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Solos en aquel paraje

~~Seguramente recordarán a mi compañera de esta aventura, Marcela, la misma que conociera y con quien tuviese un hermoso orgasmo durante el viaje (Un Viaje Nocturno) que realizamos para llegar hasta aquel paraje solitario en un sector algo montañoso de la región; entonces si han leído mi historia sabrán como empezó todo y por ende que a ese lugar habíamos llegado en la madrugada del domingo, de no haberlo hecho les recomiendo buscarla y leerla antes de terminar esta. Así al llegar hasta aquel paraje lleno de lugares rocosos y con amplia vegetación, disfrutamos del viaje en compañía de algunos tragos, se había quedado entre todos que deberíamos estar a las 6:00 de la tarde en el lugar donde se habían dejado parqueados los buses para el regreso a casa, quien un estuviese allí a esa hora, sería abandonado, pues los automotores deberían regresar a la ciudad toda vez que al día siguiente deberían trabajar con sus empresas. Marcela y mi persona, después de esta disfrutando del viaje y de haber almorzado, estabamos más compenetrados que nunca, en las didácticas que se realizaron después éramos pareja inseparable, así cuando empezaba a entrar la tarde a eso de las 4 decidimos alejarnos un poco del grupo en busca de una cueva que había cerca al lugar, tardamos casi media hora en encontrar la entrada a tal gruta, hasta que al fin nos dispusimos a ingresar a ella; era totalmente obscura, por lo cual yo había llevado una linterna, para proceder a su ingreso; Estuvimos caminando hacía el fondo de la caverna hasta encontrar el tope, una vez allí nos encontramos con que había un gran hueco, donde al alumbrar se observaba había un arroyo subterráneo cuya agua parecía ser muy fría, pues lo peces que desde allí se observaban se veían totalmente blancos. Cuando empezamos el regreso, Marcela manifestó estar cansada, por lo cual nos sentamos en una roca para descansar un instante, fue allí donde comenzamos a darnos besos y caricias, recordaran su vestimenta, la intensidad del encuentro iba en aumento, ya comenzaba yo a besarle el cuello y bajaba mis manos para presionar la mano derecha sobre su concha (aún por encima de la sudadera) mientras ella me ultrajaba la verga por encima del pantalón; la piedra sobre la que estabamos sentados era grande, por la cual la impulsé hacía atrás para comenzar a besar y acariciar su abdomen, al tiempo que metía mi lengua en su ombligo (yo os he dicho que me parece espectacular), mientras eso hacía la blusa iba subiendo por su torso, hasta que por fin pude observar sus hermosas tetas, las cuales veía por haber dejado la linterna encendida, lo que nos permitía ver algo en medio de tanta obscuridad, no fue sino ver ese par de melones para irme sobre ellos y comenzar a chuparlos y morderlos, mis manos seguían masajeando su concha por sobre la sudadera, mientras que ella ya tenía mi falo fuera y lo masajeaba haciéndome una buena paja, aunque al verdad sentí mucho mejor la que me hizo en el Bus; mas tampoco mis manos se quedaban tranquilas, ya empezaba yo por bajar su pantalón lycra, ella estaba totalmente encendida por lo que me permitía hacer todo aquello, cuando al fin la pude despojar de su pantalón le terminé de acostar en la piedra y comencé a bajar, ella se intentó oponer, pero le recordé su promesa en el Bus, yo quería chupar todo su coño, seguí bajando hasta encontrar aquel hueco tan profundo y húmedo como aquella caverna en la que nos encontrábamos, pero sin lugar a dudas con un calor que jamás llegaría a tener la misma cueva, manaba de su pepa gran cantidad de líquido, fue entonces cuando me pegué a ella, chupaba incesantemente su clítoris, el cual estaba totalmente hinchado, comencé luego a chupar su culo, y ella se estremecía de placer, fue apenas pegar un par de chupadas en aquel huequito, para sentir el primer orgasmo de ella, yo tampoco quise detenerme de chupar aquel culo fenomenal y seguí metiendo mi lengua mientras mis dedos eran hundidos en su concha, cuando ella quiso tener el segundo orgasmo realizó un movimiento demasiado brusco lo cual trajo como consecuencia que cayera de la piedra al suelo, propinándose un golpe algo fuerte.
 La ayude a levantarse, me miró fijamente a los ojos, y me dijo deben estar esperándonos , no fue sino pronunciar aquella palabras para deshacer aquel idilio y comenzar ella a vestirse, pues enseguida caímos en cuenta de que debería ser tarde y si no regresábamos a tiempo seríamos abandonados en aquel lugar.
