~~Sucedio en unos de los viajes que suelo hacer en solitario dentro de mi pais, Ecuador, en una pequeña ciudad sin nombre que es visitada anualmente por cantidades enormes de europeos; mi estadia no prometia grandes emociones, la ciudad estaba casi vacia de turistas y el clima era lluvioso, en mi segunda noche alli decidi salir a tomar un par de tragos, no me sorprendio ver que, como casi en toda ciudad del mundo, habia un pequeño bar llamado Hard Rock Cafe; entre decidido a no pasar de tres cervezas, el ambiente era tan bohemio como se podia esperar y bastante rustico, habia dos o tres personas mas en el reducido lugar, cuando iba a la mitad de la primera fria de la noche se sento a mi lado en la barra una mujer que hizo evaporar lo que quedaba de cerveza en el jarro… blanca y delicada como de porcelana, ojos verdes, cabello castaño oscuro, delgada… hermosa
 No pude distinguir su figura por lo pesado de su ropa, tampoco tuve tiempo para hacerlo porque al notar la intensidad con la que la miraba me sonrio y no me quedo mas que hacer lo mismo
 Me detengo un momento para aclarar que soy un tipo de lo mas normal, ni alto, ni rubio ni de ojos claros; soy moreno, cabello y ojos negros, eso si, un muy buen estado fisico y muy simpatico, muy latino
 Entre su basico español y mi ingles medio logramos hacer rapidas las dos siguientes rondas, seria el alcohol o seria la sensacion de estar tan cerca luego de una vida entera con el Atlantico de por medio, pero las miradas se hacian a cada segundo mas intensas y el primer beso nacio de un prolongado silencio, un sutil toque de labios que termino siendo profundo y pausado, basto una ronda mas para que me pidiera que la acompañara a su hotel y salimos del bar no pensando si era la primera o la ultima, sino sabiendo que seria la unica vez que estariamos juntos; entre besos y manos atrevidas llegamos a su hotel y entramos a hurtadillas; ya en su habitacion la vi desnudarse para mi como nunca nadie lo habia hecho, mostrandome su figura que era tan perfecta como su rostro, luego me quito la ropa casi sin tocarme, mi pene totalmente erecto esperaba algun tipo de contacto pero lo que ella hizo fue acariciarse mientras me observaba, el ver como se masturbaba al tiempo que frotaba sus senos me dio un orgasmo visual; se arrodillo ante mi y tomo mi pene con sus dos manos, lo acaricio mientras me miraba, lentamente acomodo su cabeza para besar, lamer y succionar mis testiculos que colgaban libremente, subio a lo largo de mi pene pasando su lengua y dando leves mordidas hasta llegar a la cabeza, se detuvo un momento para ver mi reaccion y sin avisar lo empezo a chupar, me preguntaba como una boca de aspecto tan virginal podia dar una mamada tan salvaje y perfecta, su lengua y sus labios aplicaban la presion ideal en cada punto sensible mientras acariciaba por turnos mis testiculos, mi pecho, mi abdomen y mis nalgas, me tuvo un par de veces al borde del orgasmo; quise sentir su sabor y la acoste en la cama, fui desde abajo besando y haciendo chuponsitos desde los dedos de sus pies pasando por todo el largo de sus piernas hasta llegar muy cerca de su vagina, donde pare para apreciarla, disfrute viendo esa dulce lampiñez, me acerque lentamente y sople sobre su vulva a lo que respondio estremeciendose involuntariamente, para mejorar su sensacion acaricie sus senos, con mis dedos separe sus labios vaginales para que mi lengua encontrara el camino, provoque en ella pequeños espasmos al lamer su clitoris y penetrandola con mi lengua, alzando un poco sus piernas lami entre sus nalgas y las mordi gentilmente, sus jugos me daban la señal de que era la hora estar en su interior; sin perder el hilo, de rodillas me coloque el preservativo, ella se incorporo y se sento sobre mi de frente guiando con su mano la penetracion, nuestros movimientos eran naturales, profundos, sin apresuramiento; ella me abrazaba mientras yo acariciaba toda su espalda y estimulaba su ano, poco a poco los movimientos se fueron haciendo mas fuertes y rapidos sus uñas se clavaban en mi espalda y luego de lubricar mi dedo en su boca se lo introduje por el ano, lo que le encanto y la llevo a su primer orgasmo, sentir sus gemidos y su respiracion en mi oiodo me insitaba a poseerla con mas violencia, la eche sobre su espalda y me senti atrapado por el candente cerco de sus brazos y piernas, ahora entre nosotros no habia un mar sino nuestro sudor a 100 grados
 Nuestros movimientos estaban sincronizados a la perfeccion, coloque sus piernas en mis hombros para lograr una penetracion mas profunda, tanto fue asi que le cause un pequeño dolor, seguimos un buen rato de ese modo hasta que alcanzo nuevamente el climax, luego, mientras contenia mi eyaculacion oi como me decia “fuck my ass”… se separo para ponerse en cuatro, por un segundo volvi a tomar nocion del tiempo y me sorprendio ver que habiamos estado haciendolo por alrededor de una hora, de nuevo viendo esas nalgas tan blancas y perfectas no pude evitar pasar mi lengua entre ellas lamiendo repetidamente ese hermoso y rosado ano, me prepare para penetrarla mientras ella acariciaba su clitoris, separe sus nalgas y mi pene fue entrando lento hasta que mis testiculos se encontraron con su piel, el sonido que ella hizo en ese momento me hizo querer adentrarme mas, empece a moverme con suavidad, de adelante hacia atras y en circulos, senti como su ano se contraia alrededor de mi pene, segui bombeando por un buen rato hasta que empece a sentir como mi semen luchaba por salir a raudales, esta vez no me contuve y la posei como si la estuviera violando, sus gritos me convirtieron en un animal, volteo a verme con su rostro lleno de placer y dolor intensos, eso basto para que mis testiculos quedaran vacios con una de las eyaculaciones mas intensas que he tenido, el orgasmo fue abrumador, prolongado y mutuo, caimos rendidos, yo sobre ella, moviendonos suavemente para sacarle la ultima gota al placer y al deseo, con algo de ternura; me acoste a su lado, y como si nos hubieran embrujado, nos de jamos llevar por un profundo sueño
 Lo que paso al despertarnos y mi nueva aventura de ese dia se las puedo contar, si quieren, en un proximo relato