RELATO REAL
Este es un relato totalmente real. Una noche Martín y yo después de cenar nos fuimos a nuestro dormitorio y comenzamos a conversar de las fantasías de cada uno, Martín me dio la idea que a el le gustaría que lo sometan atándolo y yo ni corta ni perezosa comencé los preparativos. Tome del cajón de mi placard dos pañuelos lo suficientemente grandes para atar sus manos para inmovilizarlo pero que a la vez estuviera cómodo.
Le ate sus muñecas al respaldo de la cama con fuerza pero sin lastimarlo, el no oponía resistencia alguna.
Una vez cumplida la misión comencé a besarlo en la boca metiéndole la lengua y acariciándole el pecho, comencé a desvestirme de a poco, primero quede en ropa interior. Una vez que el empezó a excitarse, coloque uno de mis pechos en su boca y deje que lo lamiera solo unos pocos minutos, mis besos siguieron hacia su parte baja del abdomen, le chupe la pija, suave pero me la trague toda, el gemía y me decía que bien me la chupas amor, si así chupamela trágatela toda y esas clases obscenidades, las cuales me calentaban mas. Quede totalmente desnuda, entonces ahí me coloque en una posición donde el tuviera buena visual y comencé a masturbarme, me tocaba los pechos, mi clítoris metía mi dedo en mi vagina, y el miraba y suplicaba mi atención me encantaba verlo deseoso de mi quería meterme su lengua en mi conchita. Quería lo deseaba y sentirme tan deseada me excitaba al máximo.
Seguí con mi sexo oral una mamada de ensueños el gemía de placer se retorcía se arqueaba en la cama de placer y al ver su desesperación al no poder tocarme ni intervenir, me puso más caliente me sentía una perra en celos una puta como el me decía en ese momento.
Deje su pene por un momento y coloque mi concha ya mojada sobre su cara, dejaba que el lamiera un poco mi vagina sedienta de sexo pero tan solo un poco, retiraba mi cuerpo de su cara y lo volvía a poner, el volaba de excitación e impotencia mientras que mis ganas de desatarlo para que me coja eran increíbles (aunque no lo hice, esta vez ganaba yo), con cada rose de su lengua a mi vagina era sentir todo su deseo de mi cuerpo me decía quiero cojerte quiero penetrarte, te quiero hacer mi perrita,
Una vez que vi., que su desesperación era demasiada me coloque de espaldas a el y metí su pija dura y a punto de explotar en mi vagina ya dolorida de placer, fueron unas diez embestidas mías, ya que el solo podía mover sus piernas y eso ayudaba. Corte con esa posición y decidí darme vuelta, mientras el me decía mil cosas que me ponían mas caliente aun. Sabia como calentarme con palabras sabia que me gusta que en la cama me traten de puta, que me digan que si me gusta la pija, si quería mas pija,
En la posición de amazona lo cabalgue, diciéndole que se calle, que no hable porque sino le vendaría la boca, y ahí entre mis gemidos y sus palabras llegamos juntos a un orgasmo increíble.
La experiencia fue maravillosa, el prometió que la próxima en ser atada iba a ser yo y así fue.
Continuara………