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Al llegar mi marido, salimos como todas las tardes de paseo pero yo desde que Raúl se marchó, no pasó un momento que no dejara de pensar en él y de desearlo. Esa noche estaba muy caliente y procure excitar a mi marido, cosa que por fin conseguí y mientras me estaba haciendo el amor, pensaba estar entre los brazos de mi querido ahijado. Cuando acabamos y estando los dos desnudos sobre la cama, mi marido pudo ver las señales en mis pechos que por la mañana me había quedado marcado Raúl, y al verlas me preguntó:
-“Maribel, que son esas marcas en tus pechos, son como si fueran pellizcos, ¿Cómo es que las tienes?”
Yo sorprendida y sin saber por dónde me venía la pregunta y temiendo que él con esto hubiera descubierto que había estado con otro hombre le dije:
-“Estas marcas me las he hecho yo, pues como tú no me atiendes todo lo que necesito sexualmente, estaba tan caliente que me he tenido que masturbar y ya sabes lo que me excita que me toquen mis pechos y sobre todos mis pezones y me los he estado sobando y apretando y era tal mi estado de excitación que me apretaba los pecho con tanta fuerzas sin darme cuenta que al final me he dejado estas marcas”
Dudo un poco de lo que le acababa de decirle, pero al final y conociéndome bien y sabiendo que nunca había estado con otro hombre que no fuera él, parece que se tragó la mentira. Apagamos la luz y nos quedamos dormidos.
Al día siguiente, me preparé para recibir a mi amante, colocándome las tangas que él me había regalado, era la única prenda interior que me puse y encima de ella un salto de cama de seda negro transparente que me había comprado el día anterior, tras el haberse marchado mi ahijado y antes de que llegara mi marido. Se me hizo eterna la espera a que llegara Raúl. Cuando sonó el timbre de la puerta fui rápidamente abrir y tras entrar él en la casa y cerrar de nuevo la puerta, me lance a su cuello y pegando mi boca a la suya le di un beso con lengua incluido lo más fuerte que pude, lo deseaba y quería que él sintiera las ganas que tenía de él.
Tras estar durante un buen rato besándole, al soltarle me apartó y yo entonces di una vuelta sobre mi misma haciendo que el salto de cama se levantara con el aire y él pudiera ver que me había puesto su regalo y que contemplara que estaba aparte del tanga completamente desnuda y dispuesta para él. Pero cuál fue mi sorpresa al pararme y muy enfadado me dijo:
-“Maribel, te he dicho que a mí me gusta que lleves tus bragas grandes habituales, me da igual que sean sencillas o transparente o con puntillas, pero me excita ver a una mujer con ese tipo de prenda y que se la pueda ver algunos pelos saliéndola por las orillas de la misma. El tanga te le regalé y te dije que solo te le pusieras en ciertas ocasiones y cuando yo te lo dijera. Por favor cámbiate y ponte una de las habituales tuyas, me excitas más que con el tanga”
Yo me quede un rato callada y un poco desilusionada y le dije:
-“Perdona Raúl, pero pensé que esas ocasiones que me habías dicho eran estas en las que estamos los dos solos y por eso me las he puesto, pero si como te excito y te gusto es con mis bragas habituales, ahora voy a mi cuarto y me cambio”.
Él me dice:
-“Si por favor, te acompaño y perdona si me he enfadado un poco por esto. Si quieres me gustaría que te pusieras las que tenías el otro día cuando te regale el tanga, esas de puntilla negras y transparentes de tiro alto, estabas muy excitante y apetitosa el otro día con ellas”
Mientras me cambio él me dice:
-“Maribel, con ese cuerpo que tienes estoy seguro que tendrás muchos admiradores, pues estas buenísima y estoy seguro que más de uno cuando vas por la calle te mira y desearía estar contigo si pudieran.”
Yo como distraída, le digo:
-“Que adulador que eres, no creas que porque te gusto a ti voy a gustar a los demás hombres”
Y él me dice:
-“Desde que estoy viniendo más a menudo por aquí, veo que varios de los vecinos tuyos cuando sus mujeres no miran no te quitan ojo de encima, sobre todo el del chalet de enfrente y el de la esquina también te echa unas buenas miradas”
Yo entonces pensando un poco le digo:
-“Ahora que lo dices, es verdad, Juan (el vecino de enfrente) le he cogido varias veces mirándome e incluso en alguna ocasión se me ha insinuado, pero no le he hecho ni caso, es más me he enfadado con él y si no fuera porque su mujer es buena vecina y somos amigas no le hubiera vuelto a dirigir la palabra. El de la esquina Ezequiel, es más recatado pero si es verdad que también en muchas de las veces que paso por delante de su casa suele estar él y siempre me saluda muy amablemente y con una sonrisa y no deja de alagarme, pero de eso a que les guste y me deseen va un abismo”
Mi ahijado riéndose me dice:
-“No te creas, no te creas madrina, yo creo que si tuvieran la oportunidad de poder estar contigo la provecharían”
Yo acabo de ponerme las bragas y no le contesto y después le digo:
-“Estoy lista es así como te gusto”
Me contesta.
