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Categoría: Incestos

Soy la puta de mi ahijado (II)

A la mañana siguiente cuando nos levantamos, me dijo Pepe:



“Maribel llevo unos días que te veo muy excitada y ya no tenemos años para estar todo el día con ganas y follando, pues al menos yo no voy a poder hacerlo pues no tengo ya fuerzas para ello, quizás algún día que otro lo podamos hacer, pero en mientras cariño deberás calmar tu calentura masturbándote, hasta que esta racha de excitación se te pase”.



Yo al oír esto cerré la puerta del dormitorio de un portazo y me metí en el cuarto de baño donde de nuevo me masturbe. Cuando terminé, salí, me puse mis bragas y la batita de estar en casa y fui a la cocina esperando que mi marido estuviera desayunando, pero cuando llegue ya se había ido. Viendo mi enfado se había marchado sin desayunar, procurando no verme cuando saliera del baño, para evitar otra escena y riña. La verdad es que hizo bien, pues si no se hubiera marchado es lo que habría pasado.



Al ver que no estaba me aumentó el enfado y tome la decisión de aceptar la propuesta de José enrique, aunque una hora más tarde más calmada de nuevo dudaba si sería la decisión adecuada.



Desayune y esperé nerviosa a que dieran las 10:00 horas en la que había quedado en volver para la respuesta mi ahijado, a esa hora exacta, me suena el teléfono de casa, era él y al oírle me sube un calor grande a mi cara ruborizándome y me dice:



“Hola madrina, soy yo, habíamos quedado a esta hora, pero he pensado en darte aún un poco de tiempo más para que pienses tú decisión, cuando me la digas quiero que estés segura de ella”.



Tras decir esto me colgó sin esperar mi respuesta que ya todos conocen. Tras oír esto, ahora estaba segura que él sabía perfectamente mi estado de duda, excitación y nerviosismo, y con esto conseguía que yo me excitara más y deseará más que estuviera pronto en mi casa. Pero quería impacientarme y hacer que le deseara más y así me tuvo haciéndome esperar casi una hora más, pues hasta las 10:45 no llego. Yo desde que me había levantado no había dejado de pensar en él y eso hacía que estuviera muy caliente y excitada y tuve que acariciarme y aplacar mi calentura masturbándome en dos ocasiones, pero esta vez lo hice en el salón una y la otra en la cocina, para que él no me viera y no se enterará de lo caliente que estaba y mis deseos de verle. Mientras llegaba yo me fui a mi cuarto y me cambie de ropa, deje la bata habitual de estar en casa por otra más corta semitransparente de esas que enseñan pero que a la vez el tejido no deja ver claro lo que se esconde bajo él y decido seguir sin sujetador y quitarme mis bragas, dejando mi coño libre y con toda mi gran pelambrera al aire y a la vista de cualquiera que me pueda ver. Quiero que él cuando me vea no tenga dudas de mi decisión, aunque jugaré un poco con él diciéndole que aún estoy indecisa, que no se, que… para que sea él o al menos crea que haciendo un poco de hincapié acaba seduciéndome y yo entregándome a él.



Al abrirle, pasa directamente al salón sin esperar siquiera a que le invite hacerlo y según va dirección a esta estancia me va diciendo:



“Madrina, te he hecho caso y he ido a clase esta mañana, por eso te he llamado que te daba un tiempo más para que tomaras tu decisión. Como ves no quiero apurarte y deseo que la decisión que tomes la hayas meditado y estés segura de ella para luego no echarte para atrás, pues estoy seguro que dirás que sí, por eso traigo una botella de Cointreau y un cartón de zumo de piña para celebrarlo”.



“Pepe se marchó temprano y no sé si vendrá a comer, pues no me ha dicho nada, de todas formas hasta las 2:00 de la tarde no suele venir a comer, pero Raúl no puedo hacer lo que me pides, tengo una lucha interna desde ayer cuando me lo propusiste dentro de mí , por un lado lo deseo y es verdad que tú me atraes y que siento algo diferente al cariño que te he tenido hasta ahora hacía a ti, pero por otra pienso en mi marido y no puedo hacerlo, compréndeme es tan difícil tomar una decisión”



Él se acerca a mí y acerca su cara a la mía para darme un beso, haciéndolo muy cerca de mi boca, al hacerlo se aprieta a mí y siento en mi muslo algo duro y grande tocándome. Yo me imagino que es y eso hace que me ponga muy colorada y separándome de él, con toda la intención para que pueda apreciar mi cuerpo bajo mi batita le digo con voz mimosa:



“Parece que bienes muy cariñoso, ahijado”



Y él me contesta sin poder apartar su vista de mi cuerpo, que estoy segura está apreciando y viendo perfectamente bajo mi bata:



“Tú me pones así, madrina y más cómo vas hoy vestida. Estoy seguro que Pepe no vendrá a comer, pues ya he visto el enfado que han tenido y como él ya te ha dicho que no tiene fuerzas para darte en el tema sexual todo lo que tú necesitas para calmar tu calentura, por eso Maribel no seas tonta y decídete a estar conmigo, te daré todo lo que tú marido ya no te puede dar sexualmente y además ya he visto su polla y no la compares con la mía, pues al menos es de dos a tres centímetros más larga que la suya y de lo mismo ocurre con su grosor. No seas tonta conmigo vas a disfrutar y gozar como con nadie lo has hecho en tu vida y dejarás de tener que masturbarte cómo has tenido que hacer anoche y esta mañana en el cuarto de baño, salón y cocina”



Cuando dijo esto me di cuenta que no solo había colocado cámaras en mi dormitorio y baño sino que las había puesto por toda la casa y que me había estado viendo todo el tiempo y por eso sabía todo lo que había pasado entre Pepe y yo y lo necesitada que estaba de polla y las veces que me había tenido que masturbar para calmar mi calentura. El oír esto hizo que me ruborizara, pues me había cogido y visto en mis estados más íntimos incluso orinando, cagando y masturbándome.



De nuevo se acerca a mí y me coge por la cintura y se vuelve a pegar todo lo que puede a mí, pero esta vez de frente dando su paquete directamente sobre la parte de mi batita que está encima de mi sexo y pelambrera este contacto hace que me caliente aún más de lo que estoy y comienzo a notar como empiezan a fluir jugos dentro de mi vagina y a mojar mi sexo. El trato de darme otro beso buscando mi boca, que yo esquive, pero que al final consigue dármelo esta vez en la comisura de mis labios, me deje y cogiendo la botella de Cointreau y el cartón de piña, me suelta y me dice:



“Espérame aquí, voy a la cocina a preparar dos combinados, quizás el beber té anime a decidirte “



Yo le hago caso y le espero en el salón sentada en el butacón que da directamente al pasillo que da a la cocina, con la intención de que a su vuelta pueda ver perfectamente (me he colocado en una posición en que tengo mis piernas semi abiertas) toda mi entrepierna, apreciando mi gran mata de pelo rodeando toda la rajita de mi gordo coñito.



Él prepara los dos combinados, y en el mío me hecha unas gotas de un líquido afrodisiaco, que ha cogido en el laboratorio de la universidad donde hacen las prácticas los estudiantes de veterinaria (carrera que él ha comenzado hacer), y es un brebaje que se da a los animales para encelarles para que preñen a las hembras, pero que actúa igual en ambos sexos, de esto me he enterado después y me dijo que es bastante fuerte y por eso me echó solo unas gotitas. Con el fin de que le ayude a calentarme y que caiga en sus brazos por voluntad propia ayudada un poco por sus manejos y dotes de seducción (el pobre no sabe que no hubiera hecho falta pues estaba decidida esa mañana a ser suya por completo, cosa que decidí al volver del baño y no encontrarme a mi marido en la cocina desayunando). Cuando vuelve con la bandeja y los dos combinados, los pone en la mesita baja que hay delante del sofá y los dos sillones. Yo al verlo venir he comenzado a mover mis piernas, abrirlas del todo y luego semi cerrarlas para que pueda apreciar bien mis muslos y mi coño gordo y peludo. Se acerca a mí y dándome su mano me dice:



“Ven madrina sentémonos los dos mejor en el sofá así estaremos juntos y más cómodos”.



Me levanto y me siento en un lado del sofá, él se sienta a mi lado y me ofrece uno de los vasos. Yo doy un trago y noto como me pasa a lo largo de mi garganta hasta mi estómago, el me mira a la vez que hace lo mismo con el suyo. Yo al sentirlo junto a mí y sentir el calor de su pierna pegada a la mía siento como recorre un escalofrío de placer por todo mi cuerpo y noto como se me moja más y más mi concha. Yo entonces recuesto mi cabeza en su hombro y le digo:



“Todo esto es una locura, no debemos de hacerlo, por favor mi niño, por favor no sigamos “



El me mira y ve mis tetas sueltas bajo mi bata, me besa en la frente y cogiéndome con sus dos manos mi cara me da un beso con su boca abierta en la mía, y yo al sentir sus labios apoyarse en los míos la abro y dejo que me entre su lengua dentro de mi cavidad bucal y recorra toda la geografía interna de mi boca con ella. Yo haciéndome la fuerte, no participo en el beso, solo le dejo actuar a él, aunque en realidad me apetecía muchísimo haberle comido allí mismo. Entonces deshaciendo de nuevo el beso le digo:



“Raúl, por Dios no hagas eso, eres como si fueras mi propio hijo y me estas besando como si fuéramos amantes, además no sé cómo puedo atraerte con lo mayor que soy. Imagínate que ella se entera de todo esto, que explicación le vamos a dar”



“Ya te he dicho en varias ocasiones durante estos días, que a mí las mujeres que me gustan son las maduras y tú madrina la que más. Si madrina siempre me has gustado mucho y cada vez que te veo me caliento mucho y no puedo por menos luego cuando estoy solo masturbarme pensando en ti. Y a raíz de esto, puedo decirte que no te preocupes de que se entere o no mi madre, pues ya lo sabe. Pues me cogió ayer masturbándome viéndote desnuda mientras te cambiabas para tú marido y después la enseñe el video que tú vistes ayer y se alegra mucho que te desee y que tú tengas los mismo sentimientos hacía mi y…”



Yo le corto entonces y le pregunto:



¿Qué, que tú madre ha visto el video en el que se me ve desnuda y en el que tú después me follas, estando yo dormida, y dices que está de acuerdo con ello?, no me lo puedo creer, eso lo dices para que me entregue definitivamente a ti, no es posible que sea verdad.”



