Hola a todos.
Mi nombre es Santiago, tengo 21 años y les contare mi experiencia, que fue una de las mejores, ocurrida hace dos días.

Después de terminar el día, una jornada muy cargada de trabajo, de oficina y con algo de hambre, quedé con mi enamorada para vernos, salia las 7:00 pm y me dirigí a recogerla de su lugar de trabajo. Una vez en su tienda, pase y espere a que terminara un ultimo trabajo que estaba haciendo, aclaro que ella realiza trabajos de transcripciones.

Una vez que nos dispusimos a cerrar las puertas, la beso muy apasionadamente a lo que ella accede pero con un poco de miedo. Para calentarme mas me doy cuenta que trae puesto una deliciosa calza muy pegada a su cuerpito, una blusita y un abrigo grande que le llega como hasta la rodilla. Les aclaro que yo soy delgado y mido 1,75, y ella es pequeña, es una pequeña muy deliciosa por su carita de ángel, piernitas muy deliciosas y unas tetas medianas pero que las luce de una forma que fácilmente le roban la atención a cualquiera, y tenia una cola en la cabellera.

Entonces salimos de su trabajo y yo le invito a tomar un café, nos vamos y tomamos un chocolate con algunos pastelillos dulces, desde entonces supe que tendría que cogerla, pues no habíamos tenido sexo en mas de 3 semanas porque yo estaba de viaje en mi trabajo. Salimos de allí, yo me la pasaba maquinando en mi mente cómo le haría para llevarla conmigo. Tomamos un taxi hacia su casa, ahí la abracé, y de a poquito la recorrí mis dedos por su brazo hasta ubicar toda la palma de mi mano en una de sus deliciosas tetas, me miro con una sonrisita mas tentadora aun, obviamente mi pene quería sentirla, y ya estaba poniéndose dura, puse mi otra mano en su pequeña y delgada cintura, me encargue de que se diera cuenta de mis intenciones empujando su manita hacia mi pene, la sintió y pues eso ya nos dio ganas de comernos vivos.

Así que nos bajamos a varias cuadras de su casa y nos fuimos caminando hacia un parque que hay como a 3 cuadras de su casa, nos fuimos hacia allá abrazándonos y besándonos en cada esquina que se nos aparecía en frente, el deseo nos estaba matando así que nos vamos a una banca a tratar de calmarnos un poco, ya que ambos ya teníamos claro lo que queríamos.

Mi intención era volverla loca y lo estaba logrando, así que le propongo irnos a mi casa, a lo que ella no quiso porque tenia miedo de que alguien en mi casa a esa hora pudiera vernos. Su casa tampoco era una buena elección ya que estaban sus papas allá. Entonces sin decir nada mas nos fuimos a donde quedan unas gradas y una pequeña pared, sin decirnos nada nos empezamos a besar como nunca, ya no había razón para detenerse, introduje mis manos en su cintura por debajo del abrigo y pude sentir el calor de su pequeño cuerpo, abrí el cierre de mi pantalon como invitándola a tomar mi miembro, los latidos de su corazón estaban totalmente acelerados sin saber lo que podría pasar.

Les describo un poco el lugar: una plaza mediana con pocos árboles, una estación de policía un poco mas arriba del que se podía ver una patrulla y como dos guardias caminando por ahí, la capilla de la iglesia que estaba cerrada a esta hora (mas o menos las 20:00)un lugar medianamente iluminado, donde pasaban algunos grupos de personas y mas que nada parejas.

Esto solo tenia que continuar, yo ya no podía abandonar lo que había empezado así que tome su mano y lo introduje hacia mi miembro que ya estaba en su punto, solté los botones de su blusita mientras no dejaba de besarla, disimuladamente le saque una teta del sostén y ya estaba lista para que me la comiera, en un momento no esperado por ella bajo mi cabeza y me como esa deliciosa teta, eso la puso loquita ya escuche un gemido que me enloqueció aun mas, hasta entonces solo acaricio mi pene de encima, así que me encargue de sacarlo del bóxer y lo puse a su disposición, lo tomo con una mano y me empezó a masturbar mientras yo bajaba mis manos hacia su zona. Estábamos muy cómodamente cubiertos por el gran abrigo que ella traía, gracias a el libremente le baje la calza y pude sentir en mis manos ese delicioso par de nalgas y sin esperar mas le bajé su pequeña tanguita que traía.

Sentí lo delicioso que es el tener la entrada de su sexo en mis manos, deliciosa y húmeda, solo tenia ganas de comerme a lamidos su clítoris, intente bajarme pero la posición seria muy obvia y ella me retuvo por miedo. Por lo mismo que yo soy alto y ella pequeña estábamos acomodados ella una grada arriba en ese momento acomode mi pene entre sus piernas, que sensación mas deliciosa, ella ya no podía esperar, y me dijo suavemente al oído: ¡¡Solo hazlo!!. Le acaricie la entrada con mi pene, ella ya tenia ese vaivén característico, era una posición muy incomoda, así que espere a que la plazuela quede lo mas despejado posible, y cuando se dio, acomodé mi verga en posición y de una la penetré hasta el fondo, muy suave y disimuladamente empecé a bombear su pequeña cosita, ella no podía dejar escapar sus gemidos de placer, cuando pasaba gente a unos metros de nosotros solo me detenía y la abrazaba, y luego continuaba dándole rienda a lo que seria hasta hoy la experiencia erótica mas placentera que ambos teníamos entonces. Seguí penetrándola como 20 minutos y besándola, y terminé dentro de ella, un abrazo fuerte le dio fin nuestro inusual encuentro sexual.

Ella terminó muy mojadita, nos arreglamos como pudimos y la llevé a su casa, hablando de cómo seria nuestra siguiente experiencia, propuse que la siguiente vez la sentaría en mis piernas mientras la penetrara, sonrió pero dijo que si así fuera tendría que ponerse una faldita cortita, a lo que con todo gusto acepté, sé que será pronto, de una u otra manera así será, pues con ella ya pasamos a una nueva etapa y pronto les tendré una nueva historia para contarles.