Una salida al cine...
Mi novio y la hermana de este, sabían que saldríamos mi hermano y yo con ellos en un plan muy sano, iríamos a ver una película al cinematógrafo al parecer de aventuras.
Contábamos apenas quince y ellos ya diecisiete años las dos parejas. Cierto es que habíamos aceptado jugar a los noviecitos o enamorados, pero hasta ahí iba a llegar el juego.
Una vez ya sentados en las butacas del cine, levantamos los descansa brazos y nos pusimos más cómodos... los cuatro con los pies un poco en alto, vamos, para acabar pronto, sobre las butacas..de tal manera que hubiera roce entre los cuatro para no dejar a nadie fuera de lo que se podía llamar un “círculo”.
Mi noviecito en cuanto las luces se apagaron, le hizo una señal a su hermana, mi amiga, para que atendiera bien a mi hermano... o así lo entendí yo. Él se acercó más a mí y me dijo al oído casi, que me quitara los zapatos... yo rápido me los quité, si sólo me estorbaban. ¿que quería?
Se inclinó inmediatamente a chuparme dedo a dedo cada uno... yo me reía... vamos, me retorcía de la risa pero al mismo tiempo sentía un hormigueo en mi vulvita, algo muy especial... y mi amiga en cada retorcida que yo me daba, parecía querer detenerme, me frenaba, con sus dos manos me impulsaba de mis turgentes pechos hacia mi propio hermano, mientras él le tocaba a ella su partecita.
Hubo un poco de luz y mi amiga y yo nos miramos, pareció salir un destello de los ojos de ella tanto como de los míos... nosotras queríamos tener ocupadas las bocas también, pero en qué?. Alex estaba sobando mis piernas mientras chupaba mis dedos, acercando sus manitas a mi parte sin llegar a tocarla y mi hermano sí se estaba entreteniendo con mi amiga pues no parecía que le estuviera chupando los dedos del pie, más bien parecía estar intentando otra cosa que no alcancé a ver bien, pero ya que ella y yo teníamos las caras juntas y las bocas ociosas, nos empezamos a dar besitos muy chiquitos en nuestros labios... pero entre las risas y las retorcidas, se fueron separando los labios de nuestras bocas y empezamos a jugar con ellos entreabiertos... después como lo habíamos visto en las películas, empezamos a jugar con nuestras lenguas adentro de nuestras bocas, qué juego! Parecíamos artistas, ¡qué besazos! Por un momento sentí que era hombre también, me gustaba mucho su forma de besar.. para ser mujer, era un poco brusca, una artista del beso
Sentíamos que nos ardían nuestras caras... Alex seguro ya no quería chuparme más los dedos de los pies, pude sentir como iban subiendo sus labios y su lengua por mis piernas, sentí como que me jalaba mi traserito, no supe bien para qué, pues nos desacomodaban nuestras bocas que parecían adiposas libando con fruición de una y otra... Se escuchó un shh sh sh.. silencio... dijeron... las personas que ahí estaban... como sólo se veían dos cabezas en la parte posterior y oscura del cine y aunque criaturas, hacíamos ruido como si hubiéramos sido gente mayor..
Por un momento nos estuvimos mi amiguita y yo, lo más quietas que pudimos, Alex ya empezaba a querer quitarme mi braguita y Joel, mi hermano, ya tenía avanzado ese tramo con mi amiguita... al besarla fuertemente, abrí un momento los ojos, y por la parte de atrás de su cabeza pude ver como Joel le chupaba fuertemente el culito o su conchita o algo por ahí, sólo vi que chupaba fuerte, el ruido que hacía lo acusaba también y ella se retorcía de diferente manera, aunque, de parecida manera a la mía, ahora que... Alex empezaba a subir con su boca por mis piernas.
Alex al querer quitarme mis braguitas, lo empezó a hacer desde el resorte de la parte de abajo, quedando suelto un poco y por ahí metía sus dedos y me tocaba ligerito ... yo ansiaba que me hiciera lo que le estaban haciendo a mi amiguita pues sus besos que yo podía sentir en mi boca, eran tan apasionados que me decían que realmente estaba sintiendo muy rico, que lo estaba gozando.
¡Que me chupara o me tocara ya!
Distraje una de mis manos de la cara, espalda y cuello de mi amiga, para poder ayudarle a Alex... bajé el resorte de la pantie un poco más desde la parte de arriba y así él pudo jalar para sacar las bragas... sentí aire frío y es que al retirarse él efectivamente pasó brisa y yo estaba no sé por qué, pero muy mojada, no le podía decir eso... ¿qué pensaría de mí? Me preguntaría que qué había hecho... no dijo nada, puso en una mochila mis bragas y regreso súbito, pero parecieron instantes eternos, enseguida me quitó la sensación de aire frío.