“Es verdad, madrina y además recuerda que te dije que he estado con mujeres maduras y he follado con ellas y que algunas de ellas incluso las conoces, pues una de esas que conoces es mi madre, tu íntima amiga María Jesús, si llevamos al menos un año que somos amantes y estamos cometiendo incesto y le he dicho que deseo hacerlo con mi hermana, que como sabes es dos años mayor que yo y está dispuesta a ayudarme a conseguirlo, con tal de que no deje de hacerlo también con ella y es lo mismo que me ha pedido si al final consigo hacerlo contigo Maribel”



Yo entonces sorprendida por lo que acabo de oír digo:



“Dios mío, Raúl, nunca pensé que fueras tan depravado que incluso cometieras tu madre y tú semejante pecado, por Dios, la verdad que no esperaba esto”



Él entonces se echa sobre mí y volviéndome a besar, me dice:



“No continúes haciéndome sufrir más madrina, sé que te gusto y que me deseas, sino no te habrías hoy vestido de esa forma enseñándome todo tu cuerpo y encima sin nada debajo sabiendo que yo iba a venir. Además he venido observando y he visto como me miras y el deseo que desprende tus ojos y como no quitas la vista del bulto que tengo bajo mis pantalones. Deja de pensar en mi madre, en tu marido y todas las demás personas, libérate y goza, te lo mereces y yo quiero darte ese placer que llevas tanto tiempo sin sentir”



Se aparta de mí y se quita su camiseta y después se baja los pantalones juntos con sus calzoncillos, dejando al aire y a mi vista la polla más hermosa que haya visto en mi vida, la tiene erecta, tiesa y dura, es larga y gorda, bastante más que la de mi marido y me parece al tenerla delante aún más grande y hermosa que la que pude verle en el espejo y ayer en el video, y no puedo reprimirme y le digo con admiración:



“Dios santo, Raúl lo que tienes entre tus piernas, que hermosa es tu polla si la tienes casi tan grande como la de un caballo, bueno he exagerado un poco , pero al menos sí que te mide sus 25 o 27 centímetros de larga por 7 u 8 de diámetro de gruesa, no me extraña que las chicas se asusten al vértela me has sorprendido hasta a mí que estoy acostumbra a la de mi marido que es también grande y hermosa (24 x 6 centímetro), pero no tanto como la tuya”



Yo diciendo esto alargue mi mano y se la acaricie y sentí el calor de ella en mi mano, su palpitar y sus gordas venas hinchadas. Él se me acerca y cogiendo con sus manos el cinturón de mi batita lo desata y abre la misma apareciendo mi cuerpo completamente desnudo ante él. Lleva sus manos a mis hombros y va deslizando la bata todo lo largo de mi cuerpo quedando completamente desnuda cae la batita al suelo. Acerca sus manos a mis grandes pechos y comienza a tocármelos y a jugar con sus dedos en mis aureolas y pezones. Me pasa una de sus manos por mi cintura y me atrae a él dándome un beso al que esta vez sí le correspondo uniendo mi boca a la suya, introduciendo mi lengua en su boca y pasándonos nuestras salivas nos besamos con pasión, yo no he dejado en ningún momento de sujetar con mi mano derecha su miembro que ahora comienzo a masturbar lentamente. Por fin me estoy entregando a él sin ser necesario decírselo de palabras, le tiro de su polla y sin dejar de besarnos nos dirigimos hacía mi cuarto, donde aún desecha de la noche la cama y con el olor de los cuerpos de mi marido y mío, nos tumbamos en ella, yo de espalda abierta completamente de piernas y él entre mis piernas apuntando con su erecta polla hacía mi conejo, se inclina y acerca la punta de su lanza a los labios de mi concha y comienza a pasarme su duro miembro arriba y debajo de mi rajita entreteniéndose un rato cuando llega a mi clítoris con el que juega con su glande produciéndome un placer intenso, no pudiendo reprimirme le digo:



“Si, si mi niño, si te deseo, te quiero deseo ser tuya, por favor no esperes más entiérramela, entiérrame tu verga, quiero tenerla dentro de mí, por favor la deseo, aaaahhhh que placeeeer me estás dando con la caricia de tu verga sobre mi clitoriiisss… aaaahhhhaaaa ooooohhhhh”



Él entonces se dispone a introducirme su pene en mi coño, como le he pedido, pero cuando va hacerlo le digo:



