Esta es una historia que sucedió cuando yo andaba por los 22 años. Mis viejos habian tomado unas vacaciones y a mi me habían dejado junto a mi hermano mayor, de 28 años. Ante esa posibilidad de disfrutar de la casa como nosotros quisiéramos, con mi hermano nos organizamos para tener reuniones cada uno con sus respectivos amigos.
Tampoco era que todos los días reunión, pero nos avisábamos si hoy era el día de él o si yo podía juntarme con mis amigos. En este caso a veces cuando uno de los dos tenía a disposición la casa el otro, si no había planeado nada podía quedarse.
Uno de esos días yo me prepare para salir con mis amigos a dar vueltas, porque mi hermano organizó cenar con sus amigos. Salimos en busca de entretenimiento, pero mientras mis amigos parecían entusiasmados con la salida, yo no encontraba entusiasmarme, por lo que en un momento decidí volver a casa con la idea de acostarme a dormir. Les comente a mis amigos que me iba, pero ellos me insistían para quedarme, no lo lograron por eso los salude y me dirigí a mi hogar.
Cuando voy llegando veo frente a casa dos autos, lo que me hizo suponer que no eran muchos. Abrí la puerta e hice ruido como para que notaran que llegaba, sobre todo que lo notara mi hermano. Por eso desde el patio vi que mi hermano se asomaba para recibirme
- ey! Volviste temprano?
- Si, estoy cansado creo que me voy a dormir.
- Esperá pasa a tomar algo al jardín antes de acostarte.
- No, me voy a dormir
- Dale! Es un momento te tomas este vaso de cerveza con nosotros y te acostas
- Bueno.
Cuando ingresé al jardín había 4 hombres y 3 mujeres, salude a todos, me uní a la charla. Sin buscar nada en especial me senté al lado de Natalia y del otro lado estaba mi hermano. La charla era entre todos, pero por ahí se hacía particular y a mi me tocaba hablar con Natalia. A mi no me molestaba, al contrario me gustaba charlar con una mujer a la que conocía muy poco, solo de vista. Me hacía sentir mas adulto a esa edad, la posibilidad de hablar como de igual a igual con una mujer más grande, ya que ella tenía 26.
Las primeras palabras que cruzamos eran como para romper el hielo, como las conversaciones se alternaban de particular a general, mucho no profundizamos, lo que si note era que cuando hablábamos ella me miraba los ojos. Pero no pense nada extraño ni fue mi idea engancharme con ella, yo en ese tiempo tenía pareja. En otra circunstancia de haber estado solo por lo menos lo hubiese pensado, si una mujer me mira mucho a los ojos me captura enseguida.
Me había entusiasmado con la reunión por eso me quede más de lo esperado, y había tomado más de un vaso de cerveza. Por ello necesite ir al baño.
- Voy al baño ya vengo- le dije a Natalia.
- Espera, que yo tambien estoy necesitando descargar -me dijo.
Se ve que ya sabía a donde quedaba porque la deje ir adelante, como para que ella pase primero y fue sola. Cuando estamos llegando a la puerta me ofrece pasar, yo le dije que no, que por favor pasara ella, me insistió un par de veces, sorprendido no aguantaba más y accedía a pasar. Cuando ya estoy adentro noto que ella tambien quiere entrar, me da un empujón y de repente estamos los dos en el baño, yo sin palabras, ella me da un beso y me agarra la entrepierna, no me resistí, aunque aún estaba sorprendido.
Siguió besándome y comenzaba a desabrocharme el cinturón del pantalón, cae solo hasta los tobillos, deja de besarme, se sienta en el inodoro, baja mi slip y ahí, ya erecta, asoma mi verga.
Natalia comenzó a tragársela con movimientos de ida y vuelta, al principio como descubriendo que es lo que se estaba comiendo, luego comenzo a subir la velocidad, absorbiendo, jugando con la lengua, luego tiro para atrás el cuerito y dejo la cabeza afuera.
Al principio me costó compenetrarme en la situación ya que me agarro de sorpresa, pero en un ratito ya estaba que volaba, no demoré en largar mis liquidos. Ante el primer chorro Natalia tomo mis nalgas y empujo para tragarse todo, moviendo su cabeza sin sacar mi verga de su boca.
Cuando deje de tener espasmos, Natalia siguió chupando un ratito más hasta dejarme sin leche en el pito. Luego se incorporó, me dio un beso y salió. Yo ahí descanse unos minutos, logre orinar que era lo que primero había querido, y salí.
Cuando llegue al jardín Natalia se había sentado en el mismo lugar y estaba nuevamente de charla con todos, como si no hubiera pasado nada. Tome mi ligar al lado de ella y mi hermano. Todo seguía igual la charla y los tragos.
En lo que menos pensaba era en ir a dormir, lo que me había dado Natalia me cambio el espíritu y quería llegar a algo más, por eso cuando tenía oportunidad apoyaba mi mano en su pierna, a pesar de que ella no demostraba la aceptación o rechazo de mis insinuaciones.
