~~Este relato que os voy a contar sucedió hace años cuando era universitaria.
 Me llamo Pepi y esta experiencia sexual fue una de las más gratificantes y maravillosas de mi vida, que años más tarde que estoy felizmente casada me acuerdo con nostalgia y consigo excitarme aún de pensarlo.

Estudios de juventud...

Era un jueves, normalmente ese día era el único que las clases de universidad eran en horario matinal y por la tarde-noche aprovechaba para ir a la biblioteca a estudiar tranquila un par de horas o tres.
 Normalmente solía ir a la biblioteca ese día en concreto de 20.00 o 21.00 hasta las 22.00-23.00, según estuviera de animada y las ganas de estudiar que tuviera.
 Me solía sentar en la planta de arriba de la biblioteca ya que allí normalmente no había nadie o muy poca gente y estaba más tranquila.
 Ese día en concreto coincidí con un chico alto y muy atractivo, me hizo tilin desde el primer momento y yo creo que también a él por la manera que nos mirábamos.
 Ese día no nos dijimos nada y así estuvimos 2 semanas más que acudíamos a la misma hora y al mismo lugar.
 A la tercera semana como sabía que íbamos a encontrarnos de nuevo me arreglé de forma muy provocativa, con unos vaqueros ajustados que marcaban mis caderas y una blusa en V que dejaba un escote muy pronunciado, donde se me veían unos senos enormes.
 Estaba esperándolo porque se retrasaba mucho y al final entró en la sala, iba muy guapo vestido y al vernos nos sonreímos pícaramente los dos.
 De repente Luis que así se llamaba aquel apuesto chico, se acercó y se presentó, me dijo que estudiaba derecho y que venía a estas horas para estar más tranquilo también.
 Estuvimos toda la tarde charlando en la biblioteca en lugar de estudiar, jaja, cosas que pasan.
 Ël no paraba de mirarme mis tetas y yo no paraba de mirarle su enorme bulto de su pantalón.

texto30 sexo desenfrenado en la biblioteca.jpg,,,,,,,,,

Amores juveniles...

Llegó la hora de irnos y nos dimos nuestros teléfonos respectivos, por sorpresa para mí esa misma noche me llamó a casa y seguimos hablando.
 Eran conversaciones algo subidas de tono y cuando colgamos el telf, yo me masturbé.
 Los días posteriores seguíamos en contacto telefónico y ya se convirtió en una rutina, hacíamos sexo telefónico y al final de la conversación nos masturbábamos los dos.

Llegó el jueves siguiente que tocaba biblioteca, donde Luis y yo nos veríamos a la cara y quién sabe que pasaría...
 Yo por si acaso había guerra me puse una minifalda ajustada y debajo un tanguita negro, con una blusa de tirantes ajustada sin sujetador debajo.
 Cuando llegué a la biblioteca estaba sentado en la mesa donde solíamos hacerlo, me acerqué y directamente me besó profundamente introduciendo su lengua hasta el fondo de mi boca.
 Hicimos un amago de estudiar pero como no había nadie en la sala salvo nosotros, Luis se aventuró y por debajo de la mesa introdujo su mano por dentro de mi minifalda.

Yo como estaba cachonda abrí las piernas y dejé que jugara con sus dedos por mi mojado clítoris.
 Luis se puso como una moto de verme gemir y disfrutar, ni corto ni perezoso me desabrochó la blusa y comenzó a chuparme mis enormes tetas, yo estaba muy caliente entre su suave masaje de sus dedos por mi coñito rasurado y la chupada de mis erectos pezones.
 Como no quería correrme o que me viera alguien en plena acción le dije que parara y me levanté a por un libro a la estantería del fondo y de paso que se me pasara la excitación.
 Luis que iba como los toros bravos se levantó cuál resorte y me siguió hasta el fondo de la biblioteca, en un hueco que nadie podía divisar nada.

Una vez allí me agarró fuerte por la espalda y continuó sobándome las tetas al mismo tiempo que me levantó la minifalda y sacando su pene gordo y largo me folló contra el estante, yo estaba agarrada como podía con mis manos mientras Luis me follaba salvajemente.
 Me sentía como si fuera su putita, estaba sometida por completo pero si soy sincera aquella sensación me volvía loca por completo.

Al cabo de un rato nos corrimos los dos, primero yo y unos segundos después Luis que sin tapujos lo hizo dentro de mí porque sabía que tomaba pastillas anticonceptivas.
 Así estuvimos durante todo el año universitario, unas veces hacíamos nuestras travesuras en la biblioteca y otras por ahí.
 Al final del año nos despedimos y no volví a verlo más porque tuvo que marcharse a otra ciudad por motivos familiares.