“Espera, mi niño, ponte un preservativo, espera un momento que lo coja de aquí de la mesilla de Pepe, que tiene una caja de ellos. Pues estoy en mis días fértiles y no quiero que me dejes preñada, ya corrí ayer ese riesgo y no quiero tentar hoy de nuevo a la suerte”



Le doy el preservativo y él lo toma, pero me dice:



“Madrina, por favor es la primera vez, déjame hacértelo sin preservativo, quiero sentir tu vagina en contacto directo con mi pene y aunque lo sentí ayer, pero no es lo mismo, dado que tú entonces no participabas plenamente al estar dormida sin embargo hoy si y quiero sentir el roce de mi sexo en tus paredes y que tú sientas mi semen al correrme dentro de ti”



“No Raúl, si quieres hacerlo tendrás que ponerte el preservativo sino solo haremos roce y toqueteos, pero no puedo dejarte que vuelvas a correrte dentro de mí y menos en estos días en que estoy ovulando y corro el peligro de poder quedar preñada, venga no tardes tanto póntelo ya y fóllame, joder no tenías tantas ganas, por favor hazlo no esperes más vas a conseguir que me enfrié”



Él se comienza a colocar el preservativo y a la vez me dice:



“De acuerdo, me le pondré, pero ya verás cómo antes de que acabemos eres tú misma la que me pides que me lo quite al querer sentir mi leche bañándote el interior de tu vagina”



Tras decir esto apunta su polla hacía mi raja y presionando un poco, entra todo su glande dentro de mí y después se deja caer sobre mi cuerpo introduciéndome todo de golpe su impresionante verga, llenándome por completo, he ido sintiendo como según iba entrándome me iba rozando todas las paredes de mi vagina, ha sido sensacional el placer que he ido sintiendo al irme rozando su polla a medida que me iba penetrando, ahora la noto como su punta me llega hasta la misma entrada de mi útero. Él se queda un ratito quieto sobre mí y me dice:



“Madrina, no pensé que pudiera entrarte toda entera, veo que tienes tu coñito bien acostumbrado a las pollas gruesas ¿Cuántos hombres te han metido su verga dentro de tu vagina?, deben de haber sido bastante o los que lo han hecho la debían de tener bastante gordas ¿no?”



Yo emitiendo a la vez gemidos de placer le digo:



“Tú eres el segundo hombre que me penetras, aaahhhh… oooohhhhh solo me ha penetrado antes aaaahhhhh siiiiii, siiiii mi maridooooo, pero ya te digo que él también la tiene grande y gorda, no como aaaaaahhhh la tuyaaaa pero también estaaaa bien aaaaahhhhh armadoooo oooooohhhh, dejaaa de hablar y comienza a moverte quiero que me folles mueveteeee siiiii mueveteee ya con todas tus ganas quiero correrme y que tú hagas lo mismoooo”



Él comienza a moverse con un mayor ritmo a la vez que no deja de sobar mis tetas, me las acaricia, juega con sus dedos en mis pezones y después con toda su mano me los aprieta una y otra vez. Esas caricias en mis pechos me están volviendo loca, yo me estoy calentando muchísimo y me pregunto cómo es posible que este en ese estado de excitación (pues no sé aun que en la bebida me había echado las gotas de afrodisiaco, y estas ya están haciendo su trabajo en mi cuerpo) estoy súper salida y le grito:



“Muévete, muévete más deprisa mi amor, sigue, sigue folla a tu madrina, folla a esta puta que tanto has deseado, sigue, sigue no pares, así, asiiiii oooooh que bien me lo estás haciendo oooohhhhh mi amor sigueeee, si te pudieras correr dentro de mí y no me preñaras, que lastima tener que hacerlo con el preservativo, sigue, sigue por favor no pareeeessss”



“Te gusta madrina, te gusta como te follo, disfruta madrina disfruta, aaaahhhhh que gusto me estás dando madrina, quieres más, quieres más madrina, ¿eh, eh? Y te lo querías perder, muévete tú también sube tu pelvis para arriba a la vez que yo empujo con mi polla para dentro, muévete, muévete putaaaaa, siiiii asiiii, asiiiii. Te gusta, te gusta madrina, te gusta ¡he! te gusta putita dímelo , dímelo dime si te gustaaaa…”



Él seguía follándome con todas sus ganas y yo le contesto a su pregunta:



“Si cariño, siiiii, me gusta mucho como me lo haceeesss, mi marido cuando me folla me folla bien pero no llega ni mucho menos a como tú me lo estás haciendo, mi amor, sigueeee, sigue y no pareeees sigue, sigue por favoooor dame fuerte asíiiii asiiiiiiii, ooooohhhhh que placeeeer, joder si no tuvieras puesto el preservativoooo, que placer sentiría , estoy sintiéndolo con él de modo que si me rozaras con tu carne seria el apoteosis, siiiiiii como me gustaría sentirla sin nada por mediooooo, ooooohhhhh aaaaahhhhh que placeeeerrrrr mi niñoooooo”



“Madrina, yo también quiero sentir bien las paredes de tu coño por dentro, déjame quitármelo, si tú me acabas de decir que también te gustaría, déjame quitármelo, por favor, déjame quiero correrme dentro de ti y sentir el contacto de nuestras carnes rozarse una con la de la otra, por favor déjame quitármelo, veras como no pasa nada madrina, déjame. Madrina quiero que sientas mi verga hirviendo por ti en tu concha y yo sentir tu concha que está hirviendo y huele tan fuerte por lo caliente que estas mi puta… estoy muy caliente y necesito ese contacto con el interior de tu coño, joder Maribel es que no lo quieres tú también, pues déjame que me quite el puto preservativo que solo hace estorbar”



“Mi vida sería un peligro mi cielo, estoy en mis días fértiles y ovulando”.