Él se había quitado también o retirado algo de su ropa... me estaba acariciando mi vulva con su pene erecto... suave su piel, ligero, calientito y sus dedos de la mano derecha tocaban el interior de mi parte haciéndome sentir muy, pero muy rico... creo que a esa parte le llaman penecito... parecía querer crecer junto con el de Alex y él se daba cuenta y lo tocaba más y más... ya los labios de la boca mi amiga me los tenía casi hinchados, inflamados, y Alex los de abajo, pero me gustaba todo lo que estaba sintiendo.
De pronto Alex con sus dedos separó mis labios vaginales y me dijo... “no aprietes”... “ponte suavecita” ... no supe qué me estaba diciendo pero su mano llevó hasta la entrada de mi vagina su duro pene y trató de meterlo en mí... ¡¡¡AAAYYY!!!... eso no me había dicho... me dolió, me dolió... la gente volvió a susharnos... Alex se quedó quietecito, se chupo los dedos y me mojó más aún mi parte con ellos... Yo callada, calladita y jadeante.. ¿qué quería yo hacer entonces? Seguir sólo con los besazos de mi amiga, las manos de mi chico en mi pepita o deseaba sentirlo todo? ¿Todo? ¡Si, T O D O!
Karina... espera... relájate, ten confianza en mí, nada te va a pasar y no vuelvas a gritar... ya ves la gente como voltea y ya no falta mucho para que se acabe la película... decía esto y mojaba sus dedos y después mi parte... Voy a entrar Karinita... despacito... poco a poquito... suelta tu cuerpo, relajate si, mi linda? -- Si. A ver, ¿así? Déjame sentirte un poquito y me dices tú qué sientes ¿si?... Volteó a ver a mi hermano, él tenía la mano casi completa metida entre las piernas de mi amiga, ya no la chupaba y con la otra estrujaba su seno y el otro; y a Alex se le debe haber antojado, pues me dejó la punta apoyada en la entrada y sacando su mano derecha, me tomó los dos pechos... uno en cada mano... al principio los masajeo en círculos hasta que los apretó más y más fuerte, me jaló hacía su punta o él más bien la empujó hacia adentro... si se siente dolor, pero quería que me doliera y tenerlo adentro todito y sentir así sus manos en mis pechos... ya no era la boca de mi amiga... ahora era él quien apresuraba mis jugos labiosos, me succionaba un labio, otro ... me tocaba los pechos como para que nunca se fueran y se empujaba una y otra vez contra mi pelvis.... Ya estaba todo adentro... muy adentro... o eso yo creía -- Me dijo espera, no te muevas y es que la butaca me lastimaba, yo quería estar más cómoda... repitió "no te muevas"... casi lo gritó--- Me quedé quietecita...
Se acercó en ese momento un vigilante, mi hermano que se había percatado de que este venía subiendo las escaleras, nos había lanzado una gabardina encima... serían minutos... pero esos minutos de quietud me hicieron notar como le palpitaba a Alex su cosa y la mía se sentía arder y también hacía movimientos involuntarios...¡¡¡Qué sabroso, qué ricura!!! Así quietos pero unidos muy fuerte... parecía haberse aumentado el placer ante este evento y cuando mi amiga dijo: ¡YA! Sigan, ya se fue ese... Alex entonces volvió a mis pechos, los estrujaba y me pidió entonces que por favor le apretara su culo contra mis caderas, que las alzara un poquitín porque según él, todavía podía entrar más hondo..., al moverme como me lo pidió, sentí un dolor diferente, pero placentero, ahí adentro hasta el fondo había algo que al tocarlo él con su pene me hizo sentir... sentir... sentir que me mordía mis propios dientes para no gritar, apretados los párpados fuertemente y todo un volcán verterse en mi novio... pero en ese mismo momento tomó mis hombros como asideras, fuertemente, dejó escapar unos tres o cuatro resoplidos, casi gruñidos y se dejó estar casi quieto, ahora era yo toda lava... la de él y la mía juntas en mí y el ahí, adentro, descansando...¿qué le seguía?
Empezamos a escuchar los sonidos del filme, recordé a mi amiga y a mi hermano... volteé a verlos... y estaban en el mismo letargo, en el mismo apacible descanso... exhaustos, cansados, mojados, sudados, pero felices de haber realizado lo tanto tiempo esperado... lo que nunca pensamos hacer cuando nos dirigíamos al cine a ver una película de aventuras, casi de muñequitos. No supimos de ella nada; ya inventaríamos algo.
Y así fue como en un cine medio vacío, medio frío, a media luz, con toda o casi toda la ropa puesta... nos convertimos en lo que se dice que es ser mujeres y nuestros chicos, en hombres... Eso no es ninguna garantía. Una cosa era segura: regresaríamos al cine mejor preparados y siempre a ese cine en donde se pueden levantar los descansa brazos... me seguía sintiendo feliz entre sus brazos ¡Seguro regresaríamos al cine!
Lara Elra Cira
oye si que tienes gran talento pa relatar los conseptos de un echo bravo