Mario es mi mejor amigo, siempre estamos juntos y vamos a muchas partes juntos, sin embargo hasta aquel momento fuimos mas aya de que en una simple amistad puede haber…

Como lo eh dicho casi siempre salimos los dos pero ese día decidimos ir a su casa pues no estaban sus padres y podríamos comprar unas cervezas y pues así lo hicimos. Mas tarde estaríamos en su casa sin nada que hacer y comenzamos a charlar y en una de esas sale el tema de la homosexualidad y decíamos que opinábamos y púes la opinión de los dos era que los respetáramos cada quien tiene derecho de hacer con su vida lo que sea y pues en una de esas me dijo: “imagínate que conocieras a un chavo y sin querer te enamores de el, que harías”? - no se que haría quizás si le haría caso (nos reímos, por que nosotros no sabíamos que nos gustaban los chavos también), en eso un poco nervioso me dijo: y en caso de que se acercara y te diera un beso?- no se como reaccionaria necesitaría que me sucediera algo así (nuevamente nos reímos esta ves su sonrisa fue un poco forzada). En ese momento el se dirige hacia mi se inclina y me da un beso, yo no hice nada solo sentir sus labios, se separo y nos vimos a los ojos ninguno de los dos creíamos lo que había pasado. Pero unos minutos mas después mientras nos mirábamos fui yo quien esta ves hizo que comenzara todo de nuevo, lo besé,- esto haría, le conteste. Solo sonrió y se separo un poco todo para dar chanse a quitarnos las ropas para después ir a su habitación reposar nuestros cuerpos en la cama y comenzar con un juego de besos. Yo sobre el lo besaba apasionadamente en su boca, después baje a su cuello, besaba sus hombros, su pecho fuerte, pellizcaba y mordisqueaba sus pezones, su abdomen, todo su cuerpo ya sudado por tanta excitación, sus pies tan suaves y sus piernas tan tersas, y justo frente a mí su arma totalmente excitada diciéndome que la besara que la amara, que me acercara para entrar suave y delicadamente en mi boca pero por completo la tomaba con una mano para comenzar un masaje que ayudaría a su excitación y con la otra acariciaba su pecho fuerte y varonil que siempre ah conservado pero suave y calido como lo era él. Me despegue de su arma y me dirigí hacia su rostro para besarlo y en mi boca algunos restos de liquido preseminal que emanaban de él. Me besó y me dijo al oído con una voz suave y abrigadora -¿quieres hacerlo? –estoy seguro de ello, le dije. En ese momento el se levantó y yo tome su lugar, dándome un beso corto beso rápidamente mi cuerpo desnudo solo un par de caricias en mi cacho y me dijo con la mirada que me diera la vuelta, tomo mis cadera y jalo un poco sugiriéndome que levantara mi cadera un poco, dejando así a su disposición mi virginidad, comenzó a acariciar mi ano con su dedo levemente mojado con su saliva para humedecer y lubricar un poco mi ojal, acercó su cara a mis nalgas y comenzó a lamer mi ano, mientras yo lo disfrutaba y gemía de placer, el sentir que Mario era quien estaba ahí acariciándome. Nuevamente mojo su dedo con su saliva esta ves un poco mas y comenzó a introducírmelo en mi ojal, era poco dolor y mas placer era la primera ves que entraba algo en mi ano, después que consideró que estaba lo suficiente dilatado se recostó un poco sobre mi y me dijo –voy a comenzar. Se levantó y coloco la punta de su pene en la entrada de mi ano y comenzó a empujar suave y a la vez con fuerza para que lograra entrar, cuando entro la cabeza del pene y comenzó a deslizar el resto dentro de mi yo sentía un dolor desgarrador, sentía que no podía aguantar más pero el solo saber y pensar que en realidad era algo que siempre había querido y el escucharme gemir de placer y el escucharlo a el también como lo disfrutaba era realmente maravilloso, cada ves aceleraba mas el ritmo del mete y saca aproximándose una gran corrida dentro de mi, no me avisó ni me dijo nada solo fue cuando escuche un leve grito de placer al máximo y sentía sus latigazos dentro de mi llenándome de su liquido, aquel liquido que me embriagaba de sexo y placer aquel liquido que seria mi perdición en el mundo de la excitación. Cuando el se aparto de mi se inclino para lamer el semen que escurría de mi ojal para después yo reincorporarme y limpiar con mi lengua los restos de sus juegos que quedaban en su glande. Solo un poco nos recostamos en la cama para después decirme que yo no me podía quedar con las ganas. El se quedó acostada boca arriba y ya con su pene nuevamente erecto me dirigió para que me sentara sobre el dándole la espalda a su rostro, cuando lo hice esta vez fue mas fácil pues con mi ano dilatado y aun lubricado con su semen que quedaba en mi interior sentía como se volvía deslizar nuevamente dentro de mi disfrutándolo mas y mas, esta ves era yo quien me movía de arriba abajo, él levanto su torso apoyándose con una mano en la cama y la otra dirigiéndose a mi miembro comenzó a masturbarme al mismo tiempo que sentía su potencial pene dentro de mi, después un rato de perversión y placer, decidimos que era hora de llegar al orgasmo, así aceleramos el ritmo de nuestros movimientos, el con su mano en mi cacho y yo sentado en su pene erecto a punto de estallar. Así el se vino nuevamente en mi llenándome el culo de su leche y yo en un tremendo orgasmo que salio a chorros llegando hasta mi cara y salpicando las piernas de mi amante, nos separamos y reposamos para seguir yo con una sesión oral que lo trajo a una nueva eyaculación pero esta ves lo recibí en mi boca tragándome todo su ser para recordar por siempre el sabor de su amor, también di algunos lengüetazos a su ano pero me dijo que el no quería y yo tampoco estaría dispuesto a verme en un papel de activo después de disfrutar como una hembra en celo a la merced de un macho dominante.

Mario, ese fue mi amigo y ese fue mi amante…

Y POR ULTIMO DEJENME RECORDARLES QUE ESTO EN NETAMENTE FICTICIO, NUEVAMENTE GRACIAS Y ESPERO QUE SUS OPINIONES Y COMENTARIOS.