Yo tengo una particularidad con que me identifico igualmente me conecto hasta porque no decirlo de una manera franca entre nosotros, cuándo tengo a la prostituta desnuda y yo en pelotas solos la toco como la manoseo también la beso en los muslos especialmente en todas sus nalgas además de pasarle los dedos en sus labios vaginales también en su rico ano y porque no sentirme más estimulado en su rabo al deleitarme con sus tetas, teniendo claro por supuesto mi erección monumental con un pene duro, firme, parado, enorme, gigantesco, formidable, inflado de la misma cabeza y especialmente unos testículos muy calientes que están listos para venirme con todos los toros y algo más. Vistiendo a la prostituta pegado rozándole como meneándole mi miembro excitado como desquiciado pero que a larga les fascina y se ponen morbosas hasta eróticas cuando me lo ven al decirle mira como tengo el amiguito llamándolo así a mi pene; comenzamos el ritual de apasionamiento agachada metida en el medio con su boca chupándomela hasta mamándomela con todo profesionalismo con el mero propósito de consumar más la erección y que se pare un poco más sintiéndose esto riquísimo al decirle mételo más en tu boca yo con mis manos puestos en su cabellera, bajando y recorriendo su espalda desde los hombros alcanzando firmemente con mucha euforia hasta efervescencia sus muslos y culo bajando a sus piernas adelante metiendo mi mano juguetona como traviesa adentro de la falda alcanzando por fin mi objetivo perseguido que es la micha de la prostituta que se lo acaricio y manoseo con todo el apetito carnal que estoy zaceando con ella. Ya me la cojo dándole dura y profunda hasta espectacular igualmente encaramado en ella deleitándome con las bombeadas y mis venidas, cambiando el ángulo me la follo sentada en la mesa del espejo o bien en la cama también quedo divirtiendo a punta de mamadas como lamidas de sus formidables tetas que están muy ricas y parada como duras coño me revoluciono al volverme eufóricamente un loco aventurado en que goza y tiene dominada a la prostituta en la esencia de cumplirme mis fantasías como sueños de un macho cabrío en que quiere a las prostitutas colombianas 100 por ciento acreditado en el prostíbulo que visito mensualmente pagando una paja de por lo menos de uno o dos horas el polvo. Esas manos envolventes en que me masajean como jalan el cuello de mi pene consiguiendo y logrando triunfantemente lo anhelado por mi después de venirme con la prostituta que es la masturbación al terminar de botar y sacar esa leche blanca espesa que es el polvo.