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Categoría: Confesiones

Sexo con mi cuñada borracha

Aquella noche recuerdo que yo estaba fuera de casa, era sábado, y como toda población que queda a orillas del mar, el ambiente era genial, yo había estado tomándome unos tragos con unos amigos, cuando decidí irme para la casa, pero, cierta música en una taberna me llamó la atención, me asomé para ver si había algún conocido y allí estaba mi cuñada con su novio, estaban en una mesa con una gran botella de ron, apenas me vieron me hicieron señas de que los acompañara, me senté, y el novio de ella había sufrido una caída de su moto, tenía un brazo enyesado y me pidió que sacara a bailar a mi cuñada para que no se aburriera y allí comenzó todo.



Canción tras canción la química entre ella y yo iba creciendo, yo aprovechaba y la apretaba contra mi cuerpo, mientras bailábamos, metía mi pierna en medio de las suyas, le acariciaba la espalda y ella no decía nada. Al rato, cuando cerraron la taberna, eran como las 3 de la mañana, y caminamos juntos hasta la casa, el novio se despidió en la puerta y yo abrí entramos, todos dormían, ella estaba bastante ebria entró a su habitación la cual no tenía puerta sino una cortina, y yo entré en mi habitación, donde me esperaba mi esposa sin hacer ruido me quite la ropa y me acosté junto a mi mujer, pero no podía dejar de pensar en mi cuñada, ella tiene un cuerpo espectacular, y no aguanté las ganas y lentamente me levanté sin hacer ruido, mi esposa roncaba.



Salí de mi habitación y atravesé la sala hasta la habitación de mi cuñada, corrí la cortina y lo que vi me lleno de deseos enfermos ella estaba acostada boca arriba, solo en una diminuta tanga de color blanco transparente con sus senos al aire yo sabía que estaba anestesiada por el licor, la adrenalina era total, rápidamente fui a mi alcoba, me cercioré de que mi esposa aún dormía y son pensarlo entré en la alcoba de mi cuñada toque uno de sus pies para ver si sentía luego le toqué la pierna, y al ver que no respondía procedí con cuidado a acariciar su panocha que sensación, era cálida, ejercí mayor presión y ni se inmutaba, así que decidí deslizar uno de mis dedos por la parte lateral de la tanga hacia su piel su coño estaba húmedo, le metí el dedo sin compasión, le hacía remolino con mi dedo dentro de ella y parecía no sentir, luego corrí su tanga para un lado por completo y su vulva quedó descubierta como pude me incliné y lamí su vagina, metí mi lengua en su coño y ya a punto de estallar, separé sus piernas y me subí en su cama y la penetré le hice el amor y me vine dentro de ella luego, me bajé y le dejé llena de leche.



Me fui para mi cuarto y mi esposa aun dormida todo salió a la perfección ¡vaya experiencia!


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  • Categoría: Confesiones
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