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Tres asaltos

Ken gime profundo y gutural en la parte posterior de su garganta mientras la polla enrojecida de Daisuke se adentra dentro de él. No ha sido follado de manera tranquila y a la vez excitante en mucho tiempo y es hermoso y provoca una explosión de mariposas en la boca de su estómago y dice:



- Muévete maldita sea -. Su voz es áspera y grave y suena como algo prohibido en el calor oscuro de la habitación.



Daisuke casi gruñe mientras comienza a golpear con sus caderas bruscamente y Ken admira su técnica y las húmedas palmadas de la piel, pero está demasiado ocupado moviendo sus propias caderas para que coincida con las de su novio.



Las posiciones cambian y ahora Daisuke hace pequeños soplos de aire golpeando la garganta de Ken con cada embestida, y su cabeza está colgando cerca de la cara de su chico así que ahora conectan sus bocas, están ardiendo y son dos almas desordenadas, Daisuke sabe cómo es la piel y el calor de Ken y este piensa que se vendrá muy pronto si siguen besándose, entonces él se separa de los labios y se quita los pantalones por unos segundos y todo en la boca de Daisuke.



Luego se enrosca el mismo al cuello de Daisuke y usa sus dientes para cortar y chupar mordiscos de amor en la piel debajo de su oreja y Daisuke gime, fuerte y pesado, y Ken no puede culparlo. La nariz de Daisuke se frota en el pómulo de Ken, y luego Daisuke ajusta sus brazos para que atrapen la cabeza de Ken. En cambio, uno todavía está en la cama junto a Ken para mantenerlo despierto, y el otro está enhebrado a través del cabello de Daisuke, tirando de él hacia atrás.



Los ojos de Ken se abren de golpe, son azules como de costumbre y Daisuke deja caer su cabeza sobre la almohada, pero mantiene su mano enredada en el suave cabello. Él tira y mira mientras la cara de Ken se contorsiona, se arruina y Daisuke conoce la sensación inmensa porque su cabello le da lo mismo.



Daisuke tira de nuevo, más fuerte, Ken jadea y Daisuke se inclina para robar el sonido, tragarlo contra los labios de Ken y este no puede alejarse esta vez. Es un poco gracioso, a Ken le gusta que jueguen con su cabello y lo estropeen durante el sexo, porque el día a día Ken te golpeará las manos y te pellizcará si tratas de tocar su cabello. Él siempre tan ordenado.



Entonces Daisuke tira una vez más, ni siquiera duro, y Ken se viene con un grito, sorprendido por su propio orgasmo repentino.



Daisuke sigue empujando, en ninguna parte cerca de su propio orgasmo, mientras Ken se unta entre sus barrigas. El aire se atrapa en la garganta de Ken y no puede respirar por un segundo, y luego lo siente, siente la polla de Daisuke todavía dura y empujando dentro de él y su boca se abre y el aire sale corriendo, golpeando la garganta de Daisuke



Los párpados de este último tiemblan ante el aliento caliente, pero su ritmo no disminuye, ni tampoco su fuerza. La polla de Ken está cubierta húmedamente en su propia entrada, y se extiende suavemente entre ellos. Daisuke se inclina, lame los labios de Ken antes de deslizar su lengua en su boca aún abierta. Louis responde, como siempre lo hace, con los labios cerrados y chupando y usando su propia lengua para enredarse con los de Daisuke y, lentamente, su pene comienza a endurecerse nuevamente.



La polla de Ken es sensible por su orgasmo, y pica cuando se vuelve más firme. Empieza a negar con la cabeza, porque es demasiado pronto, pero Daisuke no lo deja alejarse, su aliento se está escurriendo por la garganta de Ken



Se alejan, para obtener una bocanada de aire adecuada, y Ken está cada vez más duro otra vez. Daisuke sonríe, pero podía sentir los músculos del estómago de su amado apretarse mientras inclinaba sus caderas hacia abajo, así que la polla de Ken queda atrapada entre sus estómagos, crispando y sintiéndola en carne viva.