-“Si mi putita, así es como me gustas y me excitas, estas guapísima Maribel”
Él entonces comenzó a quitarse sus ropas y se quedó completamente desnudo delante de mí. Mi mirada se dirigió rápidamente a su entrepierna y pude comprobar que se le comenzaba a poner poco a poco erecta. Entonces se acercó a mí que estaba deseando de estar entre sus brazos y acercando su boca a la mía me comenzó a besar apasionadamente. Mientras esto hacía me cogió mi mano derecha y me la acerco a su sexo, que yo cogí entre mi mano y comencé a acariciársela con suavidad y con muchas ganas de volver a sentirla dentro de mi cuerpo. Sus manos tocaban y sobaban todo mi cuerpo y se entretenían más tiempo cuando las pasaba por encima de mis grandes pechos, para luego ir bajando con una de sus manos a tocar mi rajita por encima de mis braguitas. Mi mano seguía apretando su polla, ya dura y tiesa y alcanzando en esos momentos un buen tamaño, pero aún le quedaba un poquito para llegar a estar en todo su esplendor, dejo de besarme y entonces me dijo:
-“Chúpamela, sé que Pepe y tú no lo hacen pero a mí me gusta y quiero que lo hagas, verás cómo después de hacerlo te encanta. Ya me la lamiste ayer para limpiármela de tus jugos y mi corrida, pero hoy quiero que me la chupes de verdad y lo hagas poniendo toda tu voluntad y habilidad para hacerme gozar con tu boca”
Yo entonces le dije:
-“Raúl, no puedo hacer eso, ayer te la lamí y limpie con mi lengua porque estaba muy excitada, pero como bien has dicho, yo nunca he hecho eso, excepto lo que hice ayer y me da un poco de reparo hacerlo, por favor no me hagas hacerlo”
Él entonces pone sus manos en mis hombros y me va empujando hacia abajo obligándome a ponerme de rodillas entre sus piernas desnuda, quedando su miembro a la altura de mi cara y acercando más su polla a mi cara hasta rozar mis labios me dice:
-“Abre la boca y trágatela, comienza a chuparla, sé que aunque has dicho eso, en realidad estas deseándolo. Prueba, si veo que el instinto de puta que llevas dentro no te hace chuparla como espero que lo hagas, yo te iré indicando para que aprendas, pero estoy seguro que no hará falta”
Yo por un lado no quería, pues me daba un poco de asco, pero por otro tenía razón él, deseaba sentir la suavidad de la piel de su sexo dentro de mi boca y quería aprender y comenzar a chupársela para hacerle gozar y que él me hiciera gozar a mí. Así que sin más preámbulos, abrí mi boca y él empujo un poco para hacer que traspasara mis labios y me dijo:
-“Maribel pon la boca formando una O y comienza a introducírtela lo más adentro que puedas, hasta que mi punta te toque la campanilla de tu garganta y después despacio te la vas sacando y juega con la lengua en mi frenillo y en el prepucio”
Yo puse toda mi atención y voluntad en hacerlo como él me indico, y en pocos minutos cogí ritmo y habilidad. Era la primera vez que me metía una polla en la boca y la primera vez que sentía el sabor agridulce de la misma, era una sensación extraña pero que me gustaba. Al principio cuando tocaba mi garganta me dio algunas arcadas, pero después de las primeras chupadas no volví a tenerlas y parecía gustarle como se lo hacía, pues al poco de comenzar me dijo:
-“Así, así Maribel, lo estás haciendo muy bien, aprendes rápido, sigue despacio no tenemos prisa. Ves aumentando tu ritmo a medida que sientas que la presión de mis manos es más grande en tu cabeza, eso querrá decir que me estas excitando muchísimo y me estás dando mucho placer. Te deseaba madrina desde hace mucho tiempo, mis primeros recuerdos de deseo hacía ti que me vienen a la cabeza es cuando yo tenía 10 años y desde entonces, se han ido a medida que pasaban los años acrecentando. Cuantas noches me he masturbado pensando en ti, pensando que me hacías lo que ahora me estás haciendo con tu boca y después como te poseía, como lo hemos hecho estos días pasados, aaaahhhh que bien lo estas haciendoooo… oooohhhh que gusto me daaaas con tu boquitaaa, sigueeee, sigueeeee”
Yo al oírle me excitaba más y más y me esforzaba más por hacerle gozar con mi boca. El me agarraba mi cabeza y me la movía y apartaba como si me estuviera follando por la boca, cada vez más deprisa y con más fuerza, hasta que sin avisar, comenzó a correrse dentro de mi boca diciéndome:
-"¿Te gusta, puta?" ¿Te gusta el sabor de mi polla, de la primera polla que tienes en tu boca? aaahhhh no aguanto mááásss ¡me voy a correr, me corro, trágatelo todo, trágatelo Maribel, trágatelo y no dejes escapar ni una sola gota putaaaa queridaaa mi amoooorrrr!".
Y me soltó toda su leche, caliente, espesa, como un río entero llenándome mi boca y yo como él me había indicado me fui tragando todo su esperma. Era la primera vez que saboreaba el esperma de un hombre, pues ayer lo que saboree con mi lengua al limpiársela estaba mezclado también con mis jugos, y me estaba gustando. Como él quería no deje escapar ni una sola gota de su néctar de mi boca, me lo trague todo e incluso hubiera deseado más. Cuando pararon sus convulsiones me limpié un poco la boca con la palma de mi mano. Me hizo levantar y cogiendo la mano con la que me acababa de limpiar se la llevo a su boca y con su lengua me la limpio tragándose lo que limpiaba. Luego cogidos de la mano fuimos a la cama donde nos tumbamos los dos uno al lado del otro y me dijo:
-"Tienes una boca increíble, madrina, ¿te ha gustado?".
