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Categoría: Masturbación

Trilogía de una masturbación (4)

El extra



 



Este relato ocurrió el lunes...



La alarma de mi reloj empezó a sonar, como cada día a las 08:01 minuto.



Cúando me desperté estaba muy triste y alicaída, tenía las piernas y los brazos entumecidos y la verdad es que no me apetecía levantarme.



La última media hora fue muy dura; seguía recordando como el hombre del que aún estoy enamorada me había amado en sueños, si cerraba los ojos seguía viendo su rostro, si escuchaba con atención podía oír el eco de su voz que me surruraba:



Te quiero!.



Me estremecí...



Me di la vuelta y me puse boca arriba. Decidí no pensar más en él (me va a costar mucho porque yo lo quiero de verdad, pero soy una mujer fuerte y valiente) y seguir luchando en la vida por conseguir mis metas.



Levanté la almohada y la coloqué detrás de mi espalda e incorporándome comencé a frotarme vigorosamente el cuerpo a fin de espabilarme, también abrí el cajón de la mesa de noche y saqué un espejo en forma circular. Me miré...estaba horrible: la cara pálida, el pelo enredado y con unas ojeras hasta los pies de tanto llorar.



Me dije a mi misma:



"No seas idiota. Ponte las pilas, coño!."



Y me di un par de bofetadas para espantar esa modorra que me atenazaba; mi madre se asomó a la puerta y me dijo con una sonrisa:



Buenos Días, mujer "madrugadera". Preparada para comenzar la jornada?.



Caramba! Qué mal aspecto tienes, estás bien?. Tal vez estás con gripe!. O es otra cosa?



Cómo dije en otro relato, mi madre que de tonta no tiene ni un pelo me interrogó sobre el asunto y para "sacármela de encima" le comenté que tenía hambre, porque ayer cené muy poco. Me preguntó:



Quieres que te prepare algo?.



Le dije que un zumo de naranja y un bollo integral con algo dulce me iría de perlas.



Ella se marchó a la cocina y yo me levanté y fui al baño.



Cuándo entré lo primero que hice fue lavarme la cara con agua fría y pasarme el cepillo por el pelo; dejé la puerta abierta porque sabía que no iba a masturbarme (que equivocada estaba) como hago siempre. Me senté en el water y como todas las mañanas hice pipí después de bajarme el short y la braguita –la cúal estaba bastante guarilla- y al no tener ningún estímulo no me toqué.



Fue bastante frustrante.



Mi mami vino y me avisó que el desayuno estaba listo, así que me limpié el chocho, me arreglé la ropa y cerrando la puerta, me dirigí a la cocina...



Una vez ahí, me senté a la mesa y me dispuse a comer. Tenía un hambre de loba!.



Mi madre –se llama Hilda- también se sentó y se dispuso a desayunar conmigo. Me dijo:



Ahora tienes mejor aspecto; debes alimentarte...últimamente comes muy poco. No quiero que te enfermes. Eres tan guapa...



Le respondí que yo también la quiero a ella y levantándome le di un abrazo de osa y un besazo.



Al terminar el desayuno, recogí la mesa y ella me preguntó:



Qué vas a hacer ahora?; yo voy a llevar el rebaño de ovejas al "Naval" (es una finca) y luego tengo que planchar ropa, poner la lavadora, después tender las prendas y más tarde haré la comida. Qué rollo patatero!. Me podía tocar ya el cuponazo...



Le contesté mientras me reía sonoramente que eso era imposible, porque ella no juega con el cupón de la O.N.C.E. y también le dije que después de arreglarme iría a la salita a estudiar un poco.



Cuándo ella se fue, me metí en la sala donde tengo mis cosas: libros, figuras que me han regalado, un équipo de música, una televisión, un vídeo y el ordenador.



Me senté en mi silla de relax y pensé un rato: estaba deprimida, pero entonces me acordé de vosotros, mis queridos "fans" –como cariñosamente os llamo-. Todos y cada uno en mayor o menor grado soís muy importantes para mí; habeís dedicado tiempo de vuestra vida y porque no decirlo, algún dinero en leer mis relatos y en escribirme comentarios y e-mails (algunos son muy subidos de tono, qué pillines soís!) los cuáles tengo archivados en el P.C. Tengo más de 100...



E incluso varios de vosotros –tranquilos, no diré nombres- teneís mi dirección de msn y hemos practicado ciber-sexo, yo me lo he pasado muy bien...y espero que vosotros también disfrutaráis mucho. Si lo he conseguido me alegro mucho, porque quiero que sepaís que deseo que seaís muy felices.



Decidí ir a mi habitación a cambiarme para luego poder estudiar, pero ahora ya no estaba triste...



Entré y cerré la puerta con pestillo; me desnudé completamente y vi mi cuerpo reflejado en el espejo...me gustó lo que vi. Comenzé a acariciarme mientras pensaba en VOSOTROS; toqué con un dedo mi coñito y lo noté así..empapado.



Y claro, no tuve otra opción: abrí las piernas y me penetré muchas veces y cada vez que lo hacía repetía tu nombre, el tuyo y el tuyo...



No sé cuántas veces me follé, pero fueron muchas y acabé tan agotada que me metí otra vez en la cama y me quedé dormida al minuto.



OS QUIERO A TODOS.


Datos del Relato
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