~~Ya había pasado casi un mes de mi última sesión desenfrenada con M y yo
estaba ansioso esperando que me llamara para consumar el desvirgue de su
último orificio. El más deseado por mi (y por ella por supuesto) aunque creo
que lo disimulé bastante bien hasta ahora. El solo pensar en esa belleza de
coño, con sus labios rosaditos emergiendo entre una mata de vellitos negros
que recordaba que al acercarme emanaban unos efluvios entre almizclados y
dulces que provenían de su más íntima profundidad me pone a mil y tengo que
bajarme el slip y dejar salir a mi rambo para que no muera estrangulado con
el elástico.
En eso estaba cuando sonó mi móvil. Era M: hola mi amor Te has
acordado!, ya creía que habías tenido suficiente para enfrentarte a tu
noviecito. y habías decidido no proseguir con las lecciones. pero no
tontito, si no he parado de pensar en ti y cerrando los ojos volver a sentir
cada una de tus caricias, y todo lo demás. No habrás creído que te iba a
perdonar la promesa que me has hecho, no?. Te acuerdas que todavía tienes
que desvirgarme? lo que pasa es que estuve liada con test y evaluaciones y
esta mañana recién terminé y acabo de llegar a casa. Cuando tienes tiempo
para mí. Pues si quieres mañana por la tarde estoy libre. Nos vemos en tu
casa? No que en día de semana están mis padres y hermana. Pero yo ya había
quedado con ellos que en cuanto finalizara la evaluación me dejarían ir a la
ciudad a pasar un par de días con mis amigas de allá. fantástico, eso
quiere decir que podrás quedarte a dormir conmigo? Claro papi! Pues te
espero mañana a las 4 de la tarde en la terminal de autobuses. He alquilado
una casita para tener donde ir contigo. regio, mi amor. Mañana nos
vemos.Mua,mua!!
Al otro día a la hora convenida estaba yo esperando en la estación cuando
la ví bajar del bus: mi dios!!! estaba guapísima, con el cabello suelto, sus
ojos brillantes, en los cuales me pareció entrever una mirada lasciva y
lujuriosa y sus labios carnosos y húmedos. Llevaba puesta una camisa blanca
abotonada por delante, una falda plisada que le llegaba hasta un poco por
encima de las rodillas y dejaba ver muy poco de sus muslos y toda la
extensión de sus bien torneadas piernas, enfundadas en unas calzas de nylon,
rematando en unos zapatitos con tacon de 3 cm, atuendo que la hacía ver como
una hembra hermosa pese a sus escasos quince años. Nos abrazamos muy
castamente con un beso en las mejillas, ya que la terminal estaba llena de
gente. La tomé de la mano y nos metimos en el auto.
Estaba tan ansiosa por llegar, mi amor, que no veía la hora de estar
junto a ti. Y me muero de ganas de besarte, me dijo mientras ponía su mano
en mi paquete que ya estaba enhiesto como una palmera.
Parece que tu también estás algo ansiosito, no? Si preciosa estoy
deseando llegar a la casa para estrecharte en mis brazos.
Así, al cabo de quince minutos llegamos a la casa, una unifamiliar
pequeña, pero aislada, con un bello jardín oculto de las miradas ajenas por
una alta empalizada, y en el centro una piscina de campeonato con el agua
limpia y preparada para bañarnos en cuanto estuviéramos listos. Era un día
hermoso de sol, aunque por suerte el calor no agobiaba demasiado. En cuanto
traspusimos la puerta y la cerré a mis espaldas, nos pegamos un morreo de
campeonato, buscando ella con su lengua el interior de mi boca y
entrelazandola con mi lengua. El sentir sus labios calientes y la humedad de
su lengua terminaron de ponerme a mil. Cosa que por supuesto ella notó y
comenzó a frotar su pelvis contra mi paquete, al tiempo que desabotonaba mi
camisa y comenzaba a jugar con sus largos deditos enredándolos en mis vellos
torácicos, mientras lamía mis pezones. Yo sentía que me derretía y por las
comisuras de los labios se me escapaban gotitas de saliva que humedecían mi
barba. Ella fue bajando por mi abdomen, lamiendo en profundidad mi ombligo
mientras con las manos desabrochaba el cinturón de mi jean y bajaba la
cremallera, dejándolo caer por su peso hasta el suelo. Introdujo las manos
por dentro del slip, acariciándome el culo y apretándome contra ella. En eso
llevó las manos adelante y cogió mi pene con fuerza: dios papi que caliente
estás, me parece que está más grande que nunca. No cielo, es que tienes
ganas atrasadas de sexo. ja,ja! puede ser. Y diciendo esto me bajó el slip,
me quitó los zapatos y los calcetines y comenzó a lamerme los dedos de los
pies para luego chuparlos uno a uno. Seguidamente subió lamiendo mis piernas
por delante, continuó por los muslos. . . .
