Mí hijo se encuentra acostado dormido en que está desnudo completamente. Yo me quedo mirandolo ay de pie con mis ojos negros deslumbradisimos, deleitadisimos, deliciosisimos, deseadisimos, encantadisimos, calientisimos, buenisimos, sabrosisimos, riquisimos, atraidisimos, emocionadisima, intensificadisima, hambrientisima, suculentisima, apasionadisima, incitadisima, espectacularisima, asimismo sedientisima, y por supuesto fabulosisima, especialmente enajenadisima, igualmente consentidisima, hasta cautivadisima, provocadisima, seducidisima, finalmente hechizadisima, pero lujuriosisima.

En qué decidida camino despacio y silenciosamente aproximandose a donde está acostado durmiendo mi hijo me arrodillo al doblarme e nque le entro a besuqeuarmelo sobre la misma cabeza y el glande que para mi suerte y oportunamente tiene una sublime erección en que lo tengo gigantesco, duro, enorme, divino, soberano, suculento, apetitoso, exquisito, cómo a pedir de boca. 

En que la me las ingenio para morderselo con la punta de mis propios labios incluso besarselos superficialmente ya que los tiene hechos todo unos bombones sus huevos con mis manos suavemente puestas en sus entrepiernas se las abro al meterme en el medio sumamente de rodillas y doblada con las piernas juntas en botas plataforma de látex con minifalda de cuero y corsé tipo y estilo vikini entero en que le entro suavemente a chuparselo hasta mamarselo en que le aumento asimismo la intesidad del tamaño que toma y presenta hasta exhibe la pinga de mi hijo que me trae muy coqueta, conquistada, prostituta que soy hoy día para él en que mueve varias veces al sazón mi culo y mis muslos en que hago que se venga involuntariamente ignorando por mi hijo que se encuentra placidamente dormido en el septimo cielo en que no sabe que estoy cumpliendo y complaciendome ahora yo con una pequeña fantasía erótica hasta sexual co nel siendo su madre y puta hoy día y mucho más a mis anchas yo solita pegada a su cuerpo acostado.