Mi esposo y yo tenemos un feliz y consolidado también fuerte nexo conyugal de nuestro matrimonio que ya cumplio diez años de matrimonio. Pero de u ntiempo para acá nos a llamado la atención profunda y deleitosa cómo deseada de experimentar hacerlo ante los ojos del otro con otro hombre y porque no invitar hassta hacer participe a otra mujer del sexo que no son precisamente con tu pareja sino simultaneamente compartiendonos en orgías e intercambios intimos en que ambos somos muy golosos además muy eróticos también muy calientes y por supuesto, no lo negamos ni lo ocultamos ni no somos ningunos santos tenemos nuestros pecados cómo todo el mundo lo confesamos y sustentamos a más no poder tanto yo y mi esposo.

Tenemos unos excelentes amigos que también son casados y muy hacerrimos en el contexto y en el tema qué nos ventilamos propiamente entre nosotros con ellos encantandoles la propuesta y la maravillosa idea qué nos halagan y alaban por tener esa formidable y espectacular hasta ardiente idea qué a ellos en sus mentes nunca se les pudo haber pasado por el pensamiento y la mente ni imaginarselos ya que ellos son convertidos a otra religión que castiga y peca eso rotundamente. Pero ellos no son nada idiotas, ni inocentes, ni pendejos, ni imbeciles perdón por expresarme así de ellos pero es la plena y purita verdad que no me ando con pelos en la misma lengua en absoluto al ser enfatico en este tema y tabú.

Concertando una invitación directamente a ellos a nuestra casa a que cenemos los cuatro, en que visten sus mejores galas nuestras esposas en que andan desnudas completamente debajo de sus vestuarios que les viene de pelo unas faldas lapiz con suéter cerrados de manga larga hasta cubriendoles parte del cuello con sus botas mosqueteras largas de tacones altos siendo de estatura altas ellas disimulando sus tentaciones cómo sus debilidades carnales cómo suele llamarse a este tipico de cosas que vamos a hacer los cuatros de intercambio y orgias.

Brindamos y charlamos para entrar un poco más en calor y disipar todos los miedos, nervios, incertidumbres, curiosidades, dudas, etcétera en qué nos paramos los cuatros al tomarnos de las manos caminamos mi esposa le cedo nuestra recamara para qué lo tenga y haga hasta este con mi amigo el esposo de mi amiga. Yo con mi amiga nos instalamos, nos metemos, entramos y escogemos la recamara de visita y de huesped para nosotros solos. En qué trascurre las horas disfrutamos de las mieles de la fantasía erótica y sobre todo del maravilloso sexo que nos deja sudados la gota mayor pero excitados en qué nos permitimos libertinamente tener toda clase de facetes sexuales hasta pornograficas en que tenemos preparados ya ajuares destinados para nuestros libidos que aumenten mucho más identicamente cómo nuestras erecciones fabulosas y candentes de nuestras pingas vergueras y de ssu vaginas que son todas unas soberandas prostitutas que nos complacen y zacean hasta consienten a granel con todas las fantasías que le sugerimos y nos recreamos también les decimos hata ordenamos para realizarolos y protagonizarlos en persona cómo en vivo y a todo color en orgías e intercambios que hacemos todos los meses por lo menos dandonos cancha de dos semanas al descansar y preparar nuevo repertorio integrando a otras parejas de neustros amigos convirtiendonos en los adictos a las orgías e intercambios con muchas parejas entre yo y mi esposa al llevarlo por más de seis años consecutivos sin fallar ningún día programado y organizado tanto por mi esposo como yo.