criatura me estaba haciendo sentir, hasta que llegó a mi entrepierna y
besándome con dulzura primero las ingles, luego lamiendo y saboreando cada
uno de mis huevos, para finalmente meterse de un movimiento, la mitad de mi
verga en la boca. (más no le entra). En ese momento y apretando los labios
me empezó a pajear con su boquita mientras delicadamente me sobaba los
huevos con su mano izquierda. En un momento se sacó la polla de la boca y se
ensalivó bien su dedo medio de la mano derecha, y mientras volvía a ponerse
el glande en la boca saboreándolo con fruición, paso su mano por mi
entrepierna y la llevó a mi culo penetrándolo suavemente con su dedo
lubricado con saliva. era una sensación agradabilísima que yo jamás había
experimentado y que junto con la tremenda mamada que me estaba
proporcionando, me llevaron a la culminación de un poderoso orgasmo,
volcándome en su boca copiosamente. Tan abundante fue que pese a que
saboreaba y tragaba, se le escapaba bastante por las comisuras de su boca
chorreando por su barbilla y gotendo sobre sus pechos. (por suerte le había
abierto la camisa y quitado el sujetador, sino se habría manchado con mi
lefa. Aproveché esta circunstancia para lanzarme a chupar sus pezones que
estaban duros y parados y como siempre me supieron deliciosos. Mientras los
degustaba, metí mis manos por abajo de su falda e introduje los dedos dentro
de su tanguita, acariciando sus calientes y suaves nalgas y rápidamente los
llevé a su coño que rezumaba abundante flujo, el que tomé con mis manos y
llevé rápidamente a mi boca, saboreando ese manjar de los dioses.
Terminé de quitarle la falda y con los dientes le bajé la tanguita,
empapada de su cachondez. La arrojé suavemente sobre la cama y me sumergí
entre sus piernas a beber de la fuente de los mil placeres que se me
antojaba su chochito. Comencé por lamerle los labios para luego introducirme
en su cuevita sintiendo todo el sabor y el calor de su intimidad,
arrancándole suspiros de placer inconmensurables. Luego me dedique a sorber
su clítoris, succionándolo como un bebé, mientras introducía un dedo en su
cuevita posterior. Esto fue lo que colmó su vaso de placer, porque estalló
en un orgasmo increíble: PAAAAAAAAAAAPITO
OOOOOOOOOOOOOOO,,que bien se siente, SIIIIIIIIIIIi, dame más lengua por fa,
SIIIIIIIIIIIIII,ASSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIII, AHHHHHHHHHHHHHHHHHH,
OOHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH,ME AHOGOOOOOOOOOOOOOOOOO, QUE RIIIICOOOOOOO
OOOOOOOOOOOOOOOOHHHHHHHHH,FFFFFFFFSSSSSSSSSSSSSSSS. Papi, que me has hecho,
por dios, que placer inmenso me acabas de dar. Subí y me acosté sobre ella
morreándonos durante un buen rato. Entonces ella se puso boca abajo como
invitándome a seguir por detrás. Por supuesto que no me hice rogar. Empecé a
lamerle la espalda, el cuello y las orejitas.
MMMHHHHHH, ji,ji, me haces cosquillitas.! Bajé por su columna vertebral con
la lengua hasta llegar a su raja posterior, en donde disfruté lamiendo sus
nalgas por dentro, descendiendo hasta su agujerito posterior, que olía de
maravillas y hervía de calentura. estuve un rato trabajándolo con la lengua,
y logré introducir la punta adentro, arrancándole interminables suspiros de
placer. Sola se puso en cuatro como una perrita y de una estocada se la
mandé para adentro: AYYYYYyyyyyyyyyyyyyy, papi, que bruto, me haces daño.
Perdón mi amor me entusiasmé y no pude aguantar a metértela. Vale papi
pero igual está muy rico. Ahora muévete despacito y déjame sentirte mucho.
AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH, ASSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIII,ASSSSSSSSSIIII
IIIIIIIIIIIIIIIIII,MUEVETEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE MAAAAAAAAAAAAAAASSSSSSS,
SSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIII,QUE RIIIIIIIIIIIIIIIIIICOOOOOOOOOOHHH
Se la metí hasta que mis huevos golpearon contra sus nalgas y estuve
cabalgándola un rato mientras magreaba sus tetas y su coño, hasta que nos
fundimos en un orgasmo maravilloso. Se la saqué y ví como por su ano abierto
manaban ríos de semen. Me tendí junto a ella, que apoyó su cabecita en mi
pecho y se quedó como en trance acariciando suavemente mi polla con sus
manos y lamiéndome delicadamente los pezones, hasta que nos quedamos
dormidos. Nos levantamos como a las siete, nos dimos una ducha juntos,
enjabonándonos mutuamente con parsimonia y dedicación total. Nos enfundamos
en sendas batas de baño (adquiridas para la ocasión) y nos fuimos a tomar el
sol a la piscina. Como no se podía ver el interior del jardín desde ninguna
parte, nos tendimos desnudos al sol.
Al rato de estar así, ya acalorados por el sol decidimos bañarnos y nos
zambullimos en la piscina. Jugamos como niños un rato, aunque luego ya no
era tan juego de niños porque se sumergió y comenzó a mamarme la polla bajo
el agua. Que sensacional. Es algo que nunca me habían hecho. Se siente
riquísimo el calor de una boca hambrienta de sexo entre el agua fría de la
piscina. (si no lo habéis probado, os lo recomiendo). No la dejé continuar
hasta correrme porque temía que se ahogara entre el polvo y el agua. Pero la
levanté y llevándola hasta el borde de la piscina, la senté en él y apoyando
sus piecitos en mis hombros me dediqué a la faena de devolverle el placer
recibido. Y yo sí que continué hasta que se corrió en forma casi convulsiva.
Salimos de la piscina y nos echamos en unas colchonetas de lo más cómodas
que llevé para esa ocasión. Comenzamos a besarnos y pensé que había llegado
el momento ansiado. Sin decirle nada me volqué encima de ella apoyando mi
verga contra su pubis y besando su boca , lamiendo su lengua, sus labios y
acariciando sus pezones, puse sus piernas alrededor de mi cintura y bajá
frotando el glande contra sus labios y su botoncito. estó la excitó
muchísimo y adiviné en sus ojos que se estaba preparando para recibirme en
su interior, y sentí que se abría aún más para permitirme franquear su
virginal himen. Despacio papi, no me hagas daño, quiero disfrutarlo mucho.
Y lo disfrutarás tesoro. Lo disfrutaremos los dos. Como ya me había corrido
varias veces esa tarde, sabía que duraría bastante, con lo cual su disfrute
sería de antología. Con toda la paciencia y suavidad de mundo fui
introduciéndome lentamente en su vagina hasta llegar al tope de su membrana
virginal. Ahíi, papi me duele. Me retiré un poco y volví a introducirme, así
varias veces hasta que sentí que su vagina se iba amoldando a mi picha.
Entonces presioné un poco más y cogiéndola de la cadera se la clavé hasta el
fondo. Me abrazó suspirando profundamente: mi amor, como te quiero!!! te
siento tan caliente adentro mío, tan adentro, y empezó a moverse lentamente
en círculos como para sentirme en todo su interior. yo estaba en la gloria.
Aquella vagina caliente y estrecha me apretaba rítmicamente la polla como si
me estuviera ordeñando. Entraba y salía en ella lentamente para no hacerle
daño y sentía que el fuego me recorría desde el glande hasta los huevos y
ella no paraba de gemir y pedir máaaaaaaaaaaaaaaaaaas,
asssssssíiiiiiiiiiiii, papitooooooooooooo,
ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh, mientras por sus mejillas se deslizaban unas
lagrimitas, de felicidad????? o de la emoción del momento ansiado?. seguí
con ese ritmo hasta que sentí que empezaba a arquear su espalda anunciando
su inminente orgasmo. Apuré mis acometidas hasta llegar a un ritmo
frenético, golpeando mis cojones contra sus nalguitas en un frenesí de
placer y lujuria, estallando juntos en un orgasmo descomunal, que nos dejó a
los dos exhaustos y relajados.
Luego de descansar un tiempo nos levantamos y nos zambullimos en la
piscina, nadamos un poco para relajarnos y después nos estuvimos morreando y
acariciando un rato. Salimos nos envolvimos en las batas de toalla y nos
fuimos para adentro a tomar un refresco, Ya eran las diez de la noche. Con
una copa en la mano salimos al jardín a ver las estrellas. Estando así al
fresco, de pronto se arrodilló delante mío y abriendo mi bata empezó a
acariciarme logrando rápidamente una erección que se llevó enseguida a la
boca en la que tenía un hielito que pasaba repetidamente por la punta de mi
glande, provocándome unas sensaciones hermosas. Luego me realizó una mamada
de reina, tragándose mi orgasmo con deleite.