La venida de Ken hace que los movimientos de Daisuke sean fáciles, y desliza su panza hacia arriba y hacia abajo sobre Ken. Este jadea de nuevo, y está demasiado cerca, demasiado rápido, demasiado apresurado, demasiado todo y se viene con un fuerte sollozo en la garganta.



Las lágrimas están en los ojos de Ken y Daisuke lo siente profundamente en su propia barriga, siente su sangre bombear y Ken dice en voz baja:



- Daisuke joder... Daisuke, no sé, si quiero... esto... es demasiado el sentir...



Daisuke gruñe, bajo y áspero y su frente cae sobre la de Ken, los sudorosos mechones del cabello de este casi le cubren los ojos, así que Daisuke los empuja hacia arriba y Ken gime porque todo es demasiado abrumador, demasiado.



Sus cabezas se frotan entre sí, y Ken piensa que su polla se está poniendo dura de nuevo y que no es justo. Es doloroso, pero aún bordea la línea dulce y dulce de 'oh santo dios' y 'agridulce infierno' y Ken se siente traicionado por su propia polla.



Él grazna mientras Daisuke golpea su próstata, y en un instante él está correctamente duro de nuevo. Ken solloza, llora.



- No puedo... -antes de que tenga que sollozar otra vez. Las lágrimas en sus ojos caen y Daisuke besa sus labios, solo un breve roce realmente y Ken aprieta su trasero y las almohadas se vuelven más húmedas.



Daisuke gime, corto y gutural, antes de que él ruja,



-Vamos, puedes hacer esto, vamos, joder, eres fantástico Ken, esto es producto del deseo que siento por ti, esto es tan jodidamente bueno...



Otro sollozo es arrastrado desde su pecho, y Ken está abierto, crudo y demasiado sensible y no puede más



- No -dice, y el sonido es estrangulado y húmedo.



- Puedes hacer esto por mí, eres un jodido rey en llevarme lejos a través del sexo, puedes hacerlo -. Daisuke murmura en la húmeda garganta de Ken y saborea la sal de sus lágrimas en su lengua, lame la piel y los muslos de Ken están temblando y todavía aún llora



Daisuke golpea su próstata una y otra vez y los sollozos de Ken se vuelven aún más fuertes, y luego se atraganta, gorgotea y se viene.



Daisuke se viene con él, finalmente, la presión que se había ido acumulando fluyó hacia Ken, este sigue gimiendo y apretando los muslos de Daisuke con dedos débiles, las uñas cortas presionando la piel pero sin romperla. Ken, que está adolorido, muy dolorido y muy sensible y no puede creer que se haya venido tres veces en una hora, tal vez la mitad.



La respiración de Daisuke llega en grandes jadeos, y él deja caer su cuerpo sobre Ken. El grita y Daisuke no quiere, pero se ríe. Ken no oye sobre su propio gorgoteo.



Tose e intenta dejar de llorar. Daisuke murmura en su oído,



- Sabía que podías hacerlo. Eres perfecto, jodidamente perfecto.



Ken tose de nuevo, gime y se muerde el labio.



- Gracias.



Daisuke se ríe de nuevo, se retira suavemente y limpia los labios de su amor con una camisa desechada en el suelo. Sonidos de dolor quedan atrapados en la boca de Ken, demasiado sensible para todo, y solo deja escapar un pequeño chillido mientras Daisuke limpia el semen de su polla.



Luego le da la vuelta a la almohada húmeda, y el estómago de Daisuke se aprieta contra la espalda de Ken. Daisuke empuja sus rodillas contra Ken, sus tobillos se enredan. Daisuke tiene un brazo alrededor de la cintura de Ken, y antes de quedarse dormidos besa la base del cuello de Ken y susurra:



- "Mi pequeña princesa perfecta" -. Y Ken suspira su protesta, pero realmente no le importa si Daisuke es su príncipe.


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