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Sexo con mis primas

~~El diablo puso en mi camino la tentación de dos mujeres preciosas dífíciles de rechazar y que a cualquier hombre hubiera gustado tener entre sus manos. Mis primas dos hembras imposible de rechazar, sucumbí a sus encantos.

 

Tengo una tía que es la hermana de mi madre, que tiene dos hijas mellizas llamadas Nuria y Carla, dos chicas preciosas de 20 años de edad. Un día que era festivo y al día siguiente también vinieron a pasar el día a casa con mi madre y conmigo.

sexo con mis primas, simplemente espectacular.

Pasiones familiares...

Después de estar todo el día juntos de plan familiar, se hizo tarde y la hora de cenar por lo que mi madre le dijo a mi tía que como la casa era muy grande y habían varias habitaciones, que cenaran y pasaran la noche con nosotros y se fueran por la mañana si acaso.

Mi tía accedió y se fueron las dos a la cocina a preparar unos bocadillos, ensaladas y tortillas para cenar.

Después de cenar en tan buena compañía y con tanta armonía, mis primas y yo nos fuimos al salón a ver una peli de la tele y mi madre se quedó charlando con su hermana hasta llegada una hora que les entró el sueño y se fueron a dormir.

Mientras veíamos la película, comíamos palomitas y bebíamos cocacola, yo parecía un marajá en medio de aquellos bellozones rubios con ojos azules.

Yo tampoco me hacía de menos pues a mis 23 años, tenía un cuerpo cuidado de gimnasio y era bastante atractivo según decían mis compañeras y amigas de universidad.

Durante todo el día noté cierta tontería entre mis primas, en cuanto a miradas cómplices entre ellas y risitas continúas, que me dieron que pensar.

Al ser época de verano yo iba con unas bermudas cómodas y una camiseta ajustada, en cambio mis primas llevaban ambas unas minifaldas de infarto y unas blusas medio desabrochadas que dejaban ver un escote pronunciado y bonito, que hacía imaginar que habría unos pechos duros y tersos.


Incesto familiar, algo morboso y bonito.

Preciosas adolescentes...

Por aquellos días iba bastante excitado ya que hacía días que no tenía relaciones sexuales ni tan siquiera me había masturbado, por lo que sólo la idea de pensar que habría escondido debajo de las minifaldas de mis primas me volvía loco, aunque fueran mis primas...

En un momento de la película, que estábamos los tres mirando ensimismados la pantalla, una de mis primas me preguntó:


¡Quique, ¿tienes novia?

A lo que yo respondí:


¡Prima para que conformarse con una, pudiendo tener varias!

Mis primas se miraron y se rieron.

Como ya nos habíamos soltado el pelo, no me corté y les pregunté lo mismo a las dos, y para sorpresa mía Nuria me contestó:


¡Primo a nosotras lo que nos gusta es compartir los chicos!

Yo me quedé entre cortado y excitado, sin palabras y añadí:


¿Qué quieres decir con eso prima?

¡Pues está muy claro, que si nos gusta un chico lo compartimos todo las dos!

En ese momento me puse tan caliente que mi cabeza ya no regía y seguí con mi juego ya que quería más....


¿Entonces primas si yo os gustara por ejemplo, que pasaría?

Mis primas me dijeron casi a la vez que me quitarían la ropa y me besarían las dos al mismo tiempo, y luego me compartiría de pleno sin miramientos...

Tan caliente y cachondo me pusieron con su respuesta, que yo le sinsinué que a mi ellas me gustaban bastante y que me apetecía besarlas.

En ese instante esperaba una bronca o alguna barbaridad por su parte ya que eramos familia, pero para sorpresa mía, Carla se acercó a mi sigilosamente y me besó profundamente con su lengua juguetona, al mismo tiempo que se acercó Nuria e hizo idem de lo mismo.

Yo no sabía donde besar, tocar, mirar...


¡Estaba en el cielo!

Después de varios morreos se atrevieron a bajarme las bermudas y comenzaron muy lentamente primero una y luego la otra a hacerme una señora paja.

Yo me dejaba hacer y sin rechistar las seguía besando como un perro en celo.

Al cabo de unos minutos siguieron con su osadía y me la chuparon las dos simultáneamente con gran maestría, gocé de lo lindo.

Cuando ya estaba a punto de correrme les dije que yo también quería disfrutar de sus maravillosos cuerpos y accedieron a desnudarse delante de mí, ofreciéndome un streptess privado de lo más maravilloso que había visto en mi vida.

Se sentaron en el sofá y se abrieron de piernas, empecé primero por un coñito y luego por el otro, y así sucesivamente, aquella lujuría parecía no tener fin...

Como no quería perder mi gran ocasión saboreé los cuatro pechos pecaminosos que Dios había puesto en mi camino y continué con mi pequeña orgía hasta que las vi a las dos tan calientes que me atreví a penetrarlas un rato a cada una.

Primero hice la postura del misionero para después ponerlas encima de mi unos minutos a cada una, hasta que decidí terminar la faena porque ya no soportaba el no correrme, y las puse a cuatro patas en el sofá y las penetré brutalmente a las dos hasta conseguir que se corrieran de nuevo y después de ver sus gemidos de placer y esa cara de satisfacción después de expulsar sus efluvios, ya no lo aguanté más y me corrí fuera en sus pechos y cara.

Mis primas como dos maestras me lamieron todo mi erecto pene y se tragaron mi semen espeso y blanco.

A continuación nos limpiamos, vestimos y nos fuimos a dormir cada uno a su cuarto.

A la mañana siguiente actuamos como si no hubiera pasado nada.

Después de mi gran noche familiar, de vez en cuando mis primas y yo compartimos algo más que cariño familiar...

Datos del Relato
  • Categoría: Varios
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