Yo haciendo un gesto afirmativo con mi cabeza le contesto:
-“Si mi amor, me ha gustado. ¿Y tú has disfrutado y te ha gustado como lo he hecho?, perdona si he sido un poco torpe, pero como bien sabes eres el primer hombre al que le chupo su polla”
Él lleva su mano derecha hacía mi sexo y comienza a masturbarme por encima de mis bragas, a la vez que contestándome me dice:
-“No ves como no era tan asqueroso como pensaban Pepe y tú. Estoy seguro que incluso ahora te gusta y que va a ser una de las cosas que más te guste practicar y sobre todo si a la vez te están comiendo a ti tu almejita. Entonces sentirás un placer inmenso, tanto o más como el que yo he sentido al sentir mi polla dentro de tu boquita y al correrme dentro de ella. Ha sido fantástico mi amor, te quiero Maribel, quiero que siempre seas mía madrina querida. Te gusta lo que te estoy haciendo ahora, quiero mantenerte caliente e incluso que te corras mientras yo me recupero de mi corrida para después continuar follándote y amándote”
Yo le contesto:
-“Si, si mi niño, soy tuya, hazme todo lo que quieras, me gusta lo que me haces y me estas poniendo súper caliente. Sigue, sigue mi vida a ver si te recuperas pronto y podemos continuar, estoy deseando tenerte dentro de mí Raúl, te deseo muchísimo. Ayer cuando te fuiste tuve que masturbarme y no fue suficiente para calmar mi calentura de modo que tuve que darme una ducha de agua fría. Pero después a lo largo de toda la tarde y noche (que se me han hecho una eternidad) tenía muchas ganas de ti, deseaba que pasaran las horas rápido para poder estar de nuevo esta mañana junto a ti , mi amor y tuve que aliviarme masturbándome varias veces a lo largo de estas largas horas de espera, mi niño querido”.
Mientras le decía esto yo le tenía cogida su polla con una de mis manos y con la otra le acariciaba su hermoso y joven cuerpo desnudo. Notaba como mi calentura y placer por su caricia en mi coño iban en aumento. Me preguntaba para mí ¿Cómo un chico tan joven, casi un niño, puede tener tanta experiencia con las mujeres y ser capaz de llevarme a este estado de excitación y locura por él? Noté como él apartando el lateral de mis bragas consiguió llegar con sus dedos a mi coño y siguió masturbándome, esto hizo que me olvidara de todo y me entregara por completo a él, solo quería y deseaba sentir placer junto a él. Me contesta:
-“Lo sé Maribel, te he visto, recuerda que te instalé varias cámaras por toda tú casa y que siguen puesta y mandando a mi ordenador las imágenes. Pues aunque me voy de tu lado cuando salgo de aquí, no quiero dejar de verte y por eso todos los días cuando llego a mi casa enciendo el ordenador y veo todo lo que haces mi amor. Y como tú se me hacen las horas larguísimas y te deseo con todas mis ganas y también tengo que ayudarme, para liberar mi excitación, con la masturbación viéndote en la pantalla y pensando en ti mi amor”
Siguió un rato más con su caricia y yo notaba como su miembro de nuevo se iba endureciendo, prueba evidente de que se estaba recuperando. De pronto sentí llegar mi orgasmo, comenzó a temblarme por el placer mi pelvi y se me entrecortó la respiración, llegando en ese momento al orgasmo y corriéndome también abundantemente en sus dedos, ahogando gemidos de placer apoyando mi boca en la suya dándole un beso a la vez. A medida que me corría le apretaba con más ganas su espléndida espada, que mantenía cogida en mi mano, y él me decía:
-“Te gusta he zorrita, córrete marrana, que eres una puta guarra. Anda como disfrutas con lo que te hace tú ahijado, córrete zorra…”
Yo fuera de mí le contesto:
-“Si, siiiii me encanta lo que me hacees quiero más sigueee, sigueee por favoorrrr y recuperateee pronto de tu corrida en mi boca, quiero tenerte dentro de míiiiii, mi amooooor”
Tras dejarme descansar un rato de mi orgasmo me dijo:
-"Reconoce Maribel que te ha gustado mi polla y lo que te he hecho con mis dedos y manos"
Yo le voy a contestar:
-"Sí, pero…"
Pero él no me deja terminar y sigue diciéndome:
-"Te ha gustado mi leche, ¿verdad, puta?".
Yo le contesto:
-“Raúl, por favor, no me llames así soy tu madrina”
Y él a esto me contesta:
-"A partir de ahora serás algo más que mi madrina, soy tu amante y tú serás mi puta, te guste que te lo diga o no, pues en el fondo, aunque tú no te lo creas y no lo sepas, eres una verdadera puta”
Yo siempre había considerado a mi ahijado como un chico dulce, educado y amable, pero en estos días me había dado cuenta, que pese a su corta edad, era un hombre que sabía cómo tratar a las mujeres, como hacerlas disfrutar y como sin darme cuenta iba metiéndose dentro de mi corazón no ya como ahijado sino como hombre. Veía que poco a poco y en varias ocasiones, según las circunstancias era dominante y duro. Nunca se me pasó por la cabeza pensar en él como hombre, siempre le había visto como un niño, un niño muy querido pues no dejaba de ser mi ahijado, pero nunca me le había imaginado con una mujer ni pensaba como follaría. Esos momentos que tenía de rudeza me excitaban y hacían que me sintiera más atraída por él, aunque en esos momentos no lo sabía.
Él entonces tumbado a mi lado se puso de costado mirándome y cogiendo mi cuerpo con sus manos me atrajo hacía él y nos abrazamos y nos besamos, mientras sus manos tocaban con avidez todo mi cuerpo. Llevo sus manos al elástico de mis bragas y me las fue bajando a medida que él con su lengua iba mojando todo mi cuerpo por donde pasaba. Me las saco de mis piernas y luego acercó su boca a mi almeja peluda y comenzó a pasar sus lengua por toda ella preparándola para lo que la esperaba. Me lo hacía de maravilla y de nuevo volví a preguntarme dónde habría aprendido a satisfacer a una mujer de esa manera, siendo tan joven. Cuando vio que yo ya estaba muy mojada y súper excitada decidió que era suficiente, se tumbó encima de mí me abrió al máximo mis piernas y de un solo golpe me la clavó. Ahogué un grito de placer en el dorso de mi mano derecha mordiéndomela para que no saliera fuera mi voz, y me dejé follar por mi ahijado:
-“Oooooohh! Hummmmm!”
