Al rededor de las once de la mañana, fuí al lugar acordado de la cita, desayune algo ligero, la cita era las 15 hrs. tenía curiosidad por saber quien y como era, estaba impresionado con ella, había dejado un sabor dulce en mí, sabía que era particularmente especial, sus besos me habían embriagado de placer, deseo y algo muy interior en mi ser que quemaba mi corazón, mi piel, en sí me tenía hechizado. En unas mesa hasta el fondo del salón me acomodé para apreciar todo, y a quienes entraban. entraba gente y salía no había sacado el antifáz, pasó casi una hora y llegué a pensar que no llegaría, puse el antifáz sobre la mesa y me disponía a salir cuando a mi espalda, oí su voz, ella había llegado antes con la misma curiosidad, y me dijo que las idea la tenía pero sentado no podía calcular mi estatura(1.90 mts), que recordaba mis ojos azules y nada más, ya que la naríz estaba cubierta por el antifáz, y recordaba mi boca de labio delgado el superior y carnoso el inferior, porque su boca la conocía de memoria.

No la llegaron a traer la noche anterior, y también estaba mintiendo acerca de que no sabía quién era, yo la recordé inmediatamente, cuando fuí a la tienda de disfraces, la encargada de la misma me preguntó por el traje de mi pareja, y le dije que iría sólo, y recuerdo que ella estaba allí e hizo el comentario de que a esa fiesta también llegaba gente sin compañía, ella también fué en busca de disfráz. Después de comer nos fuimos a mi hotel, al entrar a la habitación fué una locura, nos besamos con pasión, lujuria y deseo, sus pechos se endurecieron en mi boca, eran un manjar exquisito, propios de una diosa mitólogica, besé centimetro a centimetro su cuerpo, de la frente, su boca hermosa y sensual,su cuello suave y liso que se ponía chinito al calor de mis caricias, de nuevo sus hermosos pechos, su vientre hermoso, bajé por su muslo, hasta sus piés, mordisquié sus dedos, y subí por la otra pierna, no había besado aún su vagina, lo reservaba com el plato principal, subí nuevamente, hasta su boca, para luego colocarla, boca abajo y besar centimetro a centimetro dese su parte posterior del cuello, su espalda hasta sus talones y mordisquearla, no había parte que no hubiera besado y lamido, para que nuevamente darle vuelta y abrirme paso con mi lengua y labios en su exquisita vagina, hermosa, gordita, sus labios vaginales dulces, su clítoris de regular tamaño, rojito, erecto, vibrante, pulsando en cada embestida de mi lengua, sus jugos transparentes agridulces que abundantemente, tragaba como delicioso calix de pasión, se vino una y otra vez, cada orgasmo era más intenso que el anterior, nos acomodamos en un 69, cus dedos acariciaban mi glande humedecido, sus uñas jugaban suavemente con mis testículos y el tronco, cada vez más hinchado, las venas llenas de sangre que amenazaban con reventar, mis ocho pulgadas estaban al borde de explotar, mamó divinamente, y casi al mismo tiempo, ella se corrió en orgasmo enorme, y mi leche fluyó hasta su garganta y fué tragado en su totalidad.