ya habían pasado tres meses, de la experiencia maravillosa que había tenido de desfllorar a Eugenia, y no había hablado con Patricia, desde la noche que me comentó que le había preguntado a su mamá. como me había identificado después de tanto tiempo de no vernos, y dada la confianza entre ambas ella le comentó la relación sexual que habíamos tenido hasta el incidente de las fotografías.(situaciones en la vida-maduras)
Por esos días en Guatemala hubo un golpe militar, y querían imponer una reforma fiscal, para así el gobierno de turno agenciarse de dinero con imouestos muy jalados, y en ese tiempo yo representaba a la cámara de industria, y seguido me buscaba tanto la prensa escrita como ls televisión abierta, para entrevistas y comentarios. Y precisamente en una oportunidad que llegué con otras personas al canal de televisión, me encontré con Silvia, la excompañera de patricia, y que casualmente había sido invitada a una charla médica. (Ella es odontóloga), quedamos de reunirnos otro día a tomar un café. Charlamos de todo un poco. del embarazo de Patricia, de mi familia y de su familia, ahí me enteré que ella es casada con un hijo de dos años, y que precisamente ese viernes su esposo, su hijo y su suegra, habían salido de viaje por una semana y que ella por su trabajo no pudo acompañarlos. Ese mismo día habíamos quedado de ir a bailar pero por la situación que se había agravado esa tarde, decidimos cenar en el restaurante de churrascos que queda enfrente del edificio de apartamentos de mi madre. Cuando estábamos terminando de cenar, sentí el pié descalzo de Silvia en mi entrepierna frotandome el pene, para luego decirme, te he visto muy seguido en la televisión eres fotogénico, estàs reguapo, y quiero hacer el amor contigo. Subimos al apartamento besandonos como locos, Silvia es de descendencia japonesa por la madre, por lo tanto es de ojos rasgaditos, de cara preciosa y dulce, boca pequeña pero de labios sensuales, ojos negros, es alta, delgada pero muy sexi, de piernas largas y torneaditas, rodillas bien redonditas, pies pequeños, su pechos son medianos y su culito bién paradito y duro, un bomboncito de 27 años.
Le saco su vestido y su ropa interior y empezé a besarla de la cabeza a los pies, besé sus pezones hermosos grandecitos, bajá a su vagina completamente depilada, estaba empapada, su clítoris grande, saladito, se estremecía con cada embestida de mi lengua y labios, ella tomó con sus dos manos mi inmenso pene, largo y grueso, no hizo ningún comentario del tamaño se lo llevo a la boca y empezó a lamer los liquidos de la cabeza para después meterse el tronco en la boca, luego quedamos en un 69, sus chupadas eran intensas y apretaba mi pene fuerte con sus labios y mordiscos suaves, yo no aguanté mas y me vacié en su boca, ella siguó chupeteandolo, y yo seguía encargandome de su clitoris hasta que explotó en un gran orgasmo. Tomamos un poco de vino y diez minutos después volvimos al jolgorio, ella empezó a chupetear el pene lo lleno de saliva para luego sentarse sobre mi y empezó lentamente a meterselo, sentí como poco a poco las paredes vaginales iban dando paso a la mole de carne, llegó a la mitad, pero lo grueso impedía que entrara con facilidad, sus paredes fueron tomamdo su elasticidad y los jugos de ambos permitieron llegar en su totalidad, empezo muy despacio con el mete saca, ya casi lo sacaba todo para luego volverlo a enterrar, me pidió cambio de posición, y quedamos de lado frente a frente, ahí podía besar sus pezones y con su pierna sobre mi cintura la penetré hasta el fondo, se arqueo, gimió, grito, me mordió, y se vino nuevamente, yo ya no aguantaba y me dijo que podía echarlo adentro porque se cuidaba, fueron chorros de semen, nos quedamos dormidos, Ya a las cuatro de la mañana sentí cuando se levantó al baño, yo fuí a orinar y empezamos nuevamente, ahí si me dijo, deseaba tu pene, me lo imaginaba grande pero no tanto, ahora si lo estoy disfrutando, no sabes como deseaba coger contigo, la puse de perrito y cuantas formas se puedan imaginar, tuvo dos orgasmos más y ahí fué cuando la puse de lado su espalda en mi pecho, y con crema le dilaté el ano, ella me dijo que no lo había hecho por ahí, que una vez por curiosidad se lo sugerió al esposo pero este se negó, por lo que no puso mayores peros, costó un montón meterselo, le rasgué el ano, pero al final de cuentas se lo metí todo y le acabe en el fondo. Para ya entonces era sábado, estuvimos todo el día cogiendo, a mi me dolía la polla de tanto eyaculada, ella estaba super irritada y el culito adolorido, nunca más volvimos a estar juntos, ella tenía miedo por su marido, ahora tenemos ambos 53 años, ella es viuda y la he visto un par de ocaciones, y hemos hablado por teléfono otras cuantas veces, si es posible que se de un reencuentro pero ya mas seguros, siempre me dice recuerdo tu pene me hizo daño al principio, p'ero que delicia después, lo único que te digo es que después de lo nuestro mi relacion con mi marido ya no fué igual, te deseaba a tí, pero había que guardar apariencias.