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~~La conocí
un miércoles en la mañana, yo tenia una resaca de campeonato
luego de haberme tirado una juerga de 3 días con mis amigos
de la Facultad ya que celebrábamos el aniversario de nuestro
club de amigos. Yo era en ese tiempo miembro del centro de Estudiantes
de mi facultad (no porque fuera estudioso sino por ser medio corrupto,
crápula y especialmente hipócrita) y me había
quedado a cargo de la oficina del Centro. Bueno a cargo de dormir
la mona en un sillón. En fin me despertó una voz para
nada especial ni conocida para mi, por lo que en cuanto abrí
los ojos me quede medio mudo al ver esa pequeña pero cautivante
criatura del Señor.
Habíamos estado buscando una secretaria para la oficina, es
más esa era mi única labor en esos días, pero
sin mucha fortuna. . hasta ese día. Con lo poco que me quedaba
de lucidez le pregunte medio aturdido:
Dime, en que te puedo servir. (se me ocurrían un par de cosas,
pero no se las iba a decir así nomás)
Me envían del Instituto, dijeron que buscan una secretaria
– me respondió Yo le había encargado a mi hermana,
docente de ese instituto que me buscara entre sus alumnas recién
egresadas una que quisiera trabajar por poca paga y la había
mandado a ella.
Me dijeron que debía de buscar a Pablo – dijo
Soy yo – le respondí – te envió mi hermana?
Bueno no se si será su hermana pero me dijo que acá
podría hacer mis practicas por un poco de dinero – me
respondió – a nadie le sobra unos cuantos pesos.
Debo de hacer algún tipo de entrevista? – me preguntó.
Como no había otra muchacha que quisiera el puesto (ya que
el sueldo de verdad era malo) le respondí que el puesto era
suyo y que solo restaba saber cuando podía empezar.
El Lunes esta bien? – dijo.
Perfecto – respondí.
Ahora lo que me quedaba era esperar hasta ese lunes, lo cual no me
resultaría muy difícil ya que me quedaban otros días
de farra con mis atorrantes amigos.
Bueno, ustedes dirán porque me quede embobado con esa muchacha,
pues ya dije que no tenia un cuerpo de fábula, pero lo que
tenia lo tenia muy bien puesto: unos ojos castaños con unas
pestañas largas y dobladas, una boca pequeña con labios
carnosos, unas tetitas mas bien medianas pero redonditas y firmes,
una cintura fina de las que enloquecen agarrar y por ultimo un trasero
no muy prominente pero respingon y su respectivo par de piernas bien
torneadas. Yo por mi parte no soy un galán de cine, pero también
tengo lo mío: mido 1,78 metros soy bastante fornido (gracias
a mi hermano mayor que me obligaba de chico a acompañarlo al
gimnasio), tengo ojos castaños, pelo del mismo color, ondulado
y una piel canela que a decir de mi hermano es la mejor herencia de
nuestro abuelo paterno (un don juan como él solo).
Pero bien, había llegado el bendito lunes, y me encontró
como muchas otras veces durmiendo hasta el mediodía, por lo
que no fui a la facultad. Al día siguiente me fui alrededor
de las 10 de la mañana, ( no acostumbraba mucho pasar clases.
No por nada termine la carrera en 7 años)y lo primero que hice
fue irme a la oficina del Centro para verla. Ahí estaba Ivonne,
si la pasada semana la había visto con los ojos nublados de
alcohol hoy la veía totalmente despejado y me parecía
mas linda y sexy.
Como ni su horario de trabajo ni el mío de clases nos permitían
volver a casa a almorzar, la invite a una de los Snacks que funcionan
dentro de la Facultad. Y ahí ya pude comenzar a conocerla bien;
iba preguntándole de todo y comentándole una que otra
mentirilla de mí. Hasta que uno de mis amigos pasó por
ahí saludándome por mi apodo:
Boby, que tal la juerga del otro día?
Te dicen Boby? – me preguntó – lo mismo le decimos
a mi marido.
