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Categoría: Maduras

Siguiendo con la vida

Para la gente que no me conozca de relatos anteriores soy un chico normal y corriente mido más de 1,80 cm y tengo un cuerpo normal, no tengo barriga, pero tampoco voy al gimnasio, así que musculos marcados no tengo. Mi pollla excede un poco de la media unos 17 cm pero no es exagerada.



Poco después de acabar la carrera falleció mi padre nuestro alto nivelde vida dependía del buen sueldo que ganaba mi padre. A mi madre le quedó una buena pensión pero tanto mis hermanas como yo tuvimos que buscar trabajo. Mis hermanas tuvieron suerte, ya que una amiga de mi madre estaba montando una tienda de ropa y buscaba un par de chicas atractivas para atraer al público masculino. Mis hermanas son unas bellezas impresionante con un cuerpo de escandalo trabajado en el gimnasio y por supuesto, la herencia de mi madre que es una mujer muy atractiva.



Yo en cambio, habiendo estudiado una carrera de letras, lo tuve muy complicado a la hora de encontrar trabajo. Después de mucho buscar una agencia me contrató para ir casa por casa cobrando recibos, un trabajo duro y muy mal pagado, ya que recibia un tanto por cien ínfimo de cada recibo que cobraba. Así que cada día salía en busca de gente para cobrarles los recibos. Los cobradores se repartían los barrios por veteranía, los mejores barrios los tenían los más antiguos empleados, yo al ser el último en entrar me tocó el barrio histórico en el centro de la ciudad. Un barrio repleto de personas mayores que pagaban unas cuotas ridículas, cuando te pagaban. Sólo una calle era interesante pues la habían remodelado por completo y la habitaban gente alrededor de la cuarentena. Parejas de pasta cuyas mujeres no tenían que trabajar, la mayoría con criadas.



Siempre que tenía que cobrar esa calle era un buen día, todas pagaban con una sonrisa y te daban buenas propinas....



Bueno al grano que me desvío, una casa en concreto me llamaba mucho la atención, pues era recibido con mucho cariño por la dueña y su criada. Un día que estaba realmente cansado de patearme el barrio me invitaron a merendar, lo acepté encantado pues necesitaba reposar los pies. Al verme con los pies tan hinchados la criada me comento:



- Apolo que pies me traes quítate los zapatos que voy a darte un masaje.



- Mujer no se moleste. Le respondí yo.



No es molestia además no tengo nada que hacer en estos momentos ¿Verdad señora? Preguntó a su jefa.



No claro ya hemos hecho los quehaceres del día.



Así que me sentaron en un sofa y mientras la jefa se sentaba a mi lado la criada se sentaba delante de mi en una silla bajita. Había traido una jofaina con agua tíbia y unos botes de crema. La mujer me quitó los zapatos y exclamó.



- Madre mía como me traes los pies Apolo no te cuidas nada E'.



Baje la mirada y mis pies estaban rojos aun más casi morados el calor del verano y las caminatas de ese día me los habían destrozado. La buena mujer primero me los metió en agua tíbia, lo que me produjo un alivio inmediato y empezó a masajearlos, esa mujer me llevaba al cielo con lo bien que me trataba los pies. En una de esas bajéla vista y, dos auténticas maravillas se mostraron delante de mi, de tanto moverse, la camiseta de la buena mujer se le había bajado un poco y mostraban un hueco que dejaba ver unas tetas de impresión de 110 no bajarían. y al no llevar sostén, cosa que en ese momento no me extrañó, se le movían de una forma muy sensual.



Acabados los masajes en los pies me puso crema en ellos para acabar de aliviarlos, no se lo que hizo con ellos, pero entre eso y sus tetas se me puso la pola a mil, y en los pantalones vaqueros empezó a notarse un bulto más que evidente. Entonces la jefa exclamó.



- Mira si tiene algo más hischado- poniendome la mano directamente en el paquete.



- Pues verá señora con este espectáculo que tengo delante que quiereque le diga, uno no es de piedra.



(Para evitar dar nombres falsos las llamaré criada y jefa)



- Has oido criada tus tetas le encantan.



- Pues porque no ha visto tus tetas jefa que están aun más levantadas que las mías- Contestó.



- No es posible que sean mejores, tus tetas son divinas criada- Contesté yo.



- Quieres comprobarlo - dijeron las dos al unísono.



Las dos buenas mujeres se pusieron delante de mi y una se quitó la camiseta y la otra la blusa que llevaba. Ninguna de las dos llevaba sostén. Que maravilla de tetas ltetas grandes las cuatro. Era cierto que las de la jefa estaban más leventadas. Se notaba que visitaba a menudo el gimnasio, Pues tenía el vientre plano mientras que la criada tenía una pequeña barriga.



- Señoras que contentos que estarán sus maridos con ustedes y etas tetarras de impresión - Exclamé yo realmente sorprendido.



- Ese par de idiotas no las disfrutan, mi marido tiene una amante y a mi no me folla- Dijo la jefa.



- Y el mio era un alcohólico y lo dejé hace un par de años y desde entonces no he catado verga - Corroboró la criada.



- Creo que para poder decidirme cual de las dos tiene el par de tetas mejores tendría que toarlas- Dije yo sonriendo.



