Jayner se encuentra en el infierno, al ser la compañera de por vida al tener su alma a la merced así voluntad enteramente de su esposo que viene siendo el mismo diablo por toda la eternidad purgando sus pechorias, maldades, engaños, egoísmos, travesuras, juegos, intrigas, deleites, sinvergüencerías inclusive adulterios como traiciones igualmente infidelidades y libertinaje con otros hombres a espaldas de su queridísimo esposo. 

Vestida con su atuendo de falda ajustada azul oscuro con sus medias azul oscuras, está de pie al lado del trono del diablo, siendo tocada como deseada en que la besa en su cachete por el diablo; al darle asco apartándolo de un solo empujón dándole una merecida bófeta por el trato que está dándole, con la furia del mismo diablo chistea los dedos al desaparecerle la blusa con brasier mostrándole sus poderosos, pecaminosos, colosales, placenteros, degenerados, sabrosos, calientes finalmente provocadores senos grandotes; entrándole a mamadas como lamidas al quemarla reiteradas veces a consecuencia del desprecio como del mal trato propinado al mismo diablo en los pezones por Jayner.

Toda llorosa le pide que no la siga castigando que aprendió y lo complacerá en todas sus exigencias carnales al cumplir al pie de la letra todas sus peticiones, aproximándose le sube la falda por arte de magia infernal al desaparecerle por el chistear de sus dedos medias y hilo dental cachetero al sobarla, acariciarla, manosearla, menearle, tocarle, apretarle con mucha presión forzada todas sus partes prohibidas femeninas, comerla, cogerla, penetrarla, metiéndole igualmente sacándole su dedo con garras de su vagina desangrándosela con mucha fluidez, a caudalosamente y sin parar el chorro inminente de su sangre. De ahí, la masturba sin parar con toda la ferocidad que le otorga al tenerla rasguñada por todos sus contornos anatómicos femeninos que están sudorosos de pie a cabeza.



Jayner, sin poder evitárselo lo tiene chupándole su ardiente pinga que esta gigantesco, duro, grueso, viril, divino, apetitoso, tragando todo el semen que la quema por el recorrido que tiene dentro de su garganta hasta quemarle su estomago; de ahí, la dobla sobre su trono para culearsela al bombearle magníficamente por su recta guardia todo el semen impregnado invadiéndola por el canal vaginal.



Sentada en las piernas del diablo con su cola agarrada y lamida por Jayner, este le peina su cabello largo negro con sus manos suavemente dándole ternura a la manera del infierno, hablándole eres una buena mujerzuela que satisface y hace realidad las fantasías eternas de un diablo solitario que se pasa penando con las almas de los seres vivos que mueren.



Se despierta Jayner, toda bañada en sudor viendo que el sueño que tuvo fue real y evidencial al verse en el pantalón del pijama que tiene quemado todos los vellos del monte de Venus casi cercano a su orificio de su vagina también, para rematar tiene marcas rojitas en la zona de sus ingle, también  al verse en el espejo lo dorado de sus pezones y encontrando físicamente el tridente y la cola del diablo pegado en la misma cabecera de su cama en vivo y a todo color por la sorprendida Jayner y mucho más.