Marido? – le pregunte sin que se notara mi sorpresa.
Si, se llama Roberto pero le decimos Boby – respondió.
Tenia solo 23 años de edad, pero ya tenia 6 de casada, obviamente
se había casado muy niña y con su primer enamorado según
me contó luego. Claro que un matrimonio no era un gran obstáculo
para un sinvergüenza que a sus 17 años se acostó
con la madre de su mejor amigo.
Bueno, sobra decir que con la clase de vida que llevaba (sexo, alcohol
pero sin drogas) mis amigos tampoco eran unos angelitos, como no lo
era nadie en esa bendita Facultad de Agronomía (de la cual
no daré la ciudad por razones obvias). Era tal la degeneración
de hombres, mujeres, docentes y alumnos que habíamos decidido
referirnos a nuestra querida facultad como El Burdel ,
y no me queda mas por decir que le cuadraba de maravilla.
Pero me estoy desviando de mi historia, había malgastado ya
casi tres semanas desde que Ivonne había llegado a trabajar,
ya que no me animaba a lanzarme con ella. Con las chicas del Burdel
era mas fácil, todas poseían una moral bastante relajada,
pero ella me parecía diferente, como dije estaba casada con
su enamorado de la infancia, y no daba señales de pretender
nada con nadie.
Pero yo no cejaba, le lanzaba indirectas a cada momento en que podía
estar a solas con ella, (los cuales eran bastantes porque como dije
no me gustaba pasar clases y a veces era el único que se quedaba
en la oficina), y ella. no me daba ni la hora.
Ya no se que hacer – le confié a Richard, uno de mis
amigos – tengo unas ganas bárbaras de tirarmela, pero
al parecer ella no me da bola. – debo decir que me tenia como
un buen amigo, el primero que tuvo, pero de ahí a otra cosa. . ..
Ella trabaja aquí, no? – me respondió –
ya tiene amigas que se la pasan en la oficina, verdad? , no te preocupes
el Burdel tiene un efecto intoxicante en la gente – y concluyó
– pronto caerá, no te preocupes.
Era cierto el Burdel tenia el don de incitar a hombres y mujeres a
comportarse como adictos sexuales y ninfomanías respectivamente.
Pero al pasar ya casi tres meses sin poder tener sexo ni con Ivonne
ni con otra chica (mi obsesión con ella había llegado
a tal punto que ni siquiera me había preocupado de otras chicas,
ni siquiera de mis asiduas compañeras de cama, Miriam, Ingrid
y Melfi, novias de tres de mis mejores amigos).
Pero llego el día, me habían invitado a una fiesta,
(para nada especial, puesto que en El Burdel había fiesta cada
fin de semana) y me enteré que ella iba a ir, puesto que ya
terminaba el año y era mas bien una fiesta del despedida del
mismo.
Como mandaba la costumbre en mi grupo de amigos, en día en
el que hay fiesta, nos mandábamos una farra desde el mediodía,
por lo que llegábamos a la fiesta a las 10 de la noche ya con
una alegría desbordante. Pero yo había
echo lo posible por permanecer cuerdo, Ivonne estaría en la
fiesta y esta vez me lanzaría a matar o morir.
Mírenlo a este pelot. . – me gritaban ebrios mis amigos
– no quiere beber como si no le gustara.
Déjenlo – dijo a su vez Melfi – el muchacho está
enamorado – aclaró con tono de despecho.
Enamorado? . Ja! para nada, lo que yo sentía por Ivonne era
la mas pura y asquerosa obsesión sexual.
Al final llegamos a la fiesta, y lo primero que hice fue escanear
con la vista todo el local, hasta que al fin la encontré en
un rincón, con sus amigas. Iba vestida totalmente de negro,
su color favorito, se veía especialmente sexy esa noche, y
en cuanto me vio se dirigió hacia mí.
Pensé que ya no venias – dijo jalándome de la
mano hacia la pista de baile – no podía irme sin despedirme
de ti.
