Encontrandose muy exquisita como un bizcocho por el amante Yessenia no se escapa en ningún momento de ser tan querida igualmente amada. Quizas algunas veces no le gusta y le asusta con el riesgo que le hace pasar el amante en los lugares menos preciso también inapropiados; andando por un almacen de textiles llevando majestuosamente el conjunto de falda de trabajo nueva azul oscura con medias y blusa blanca cerrada con boton en el cuello, agachada viendo las telas el amante se pone detras de ella que se oculta por unos rollos enormes de telas le corre la falda al bajarse por las manos de Yessenia el panti y las medias, el pone la mano en sus muslos al meterle la cara en su culo que se lo lame y come con todo gusto al tener culminante a Yessenia que la pone a vivir unas gozaderas tremendas en que trata de lo posible contenerse y de poner una cara de sonriente disimulando lo que esta sintiendo y lo que la emociona por dentro, pasando veinte minutos le toca al decirle viene alguién paremos al volverse el vestuario a la normalidad saliendo su amante se para los dos.

En otra ocasión, estando sentada en la silla de la decana encerrada con el amante que le desabroxcha la blusa con todo y saco puesto con la falda corrida y las medias con el panti abajo le lame los pezones con todo gusto y lujuriado por Yessenia que baja a golocearse el clitoris que el mete la lengua con toda la cara de sinverguenza al ponerla muy excitada igual muy calentona en todas las reacciones que la ponen deleítada hasta deseada que se aferra a los brazos de la silla de la misma decana.

Doblada de rodillas en el sofa de su casa con la falda corrida y la blusa abierta en que le mete la cara a su culo con las manos en su pezones y clitoris que se la come como un biacocho muy exquisito todos los jugos vaginales que le da arechamente varios turnos y varias venidas en todos las posiciones y formas asumidas con tal espontaneidad que aflora todas las pasiones controversiales que no puede evitar en plena facultades y funciones organicas expresadas viva como físicamente en carne propia la famosa Yessenia.