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Categoría: Flechazos

Suspiros de pasión

Erika llevaba una vida normal, vivía en una gran ciudad, tenía un buen trabajo, vivía sola era independiente en todos los sentidos, pero le faltaba algo, aunque estaba rodeada de gente se sentía sola, esa soledad le embargaba... llegaba a casa y no tenía a nadie esperandola, añoraba las caricias de un hombre, tampoco lo buscaba porque no era una descarada y porque le faltaba valor para salir de ligoteo...
Un dia, al atardecer al salir de su trabajo, se dió cuenta que todo en esta vida no era obligaciones y que tenía derecho a sentir como una mujer a entregarse a los brazos de la pasión, era joven estaba de buen ver es mas ella diría que estaba buena pero la ocasión no se presentaba, ningún hombre le despertaba interés...
Llovía y tomó un taxi, mientras llegaba a su casa miraba por la ventanilla del taxi y pensaba en la falta que la hacía desconectar de todo, vivir la pasión... Suspiró y en esos momentos el taxista, mirandola por el retrovisor "Señorita la pasa a usted algo?"... Sorprendida giró la cabeza y miró al retrovisor donde pudo verle la cara, era un hombre joven de unos 30 años, pelo moreno, ojos negros y una bonita sonrisa que mostraban sus dientes blancos inmaculados, tenía una barba como de tres días.... "No se preocupe, sólo es cansancio y el día no acompaña mucho..." Erika se desentendió del taxista seguía pensando en su vida. Por otra parte el taxista pensaba en que atractiva se veía se fijó en sus ojos, unos ojos castaños claros que reflejaban sin lugar a dudas astío, aburrimiento....
Entonces ella volviendo a mirar al taxista, se le pasó una idea por la cabeza, al principio era absurda pero no perdía nada por intentarlo, al fin y al cabo era un taxista...
"oiga señor, he cambiado de idea, lleveme a un pub que hay tres calles mas abajo por favor"...
El taxista medio contrariado y sorprendido, hizo lo que le pidió, seguia lloviendo a raudales, soplaba un aire frío.... Llegó a la puerta del pub pero estaba cerrado, contrariada por aquel hecho... le ordenó que la llevara a su casa, no era su día... otra noche mas dormiría sola, otra noche mas apagando sus fuegos internos en solitario... Suspiró de nuevo, y el taxista con una sonrisa la dijo... "termino el turno ahora, si quiere la llevo a un sitio donde podrá usted relajarse... es un pub no muy distinto a éste podrá conocer a personas de su posición y de su agrado"... ella entonces lo pensó y desechó con un ademan la idea pero dijo... ¿porque no?...
"¿Termina su turno señor?... Si no le importa, prefiero quedarme en casa, si le apetece le invito a una copa... la noche no es muy atractiva para salir de fiesta"... El taxista sorprendido y a la vez agradado con la idea aceptó casi de inmediato...
Ella ya tenía su plan, había elegido al taxista, casi seguro que colaboraría, ademas no era mas que un simple taxista pensó... excitada por sus pensamientos entró en el ascensor acompañada del taxista... se fijó bien en él... alto... atllético, manos grandes, piel morena y desprendía un olor... olor a hombre, ese olor que le faltaba a su vida, el aroma de la masculinidad...
Entraron en su casa, era un apartamiento mas bien pequeño pero acogedor, decorado estilo modernista... el taxista pensó que la mujer en cuestión debia de tener pasta... ella quitandose el abrigo se acercó a la mesita de los licores, le ofreció un whisky, se sentaron los dos delante de la ventana obserbaban como caía la lluvia, se contaban sus vidas... ella pudo saber que era soltero, y había venido de un pequeño pueblo a buscar fortuna, que no tenía la intención de ser taxista toda la vida... él mientras hablaba admiraba los pechos de Erika, se podían apreciar bien, bajo la blusa de seda que llevaba color hueso, se distinguían hasta los pezones, se le hizo la boca agua solo de pensar en acariciarlos y chuparlos, esos pensamientos despertaron a la fiera que estaba dormida, se sintió incomodo por nada del mundo quería que ella se diera cuenta de sus reacciones... ella estaba empezando a ponerse nerviosa se daba cuenta de la atracción que había pero él no daba el paso, armandose de valor, se acercó mas a él, y ya entraron en temas mas personales.
El taxista se dijo para si, que ahora o nunca, ahí estaba la oportunidad que había estado buscando desde que llegó a la gran ciudad, cortandola a mitad de frase, la cogió fuertemente por los brazos y la dió un pedazo besso... un beso tierno pero apremiante, primero como si fuera dandole un masaje con sus labios luego se mostró mas agresivo, su lengua empujó sus labios para que ella abriera la boca, esa boca que era una delicia, y sabía a pasión... Su perfume le volvía loco, sabía que tenían toda la noche para ellos, y quería disfrutarla...
Ella estaba maravillada, era mejor de lo que se pensó, el taxista sabía muy como besar, el roce de su barba, le hacía cosquillas y su lengua era maravillosa, estaba excitada casi no podía esperar... lo estaba deseando, el morbo y toda su lujuría almacenada iban a salir... era tan varonil, tan atractivo....