Porque despedirse, seguiremos viéndonos al próximo año
–
No lo creo su rostro cambio de semblante Roberto fue transferido
a otra ciudad y nos vamos dentro de una semana – yo sentí
como si me hubieran dado un golpe en los testículos el se
fue hoy a arreglar todo, yo debo alcanzarlo la próxima semana.
Voy a extrañarte mucho – fueron las palabras mas sinceras
de toda mi vida.
También yo – me dijo, concluyendo su frase con un gran
beso en mi boca.
Si señores, yo había perdido tres meses pensando que
la chica no quería nada conmigo o que talvez le había
intimidado la fama que teníamos mis amigos y yo (bastante negra
y exagerada hasta para el Burdel).
Fue precisamente esa fama lo que me decidió esta noche –
confesó.
Mas tardó ella en decirlo que yo sacarla de allí y llevarla
a mi casa ( vivía solo desde hace varios años).
Entramos en mi habitación. allí la tenia por fin, pequeña,
delicada, sensual.
Puedes traerme un poco de agua? – me pidió – tengo
la boca seca.
Le fui a conseguir el agua, no quería que su boca estuviera
indispuesta por ningún motivo.
Al volver la encontré desnuda sobre mi cama.
Ahora papacito, ven junto a mí – obedecí un poco
decepcionado porque me hubiera fascinado quitarle la ropa (arrancarle
la ropa a mordiscos quiero decir).
Me acerque a ella. Quede parado con el ya creciente bulto de mi entrepierna
a la altura de su cara. Y ella no me decepcionó, me abrió
el cierre del pantalón, me saco la verga y la empezó
a lamer por los lados, me agarraba las bolas con una destreza que
me causaba un infinito placer.
Luego se la comió, era increíble como esa pequeña
boca podía tragarse un pene de casi 21 cm. como si nada. Fue
como estar en el cielo, pero creo que ni en el cielo ni en el infierno
podría haber alguien que pudiera mamar una verga como ella
lo hacia.
Muy a pesar mío sin embargo tuve que quitar mi verga de su
boca, no solo porque ya estaba a punto de correrme dentro, sino por
que por poco me arranca el pene la condenada.
Me agache para agradecerle el favor con un beso en la boca, en la
cual mi lengua se enredo con la suya durante un par de minutos, para
ir bajando luego hasta su cuello y deslizarse por sus hermosos senos
e invitar a mis labios a chupar esos pezones pequeños, duros
y deliciosos, mientras mis manos hacían su propia excursión
por entre sus piernas, metiendo mis dedos en esa húmeda cavidad
que pronto seria llenada no solo por mi verga sino por todo mi ser.
Quite mis dedos de su hermosa concha, por lo cual ella me dirigió
una mirada de reproche, pero lo hice solo para dar paso a mi muy activa
lengua, quería probar el sabor de esa caliente, húmeda
y palpitante mujer que me había vuelto loco durante tanto tiempo.
Fui pasando la lengua alrededor de sus labios mientras ella lanzaba
pequeños gemidos de placer:
Aaaaaaah. . aaaaaah. . huuuummmm – luego con dificultad
decía – a. a. asssiiiii . . pp.. ppa..ppapacitoooo.
Luego me entretuve con la hermosa pepita de su clítoris, lamiéndola
como el manjar mas delicioso que pudiera existir (en ese momento eso
era para mi).
Deje de lado su preciosa concha para subir de nuevo a lamer sus tetitas
y acomodarme para la embestida final. Ella comprendió exactamente
mis intenciones y al mismo tiempo abrió sus piernas de par
en par ofreciéndome el precioso tesoro que había en
medio. Tomo luego mi verga y la acomodo en la entrada de su vagina
por lo que a mi no me quedo otra trabajo que la de empujar con todas
mis fuerzas.
Aaaaaahh! Mmmmm!. . sssssiiiii!. . qqque rriiiccccooooooo! –
eran sus gritos de placer – dame maaas! Mmaaass duroooo!
