Un día que andabamos la subdirectora del CRAI y yo en el mostrador. Ella estaba al telefono haciendo reservaciones para el viaje de la directora, es una morenita delgada y alta en que no se dió de cuenta para nada en que de pie doblada con vestido de uniforme de administrativa universitaria, tuve el soberano atrevimiento adicionalmente acosador especialmente excitado en que me acerca sin que supiera silenciosamente al bajarme en que le vi debajo del traje sus pantaletas con todo y media puestas por un largo tiempo en que quede embelecido y con la pinga erecta cómo dura y enorme hasta gigantesca en ese instante por la subdirectora del CRAI.