Esta es la historia de sor Sofía, Sofía fue siempre la niña buena de la casa, desde que nació su madre soñaba con que ella se hiciera monja, ella siempre vistió de enagua y manga larga, una niña recatada, que casi no tenía amigas y de hecho no tenía amigos, sin embargo Sofía era una niña linda, a pesar de sus atuendos pasados de moda, se nota que su cuerpo era lo que cualquier hombre desearía tener entre sus brazos y sobre todo tenerla bajo él, era víctima de piropos y palabrotas de todos los tipejos que se reunían en las esquinas de su barrio (el cual no era de muy alta alcurnia que digamos) y también de sus deseos mas escondidos, era curioso observarla cuando caminaba por la calle con la cabeza baja, como si se arrepintiera de algo, sobre todo al pasar cerca de la barra de amigos de Juan, que eran lo peor de por ahí, sin embargo Sofía siempre saludaba a Juan, habían sido compañeros de escuela y habían hasta estudiado juntos cuando Juancito era monaguillo de la escuela, nada comparable al tipo que ahora tenía brazos tatuados y aretes en ambas orejas, Sofía pasaba un día con su uniforme de colegio, blusa blanca, enaguas de paletones a cuadros y medias casi hasta las rodillas, no se podía negar que daba gusto ver el bamboleo de ese par de nalgas virgenes y hasta era grato imaginarse chupando toda su conchita también virgen, ni que decir de esas tetas sabrosas, y esa cara de niña, que invitaba a enseñarle todo lo que se pudiera sobre sexo. Juan notó todo esto y salió a su encuentro, “hola Sofía, se que hace tiempo no te saludo, pero necesito pedirte ayuda”. Ella se sobresaltó,pensaba que aquel rufián lo que iba era a hacerle una broma o algo así. “Es que entré de nuevo al colegio y no entiendo algo de matemáticas, podrías explicarme?”, sintió gran alegría de saber que Juan entraba de nuevo a estudiar, tal vez podría rehacer su vida y hacerse un hombre de bien?. “Claro Juan que necesitas que te explique? Preguntó ella; Juan le indico lo que necesitaba y quedaron en verse la tarde siguiente en la casa de Juan, esto por que la mamá de Sofía no permitía hombres en la casa de la niña, menos en su cuarto. Ella esgrimió una mentirilla blanca para poder explicarle a Juan sin que su mamá supiera que iba a casa de Juan, con la fama que tenía el chico, no la hubiera dejado salir de su casa.
Sin embargo los planes de Juan no eran estudiar como tu ya habrás pensado, esa misma noche preparo muchas cosas en su cuarto, y a la tarde siguiente esperaba ansioso a Sofía en al esquina de la Iglesia donde habían quedado en verse, se saludaron y de camino a casa “sin querer” Juan rozó su mano contra una de las nalgas de Sofía, se sentía asi fuerte, que si se quitaba el calzón quedaría un culo bien parado, sin necesidad de ayuda ninguna, llegaron a la casa y Juan le ofreció un té helado, recordaba que a la niña que el había tenido como compañera le encantaba el té helado, a lo que ella consintió, con el calor que hacía!
Juan la invitó a pasar a su cuarto y ponerse cómoda y se apresuró a la cocina a preparar el té, rápidamente llegó al cuarto con dos grandes vasos de té helado, el de él un poco más pequeño y si Sofía lo hubiese notado era mas claro que el de ella, apresuradamente bebió el té, y sintió una extraña sensación en la garganta pero le gustó lo que probaba, Juan minutos antes se había encargado de colocar un ingrediente secreto en la bebida de “Sor Sofía” comola llamaban en el barrio, empezaron a estudiar, pero Sofía cada vez sentía mas calor por todo su cuerpo, bebió otro té, y de pronto el estudio pasó a ser una conversación entre dos amigos que tenían tiempo de no hablarse, ella se reía muchísimo de lo que el hablaba, había perdido muchas de sus inhibiciones, estaba sentada como un buda en la cama de Juan de frente a él y dejaba ver bajo su enagua su conchita que él deseaba tanto. Empezó a interrogarla sobre su vida, ella respondía que sólo estudio e iglesia, a lo que él preguinto si nunca había tenido un novio, un beso siquiera? Ella contestó que no, y él le dijo que si ya estando próxima a entrar al colegio de monjas,no sentía necesidad de saber que era un beso, ella tímidamente reconoció que le hubiera gustado conocer la sensación. “Sabes? Creo que si yo te beso no habría problema, somo como hermanos y nadie aparte de nosotros sabrá de esto” aseguro Juan.
Ya el ingrediente secreto hacía efecto y Sofía no dudó en aceptar el beso de Juan, cerró los ojos y estiro los labios, pero él no quería besarla así, le indicó que abriera la boca y metió su lengua dentro de ella, con movimientos parecidos a si estuviera chupandole la conchita duró casi 5 minutos en un extenso y lujurioso beso, al terminar noto que Sofía sudaba y tenía la respiración entrecortada, ella le buscó quería disfrutas de nuevo la sensación de un beso como esé, no pudo él negarse a besarla de nuevo y rápidamente le rozó su mano contra su clítoris y pudo notar que este estaba húmedo, ella nunca había sentido eso pero no pudo quitarlo, sentía que era su última oportunidad, le tomó su mano y se la acercó a sus calzoncitos que estaban bien húmedos, ni lerdo ni perezoso metió uno de sus dedos y ella gimió de un placer irresistible, no podía negarlo estaba cachonda, una sensación que no conocía pero su instinto de mujer le hizo suponerlo y empujo con su mano la mano de Juan, que para ése momento también estaba que su verga le reventaba. Dos minutos despúes estaba Sor Sofía sin ropa y Juan le pasaba lenguetazos por su vulva hinchada induciéndola a un estado de felicidad indescriptible, hasta llegar a gritar, había tenido su primer orgasmo y ni siquiera la habían penetrado. Pero Juan no la penetró.... tomo una faja y amarró su brazo al respaldar de su cama, hizo lo mismo con el otro y cada uno de sus pies lo amarró en la parte de debajo de la cama dejandola abierta como esperando recibir de su verga, ella la quería, necesitaba que se la introdujeran, si era posible hasta los huevos, pero lo que él hizo fue taparle sus ojos, y acercarse a la puerta para abrirla...
continuará
Bueno este es el tipo de cuento que hace que empiezes a sudar he imaginar dentro de tu cabeza que la protagonista eres tu, y por supuesto que espero la segunda parte...Un beso y lee mi cuento "La Diosa Del Amor"