Hoy me tocó ir sola al trabajo. Estoy en esos días después de la regla que solo deseo tirar hasta el cansancio y mi marido me tiene excitada con sus permisos. El sueña que yo sea la puta liberal que siempre quise y la verdad nunca sospeche que lo podía vivir con tanta amplitud.
Cuando llegue a mi trabajo se me ocurrió una puntería para ver qué podía pasar. Voy a invitar a un chico de un comercio vecino que me mira con deseo y cierto relajo.
– Hola amiguito. Espero que estés bien. Sabes? Si puedes pásate por mi local para hacerte una consulta sobre nuestro producto. Te va a gustar…
– Hola Antonia. Claro que sí, viniendo de ti todo me encanta
– Ummmmm eso me gustó.
– Si chica me tienes soñando contigo todas las noches. Se que estás casada pero nadie se entera si nos damos unos permisitos. No crees?
– Acércate y veremos qué pasa. Ah! Empuja la puerta. Yo estaré trabajando adentro del local
Y así fue. Estaba en licra, una que deja ver la inmensidad de mi rico culo, pero me quite el sugetador para que mis pechos y la erección que tenían se notará de inmediato. Además me puse un hilo negro para que se notará muy bien.
– Hola Antonia cómo estás. Linda, tu trabajas así de divina ?
– Claro que sí. Chico el trabajo se debe disfrutar. Además sabía que vendrías y quince mostrarte algo rico de mi… Te gustó?
– Me encantas Antonia. Estás divina. Te puedo abrazar…
– Claro. Para eso vinimos.
Y nos fucionamos en un rico abrazo que duró un par de minutos, tiempo suficiente para sentir su gran bulto, enseguida puso su mano sobre mi culo y comenzó a buscar mis labios tratando de hacerse de un beso, cosa que logro… Me moría porque me besara.
– Que rica estas mujer. Eres un espectáculo de belleza y sensualidad
– Pues tú estás divino tambien.
Y comence a manosearlo como para que no se me fuera. Puse el seguro a la puerta y le pedí que se quitara la ropa. De rodillas yo, le di una profunda mamada, larga, rica y excitante. No aguantó y acabo en mi boca Con abundante semen tal como lo soñé. Olía divino, a macho lindo y atractivo. Le bese los testículos y Su rico y depilado culo
El me monto en la mesa de trabajo y comenzó a darme una chupada celestial. 11 orgasmos tuve. Ya estaba agotada pero ese macho no me sacaba la boca de mi concha.
Creo que estaba haciendo tiempo para recuperarse de la acabada y darme lo que ya anhelaba yo.
Me tomo por mi cintura, y yo tome su gran falo, me lo puse en la punta de mi vagina y el hizo el resto. Metió esa verga con fuerza hasta el final. Grueso, largo y duro. Entro todo y me dió por media hora. Tiempo en el que tuve 8 orgasmos.
– Antonia que rico eres multiorgásmica, no sabía, no conocí nunca una hembra así
– Ummmmm pues aquí me tienes para cuando quieras divertirte. Aprovecha me
Terminamos, nos aseamos y me preguntó que que era lo que me ibas a sugerir… A lo que respondí… Tirar contigo casa vez que tenga ganas.
Ya nos íbamos cuando sentí su mano en mi culo y me hizo explotas otra vez. Me dolía todo pero eso me excita más aún así que me acosté en la mesa pero esta ves boca abajo, entregándole mi culo. Ese macho me dió hasta que acabo dos veces y me saco 5 orgasmos anales inolvidables. Me dolía todo pero cada vez que lo recordaba sentía un gran placer. Solo a la espera de ir sola mañana al trabajo.