Así? te gusta así perra? – le dije calentado
mas por sus gemidos – En ese momento la tome por la cintura
y me puse de rodillas para poder ver como mi verga bombeaba dentro
de ella, viendo además como sus pequeños pechos se batían
al ritmo que yo le daba a mi cogida.
Precisamente en el momento en el que yo me cansaba de esa posición,
como leyéndome la mente y con una habilidad ella se incorporo
dejándome echado y ella sentada sobre mi aun con mi verga dentro
suyo y empezó a prácticamente saltar sobre mi duro pedazo
de carne Los ordenes se habían invertido, ahora era yo quien
gemía a mas no poder:
Ooooooooh . . mmmmmmm! Así . . damelo puta. . –
le decía en medio de su cabalgada.
si papi, te voy a dar la mejor cogida de tu vida y no me mintió,
monto sobre mi como un vaquero sobre un caballo bronco durante casi
media hora, durante la cual ella tuvo un sinfín de orgasmos
y yo estuve a punto de correrme un par de veces.
me. mee corrooooooo! – le dije al final agotado de aguantar.
Ella se bajo de mi y puso nuevamente mi verga entre los labios de
su boca para recibir mi leche en su hermosa boquita. Salió
una extraordinario cantidad de semen (era casi obvio después
de tanto tiempo de abstinencia), tanta que salía por las comisuras
de sus labios pero que ella se apresuraba a volver a meter ya con
la lengua o con uno de sus dedos.
Terminada mi eyaculación ella se acostó al lado mío
abrazándome agotada por la cogida tremenda que había
protagonizado. Pero mi aun erecto pene no tenia planeado detenerse
a descansar.
Carajo. . tienes mas energía que un caballo – me dijo
mirándome la verga.
Y tu, un pequeño lugar que no he visitado aun – le dije
acariciándole el culito respingon.
No tenias mas que pedírmelo – me contestó, dándose
la vuelta y ofreciéndome su hermosa colita.
Entonces la puse de cuatro patas y le empecé a meter mi dedo
a su concha húmeda por el trajín anterior, y una vez
húmedo meterselo en su culito para lubricar la entrada de tremendo
garrote.
Aaaaaayyyyy! Noooo me dueleeeee! – me grito en cuanto comencé
a introducir mi verga.
No te preocupes ya te acostumbraras – le dije sin detenerme.
Claro que a estas alturas no iba a detenerme por una petición
suya yo ya estaba embonado tirándomela y ni a palos me iba
a parar.
Poco a poco sus gritos de dolor se fueron transformando en esos deliciosos
gemidos de placer que emitió durante toda la noche.
Aaaaaaaaahhhhh. . mmmmmm. . .. – gemidos que me calentaban
aun mas y mas.
Conciente o inconscientemente tensaba los músculos de su culo,
y parecía que iba a cortarme la verga en dos, pero lo único
que lograba era darme mas placer y excitación. Hasta que me
llego una nueva corrida y me di el gusto de inundar de mi leche su
pequeño culito.
Esta vez fui yo el que se tendió desfallecido a su lado con
mi verga también exhausta pero satisfecha de por fin haberse
tirado a ese cuerpecito. . .
Desperté al día siguiente al mediodía. Ella se
había marchado y no había dejado ni una nota. Supuse
que se había ido a encontrarse con su marido en la otra ciudad
(tampoco hubiera querido que se quedara conmigo, por supuesto que
no). Si me sentí decepcionado por su partida fue por que no
tuve mas tiempo para poder aprovechar el delicado y lujurioso cuerpo
de mi pequeña secretaria.
Ella vive ahora con su marido en otra ciudad. Yo ya termine la carrera
y ya no he vuelto por El Burdel. Para que,. .. yo supe aprovechar
mi tiempo ahí y espero que otros hagan lo mismo, leyendo en
una pared del patio las sabias palabras de Woody Allen:
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