Raúl entonces sin dejar de observar mi rostro de placer y vicio, para hacerme sufrir un poco, me saca de nuevo de mi vagina su polla y comienza restregar su miembro erecto arriba y abajo, una y otra vez, por la vulva de mi coñito, entre sus labios morados y abiertos, por mi clítoris hinchado. Hasta que poco a poco me la va volviendo a meter, la puntita al principio, luego un poco más, hasta que, poco a poco, me lo va metiendo hasta el fondo. Comienza a metérmela y sacármela, una y otra vez, cada vez más rápido. Yo estoy muy caliente y no puedo contener mis ganas de él y le digo:
-“Métemela, oh si, si, si, si, siiiiiii, métemela, métemela, fóllame, no pares, no pares, fóllame, fóllame!,¡No pares, Raúl, métemela, métemela hasta el fondo!, ¡fóllame! ¡fóllame! ¡fóllame!, ¡Acabalo, acabalo, fóllame, fóllame otra vez, pero esta vez no te salgas de mí hasta que te corras dentro de mí y me llenes completamente con tu leche!”
Él sigue apretando e introduciendo y sacando con todas sus ganas su hermosa herramienta en mi chocho. Se deja caer encima de mi pecho y acerca su cara a la mía buscando mi boca que rápidamente encuentra y me besa mis labios enardecidamente, introduciendo su lengua entre ellos. Yo abro mi boca permitiéndole su entrada en ella forcejeando lengua con lengua hasta que dejo que mi joven amante me entre su lengua hasta mi garganta y exploré con ella todos los húmedos rincones de mi cavidad bucal. Para luego saliéndose de mi boca juguetea con mis carnosos labios, lamiéndomelos, mordisqueándomelos y saboreándolos, para un poco su caricia bucal y me dice:
-“Llevo años deseando este momento, Maribel, años viéndote, observándote y deseándote cada vez que te veía e ibas a mi casa. Cuando te sentabas con mi madre y yo frente a ti esperaba que abrieras un poco tus piernas para ver si podía lograr ver tus bragas e imaginarme tu hermoso coño y ahora desde hace un poco más de quince días, he conseguido estar contigo, amarte y follarte como tantas veces lo he deseado”.
Yo muy caliente y gozando de la magnífica follada que me está dando, evoco lo que Raúl me acaba de decir, como si lo estuviera viviendo en ese preciso momento. Recuerdo cuando iba a ver a Mª Jesús, su madre, y, charlando animadamente sentadas en el sofá, le veía aparecer una y otra vez frente a nosotras, mirando casi siempre hacía la zona de mi falda un poco subida por la posición que tenía y mostrando mis muslos sin querer y supongo que él entonces, deleitándose en la visión que tuviera de mis muslos torneados. Intentando ver o imaginar lo que escondía bajo mis bragas. Es verdad que en más de algunas ocasiones me di cuenta de cómo el paquete del pantalón del joven aumentaba de tamaño cada vez que esto pasaba.
En mientras mi ahijado se restriega entre mis piernas abiertas al máximo, mientras realiza los movimientos de dentro–fuera de mi vagina y penetrándome hasta el fondo, hasta que los cojones de él chocan con el perineo mío. Me está follando con fuerza, con ganas como hacía años no me folla mi marido. Yo podía oír y sentir el sonido de los cojones de mi querido ahijado al golpear mi culo, el crujir de la cama. Mis grandes pechos se balancean desordenados por las arremetidas de mi niño, y mis gemidos y jadeos ya no puedo aguantarlos más y los convierto en chillidos y no pudiendo más comienzo a chillar de placer por la cercanía de mi orgasmo:
-“Si, si mi amor que bien me jodes, fóllame con ganas, quiero que te corras ya, ya que a mí me viene, me estoy corriendo, me corro me estás llevando al séptimo cielooo, cariño date prisa que no aguanto máaasss me corrroooo, puffff, ooohoooo, me martassss mi amoorr me mueeerooo de gustoooo, AAAAHHH, OOOOhhhh, PUFFFPUFFF, me coroooOOOO… siiiiii, no pareeees sigueee…”
Y diciendo esto me corrí como una perra, entonces Raúl aceleró el ritmo y sentí en mi interior como se tensaba y también apretándome con fuerza mis pechos, hasta hacerme daño, me inundo con su esperma diciendo:
-“Así, así putita, muévete como lo cerda que eres, que vicio tienes pedazo de puta contra más viejas son más viciosas se vuelven. A mi madre la pasa lo mismo cuando la follo. Era esto lo que querías ¿no? ¿Era esto?, quieres que te preñe, quieres que te haga una barriga, tomaaaa, me estas haciendooo que me corraaa putaaaa ahhhahhhh, oooohhooo, que buena que estaaasss, que bieennn folllaaas sooo putaaaa, me corroooo, oooohhhh, tomaaaa mi lefaaaa, no querías lecheeeee, pues tomaaaa, me CORROOOO, OOOHHHOOO, AAAHHAAAAA… TE QUIEROO MI AMOORRR… Siiii, mii amoooor tomaa mi lecheee, tommaa quierro preñarteee putorraaa de mierdaaaa, te gusta, te gusta zorrra… siiiii siiii te gusta se ve en tu cara de viciosaa, me corrooo dentro de tíiiii, putaaaa, te quierooo, madrina amoooor tomaaaa mi lecheee, es todaaa tuyaaa AAAHHH, OOOOHHHH, MEEEE CORROOO… PUTAAAA TOMALAAA TODAAAA… Maribel…”
Dicho esto se deja caer encima de mí agotado por el esfuerzo realizado, yo le paso mis manos por su espalda y culo y le lleno de beso toda su cara, el besándome me dice:
-“Gracias mi amor, cuánto tiempo te he deseado y que lejos veía esto de poder estar contigo, y por fin lo he conseguido Maribel. Ojala te quedes preñada de mi madrina, sería fantástico, en este momento tu y mi madre sois las dos mujeres de mi vida, las dos mujeres a las que amo y quiero con todas mi alma, te quiero Maribel. Gracias por dejarte follar si protección para poder hacer realidad mi deseo de quedarte preñada. Perdona que te haya insultado y llamado de todo como he hecho, pero me excito tanto insultándote cuando te follo”
Yo estaba como en una nube y todo lo que me decía me sonaba a gloria, era uno de los mejores (por no decir el mejor) polvo que me habían echado en mi vida y encima había sido con mi querido ahijado.
