Hoy por hoy qué soy la madre y puta de mí hijo y mucho más en está doceaba entrega cómo versión. Me siento una joya que tenta, provoca, cautiva, seduce, deleita, sucumbe, emociona, flaguela, incita, asimismo aventura, y por supuesto domina, especialmente atrae, igualmente cae, sobre todo presa de todas las fantasías sexuales incluso eróticas de ahí pervertidas que se le ocurre adicionalmente viene a los pensamientos de mí hijo adolescente de 16 años que es mí dueño, hombre, macho, hijo e inclusive propiciador de todos estos acontecimientos y momentos de prostituirme tanto asolas y junto con él cómo de sus amigos ante su presencia, narices y ojos frente a frente.

Cómo lo he versado, contado y hablado reiteradas veces mí hijo de 16 años adolescente es el encargado además me escoge mis atuendos cómo vestuario para que yo su madre y puta de 35 años hoy día luzca, modele, exhiba y lleve finalmente en que se deslumbra mis atributos sexuales con mi cuerpo de mujer en que estoy en optimas condiciones que tengo una figura divina, sexy, natural, original, dominadora, tentadora, incitadora, etcétera qué antes y después de qué naciera manteniendome igualita completamente hoy por hoy.

Yo también le dejo a rienda suelta qué me obsequie distintos vestuarios tanto mallas, trajes cuerina o cuero, entre otras ropas.

Cuándo salimos a caminar, correr, ejercitarnos, trotar, distraernos, compra, etcétera me escoge hasta saca igualmente pone en toda la cama unas mallas negra muy transparentadas que para rematar el gusto y excitación de mí hijo adolescente de 16 años un hilo dental diminuto que solo tiene una raya debajo de mís entrepiernas que sube al cubrirme mi rabo y delante mi clitoris y eso que lo tengo súper rasurado cómo un bollo de maíz.

Haciendo diversos ejercicios donde me extiendo y doblo dejandome ver mi hilo dental sobretodo mi rabo, debajo de las mismas entrepiernas inclusive no poder ocultar mi clitoris en donde estoy evidenceandome hasta incinuandome de ahí coqueteando hasta permitiendome que todos los demás hombres me silben hasta aproximen al faltarme el soberano y mentado respeto a mí honra en que abrazandome al ponerme sus manos enteramente en mi culo, muslos, nalgas, vientre, clitoris y debajo de mis entrepiernas que me hablan sonriendome cercano a mí oído que me quieren llevar ahorita para hacerme el amor hasta el sexo inclusive les cumpla y complazca en sus fantasías eróticas, sexuales, libinosas, pervertidas, pornograficas, cochinas, sucias, asquerosas, morbosas, y finalmente atrevidas, hasta traviesas, y mucho más en persona cómo en vivo y a todo color ante las narices y ojos frente a frente de mí hijo adolescente de 16 años en que soy su madre y puta hoy día de 35 años y mucho más.