La última vez que visité un país de suramérica, hace ya varios años y fué Brasil, y fué por una invitación de una empresa proveedora de accesorios para mantenimiento de la maquinaria de la fábrica productora de aceite vegetal. Y con el ingeniero a cargo de Mantenimiento fuimos por cinco días a Río de Janeiro, por lo que no conocimos casi nada, a excepción de las tardes en las que caminabamos por las playas, viendo a las brasileñas con las chiches al aire y de tela lo suficiente para cubrir sus panochas. Un día nos permitieron entrar al coloso Maracaná, era grandioso, digo era porque fué antes de la remodelación, y otro día que fuimos en el teleférico a ver el cristo de corcovado.
La primera vez que fuí a suramérica, fué recién graduado de economista, y la Universidad de San Carlos de Guatemala, me otorgó una beca por un semestre,para estudios master en la Universidad católica de Chile, donde no conocí mayor cosa, debido a lo apretado del horario. De Lunes a jueves de 7:30 a 13:oo y de 14:30 a 20:30 y los viernes de 9:00 a !3:00 hrs, aparte de los sábados de laboratorios de 9:00 a 14:00 hrs. era intensivo. Lo que conocí fué Valparaíso, lugar de donde era originaria Verónica una chilena de 30 años de edad, divorciada, que fué mi pareja en el tiempo que estuve en ese país, y al final de estudios que fuí a conocer con ella Viña del mar, en ese tiempo tenía 24 años de edad. Mis compañeros de residencia asignada era Washington, Uruguayo y Raúl, colombiano. A traves de Wahington conocí Uruguay donde tuve la suerte de ver un clásico del futbol de ese país, y conocí punta del este, y por Raúl conocí Cartagena de Indias de donde el era nativo.
Ahora voy hasta Argentina, donde tengo esta fantasía hermosa. Llego al hotel alrededor de las siete de la noche, hay un poco de frío y pido un taxi para que me lleve a un lugar muy especial para comer un asado, la distancia no es grande por lo que decido regresar caminando al hotel, primero por la digestión y a la vez poder admirar la ciudad de noche. Me llama la atención que en cada esquina hay afiches anunciando un baile a beneficio de una entidad de beneficiencia a nivel mundial. En el hotel hay afiches y me informan que ellos venden boletos, para los turistas que quieran asistir, me informo de todo y resulta que es una fiesta de disfraces por el carnaval. El día siguiente voy a conocer el club donde se llevará el cabo el evento, y me permiten entrar a conocerlo, es enorme, con parqueo externo grande, y aparte hay dos sótanos de estacionamiento, un gran salón y en la parte de atrás, amplios corredores, hay una piscina grande, y al otro lado de la piscina unas bancas de concreto, y al fondo un bar, con bancas techadas adornadas con enredaderas de flores de vivos colores. El asunto es que compro mi boleto, llego a un lugar de alquiler de disfraces, tomo uno de Marco Antonio, y temprano tomo un taxi para el club, llego temprano y me acomodo en una mesa donde tengo una visión excelente de todo. Como es natural la mayoría, si no casi todos, llegan con pareja, veo a Batman con gatúbela, Napoleón y Josefina, etc. Casi una hora después de estar en la fiesta, sorpresivamente llega una mujer a la mesa, que para ese momento ya compartía con dos parejas, que por cierto estaban danzando en ese momento, y me dice: mi Marco Antonio tuvo inconveniente a última hora, por lo que sólo vendrá a traerme a la media noche y observando que no tienes Cleopatra, quisiera bailar contigo. Fué así como empezamos a conocernos y tratarnos, el calor se sentía fuerte pòr la cantidad de gente, salimos a los corredores a seguir bailando, tomamos una botella de vino y dos copas y nos fuimos al lugar que describía antes, de las bancas con enredaderas, estaba un poco oscuro, veíamos a la gente bailando al otro lado de la piscina pero no nos veían a nosotros. En un momento determinado estámos besando, fué un beso en el cual sin abrazarnos ni estrecharnos, ella me chupaba mi labio inferior y yo el superior y viciversa, luego eran nuestras lenguas y se fué volviendo más candente, nos besamos por bastante tiempo, su escote era prolongado, por lo que pude sacarle los pechos para besarlos y chuparlos suavemente, sentí como se endurecieron su pezones, mientras tanto ella con su mano bajo la falda del disfráz de Marco antonio, se la ingenió para empezar a acariciar mi pene, que estaba durísimo, estaba encantada del tamaño y grosor, poco a poco lo sacó para empezar a besarlo tiernamente, pasaba su lengua por el glande en circulos, a lo largo del tronco, y suavemente chupaba la cabeza, en la boca tenía un sorbo de vino, para luego meter mi glande, y así mamar para mezclar el vino con mis liquidos, y luego tragar como que si ese trago saliera de mí, me tenía loco, yo sentía que iba a estallar en su boca, cogerla era difícil por lo tallado de su vestido, ella adivinando lo que yo sentía me dijo: pudiera quitarme la ropa, nadie nos vería pero falta muy poco para que vengan por mi, y si voy a coger contigo es tiempo insuficiente porque soy muy caliente y deseo muchos orgasmos, que llegaríamos al amanecer, si me echas tu leche en la boca se derramaría un poco en la ropa,y con la mano no tendrías mucho placer, baja el zipper de la parte trasera del vestido y mételo en el culito. Siempre acostumbro llevar mi cajita de preservativos y tubo de gel lubricante, por lo que al lograr subir parte de su vestido y bajar su tanga, la incliné sobre el respaldo de la banca, y con el pene lubricado empezé a abrirme paso en su culito estrecho, entró la cabeza, con unos movimientos rápidos se fueron dos pulgadas, sintió el dolorcito, pero no se movió más, con mis dedos sentí su clítoris, y empezé a masajiarselo, ella se contorsionó de placer, aflojo su cuerpo y logré irme un poquito más de la mitad, estaba a punto de correrme en ella cuando la sentí venirse, su clítoris estaba hinchado y duro, cuando estaba viniendose me fuí al tope y la llené de leche, cuando sentí que ya había salido el semen que tenía que salir, lentamente fuí saliendo, con vino y pañuelo, me limpió el pene, nos arreglamos la ropa, y empezamos a caminar al salón eran ya los doce y minutos, era obvio que la estaban esperando en el parqueo, me besó suavemente y me dijo que dejaría su antifáz en el guardaropa, que almorzaríamos juntos en cierto lugar, que llevara el antifáz y ella al verlo llegaría a recogerlo y que entonces nos amaríamos sin parar ya no como incognitos.