí ese delicioso licor delicioso que poco a poco me entrego, con una aroma singular esa esencia peculiar que gota a gota fluía hacia mi boca, su respiración se alteraba lo escuchaba gemir, su cuerpo por instantes se convulsionaba en espasmos de placer sus jadeos se convertían en gritos ahogados, cuando sacio mi apetito en una sola bocanada, bebí y comí el manjar de sabores, aromas y esencias que en ese instante el gestaba solo para mi
El derredor seguía impregnado de deseo, solo la unión de nuestros cuerpos podría sellar este encuentro y apagar ese fuego que muchas noches consumió mis sueños y que ni la brisa en ese espacio abierto podría sofocar en su más loco intento
Me recostó sobre la hierba acoplamos nuestros cuerpos y de una sola embestida sentí su muy dentro el viento emulo la melodía creada por el balanceo de nuestros cuerpos nos acompaño en esta danza erótica y sensual, para guiarnos a disfrutar del paraíso, solo lo excelso. Y subir al clímax a un tiempo, emitiendo gemidos y gritos que llegaban hasta el cielo llego la fusión total de nuestros cuerpos cuando las contracciones parecían una danza grotesca y el fluir de mi miel y tu licor formaron un manantial espeso.
Por unos instantes mas nos quedamos fundidos en un solo cuerpo disfrutando el aroma dulzón del sexo Roberto me rodeo con sus brazos y sello mis labios con un beso.
Tomo mi mano y caminamos hacia el coche continuamos tranquilamente nuestro trayecto.
Ya había oscurecido cuando llegamos a la finca y no había luces encendidas en la casa, eso quería decir que aun no llegaba mi esposo y Elisa, bajamos del auto y tomados de la mano entramos a la casa, Roberto me ofreció algo de beber y nos sentamos en la sala, se oyó el ruido de otro auto y unos instantes después entraron Elisa y mi esposo charlando animadamente. Y con una gran sonrisa. Roberto busco la complicidad de mi mirada para preguntarme en silencio. ¿Será que ellos también disfrutaron el trayecto igual que nosotros? .¡Y pensar que solo era el inicio de este viaje, de este inolvidable fin de semana!.

JULIO-09-05