Pasó a atacarle los pechos, esos pechos que le volvian loco, lo cogió como si fueran racimos de uva recien cortadas, sus pezones estaban duros, se le ofrecian y a él le encantaba, desabrochandola la blusa lentamente, metió su mano entre su sujetador, que calientes le sentía, ella estaba tan tierna, eran melocotones maduros listos para comer... y así lo hizo, se lo llevó a la boca y empezó a lamerles, sabía muy bien y era muy tierna...
Ella le encantaba esos juegos seguía suspirando, pero esta vez de pasión y de deseo... deseo de mas, queria mas, lo quería todo.
Ella levantandose del sofá, le cogió la mano y se le llevó a la cama, se puso delante de él en su habitación y empezó a desnudarle, queria verle desnudo, seguro que no la decepcionaría...
Él se dejó hacer, le encantaba verla mirandole con esos enormes ojos color chocolate, le quitó la camisa, ella quedó complacida de verle el torso, un torso masculino, musculado pero no excesivamente, era precioso lo comparó a un apolo griego... luego nerviosa por lo que iba a hacer, le empezó a bajar la bragueta de sus vaqueros, ella notó ensequida la dureza de su miembro, sabía que la deseaba, y mucho por lo que comprobó... terminó de quitarle los pantalones, solo quedaba la ropa interior, no se atrevió a tanto, luego procedió a desnudarse, pero él se adelanto y suavemente la quitó la blusa, y el sujetador... ahí parada frente a él sus pechos desnudos anhelaban ser acariciados por esas manos expertas, le miró a los ojos, y lo que vió la excitó mas, vió una promesa, la promesa de que iba a complacerla en todo...
El taxista se puso de rodillas frente a ella enterró su rostro en su vientre, y lentamente la desabrochó sus pantalones...la bajó las braguitas, casi sin darse cuenta... la acarició entre sus muslos, rozandole la yema de sus dedos, la besaba por todos sitios, ella no podía contener los jadeos... estaba humeda, deseando que eso no se terminara nunca...
Se puso de pie, cogiendola en brazos la llevó a la cama y la tumbo delicadamente... delante de ella destapó su virilidad... ella solo tenía ojos para ese intrumento que la iba a llevar a la locura del deseo... era grande y duro como el dueño, ligeramente curvado a la derecha, se le notaba la vena, estaba palpitante, notó que se excitaba mas por su mirada...
El satisfecho por la mirada de aprobación de ella se dejó caer encima de Erika, mientras la besaba le acariciaba la vagina, la notaba dispuesta, caliente y húmeda, con un dedo empezó a acariciarla el clitoris, ella abria mas las piernas y alzaba mas las caderas, echando para atras su cabeza... él la besaba los pechos mientras la seguía excitando con el dedo en el clitoris... pasó a meterle el dedo por la vagina... entraba como la seda, luego provó con dos... habia llegado la hora ...
Erika casi estaba en la cúspide de su orgasmo cuando el sacó el dedo de su vagina, apremiante y contrariada por que no había llegado hasta el final le miró y le besó apremiandole para que no dejase de hacerla gozar... él sonriendo maliciosamente, la siguió el juego y moviendose lentamente para que ella pudiera notar lo excitado que estaba, apoyó su poya en la entrada de su vagina, presionando para hacerla desear, quería que ella le pidiese, quería hacerla gritar de pasión, ella se movía como una posesa contra su poya... ¿porque no se la metía ya, no veía que estaba muriendo de ganas¿... ella se lo gritó a los cuatro vientos... hasta se lo pidió por favor.... el complacido, procedió a cumplir sus deseos y con un movimiento se la metió hasta el fondo... cortandole la respiración, ella soltó un alarido, mezcla de sorpresa y de gusto... el se quedó inmovil saboreandola, lo mojada que estaba, lo caliente y lo dulce, parecián hechos el uno para el otro... Tampoco podía esperar mucho, lo sabía pero antes debía complacerla a ella, debía esperar.... empezó a moverse lentamente, la miraba fijamente, estaba con los ojos cerrados y la boca entreabierta, era una gozada verla asi, la cara sonrojada de gusto y de pasión... sabía que ella se iba a correr de un momento a otro, la estaba sintiendo como subía su temperatura... ella loca de pasión se dejó llevar por el orgasmo, fueron los segundos mas locos de su vida y mas agradables jamás había sentido tal pasión...
él con una profunda embestida que la llenó hasta el tuetano se dejó correr, él tampoco fue menos y pensó que una mujer como aquello no la iba a olvidar... pasaron la noche así... lo hicieron hasta tres veces mas, hasta que las luces del amanecer les devolvieron a la cruda realidad de cada uno, él con un sonoro beso se despidió de ella... estaba dormida aún, y había dejado de llover....
Datos del Relato
  • Autor: Esmeralda
  • Código: 8428
  • Fecha: 15-04-2004
  • Categoría: Flechazos
  • Media: 5.82
  • Votos: 65
  • Envios: 10
  • Lecturas: 2448
  • Valoración:
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Comentarios


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2 comentarios. Página 1 de 1
savonis
invitado-savonis 06-06-2004 00:00:00

el relato esta lleno de una agraciada mezcla de realidad y ficción.. no me desagrada.. pero creo que debes de ser un hombre. o una mujer que piensa como tal, no esta mal. te parece un..7 ?

Joaquín Ledo
invitado-Joaquín Ledo 15-04-2004 00:00:00

Esmeralda: Que cuento tan bonito. Imagínate el puntaje que voy a ponerte. Imagínate lo que me imagino. ¡Ya vengo! fuí a comprar un taxi. Joaquín

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