Yo sigo muy excitada hasta el extremo de ni siquiera enfadarme al llamarme él puta. Ya fuera de mí y muy caliente y excitada llevo, sin darme siquiera cuenta de lo que hago, mi mano hasta la entrada de mi coño y toco la parte que entra y sale de su polla de él. Entonces él a notar mi mano, sin preámbulo ni cuidado ninguno se sale de un tirón del interior de mi coño, produciéndome un poco de dolor al no haber ido con cuidado. Al tener su polla fuera yo la cojo con mi mano y la acaricio, noto el preservativo apretado en su instrumento, este parece una barra de acero de lo dura que esta....él entonces con su boca me chupa mis labios y comienza a bajar hacía mis grandes tetas que aprieta con sus manos y con sus labios chupa y muerde mis pezones gordos y que los tengo duros por la excitación, deja estos y chupa y muerde todas mis pechos, incluso haciéndome daño y le digo:



“Cariño, no me los aprietes, ni me los muerdas me vas a marcar las tetas mi cielo y después mi marido se preguntará que porque los tengo marcados”



“Madrina quiero sentir tu coño sin nada puesto, quiero correrme dentro de ti, por favor déjame que me quite el preservativo”



“Dios mío que peligro mi vida…“



Pero al decir esto, sin darme cuenta empiezo a quitarle yo misma el preservativo, y al hacerlo siento el calor de su polla limpia de impedimentos, y entonces sin pensar en las consecuencias le grito:



“Si, si mi amor, quítatelo, yo también quiero sentir tu carne rozar la mía y quiero, no solo quiero, sino que necesito que te corras dentro de mí y sentir el calor de tu semen cuando me inundes, no me importa estar en los días fértiles, estoy loca lo sé , pero me da igual si me preñas lo que quiero es seguir gozando y llegar al máximo contigo follándome , rápido y vuelve a follarme de nuevo ya limpio de obstáculos, date prisa yo misma te he quitado ese puto preservativo, quiero sentir tu polla en mi coño, date prisa por favoooor.”



Yo aún con el preservativo en mi mano lo aprieto y lo tiro al suelo y sin esperar ni mirar donde ha caído. Él entonces coge de nuevo su verga y llevando la punta de ella a la entrada de mi raja y sin preámbulo alguno aprieta de nuevo sin nada de tacto y cuidado y de un solo golpe me penetró de nuevo llegando con la punta de su instrumento hasta la misma entrada de mi útero. Se queda unos segundos quieto y aprovecha para con sus manos abrirme mis piernas todo lo que soy capaz de abrir forzando mis muslos, y cuando acaba de hacer esto y ve que las mantengo como él quiere y me las ha puesto , comienza de nuevo a follarme con un mete y saca a un ritmo rápido y decisivo que me vuelve loca de placer, consiguiendo que en menos de un minuto yo alcanzara un tremendo orgasmo y no pudiéndome reprimir, apretándolo con fuerza con mis manos en su espalda y atrayéndolo todo lo que podía hasta pegarlo completamente a mi cuerpo, le gritaba:



“siiiiiii, asiiiii, sigue asiiiiii, muévete como sabes, como antes mi amor, sigueee, sigueee oooohhhh aaaahhhh ¡Qué bien me follas! ¡Cómo me gusta tu verga! ¡Sigue así, asíiiii, asiiiiiii mi ninó, sigueee, sigueeee Rauuul! ¡Fóllame, quiero que lo hagas y quiero ser tu puta!, ¡eres mi dueño! Te quieroooo… siiii… sigueeee. AAAAhhyyyy mi amoooor, me… meeee… vieeeneeee… voy a corrermeee… sigueeee… sigueee, no pareeesss… sigueee… siiiiii siiiiiii destrozameee, follameeeee, me corro cabrón, me corro cabrón, la quiero todaaaa todaaaa… Me vengo me vengo mi hijito, por favor clavame ese pingon para sentirte hasta los huevos llenando mi coño de mujer casada, el coño de tu querida madrina, Si, si mi amor, mi dueño machácame destroza este coño que es solo tuyo, eres su dueño… siiiiii como me haces disfrutar… siiiiii… quiero que me folles… quiero que te corraassss dentro de miiiiii… siiiiii… quiero queee… meee… preñeeesss… siiii… que me preñeeesss… siiiiiii… mi amooor…”



