En mí hogar en está noche tenemos una reunión bien concurrida donde asistiran hasta llegaran todos los amigotes putos de mí hijo adolescente de 16 años que es hoy por hoy mi proxeneta que soy su madre y puta hoy día y mucho más. Bueno estoy vistiendome en que tengo un bodysuits amarillo abierto a los lados con cremallera trasera con pliegues de cuerina al mismo tiempo con una falda tubo combinada efecto polipiel rojo vino tanto trasera como delantera de polipiel a los lados polyester con medias topacio y botas chocolates de tacones altos; peinandome y poniendome bincha que se me ven bellamente y algo de maquillaje al echarme perfume.

Entrando mí hijo adolescente de 16 años en que me da está nalgada fuertisima y para rematar está piñizcada que me hace llorar del dolor, en que ando sobandome precisamente esa zona corporal con una cara de bravisima observando inmovil a mi hijo adolescente de 16 años, reaciono de inmediato aventandole fuertisimamente está bofetada en toda su cara que le dejo la marca de mi mano en su mejilla bien acentada por lo que acabo de hacerme el muy imbecil y mucho más.

Ya en camadería conversando con todos los amigotes de mi hijo adolescente que es mi proxeneta hoy por hoy, soy muy atrapada, muy forzada, muy obligada, muy sometida, muy acosada, muy molestada, muy abanderada, muy abazallada, muy incomóda, muy perturbada, muy apresada, etcétera en que estos andan besuqueandome por todas partes además rodandome y poniendome todas las manos encima al sentirme humillada, cochina, denigrada, ofendida, insultada, avergonzada, etcétera en que trato de quitarles las manos de encima mio pero es en vano en que me la menten entre mis senos, clitoris, vagina, rabo, culo, nalgas, gluteos, en fin soy la bebida, festín, cena, presa, premio, etcétera de estos cabrones amigotes que andan permanentemente violandeme sexualmente al ser completamente en vivo y a todo color la prostituta siempre patrocinado y obviamente entre nosotros apadrinado de ahí promocionada por la viva voz y conocimiento de divulgación del proxeneta de mí hijo adolescente de 16 años que cómo siempre anda observando cautivado, seducido, provocado, atraido, calentado, excitado, incitado, endemoniado, deletado, deseado, fascinado, etcétera por lo que me hacen sus amigotes, mis colaboradores de mi oficina, clientes, como hombres que conozco al ligarmelos con ellos finalmente con lso que me busca al pagar tiempos conmigo al propio proxeneta de mí hijo adolescente de 16 años hoy por hoy a costa de mí diginidad, rectitud, seriedad, honrades, dignidad, etcétera.