Él una vez que se relajó y descanso un momento me dijo:
-“Maribel, ayer tras nuestro polvo y antes de que me lamieras mi verga, te dije que si querías ser mi puta y mi guarra y tú me dijiste que sí, que lo que yo quisiera. Ahora que estamos más tranquilos de verdad lo serias, si yo te lo pido?”
Yo le acaricio su carita de ángel y dándole un beso en su mejilla le digo:
-“Ayer asentí y te dije que sí por la excitación que sentía en ese momento, pero hoy que estoy ya más tranquila tras el polvazo que me acabas de echar, te vuelvo a decir que sí, si tú quieres seré tú puta, pero solo tuya, TU PUTA no de nadie más y todo lo que tú desees hacerme podrás hacérmelo y seré aparte de puta todo lo que tú quieras que sea para ti mi amor”
Él entonces sonriendo y devolviéndome el beso me dice:
-“Por ahora con eso me basta, más adelante vendrá más y serás tú misma la que me des tu aprobación para otras cosas que tengo en la mente para ti y para mi madre”
Estuvimos un rato tumbados los dos uno al lado del otro acariciándonos entre nosotros. Tras un rato de descanso sentí la necesidad de darle algo que no había dado a nadie y quería y deseaba que fuera él el primero y le dije:
-Raúl, para demostrarte lo que te quiero y lo que he consentido en ser tuyo hace un ratito, me gustaría que me hicieras y entregarte algo que a nadie se lo he dado y que nunca he hecho, pues a mi marido no le gusta y es…
No me dejo continua, pues él supo en seguida a lo que me refería, y me dijo:
-“Quieres que te folle el culo, ¿verdad, madrina?“
Yo entonces le contesté:
-“Estoy deseando de ofrecerte y que seas el primero en tener esta parte tan íntima de mi cuerpo, mejor dicho a partir de ahora de este cuerpo de tu propiedad, mi amor”.
Con una sonrisa en sus labios y dándome una palmada en mi trasero me dice:
-“Pues voy a darte ese placer, puta, ponte a cuatro patas aquí encima de la cama”
Me puse como me dijo. Se colocó de rodillas detrás de mí, me dio sus dedos a chupar y me los metió en el culo para dilatármelo. Como puede y con cuidado, logra meter su dedo índice hasta la mitad de él en el interior de mí recto y comienza a moverle en círculo, tratando de abrirme o dilatar un poquito mí agujero, luego mete otro haciendo lo mismo ya con los dos dedos. Así está un ratito y luego comienza a mover los dedos hacía dentro y hacia fuera, como si me le estuviera follando. Primero despacio, con el fin de que no me doliera, para después ir cada vez un poquito más deprisa. Yo sentí un fino dolor en la entrada de mi culito pero no quería que lo sintiera y parara de modo que ahogué un gemido cuando los introdujo dentro de mí. No me lo podía creer, por primera vez en mi vida alguien estaba haciéndome lo que tantas veces había pedido a mi marido que me hiciera y siempre se había negado. Y esa persona que me lo estaba haciendo era la que nunca en mi vida hubiera pensado que fuera hacérmelo, mi ahijado Raúl, entonces me dice:
-“Maribel, ya sé que eres virgen del culo, pues me lo has dicho, pero nunca pensé que le tuvieras tan estrecho, debe de ser un verdadero placer poder tener la polla dentro de ese túnel tan estrecho que tienes por recto. ¿De verdad nunca, ni siquiera tú marido, te han metido un pene en él?”