Mi ahijado, seguía bombeando mi coño sin parar, como si no oyera mis suspiros y palabras y no se diera de mis orgasmos. Entonces Raúl ahora coge una de mis piernas y se las pone encima de su hombro y la otra con la otra mano me la abre y la sujeta contra la cama, parece un toro bravo, con los huevos gordos y grandes balanceándose como dos cocos y golpeándome en mi culo. Esta postura hace que sienta más placer aún y me enloquece pues mi ahijado cada vez que empuja su polla hacía dentro me roza mi clítoris y siento también en ese momento su verga entrar y salir en mi raja, estoy a punto de perder el sentido del placer que estoy sintiendo. Entonces él comienza hablarme, siguiendo empujando y follándome con fuerza a la vez que me dice:



“Te gusta Maribel, estas disfrutando, es esto lo que esperabas, siii, siiii, dimelooo a que es esto lo que te gusta zorra asquerosa, guarraaaa… vas a tener una mañana que nunca olvidarás golfa, te voy a destrozar ese coño y ese culo a pollazos, ya verassss, joderrrr putaaa joderrrrr que gustazoooo me está dando tu coñito, este coñito que tanto he deseadooo… que placer siento al rozar mi polla con las paredes de tu vaginaaaa… no sé cómo ese cabrón de tú marido no quiere follarte a diario con lo buena que estas madrina. Dios te voy a llenar de lecheeee, aunque aún falta para que me corra, quiero hacerlo cuando tú lo hayas hecho infinidad de veces y no puedas mas y me lo pidas, diossss… qué rica estaaasss… como me gusta correrme dentro de una madurita tan buena como tú y que aún se pueda quedar preñada.



Yo seguía disfrutando y enlazaba uno tras otro orgasmo, era magnifico. Así estuvo cerca de otros diez minutos, cuando de pronto aumenta el ritmo de su follada y me dice: “Maribel, madrina, me está llegando me voy a correr prepárate a recibir mi leche, si ya falta poco para que sientas mi leche por primera vez dentro de ti”



Al acabar de decir esto sigue bombeando durante un momento , pero en pocos segundos noto como se tensa y se queda quieto encima de mí, pegándose más a mí, quedando su larga verga toda dentro llegando al fondo de mi vagina pegando con su puntita en la entrada de mi útero y dando un fuerte empujón comenzó a correrse dentro de mí, inundándome por dentro de la gran cantidad de esperma que me estaba echándome y entonces agarrándose fuertemente a mis tetas y apretándolas con todas sus fuerzas haciéndome daño (pero no me importa) comenzó a decirme gritando:



.“¡Toma madrina putaaaa, quieres verga pues tomaaa, tomaaaa siiii… jodeeerrrr como me gusta follarteee… siiiiiii, eres una putaaaa… la mejor puta del mundo Maribel aaaaa, eres una pedazo de zorraa… te voy a bañar en lecheeee y te voy a preñaaaarrrr que gustooooo da follarteee siiii quieroo corrermee dentro de tiiiii, te voy a llenar ese coño de lecheee… puta asqueroosaa, tomaaaa… tomaaa… yaaaa… yaaaa estaaa aquiiiii… tomaaaa… tomaaaa, lecheeee… quiero que te entreeee hasta dentroooo… siiiii hasta tu úteroooo…. quiero preñarteee…”



Yo al sentir su semen caliente en mi interior me viene de nuevo una gran orgasmo y no puedo reprimirme, comienzo a tener una serie de espasmos, característicos llegada del orgasmo. Corriéndome finalmente me corro como nunca, moviéndome y chillando como nunca, como una posesa como loca y gritando diciendo:



¡Me voy, me voy, diosss, me vieneee, me vienee! ¡siiiii… ya esta aquiiii… ¡aaarghhhh! Me corroooo… Siiii siiiiii destrozameeee, follameee, me corroooo cabrón la quiero toda dentrooo… todaaaaa… sigue corriendoteee tu tambiénnn… preñameee… cabronnn… preñameee quiero un hijo… quiero que me hagas un hijoooooo… corrretee dentro de miiii…”



Tras su explosión de placer él se dejó caer sobre mi cuerpo, quedando con su cara sobre mis pechos. Yo pensé que tras su corrida se saldría y descansaría, pero no fue así se estuvo un ratito sobre mi y de nuevo comenzó a besarme y a sobar todas las partes de mi cuerpo, me apretaba mi culo, mis tetas succionaba mis pezones, como queriendo sacar leche de ellos, yo notaba que su pene no se había aflojado, y de nuevo comencé a calentarme, le pasaba mi mano por su espalda y le acariciaba hasta su culo y con los músculos de mi vagina jugaba con ellos actuando sobre su polla, veo por su cara de placer que esta caricia con mis músculos vaginales le esta encantando y gustando. Con mucho cuidado y sin sacarla me fue dando la vuelta y de nuevo me puso de espalda sobre la cama, me colocó de lado y el también y frente a frente nuestros cuerpos, sin sacarla, la notaba dura aún dentro de mí, de nuevo me acariciaba mi cuerpo, mi culo, el interior de mis muslo, subía hasta mi monte de Venus y acariciaba mi pelambrera toda mojada, con su boca cogía mis pezones que chupaba con fuerza casi produciéndome dolor. Todo esto mientras nos recuperábamos los dos y entonces, se me viene a mi pensamiento mi amiga Mª Jesús y le pregunto:



“Raúl, ¿has disfrutado? ¿Estás contento? Dime la verdad, con sinceridad ¿Te gusta mi coñito mi niño? ¿Es mejor que el de tu madre, mi amiga Mª Jesús?, ¿Cómo la tiene ella?, aunque llevamos siendo amigas toda la vida nunca, no nos los hemos visto la una a la otra y ahora me ha surgido esa curiosidad”.



No sé porque en esos momentos me vinieron unos sentimientos de celos de que él estuviera y fuera el amante de mi amiga, de su propia madre y quizás por eso le estaba preguntando esas cosas. Él entonces, a la vez que sigue acariciando mi cuerpo lleva su mano hasta mi mojada entrepierna y comienza a jugar con mi clítoris comenzando a masturbarme, sin sacar su polla del interior de mi sexo, a la vez que va contestando a las preguntas que le he hecho diciéndome:



“Si madrina he disfrutado muchísimo y llevaba mucho tiempo deseando que esto pasara y tienes un coño precioso y me gusta muchísimo, es jugoso, gordo y tiene el tamaño idóneo pues se adapta muy bien a mi verga. Pero no te diré nunca si me gusta más que el de mi mamá o el de otra cualquiera de mis amantes, eso solo yo lo sabré. Te diré de verdad madrina, que mi mamá lo tiene muy estrechito pues según me ha dicho ella misma ,mi padre la tenía muy chiquita y delgada por lo que no se la ha dado de sí en su etapa que duró su matrimonio (hasta que mi padre murió). Cuando se la metí mi polla, por primera vez, la hice bastante daño desgarrándosele y haciéndola sangrar bastante. Pero ahora ya se ha acostumbrado al tamaño de ella y poco a poco se lo voy abriendo y dando de si para que no sienta molestias en su chochito cuando la penetro y la verdad, madrina ella goza mucho con él dentro “.



Yo a medida que mi ahijado me va diciendo esto pienso para mis adentros:



“Como una mujer como Maria Jesús, con esa educación (las dos estudiamos en el colegio de monjas de nuestro pueblo) y de clase social tan alta y siendo tan religiosa ha podido sucumbir a esto y entregarse a su propio hijo cometiendo un pecado tan fuerte y grande como es el incesto. Porque yo al fin y al cabo no soy familiar y esto aunque para mi sea como un hijo, ante Dios y todos los demás no es incesto, aunque si adulterio, pero lo de Mª Jesús, con su propio hijo, es muy fuerte”



Mi ahijado no deja de masturbarme, yo aunque agotada por el esfuerzo realizado hace unos momentos, sigo sintiendo muchísimo placer, y tengo muchas ganas de seguir, no sé qué es lo que me pasa lo excitada que estoy (después como ya he dicho antes supe que Raúl me había echado el afrodisiaco), yo nunca había sido tan caliente, . Si yo normalmente con un polvo y una corrida tenía bastante ¿Qué es lo que me estaba pasando con este niño que me tenía y mantenía así de excitada?. Él continúa diciéndome:



“Madrina, se que tienes miedo, dado que estas en tus días fértiles, hayas podido quedar preñada por hoy y lo del otro día, de tu propio ahijado, pero a mí me gustaría y no sufras pensando en eso. No lo pienses si quiera, si llega y se produce ya tendremos tiempo de ver que se hace madrina. Seguro que tú marido nunca sospechará que no es suyo, pues tú nunca hasta ahora has estado con otro hombre que no sea él y menos va a sospechar que estas en ese estado por la leche de tu propio ahijado, tranquila no te preocupes más y sigue disfrutando. Me vuelves loco madrina y con las ganas que he tenido siempre de ti y al fin te he tenido hoy. Estas hirviendo de caliente y tú coñito no para de echar líquidos, ¿te gusta que te haga esto?



Yo muy excitada le contesto:



“Si, si me encanta, pero sigue, sigue tocándome ahí, no pares por favor”.



