Terminando de hacer los quehaceres de la faena en la cocina Blanc es abrazada y besada por el enamorador quién la acaricia, manocea, soba, toca, abraza finalmente consciente en todo el esplendor dejando subirse al mostrador a lado de la estufa en que aferrada con las dos manos una al refrigerador y la segunda con la alacena, en que le abre las piernas al correrle la falda jeans en que le mete la mano en su hilo dental hurgandole con el dedo índice al juguetear en su vagina mirandolo sin apartar los ojos negros rebozantes como brillantes finalmente acogedores de Blanc; en que gadea y gime entusiasmada por toda la gloria y divinidad bendecida por la forma en que la conquista, seduce, atrae, provoca, deleita, desea, excita, coquetea, fascina finalmente la domina de cuerpo entero como de alma y sentimiento sin poder hacer nada al respeto Blanc entregandose a la pasión desbordante por este. Follandola constantemente en el poderio y colosal pené erepto, duro, gigantesco, viril, aventurado, delicioso, sabroso, desquiciado, endemoniado como ardiente hasta eyaculante finalmente suculento a pedir de boca por ella. Exclamando notoriamente proveniente de emanaciones de sus encantadoras cuerdas vocales ay., uy., repetidas veces por Blanc.

Mamandole como besandole hasta lamerle con toda la libertad permitida y concedida por Blanc de sus placenteros senos que son unas obras de artes muy exhibidas por la mano y gracia con tal naturalidad en vivo como a todo color enmarcando la belleza propia de Blanc. Al cogerla con las dos manos aferradas sobre los quemadores de la estufa, cantando no pares coño cabron, mierdero metemelo con más profundidad yo se que tu puedes no te preocupes yo aguanto, inclusive, quiero que me destrampes y me maltrates soy toda tuya al tomarse y estirarse los senos con todas las fuerzas impresas por las manos de Blanc en que esta en el trance y en el acto de tenerlo por atras en su culo parada en medio de la estufa; se viene al dispararle unos tiros de semén en grandes cantidades industrializadas muy espesa como la misma leche en todo el cuerpo incluyendose, en su rostro dejandola como resultado muy embarrada como impregnada que se agacha para limpiarselo y mamarselo con todo gusto y complaciendole por la boca apetitosa y gustosa de la propia Blanc en que le rodea y cobiga de ambas manos alrededor de los muslos y nalgas de su enamorador que se lo devora como una ferviente enloquecedora de la verga y de la polla de este, corriendo al baño para orinar siguiendole el enamorador que con la puerta abierta del baño la limpia y se duchan juntos después de una faena agotadora en la cocina entre los dos ese día en la casa de Blanc.