Tres no son suficientes:
Regresaba tarde a casa ese día, disgustada con mi novio y en el trabajo todo iba pésimo, no me vendría mal unos cuantos pesos extra. Caminaba apresurada por la pequeña avenida cuando dos individuos con una pequeña cámara me interceptaron…
-oye, amiga, te interesa ganarte unos pesos – me dijeron.
yo sentí nerviosismo pero eran guapos los dos y no tenían cara de delincuentes.
-¿y como sería eso?
-verás, queremos firmar una fiesta de soltero pero no tenemos bailarina, te gustaría intentarlo.
Lo pensé unos segundos y acepte con algo de recelo.
al entrar el lugar estaba a media luz, aproximadamente cinco individuos además de los que me acompañaban formaban el grupo. Uno de ellos vino a mi y me tendió un baso al parecer wisky que bebí con mucha apremio, inmediatamente comencé a bailar al ritmo de una música contagiosa que se escuchaba, estaba eufórica, todo daba vueltas a mi alrededor, mis vestimentas comenzaron a estorbarme y lentamente fui quitando prenda por prenda hasta quedar totalmente desnuda ante ellos, los hombres arrebatados al igual que yo aplaudían y vociferaban elogiando mis ademanes. El homenajeado fue desnudado por sus amigos que entre risas levantaban en vilo al sujeto para sacarle la ropa, así, desnudos los dos comenzamos a bailar, él manoseaba mi cuerpo y lamía mis senos al son de la música, yo cerraba los ojos y lo abrazaba disfrutando la agradable sensación… así estábamos cuando de un jirón los hombres me sacaron de mi abstracción, me tomaron de brazos y piernas para llevarme a un minúsculo colchón colocado en el suelo, ya estaban todos desnudos acariciando sus penes como si se masturbaran, uno de ellos tomó mi cabello con algo de brusquedad:
-¡chupalo,chupalo!-ordenaba cuando su pene entraba en mi boca.
yo chupe con avidez, otro de ellos lamía y chupaba mis pezones mientras acariciaba mi vientre, al mismo tiempo un tercero levantaba mi pelvis para introducir su pene en mi vagina, la excitación estaba al máximo, yo jadeaba con el pene en mi boca mientras mi cuerpo era sacudido por los impulsos del otro. minutos después los tres hombres se pusieron de pie en el colchón mientras los otros miraban ansiosos, se acercaron uno se colocó debajo de mi para cabalgarlo y mientras los otros me sujetaban fuertemente para mantener mi cuerpo alzado otro de ellos me penetro por el ano, otro metió su pene en mi boca y entre todos movían y acariciaban mi cuerpo al ritmo de los que me habían penetrado, estando así se turnaron y cinco de ellos penetraron mi ano hasta llegar al orgasmo, los otros dos se turnaron en mi vagina, yo me sentía un trapo que ellos llevaban y traían a su antojo, no llegue a sentir un solo orgasmo, eso si, al salir de allí llevaba en mis bolsillos más de lo que había podido ganarme en mi trabajo en un año…. ¡que desgracia!.
Querida, qué hermoso lo que te pasó. Lästima que no acabaste ni una vez. Lo de la plata que ganaste es lo de menos. Me imagino que después habrás estado en otras orgías con muchos chicos y ahí sí habrás llegado a muchos orgasmos. Yo quisiera estar así con gran cantidad de muchachos que me vieran desnuda, que me cogieran y me llenaran la boca de sus pijas y sus leches. Tu amiga Romina.