 Salimos lo más aprisa que pudimos de aquel lugar, sin embargo la obscuridad era mucho mayor lo que dificultaba nuestro paso, y quizá por la desesperación tropezábamos con mayor frecuencia; cuando al fin logramos llegar al lugar en que bebería estar el Bus, al cual por cierto también tardamos en reconocer por ser todo un sector selvático, pudimos apersonarnos de que era demasiado tarde, de suerte alguien se había acordado y preocupado por nosotros y habían dejado en un bolso algunas cosas personales en un bolso con una cama de camping para dos personas, y allí mismo mi cartera, además de algunas cosas que comer. Nos sentamos a pensar un poco la situación, Marcela se mostraba desesperada e intranquila por lo cual fue menester confortarla, y hacerle entender que deberíamos acampar allí para buscar la carretera en horas de la mañana en busca de un transporte que nos llevara a la ciudad; al cabo de algunas caricias y de mimos por mi parte, logré sosegarla, entonces decidimos que si pasábamos la noche en aquel lugar, lo deberíamos hacer dentro de la cueva en que estuvimos. Así tomamos nuestras cosas y nos adentramos nuevamente a la caverna, eran cerca de las 10:00 cuando encontramos un lugar acogedor dentro de la gruta donde acomodar nuestro edredón, lo tiramos y nos colocamos a hablar, yo estaba sentado y ella colocaba su cabeza sobre mis piernas, acostada sobre el edredón, entonces le recordé que la noche anterior nuestra situación era muy similar, mientras que la iba acariciando por su cuello con las manos, ella se notaba muy tranquila pero sumisa a mis intenciones; al momento igual reíamos de cuestiones varias y sobretodo de la manera en que ella había caído de la piedra hacía un instante, ya para ese entonces estabamos completamente relajados y complaciéndonos con mutuos besos. Marcela es una mujer espectacular de buen carácter, difícilmente comparable, correspondía pasionalmente a mis besos, mientras comenzaba a tomar cartas en el asunto, sabiendo muy bien a que iba el tema, nuevamente se apoderada de mi pene por encima del pantalón, mientras con su otra mano me brindaba caricias por el cuello, yo estaba totalmente acalorado, en esos momentos no podía ver nada, pues habíamos decidido en apagar la linterna para evitar el desgaste de pilas, y por si acaso no nos fuese a ser necesaria más adelante en cualquier emergencia; por aquella razón nuestros movimientos se hacían más cadenciosos por ser dirigidos a muchos toques, con tal de observar y determinar que estabamos acariciando. Al fin en esos toque, comencé a acariciar uno de sus señor, y seguidamente le quitaba la blusa acompañada del sostén que tenía, para comenzar a chupar aquellas hermosas tetas que tanto me habían encantado, mientras me daba gusto saboreando los hermosos pezones de esa mujer aprovechaba para despojarme de mi camiseta, mientras ella hacía lo mismo con mi pantalón; ya estaba yo totalmente desnudo, por lo cual ella decidió girarse y comenzar a chupar mi verga, para esta ocasión no me pude oponer, de todas maneras tendríamos toda la noche, así mientras ella me chupaba la pija con una posición de perra, puesta sobre sus cuatro extremidades, yo aprovechaba para bajarle su sudadera adjunto a la panty, para seguidamente comenzar a chupar su coño, así estuvimos por amplio rato teniendo sexo oral, mientras ella me chupaba el pene yo le chupaba primeramente su concha jalando el clítoris para buscar mayor sensación en ella y luego chupaba el hueco de su ano mientras metía los dedos de mi manos por su vagina, que estaba totalmente lubricada y bombeando en gran manera, en esa posición obtuvimos nuestro primer orgasmo, la primera en venirse fue ella, y casi simultáneamente la acompañe con una gran cantidad de leche quizá por lo que había pasado en la tarde, la cual se tragó en su totalidad presionando incluso mi verga parea que saliera toda de ella. Luego comenzó a subir con besos por mi pecho, para llegar hasta mi boca, entonces comenzamos a darnos intensos besos, yo estaba acostado boca arriba, mientras ella se encontraba sobre mi persona, por lo cual yo pasaba las manos por encima de ella, agarrando sus nalgas y abriéndolas cada una hacía un lado, como buscando partir su cuerpo en dos, abría todo su culo al aire, apretaba con gran fuerza sus nalgas y esto la emocionada, por lo cual presionaba su concha contra mi cuerpo, en esa dinámica no duro mucho en templarse nuevamente mi falo, y mucho menos yo en solicitarle que se dispusiera a brindarme su sexo, quería cumplir con aquello que ninguno pudimos hacer en el Bus, así de una sola embestida le enterré toda mi verga por su chocha, mi verga se sentía rodeada por un gran calor, además de que ella se movía muy bien apretando mi verga con sus piernas lo que me daba una mayor sensación, era un coger muy delicioso el que tenía Marcela. De improviso se sentó sobre mi cuerpo y comenzó a saltar sobre mi verga metida en su concha, mientras yo le acariciaba las tetas, y diciéndole cuánto me gustaba, quiero saltes, vamos muévete mucho más, así ella se apoyaba en mi pecho para no caer, pues tampoco podía ver nada alrededor, al final noté cuando ella caía sobre mi pecho exhausta en un gran orgasmo, e inmediatamente la empuje a un lado, ella se mostró sorprendida con un gemido (o mejor grito), y en seguida comencé a botar la leche de mi verga era la segunda cumplida que tenía en aquella hermosa noche, me reclamó, pero enseguida le expliqué que me había venido y no quería echársela adentro, entonces me explicó que no había de que preocuparse pues ella tomaba sus pastillas y precauciones para no quedar en estado de gravidez, así las cosas la halé como pude hacía mi cuerpo y la comencé a acariciar, vaya que era el segundo golpe que había recibido por mi culpa en aquella noche.