Yo un poco cohibida y avergonzada le contesto:
-“No Raúl, nunca me han metido un pene en él, soy virgen por esa entrada de mi cuerpo, y es más tus dedos es lo primero que me entra en él a excepción de algunas veces que he estado estreñida y me he puesto un a lavativa y para ello me he tenido que introducir la el pipote que traía. Y a parte de no habérmelo visitado nadie aún tengo muy estrecho mi agujerito y conducto (recto) pues cuando las heces son un poco dura y un poquito gruesas me cuesta mucho expulsarlas por él”
Mientras yo le digo esto él sigue hurgando en mi culo y me le prepara para dentro de un momento follármele por primera vez. Sacó los dedos y me los metió de nuevo en mi boca diciéndome:
-“¡Chúpalos, puta, saborea tu propio culo! “
Se los lamí con ganas y con mucho placer. Él se agachó y colocándose tras de mí, acerco su lengua a mi culito, se ayudó con sus dos manos y me abrió todo lo que pudo mis dos partes de mi culo, apareciendo ante él mi agujero negro palpitando de las ganas de sentirle dentro de él. Y metiendo su juguetona lengua dentro de mi agujerito comenzó a lamérmele y dándome tanto placer como la vez que me comió por primera vez en mi vida un hombre mi coño (que también fue él). Nunca me lo habían hecho, y fue increíble. Ya no pude controlarme más y empecé a gemir y jadear. Me lamía por dentro, era una sensación fantástica, pero no duró eternamente, me la sacó y me dio un azote muy fuerte en las nalgas; ahogué como pude un grito. Luego me dio otro, y otro, y otro más. Estuvo preparando mi ano al menos 15 minutos, pasados los cuales, creyó oportuno que ya estaba preparado. Entonces como seguía colocado detrás mío, me separó aún más mis piernas y acercando su tieso miembro a mi culo, no entró, sino que fue bajando por toda la raja de mi culo hasta llegar a la raja de mi coño, donde de un empujón me la entró de nuevo. Yo pensé que me iba a volver a follar por mi chocho pero me equivoque. Lo había metido allí para mojársele y lubricarle con los abundantes jugos que yo estaba echando y de esa forma a introducírmele en mi coño que me doliera menos. A la vez que hacía esto volvió a entrar los dos dedos que había tenido antes en mi culo y siguió haciendo los mismos movimientos que había estado haciendo mientras me los preparaba, pero a la vez dándome azotes cada vez más fuerte en mi trasero. Estaba a punto de decirle que por favor lo dejara ya, que me dolía mucho, pero no pude por las ganas que tenía que me desvirgara mi culito virgen. Después de esto saco sus dedos de mi culo acerco su boca de nuevo al agujero de mi ano y comenzó a lamérmele todo y a meter su lengua dentro de mi agujero, mojando y echando gran cantidad de saliva fuera y dentro de él. Tras esto, me sacó la polla de mi coño y acercándomela a mi agujero anal, puso su punta justo en él y cuando comenzaba apretar para entrármela me dijo:
-“¿Dispuesta, preparada?, comenzamos. Durante unos días vas a tener que andar toda abierta y vas a tener que usar un cojín para sentarte, pues te voy partir y a destrozar con mi polla este culazo que tienes “
Y dicho esto note algo grande y duro en la entrada de mi ano comenzando a presionar hacia adentro, y me puse muy nerviosa, tenía el culo bastante cerrado y sabía que me iba a doler mucho. Su polla se fue introduciendo poco a poco cuando entró parte de su puntita sin llegar aún a entrar su bola, me dolía mucho, entonces él al notarlo me dice:
-“¿Te duele Maribel?
Yo a punto de gritar y llorar y de no poder aguantar más el dolor le dije:
-“Sí mucho, pero por favor sigue, cuanto antes entre antes pasará todo”
Y sin espera más, tras oír mi ruego dio un golpe fuerte de caderas introduciéndome lo que aún quedaba fuera toda de golpe, ya la tenía toda la polla entera de un hombre dentro de mí.
No pude por menos que dar un grito desgarrador, el dolor que sentí en esos momentos era terrible y no pude por menos que gritar:
-“AAAAAyyyyy que doloooorrr, “Aaaahhhhh, joderrrrr, cabrónnn, que me haces mucho daño, joderrrrr, vete despacio que me rompes el culo, por favor despacio, despacio, date cuenta que es la primera vez, por favor Raúl, despacio, me haces daño por favor para, para, no siguas, me duele mucho, sabía que me dolería pero no esperaba que tanto, por favor para, no quiero seguir”.
El dolor había sido terrible. El no hizo caso a mis suplicas sino todo lo contrario pues parecía que mis ruegos le excitaban todavía más pero era como si todo eso le excitara todavía más. Y comenzó también a darme palmadas en mi culo quedándose quieto por un momento sin moverse dentro de mí , pero sin parar de darme azotes en mis dos glúteos me decía insultándome:
-“¿Te duele puta? toma polla por tu puto culo, golfa, no era eso lo que querías pues toma, ahora no te quejes y aguanta, recuerda que eres mi puta y me has dicho que eres mía para lo que yo quiera”
Pero el dolor que siento es tan grande que grito muy fuerte, sin pensar siquiera que me pueda oír algún vecino:
-“Diosssss, ahhhhh, ahhhh, joderrrrr, me rompes, me abresss, joderrrrr, te dije que pararás y que lo hicieras despacio cabronazoooo, me duele me duele muchooo, este dolor que me estas provocando, aaahhhhyyyyy que dolooorrrrr por Dioossss me estas partiendo en dooossss”
Entonces él me dice:
-“Tranquila Maribel, tranquila, joder que lo peor ya pasó, ya la tienes toda dentro y ahora solo hay que dar tiempo a que tu culo se dilate, tranquila ya verás como cuando tu culo se acostumbre a mi polla este dolor que sientes ahora se te convertirá en un placer que nunca podrás olvidar.”
Sus palabras hacen su efecto en mí y ya más tranquila y aguantando como puedo mi dolor le digo:
-“Perdona mi amor, no he debido pedirte que pares ya siento menos dolor pero por favor ten cuidado, me ha dolido mucho cuando me la has entrado toda, ten en cuenta que es la primera vez que me entra una polla por mi agujerito del culo, y encima tú tienes una herramienta de un buen tamaño y diámetro, pues es más grande que la de mi marido Pepe y él usa un buen calibre. Estate quieto un ratito mientras mis esfínter se hacen al grosor de tu polla, no te muevas aún mi amor, espera un poquito, sé que lo harás por mí, siiiiii, asiiiiiii, que gusto tenerla metida toda ella en mi culooooo ooooohhh siiiii…”
Y él me dice a su vez:
-“Estate tú también quieta un momento, no te muevas, dale tiempo, ya verás como también vas a disfrutar siendo enculada por mi polla“.