Note que lo sucedido fue simplemente eso y no iba a pasar más nada. Por eso me levante y empece a saludar a todos para ir a acostarme, pensé: si pasaría algo más será en otro momento, otro día, de todos modos era conocida de mi hermano.
Cuando estoy por subir las escaleras para ir a mi pieza, sentí unos pasos a los que no di importancia, pense en alguien que iba al baño. Subi los escalones, entre a mi habitación, encendi la luz del velador, me saque la ropa quedando solo con mi slip.
Sentí unos pasos acelerado por la escalera, pero sin calzado, pense en mi hermano, por eso continue con mi rutina previa a dormir, apague la luz y senti 2 pasos más pero ya en mi habitación, cuando me di vuelta para ver, no lo podía creer, en la oscuridad, en contraste con la luz que entraba por la puerta, vi la figura de Natalia
- Natalia!
- Si, cállate, no hables.
- Que haces acá!?
- Te deseo mucho, me pareces un chico hermoso.
Otra vez me bajo el slip, esta vez quitándomelo por completo. Se saco la camperoa y la remera quedando en corpiños y me agaró la verga con su mano derecha, le dio dos lenguetazos y se acerco a mi cara para comerme la boca de un beso
- Pero tus amigos ya saben de tus deseos? -pregunte saliéndome de su boca.
- No
- Se van a dar cuenta.
- Es un ratito nada más, pensarán que voy al baño.
- Pero yo ya no quiero un ratito, quiero más.
Natalia me volvio a dar un beso y se fue. Dejándome sin palabras. Bajó las escaleras, escucho que se pone los zapatos y se va al jardín, pense que había cometido el error de apurarla, de presionarla. Esa noche no iba a poder dormir, con todo lo que me había pasado. Y sin el toque final.
Pero al final logré encausar el sueño y me dormí. Cuando entre dormido siento otra vez esos pasos por la escalera y la figura de Natalia. Yo otra vez sin reacción, todavía entredormido, hasta que cuando logre despertarme Natalia ya estaba desnuda.
- Y ahora!?
- Ya me despedí de todos, no saben que estoy aca.
- Y quien te acompaño a la puerta.
- Nadie, le dije a tu hermano que no era necesario que me acompañe.
Ahí nomás la bese, la abrace y comence a percibir su cuerpo con las manos. Primero por toda su espalda, hasta sus nalgas. Luego pase mis manos por sus cabellos hasta llegar a su cara i la dirigí a mis labios para darle un beso. Nuestra respiración era agitada. Comence a pasarle mis labios por sus pechos, besando sus pezones, acariciándolos con mis mejillas, luego los recorrí con mi lengua, mientras acariciaba su cintura hasta sus nalgas, apretándolas un poco.
La recosté en mi cama y baje hasta sus otros labios, labios también sabrosos y muy jugosos a esa altura, comencé un juego de pasar la lengua como quien come un helado, sin penetración, luego con la vibración de mi lengua busque acercarme a su clítoris, ayudado por mis manos, una vez localizado saque mis manos y chupe, chupe hasta que Natalia se vino con todo jadeando y con espasmos no muy ruidosos (supongo que teniendo en cuenta que no debíamos hacer ruido)
Seguí chupando y ella seguía con su orgasmo, hasta que solté, y busque la posición del 69. ahí comenzamos los dos a chuparnos, yo lamía y trataba de saborear su vagina con mi lengua lo más profundo que podía, mientras Natalia agarraba y se tragaba mi verga. Así estuvimos alrededor de 15 minutos. En un momento me levante y me dispuse a penetrarla, sin esperar me metí entre sus piernas, agarre mi verga y se la metí lento pero continuo, una vez a dentro comencé a besarla, en sus labios mejillas, pasando mis labios por toda su cara. Me detuve un segundo la mire nos sonreímos y ella comenzó a mover su cadera y yo la seguí, arremetiéndola con los movimientos de mis caderas.
Fue un continuo entrar y salir de su vagina, Natalia tuvo otro orgasmo, que me dio más fuerza para seguir con los movimientos. Cuando sus espasmos se calmaron, sin dejar de penetrarla, me levante, junte sus dos piernas y apoye mi cara sobre su s pantorrillas, asi posicionados apure nuevamente los movimientos, no pude aguantarme más y me corri largando todo mi esperma. En los últimos movimientos saque mis mejillas de sus pantorrillas, abri sus piernas para que mi cara terminara en sus labios. Nos besamos y nos dormimos. Como precaución cerre la puerta con llave para que mi hermano no se diera cuenta de lo que había pasado. A la mañana siguiente noas levantamos charlamos sobre lo que había sucedido y la acompañe a la puerta, la despedí con un beso y con la posibilidad de volver a encontrarnos.