 Ambos estabamos acostados de lado, yo detrás de ellas, acariciando sus tetas y besando su cuello, de vez, mientras ella, por lo que podía sentir, se metía los dedos en la concha; cuando noté que su ritmo comenzaba a aumentar nuevamente, mi verga comenzó a reaccionar, aún quería algo más, medio parado como estaba mi pene comencé a pasarlo por entre las piernas de ella, lo cual pudo sentir inmediatamente, pero me solicitó que no la fuese desvirgar por el culo, pues nunca lo había hecho, sin que yo atendiese mucho su pedido, de igual manera su petición era entre quejidos lo cual me indicaba que estaba totalmente cachonda y dispuesta a tener sexo como fuese; cuando ya se me hubo parado toda mi verga la puse en toda la boca de su ano, ella estaba bastante lubricada como consecuencia de los dedos que se estaba haciendo por adelante y las caricias y apretones de teta que yo le dada por detrás, me rogaba que no lo hiciera pero tampoco se oponía, fue entonces cuando le comencé a meter de a poco la verga, al principio seguía renegando, pero luego de un rato me decía métela toda, hijueputa, mete toda tu verga en mi culo, vamos rómpeme todo el culo al final pude terminar de penetrarla por su trasero, y entonces si me pidió que me detuviese un momento que le dolía mucho, por lo cual le deje toda mi verga adentro por unos cuantos segundos, luego comencé a joderla suavemente, para ir subiendo el ritmo gracias además a que ella empujaba hacía atrás como buscando siempre tener toda mi verga dentro de su culo, así el ritmo fue subiendo mientras ella seguía gritando y gimiendo, en ese son obtuvo dos orgasmos, cuando quiso venirse en un tercero, sintió igualmente como me venía dentro de ella y gritaba eso es lléname el culo de leche, rebósame toda la leche en el culo, y no saques tu verga, sigue cogiéndome, no dejes de coger , así cuando le descargué toda la leche en su culo, mi verga salió despedida de esa cavidad pequeña y deliciosa, como era el abrigo que nos estaba brindando aquella caverna.
 En eso paramos con nuestra orgía, ambos estabamos demasiado exhaustos, y fue cuando aproveché para decirle ves que no era tan malo que nos dejaran, o aún piensas que es el peor día , contestando ya veré de siempre quedarme en los paseos, así podremos joder un rato tranquilos ; seguimos hablando un rato, sobre todo yo indicándole cuál sería el procedimiento a seguir al día siguiente para llegar a casa, hasta que al fin el cansancio nos venció, y nos dormimos unidos el uno al otro, aún totalmente desnudos.
 Al día siguiente desperté a eso de las 8:00, pude saberlo por mirar el reloj del celular, me cambié y la desperté para disponernos a partir, encendí la linterna mientras ella se vestía, y pude observar cuando hermoso era ese cuerpo que había tenido durante le noche, y así se lo hice saber, por lo cual aún desnuda se digno a regalarme una buena vuelta para que apreciara de todas sus curvas. Salimos de la cueva, y a la media hora recibí una llamada, pude comprender que antes no recibía tal llamada por estar dentro de la cueva donde no tenía recepción o señal mi celular. Alrededor de 4 horas después llegaríamos a la carretera principal, donde encontraríamos un Bus que nos llevó hasta la ciudad, llegamos a casa a eso de las 5 de la tarde, y nos despedimos esperando vernos después con miras a observar que pasaría luego.

Datos del Relato
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