Yo le hago caso y durante un par de minutos no me muevo para nada. Poco a poco mi culo se fue adaptando al grosor de la inmensa polla y él me dice:
-“Ves ¿a que ahora está mejor?, ¿a que ya no duele tanto?”
Raúl entonces me agarra con sus manos justo bajo mis pechos y me atrae hacía su cuerpo y se coloca de tal forma que pueda realizar luego más fácilmente sus movimientos y evitar que su polla se salga de mi culo, prácticamente esta echado sobre mi espalda con su polla justo hasta su cojones y pelambrera dentro de mi culo. Me soba y juega mientras espera con mis pezones. Yo seguía sintiendo un dolor intenso pero ahora el placer que me estaba proporcionando con las caricias en mis dos pechos añadían una sensación extraña que mi cuerpo nunca antes había sentido y comenzando a gemir le dije:
-“Si ya paso un poco, ahora parece que no duele tanto., Mi amor ya puedes continuar, aunque me duele aún mucho, mis esfínteres ya se han adaptado al grosor de tu polla mi amor, pero por favor comienza a moverte despacio poco a poco y comienza el vaivén adentro y a fuera con delicadeza, por favor, siento que me estas partiendo mi culito, no sé si cuando me la saques voy a poder sentarme “
El hace lo que yo le digo y comienza a moverse con delicadeza dentro de mí y me dice;
-“Tranquila ahora voy a empezar a moverme, a follarte, pero lo haré despacio, muy despacio “.
A la vez que comenzó a moverse suave siguió con su mano en mi coño y comenzó a acariciar mi clítoris haciendo esto que el placer que me proporcionaba a masturbar mi clítoris hiciera que me mitigara los dolores que sentía en mi culo. Poco a poco cada vez se fue moviendo con más soltura hasta que al cabo de unos 10 minutos se movía dentro de mis esfínteres con toda facilidad entrándome dentro de mi culo sus 26 centímetros de polla en todo su grosor. Yo a esas alturas estaba ya muy caliente y la mezcla de placer y dolor que sentía, era algo que nunca antes había sentido y me hacía disfrutar muchísimo, entonces le comencé a decir:
-“Oooohhhh cariñoooo, siiiiii Diosss, ahoraaaa siiii siiiii, ahoraaa sí que me gusta, sigueee sigueeee no pareeeess, follameee cabroooonnnn follarmeee”
Yo estaba excitadísima y solo quería seguir sintiendo su polla rompiéndome mi culo, mientras el follaba mi culo con fuerza y por la excitación volvía azotármele diciéndome:
-“Puta, zorra, perra, pero que golfa llevabas dentro madrina. ¿Te gusta, ¿eh, puta? ¿Te gusta cómo te reviento el culo? Te gusta que te azoten, ¿eh, hija de puta? Pepe no te folla así, ¿eh? Zorra… joderrrr Maribeeel no te das por satisfechaaaa, como te gustaaaa, eres la tía más zorra que he conocido jamás, tan modosita y prudente que eres y ahora mismo estás haciéndolo como la mejor puta que haya en el mercado, Diossss que culoooo mas estrechooo tienes y que placer me estás dando guarronaaaa…”
Las embestidas que Raúl me daba por detrás cada vez se producían con más fuerza y violencia yo cada vez las disfrutaba más, y pedía y pedía más como una auténtica perra insaciable. Me volvieron los espasmos, señal inequívoca del placer que sus embestidas me estaba dando, yo sabía que ya otro orgasmo estaba cerca, él ya no me tocaba mi clítoris ahora sus manos se habían agarrado cada una a una de mis tetas las cuales las agarraba como si fueran las riendas de una yegua, y esa yegua era yo, que no pudiendo más, de nuevo comencé a gritar:
-“Diossss que gustooo, joderrrr como me lo haceeesss?, como eres capazzz de darme este placer?, joderrrr me estoy empezandooo a correrrrr… meee otra vezzzz, siiii, siiii, nunca me había corrido tantas vecesss seguidas, siiii, siiii… me vieneee… me vieneee… de nuevooo…”
Él también al oír mis gritos comienza a gritarme y a darme fuerte palmadas en mis dos muslos:
-“Toma putaaaa, quieres polla pues toma, tomaaa, te voy a llenar todo tu culo de leche, con la leche que ahora te voy a echar en este esplendido culo y la que ya te he echado antes en tu coño voy a preñarte, quiero llenarte de lecheee y te voy a preñarrr, que gusto da follarte putaaaa…”
Tras correrse dentro de mí permanece un rato echado sobre mi cuerpo sin sacarme su pene aún de mi culito, (totalmente dolorido y rajado). Su cuerpo hace que yo caiga de bruce sobre la cama y él encima de mí.
Tras un rato sobre mí, al final aparta poco a poco y con cuidado su pubis de mi cuerpo y suavemente me saca su gorda polla, sonando al salir como si hubiera destapado una botella de champagne. Entonces noto como empieza a salir por mi agujerito del culo, gran cantidad de semen mezclado con restos de mi propia mierda y de mi sangre, producida por el desgarro que con su aparato me ha hecho en mi culo virgen hasta entonces.