Al terminar se sentó a mis pies y me dijo: tengo que confesarte algo, pero
me da vergüenza y tengo miedo que te enfades. No me voy a enfadar, dime de
que se trata. Pues el otro día había quedado en dormir en casa de Laura,
una amiga, ya que en casa no se quedaba nadie y no me apetecía estar sola.
pero estando en lo de Laura, por la tarde me di cuenta de que me había
olvidado el pijama. Me fui a casa a buscarlo y al entrar, escuché un ruido
que venía de mi habitación, donde estaba encendida la luz. Al acercarme
escuché con más atención y noté que eran jadeos. Pensé que mi hermana se
estaba tirando a su novio en mi cuarto y entré sigilosamente para pescarlos
in fraganti. Cual no fue mi sorpresa al ver a mi primo Iker, a quién no veía
hacía más de un año. Siempre había sido mi sueño de galán desde pequeña. (me
lleva dos años, tiene diecisiete). Estaba desnudo, sentado sobre mi cama y
mientras en una mano sostenía las braguitas que me quité esa tarde,
oliéndolas y lamiendo la zona de mi coño, con la otra se la estaba meneando
desesperadamente. Al verme se quedó sin habla. _Guarro, cochino, subnormal,
que te crees que estás haciendo le dije mientras le arrancaba mis braguitas
de su mano, sin dejar de mirarle la polla, que por cierto era hermosa,
rosada, hinchada y brillante. Es que,que,que, por f f favor nnno te
enfades. No se lo cuentes a tu madre ni tu padre. me matarán. te explicaré,
estaba buscando un libro y vi las braguitas sobre la cama (siempre la misma
desordenada, pensé de mi misma), y algo me hizo cogerlas y llevarlas a mi
nariz, y la respuesta fue inmediata. Tu olor me excitó sobremanera. pero
es que no tienes amigas para desfogarte, que tienes que venir a hacerlo con
mis braguitas. La verdad es que yo, yo, nunca, esteee, yo.
No me dirás que no tienes amigas. NO!!!!!! eres virgen!!!!!!!!! Ja, a tu
edad?. Pues, es la verdad y ahora me has dejado a medias. vete por favor
que yo iré al baño a terminar mi faena. Y entonces me dio pena y no lo dejé
levantar de la cama. me quité el top que tenía puesto (abajo no llevaba
nada), y la falda quedándome en braguitas. El puso unos ojos desorbitados, a
lo que yo me adelanté y le dije: no te hagas ilusiones, solo voy a ayudarte.
Tu deja las manos quietas. Me agaché a su lado y llevé mis manos a su polla
que medio se había ablandado, y comencé a acariciarlo suavemente. Luego
pensé que el quería mi olor para excitarse más así que me arrodillé sobre su
cara y le dije : con las manos quietecitas, aprovecha y huele mis bragas en
directo y apoyé mi coño contra su cara. El comenzó a hurgar con su nariz mi
coño y lamía mis bragas al mismo tiempo. Yo no daba más. Continué
acariciando su pene, ahora imprimiéndole un movimiento de sube y baja como
tu me enseñaste y notando como crecía más y más y en un momento dado no
aguanté más, me incliné y la introduje en mi boca, Era muy sabrosa y
caliente. Y muy grande, así que la apretaba con mis labios pese a abrir
mucho la boca; y continué pajeándolo con mis labios hasta que explotó en mi
boca. No me lo tragué sino que dejé la boca abierta para que saliera a
medida que entraba. me gustó mucho, pero me quedé muy caliente, por eso
estaba así cuando llegué hoy acá. Pero me sirvió para aprender algo nuevo
que ví que a ti te gusto cuando te la chupé la primera vez esta tarde. El
hecho de pajearte con mis labios. Sí es cierto. pero dime no pasó nada
más?. te prometo que no. Cuando se corrió lo mandé al baño a limpiarse, me
vestí y cambié la sábana de mi cama. Cuando volvió del baño lo eché de
casa, diciéndole que era la última vez que lo sorprendía con algo así. Y que
si se lo contaba a alguien diría que me había violado. Y que no quería
volver a verlo. La verdad es que me dio pena pero creo que era lo mejor. Por
otra parte no podía haber dejado que se quedara así sin ayudarlo. me
perdonas.? Por supuesto, además como podría no perdonarte habiendo sido tan
sincera conmigo, pero te comprometo a seguir viéndonos y disfrutando de esta
manera. OK, cuando quieras. Pero ahora no vamos a seguir???????? Y así
seguimos follando toda la noche. Me la mamó un montón de veces y me la follé
por delante y detrás otras tantas. Creo que fue y será la más intensa
jornada sexual de mi vida, además de haberse cumplido mi sueño tantas veces
añorado.