Él me hace caso y continua su caricia en mi raja y con la otra mano agarra mis pechos, sobándomelos, apretándolos, acerca su boca a ellos y comienza a chuparlos y morderlos, produciéndome un placer infinito y muy difícil de describir, deja por un momento el pezón que tiene en su boca y me dice:



“Joder madrina que tetas tienes, me vuelven loco, te voy a joder en todas las posturas, voy a sacar de dentro de ti, lo puta que eres y que llevas escondida”



A todo esto no deja de masturbarme ahora de que ve que estoy a punto de llegar a otro orgasmo mueve su mano con más ritmo. Suelta el pecho que tiene sujeto con la otra mano y con esa mano aprovecha para darme palmadas en mi culito. La verdad es que me dolían sus palmadas, pero mi estado era tal de calentura que no le decía nada para que no parará su caricia masturbadora en mi concha, él también debía estar bastante excitado pues de nuevo desde hacía unos minutos a parte de acariciarme mi clítoris se estaba moviendo con su polla a dentro y fuera de mi almejita. Al ver que yo callaba y consentía incluso sus nalgadas en mi culito, agarrándome fuerte de mi culo , aumentó otra vez un rápido mete y saca que como las veces anteriores me hicieron enlazar una serie de orgasmo que hicieron que mi placer fuera inmenso, nunca había estado tan bien y disfrutado tanto. Él seguía dale que te pego a mi coñito no paraba, esta vez tardaba más en correrse aunque por la rapidez de sus embestida yo adivinara que buscaba con ganas su corrida al fin note de nuevo con su esperma el interior de mi vagina, pero esta vez no acabo de correrse dentro, sino que sin avisar de golpe se salió de mi y cogiendo en sus manos su hermosa polla y sacudiéndola sobre mi cuerpo, unas cuantas de veces, comenzó a echarme chorros de su esperma llenándome todo mi cuerpo de su leche, no sé cómo podía tener tanta , tras haberse corrido anteriormente, unos chorros cayeron sobre mi cara dándome en los ojos y boca, otros chorros sobre mis pechos y barriga, él no me dejó limpiarme , solo dejó que me quitará la corrida que había caído en mis ojos y que le limpiara su verga a medida que iba perdiendo no mucha dureza pues aunque un poco más floja aún presentaba una seria dureza.



Cuando acabó, de nuevo me dio las gracias y me contó:



“Madrina, cuando me dijiste que lo hiciera con el preservativo me contrarié un poco, pues yo estoy acostumbrado hacerlo sin él, pues la verdad es que yo siempre me corro dentro de la mujer con la que estoy follando, y esta vez madrina me he corrido abundantemente dentro de ti porque hacía mucho tiempo que te deseaba y quería que esto ocurriera y porque desde que estuve el otro día a visitaros la primera vez desde hacía tanto que no venia, no he querido volver a estar con ninguna mujer que no fueras tú y por eso llevaba varios días sin correrme y la cantidad que tenía depositada en mis huevos era grande y te la he echado toda dentro de ti excepto esta última corrida que parte como ves la llevas por encima de todo tú cuerpo”



Estuvimos hablando un rato, me preguntó de nuevo si me había gustado y si me gustaría volver a repetir. Le dije que sí, que me lo había pasado bien y había disfrutado como nunca y que no recordaba haber tenido nunca tantos orgasmos seguidos. Pero yo seguía con mucha calentura y de nuevo le pedí:



“Raúl, continuo muy caliente, por favor sé que te has corrido como me acabas de decir y he visto muy abundantemente dentro y fuera de mí, pero necesito que sigas follándome , pues estoy muy excitada, por favor posee a tu madrina otra vez mi niño, jódeme de nuevo , por favor”



Él entonces se baja de la cama y cogiendo su ropa se comienza a vestirse y me dice:



“Madrina por hoy ya es bastante, es muy tarde y tú marido no ha llamado para decir que no vine a comer, de modo que no des por asentado que no lo haga aunque esta mañana se fuera tras su discusión. No quiero que corras peligro y nos coja con las manos en la masa cuando llegue. Será mejor que me vista y me marche y tú también que lo hagas y vuelvas hacer la cama y cambiar la cama y ventila un poco la habitación, pues hay en el ambiente un fuerte olor a esperma y sudor y si tu marido entrará a cualquier cosa al dormitorio podría sospechar algo. Yo volveré mañana a la misma hora y si consigues que tú marido no venga a comer estaremos hasta por la tarde a la hora que él suele venir, follando, pero caso de que no lo consigas no te preocupe haremos como hoy”.



Se vistió, me dio un beso, esta vez en mi boca y se marchó dejándome súper caliente y excitada. No pudiendo aguantar mucho tiempo mi calentura me tumbé de nuevo en la cama y me masturbe de nuevo hasta correrme. Tras esto me fui al cuarto de baño y me di una ducha para ver si apaciguaba mis ganas de sexo, cosa que no ocurrió, aunque poco a poco y a medida que se iba pasando el efecto del afrodisiaco que me había dado mi ahijado, fue bajando hasta desaparecer. Me coloque la bata que habitualmente tenía para estar por casa, recogí la batita transparente que me había puesto para recibir a Raúl, cambie la cama y la hice y como él me había indicado ventile la habitación durante media hora. A la hora de comer, mi marido no se presentó y tuve que comer sola, cosa que me fastidio muchísimo, pues si hubiera sabido que mi marido no venía a comer hubiera podido seguir disfrutando de sexo con mi joven ahijado.



Continuará... espero les haya gustado, no busco sexo, ni cam.


Datos del Relato
  • Categoría: Incestos
  • Media: 9.5
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