Me pregunto cómo me ha podido entrar una cosa tan larga y gorda como la polla de Raúl dentro de mi culito y lo que más me sorprende es con el placer y las ganas en que me he venido cuando me han llegado mis orgasmos. Yo estoy muy feliz de cómo me ha tratado mi joven amante, el placer que este hombre me ha hecho sentir a lo largo de la mañana y de estos días compensa cualquier agravio que me haya podido hacer con su trato. Para agradecérselo, le cojo de nuevo su polla aun un poco tiesa, aunque ya ha perdido parte de su rigidez que tenía cuando me perforaba mi culito. Y aunque esta toda llena de restos de su esperma y mi sangre y tiene pegada a ella, algunos restos de heces mías (pues esta mañana estaba un poco estreñida y no he podido evacuar todo lo que mi ano contenía, estoy segura que él con su gran polla lo ha estado machacando dentro de mí hasta hacerlo puré y por eso tiene ahora pegado parte de mis heces en su miembro), me la entro en mi boca aunque su aspecto sino estuviera tan caliente y agradecida a mi hombre sería repugnante y yo estando normal no sería capaz de metérmelo en mi boca semejante guarreria. Al ponerme de rodilla a su lado para cogerle la polla y metérmela en mi boca, me gotea por toda la raja de mi culo y piernas gran cantidad de los líquidos que me salen de mí culo. Me meto en la boca la polla y empecé a comérmela y limpiársela con verdadera devoción, deseaba tenerla dentro de mi boca, que tocara mi garganta y con mi lengua limpiarle por completo y tragarme todo lo que le iba limpiando aunque fuera asqueroso. Cuando acabe de limpiársela él de nuevo tenía su polla en plena erección, parecía mentira que acabara de correrse tan abundantemente en mi culo y que otra vez estuviera de esa forma. Yo al notar como se le iba hinchando continúe chupándosela hasta que note que se venía de nuevo dentro de mi boca y comenzó a decirme:
-“Siiiii joderrrr lo hacesss todo biennn, joderrr que bocaa que mamadaaa, me destrozasss la pollaaa, diosss, me vas a dejar secos los putos huevos, uhmmm, joderrrr que gustooo, me vengooo, me vengooo otra veeezzzz aaaahhhh tomaaaa tomaaa todooo mi espermaaa otra veeezzz…”
Mi boca enseguida empezó a notar las primeras gotas de lo que sería una gran corrida, corrida que me rebosaba por las comisuras de mis labios. Cuando la polla desalojo mi boca yo comencé a tragarme todo lo que me estaba echando en esos momentos en mi boca, y lo que no pude tragar, pues de la cantidad que era me atragantaba me empezó a correr de nuevo por la comisura de mis labios hasta bajar por mi barbilla y llegar a mis gordas tetas. Él cogió con sus manos y el semen que me caía en mis pechos comenzó a extendérmelo por todos ellos como si de una crema corporal se tratara.
Tras estos quedamos los dos tendidos en la cama, yo sobre su regazo con su pene fuera de mi boca pero tocando aún mis labios. Entonces él me dijo:
-“Maribel, nunca pensé que tuvieras el culo tan estrecho, incluso he sentido dolor al principio cuando te la he metido. Mi madre le tiene más dilatado que tú, aunque también da mucho gusto cuando la doy por el culo. Ten en cuenta que mi madre y mi padre siempre han practicado a partes iguales tanto el sexo vaginal como el anal, por eso de que su culito esté más dilatado que el tuyo. Pero no te preocupes, madrina dentro de poco tú le tendrás igual o más, pues van a ser muchas las veces que te entre una polla por él a partir de ahora y estoy seguro que te gustará y te dará tanto placer como ahora te da hacerlo por tu chocho”
Así permanecimos un buen rato, y luego me dijo, tienes alguna crema cicatrizante para que te dé un poquito en tu culito, para de esta forma calmarte el dolor y se te vaya cerrando la herida, con el fin de que mañana cuando vuelva , aunque sé que no voy a poder follarte por tu ano, al menos no tengas esos dolores que tienes ahora y podamos disfrutar de una follada tan buena como la de hoy por tu chocho, sin que el dolor de tu culo te prive de ello. Le di la crema y él con mucho cuidado me la fue extendiendo por todo mi culito, sintiendo al dármela un gran alivio. Cuando terminó miró el reloj y al ver la hora, me dijo:
-“Madrina, se me ha hecho muy tarde, tengo que irme, mañana volveré a la misma hora, estate preparada quiero que sigamos gozando los dos, te quiero mi vida, eres la mujer más maravillosa del mundo”.
Él entonces acercándose a mí y dándome un beso, que me deja sin respiración y nubla mi mente se despide y entonces yo le digo:
-“Raúl, que prisas tienes, mi marido no vendrá a comer y por tanto hasta las seis de la tarde no llegará. Porque no te quedas un ratito más, por favor y así con tu compañía se me alivia un poco más el dolor que siento en mi culito, pues me le has dejado hecho un desastre, no sé cuánto tiempo voy a poder tardar en sentarme normalmente, ni como lo voy hace para que mío marido no note nada esta tarde cuando vuelva.
Él me coge de la mano camino de la puerta y volviéndome a dar un beso en mis labios, me dice:
-“De verdad Maribel, no puedo quedarme más aunque realmente es lo que estoy deseando. No dejes de darte con la pomada una vez más después de la comida y otra vez cuando te acuestes. Mañana vuelvo y seguimos mi amor, te quiero”
Al día siguiente y volvió y volvimos hacer el amor como dos personas que no pueden pasar sin ello. Así durante los diez días siguientes, unas veces se marchaba a mediodía otras se quedaba a comer conmigo y marchaba un poco antes de que volviera mi marido. En estos días en los tiempos de descanso fue contándome cosas suyas, me dijo que hacía con sus amigos, como se llamaban y que algunos de ellos en más de una ocasión le habían comentado que les gustaba y que si pudieran les gustaría poder pasar unos buenos ratos entre mis brazos. Yo cuando me decía esto me ruborizaba y le reñía diciéndole que sus amigos eran unos descarados y unos sinvergüenzas, como él.
Continuará
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