Ellas se sentaron cada una a un lado mio en el sofá y pude meterles mano a esas maravillas. Al tocarlas pude notar que las  de la criada olían a vainilla, y las de la jefa a rosas. Se habían perfumado las tetas todo lo habían planeado de antemano. En ese momento me fijé mas en ellas. Eran dos buenas hembras La jefa era más alta tenía un bellisimo pelo ondulado rubio una cara sin guapa de verda, unas tetas de impresión, un cuerpo esculpido por horas de gimnasio sin una sola pizca de grasa, menudo gilipollas el marido si se había buscado una amante. La criada no era una belleza tan impresionante, pero si era una belleza más madura con pequeñísimas arrugas en los ojos que la embellecían más que estropearla, un pelo negro azabache liso bien marcado, color qiue me apasiona y le cuerpo con alguna curva pero sin llegar a ser obesa.



- Señoras no me puedo decidir solo con las manos he de mamarselas. Les dije.



- Tu mismo - dijo la criada



Empezando con ella empecé a lamer esas maravillas de tetas, muy lentamente, sin dejarme un solo trozo que tetas al cogerlas no me cabían en la mano, y yo he heredado las manos grandes de mi padre. Criada empezó a gemir de forma casi imperceptible sus pezones se pusieron durísimos y su tamaño crecío bastante, esos pezones no paraban de sorprenderme, eran grandes y con una aureola rosa que los hacía de princesa decuento de hadas.



Tras unos minutos con ella empecé con la jefa, tenía unos pechos un poco más pequeños pero muy tersos y bien parados unos pezones pequeños con una aureola oscura que se que se achinó nada más tocarlos. La jefa era más escandalosa que la criada y sus gemidos eran más bien gritos de placer. Se notaba que estas mujeres andaban necesitadas-



- Señoras no me puedo decantar por ninguna son todas increibles - Les dije.



- En serio - dijeron las dos.



- Si señoras son las dos ganadoras- Les contes´te entre risas.



- y que hemos ganado?- Dijo criada con una mirada de loba en celo.



- Lo que me pidan- les contesté yo.



- Te pones en nuestras manos?- Entre sisas exclamaron las dos.



- Sin dudarlo -  les contesté.



- Pues ponte de pie.



Me puse de pie y entre las dos me fueron desnudando primero me quitaron la camisa, muy lentamente acaricaindome todo el torso y la espalda, después mientras la criada me desabrochaba el pantalón la jefa me chupaba y mordía los pezones, poniendomelos durísimos. Despúes vino el boxer que les costó de quitar pues mi polla estaba muy erecta.



- Me preocupa esta polla- dijo la criada



- Tienes razón criada habré que chuparla para que la hincazón retroceda- dijo la jefa.



Y la criada me empezó a mamar la polla lentamente primero el glande luego el tronco y despés los huevos. Cuando la recorrió toda se la metió en la boca y empezó una mamada gloriosa.



 Mientras tanto la jefa se desnudaba por completo, Su cuerpo era perfecto y la mata de pelo que tenía en el coño parecía hecho en una  peluquería de lo bien que lo llevaba recortado. Al desnudarse le dijo a la criada que era su turno. Y mientras me la mamaba se desnudó la criada



Se arrodillo delante de mi la jefa su mamada fue diferente, más delicada podría decirse. Pasó sus uñas por enciama de mi glande ocasionandome latigazos de placer, no se la metío directamente en la boca sino que fue dandole besos por todo el tronco y metiendose mis huevos uno a uno en la boca.



En ese momento se acercó la criada y nos dimos un beso lujurioso ella me besaba como si le fuese la vida en ello y yo disfrutaba, que hembras, Metí mano a su coño y no es que estuviese mojado literalmente chorreaba, que cachonda andaba, y por la mancha de humedad que estaba dejando su jefa en el suelo su jefa andaba igual.



- Señoras les dije he de darles su premio - les dije.



Y las dos me acompañaron a la habitación principa, donde había una cama de 2x2 enormecon sabanas de seda ya dispuesta para follar.



- Chicas malas - les dije dandoles un cachete en el culo a cada una.



Las dos riendo se tumbaron en la cama.



- Metemela ya que no aguanto mas por lo que más quieras- Dijo la jefa.



La tumbe en la posición del misionero y puse mi polla en posició, entro rapidisimo esa mujer estaba lubricadisima. La verdad andaba tan quemada que con dos empujones se corrió como una loca y cerca estuvo de desvanecerse.



- Me toca a mi hazme tuya- me dijo la criada.



Ella estaba a cuatro patas sobre la cama, mi polla entró igual de facil que a su jefa, y empezamos a follar como animales. Ella gritaba y decia obscenidades en cada metíada que le daba no tardó demasiado en correrse, pero esta, alcontrario que su jefa, me pidio que le diese más polla. Así que la puse encima mio y la ayudé a cabalgar sobre mi.



- El borracho, hijo de puta de mi marido nunca me había dejado cabalgar, dios que profundo entra, estoy en el paraiso.



Empezó una serie de orgasmos que la hicieron desmayarse de placer. La deje a mi lado y me encaré a su jefa que sonriendo me dijo yo soy mejor amazona y de un salto, directamente se la ensartó, vaya par de hembras me tenían alucinado. Empezó a cabalgar moviendo las caderas y causandome un placer increible. no aguanté mas que cinco minutos y al correrme dentro de ella de forma tan abundante se corrió ella también.



- Señoras les pienso hacer un monumente son dos hembras de postín.



- A ti si que te haremos un monumento cada vez que vengas y las veces que quieras- Contestaron al unísono.



Desde ese día tres de cada cinco días pasaba por su casa, claro mi trabajo se resintió y acabaron hechandome, así y todo paso muy a menudo por esa calle ha hacerles la visita a esas dos fieras sexuales. No voy a dejar que otro ocupe mi lugar, como buen macho alfa cuido mi manada.


Datos del Relato
  • Categoría: Maduras
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