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Categoría: Masturbación

Tengo novia, pero también disfruto mucho de masturbarme

Tengo novia, follar con ella es lo mejor del mundo. Pero también disfruto mucho de masturbarme, es mi momento en donde tengo orgasmos intensos.



Llevo una vida sexual satisfactoria. Hacer el amor con mi chica me resulta sumamente placentero y notar mi polla dentro de su coño me transporta a un mundo de sensaciones maravillosas. La temperatura, la humedad y el roce de mi polla con las paredes de su vagina me producen un placer extraordinario. Las contracciones del cuerpo de mi chica, sus gemidos y su forma de clavarme las uñas durante el orgasmo son lo más placentero que siento en la vida. Mamarle el coño o que me chupe la polla son otras formas de disfrute maravilloso con ella.  Mirarla cuando hacemos el amor aumenta mi placer porque observar su cuerpo y ver cómo reacciona a los estímulos me resulta sumamente excitante. En resumen, disfruto enormemente del sexo con mi pareja.



Sin embargo, de vez en cuando me masturbo. El hecho de no tener que preocuparme de que mi pareja disfrute, de olvidarme del mundo que me rodea y de centrarme solo en mis propias sensaciones me produce un placer diferente pero también intenso. Menearme la polla a la velocidad e intensidad que me marcan mis propios deseos me es enormemente placentero por lo que masturbarme también me tiene enganchado.



Para masturbarme utilizo incentivos visuales. En mi ordenador guardo un buen número de archivos de fotos de mujeres, vestidas, semisvestidas o desnudas en diferentes posiciones y videos de mujeres masturbándose solas o de parejas tanto hetero como homo haciendo el amor.



Hoy estoy solo en casa, en pijama y me siento delante del ordenador. Mi intención es solo navegar por internet leyendo cosas banales pero en algún momento apoyo mi mano en la entrepierna y noto mi polla. La agarro por encima de la tela y noto una sensación agradable. La aprieto un poco más fuerte y mi deseo se despierta. Está claro que necesito agarrarme la polla para menearla.



Me abro la apertura del pijama, meta la mano, masajeo un poco la polla y la saco. Está bastante morcillona pero unos pocos toques más y ya está en plena erección. La rodeo con la mano y la aprieto notando como crece  el deseo de masturbarme. Cierro la mano y la abro varias veces con fuerza  sintiendo oleadas de calor y unas intensas ganas de meneármela.



Empiezo moviendo la mano lentamente desde la punta de la polla hasta los huevos. Cuando paso por el glande aprieto más la mano y enseguida empieza a aparecer el líquido preseminal completamente transparente que moja el capullo y hace que el prepucio se deslice más suavemente.  Estoy completamente preparado para hacerme una paja gloriosa.



Para disfrutar con la vista mientras me masturbo y aumentar el placer abro una carpeta de fotos eróticas y sigo subiendo y bajando la mano despacio por la polla mientras me deleito con las tetas, las caderas, el culo y el chocho de las mujeres que están en las fotografías.



Pongo una foto en la que una mujer con unas tetas redonditas, con pezones erectos, caderas generosas  y una braguita transparente mira de manera insinuante. La chica es tremendamente atractiva y su contemplación aumenta mi deseo. Acelero el ritmo del meneo mientras exploro la foto y me detengo en la preciosa rajita que se dibuja bajo sus bragas. Durante un rato mantengo el meneo rápido mientras noto como mi sensación placentera sube de nivel y todo mi cuerpo se va empapando de esa sensación.



Cambio de foto y observo otra donde hay una joven rubia con un tanga de hilo. La chica está colocada de perfil y tira con fuerza del pezón de su teta izquierda. Mientras lo hace mira de reojo insinuante y levanta ligeramente el hombro simulando cierta timidez.



Pienso en el placer que le producirá tirar de su pezón y, también, que con su mirada parece insinuar que lo que le gustaría es que ese pezón se lo agarrara el que la observa. Me fijo en el tamaño de su teta, su turgencia y como la aureola mucho más oscura que el resto de su piel parece seguir al pezón que se alarga al tirar de él. Fijo la mirada en su precioso culo que es mínimamente tapado por el tanga y la redondez de sus nalgas, firmes y sin ningún pliegue. Realmente es un culo excelente esperando a ser perforado.



La chica parece invitarme a que disfrute de ella y acelero el ritmo al máximo durante unos segundos mientras noto como el placer que parte de mi glande se va introduciendo hasta los huevos y de ahí a todo mi cuerpo. Paro unos instantes y vuelvo a iniciar otro ciclo de meneo rápido. Vuelvo a parar y repito el proceso unas cuantas veces hasta siento que el placer es tan intenso que si no paro alcanzaré el punto de no retorno de inmediato.



Pero quiero que la paja me dure más tiempo porque me encanta sentir el placer que me produce lo que estoy haciendo. Por ello, a pesar de lo que me gusta la chica, decido parar de meneármela, cerrar la foto y abrir otra distinta para cambiar las sensaciones y empezar de nuevo.



En unos instantes la intensidad del placer ha disminuido y espero un poco más para repetir el proceso. Cuando siento que mi nivel de excitación ha bajado bastante empiezo de nuevo a mover la mano. En la nueva foto que he elegido hay una chica desnuda apoyada en la encimera de la cocina, con coletas, los ojos cerrados y su boca entreabierta. Tiene unas tetas preciosas, con una aureola tostada algo inflamada y unos pezones duros que las coronan. Lleva un piercing en el ombligo y se le ven unas caderas deliciosas con unas ligeras marcas de bañador.



Tiene una expresión de placer profundo que es consecuencia de que tiene metido el dedo corazón en su raja dándose placer. Por la posición del dedo se deduce que está masajeando su clítoris. Es tan excitante la foto que repito el proceso de acelerar y parar varias veces, pero sin alcanzar el punto de no retorno. Esto me mantiene en un alto estadio de placer que sube cada vez que acelero y vuelvo a parar. Cuando me hago consciente de que el nivel de placer ya no me permitirá parar acelero aún más el ritmo hasta que el placer inunda todo mi cuerpo. Un profundo gemido sale de mí mientras mi cuerpo se contrae y mi polla empieza  a soltarchorros de semen.



He sentido un enorme placer durante todo el proceso, suspiro satisfecho y doy por terminada la paja.


Datos del Relato
  • Categoría: Masturbación
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