Hola en está octava versión y entrega versada por mí, que soy la protagonista la Madre y Puta de mí hijo a mis 35 años y el co-protagonista en que me tiene cómo su mujer, prostituta y objeto de sus eternas cómo acostumbradas inclusive habituales fantasías sexuales y eróticas hoy por hoy es mí hijo adolescente de 16 años; que soy su mujer, amante, puta y mujerzuela, etcétera todo lo que pueden imaginarse, catalogarme, clasificarme, asimismo pensarse, y por supuesto encasillarme, hasta para rematar las circunstancia revolcarme, especialmente provocarme, seducirme, cautivarme, amarme, obligarme, someterme, violarme, acosarme, penetrarme, coquetearme, conquistarme, en fin muchas cosas que vivo solo con mi hijo de 16 años en su plenitud e impetu de adolescente que no se le escapa nada de nada a mi haber.

El pelutudo cómo a la cresta de mi queridisimo hijo de 16 años todo un adolescente cada reunión de la asociación de padres de familia del colegio donde está estudiando actualmente su secundaria, siempre que asisto y participo, hasta hago presencia me tiran unas miradotas al quedarse perfilados cómo inmoviles hasta paralizados los ojos de todos los padres de los compañeros de mi hijo adolescente de 16 años en que tienen un morbo y andan picados incluso tirandome los meros cómo soberanos perros indefensa, desproteguida hasta indecente en que estoy escuchando los chismorreos cómo lo que están diciendo de mi persona todas las madres de familia y las mismas maestras de preparatoria a mis espaldas que soy una completa puta, pérdida, golfa, prostituta, asimismo mujerzuela que no se da a respetar para nada hoy por hoy.

Los maestros de preparatoria de mi hijo adolescente cuando me dan lso reportes académicos lo hace a sola uno por uno son unos pinches cabrones que se sobrepasan conmigo en la intimidad de sus aulas de clase al meterme la mano por doquier hasta pegandose cómo propiciando en persona cómo en vivo y a todo color unas barbaridades intimas en que me hacen el amor cómo el sexo a mi costa y a sus anchas donde los empujo y forcejeo con ellos pero a la larga me vencen y dominan hasta apresan y atrapan haciendome suya en que soy también la amante de los maestros de preparatorio de mi propio hijo que por su influencia hasta propagandiandome estoy metida en líos y sexo interminables e incontenibles con todos ellos al son del día de hoy en que no puedo evitarlos, escaparme, evadirmelos, huirles, aguantarlos, soportarlos, etcétera y mucho más por mí.