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Categoría: Incestos

Trío con mis cuñadas

Vivo con mi esposa en la misma urbanización de mi suegra y mi cuñada. Un día las fui a visitar porque me dijeron que mi suegra estaba enferma, y mi esposa estaba en el trabajo. Cuando entré, mi cuñada que es divorciada, me dijo que su mamá estaba durmiendo y yo le contesté que volvería mas tarde, cuando de pronto me dijo que no importaba que entrara y conversaríamos. Y nos pusimos a conversar de varios temas hasta que salió el del sexo, de los hijos y que su hijo adolescente le preocupaba porque le daba miedo en que manos tendría que caer para su primera vez. Le indiqué que conocía a una señora ya madura que le podía introducir en esas labores sin peligro, y me dijo que le daba miedo y así empezamos a ver como hacía y le dije que la señora quería conocer a los dos padres y estar con ellos para así se volvieran cómplices de la maldad y no tener ningún reclamo después.



Así que mi cuñada se empezó a poner un poco excitada y comentarme que hacía tiempo que no lo hacía con nadie y no tenía marido como para ir con esa señora, y yo le dije que para eso estaba yo y me dijo que si aceptaría y le dije que sí, y entonces me agarró la pierna y me apretó fuerte dándome las gracias. Se levantó y fue al baño y al regresar noté que su blusa estaba un poco más abierta de lo normal y se sentó otra vez junto a mí, pero esta vez un poco más cerca y me volvió a tocar la pierna sobándola poco a poco, yo me excité mucho y al notarlo ella me dijo que no importaba, que estaba bien, que al fin y al cabo me iba a recompensar y sin pensarlo dos veces me agarró el cinturón y empezó a abrirlo y me abrió el cierre, metiendo su mano entre el interior y agarrándome el miembro que para ese entonces estaba duro como un palo, aunque no es muy grande pero sí batallador, y de repente se lo metió en la boca poco a poco sacándolo y metiéndolo y haciendo de las suyas, y yo mientras tanto le metía mano en sus tetas que son grandísimas y duras.



Nos fuimos desnudando y se tendió de espaldas en el sofá, parando su culito y muy suavemente se lo fui metiendo poco a poco hasta el final y con movimiento acompasado fuimos moviéndonos a un ritmo lento, pero seguro. En eso sentí un ruido y enseguida caí en cuenta que había dejado la puerta de entrada abierta, pero puse atención y no volví a escuchar nada. Seguimos con nuestros movimientos cuando de repente miré hacia un lado del sofá y vi la figura de mi otra cuñada con el dedo en la boca en señal de silencio y así lo hice. Sentí que se cerró la puerta y mi cuñada de espalda se asustó y la calmé y le dije que no era nada, que la puerta se había cerrado sola y que no podía venir nadie y me dijo que sí, que su hermana venia esta tarde a ver a su mamá, le contesté que no importaba que si venia que se sumara al juego y me respondió que ella no creía que su hermana lo hiciera.



En eso su hermana que estaba escuchando me dijo que si con la cabeza y se estaba sacando la blusa y quedándose en sostén y eso me ponía mas excitado todavía sabiendo que su hermana no se daba cuenta, y yo le dije que la vida da muchas sorpresas y que habría que ver lo que podía pasar y si a ella le importaría que estuviéramos los tres y me contestó que por ella no había problema y con más ganas se movía. Hasta que al final la hermana de pie se acercó lentamente y puso sus manos sobre su espalda dándole unos ligeros masajes y diciéndole que ok, se uniría al grupo y que gozaríamos los tres. En eso la hermana se volteó y se quedó sin saber que decir y su hermana le dijo “tranquila que lo vamos a pasar bien”.



Cambiamos de posición y me puse a besarle los pechos a la hermana que estaba parada y su otra hermana le sobaba sus piernas, hasta que al fin me senté y las dos hermanas se pusieron a mamarme el pene a la vez, y una a una me las fui cogiendo por delante y por detrás, cada una con un sabor diferente pero muy sabroso. Hicimos de todo y por todas partes, hasta que quedamos exhaustos, nos fuimos al baño nos lavamos, nos vestimos y esperamos que la mamá se despertara y la saludamos. En eso entró mi esposa, nos saludamos y aquí no ha pasado nada.



De vez en cuando visito a una de las hermanas cuando el esposo y la familia no están o visito a la divorciada que tenía muchas ganas de sexo, así como también planeamos vernos en algún sitio y nos vamos a un hotel los tres.


Datos del Relato
  • Categoría: Incestos
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