Aquella noche nos quedamos solos, con mi hermana nunca nos hemos llevado bien así que esa noche cada uno estaba en su dormitorio. Mi hermana es alta, de pelo largo y negro y muy voluptuosa.

Aquella noche mi celular se descargó y el cargador estaba en su pieza, fui al dormitorio de mi hermana y cuando entre me encontré con la sorpresa que ella estaba casi desnuda en la cama, al verla así se me paralizo el corazón y mi verga se puso dura. Para no tomarle más atención, busque rápido el cargador y me fui, llegue a mi pieza y la imagen no se quitaba de mi cabeza.  A la hora después ella entró a mi habitación y se acostó a mi lado.

—Oye puedo salir con unas amigas -me dijo.

—Por qué me preguntas a mí? -le pregunte mientras le miraba sus senos.

—Porque tú eres el mayor y tu estas a cargo -me dijo tapándose con mis sabanas al darse cuenta que la miraba mucho.

—A bueno, no te dejo -le respondí burlonamente.

—Ya po, me llamaron para que fuera con ellas.

—No, después me retan a mí por culpa tuya, sobre todo si te pasa alguna cosa -le dije, pero ahora fue serio.

—Hago lo que quieras con tal de que me dejes ir -me dijo pasando un dedo por sobre mi labio.

—Como que cosa, tú no puedes hacer nada por mí.

—Dime que quieres y lo hago -me dijo sacándose el sostén.

Se sacó el sostén y se acercó a mí, paso sus pechos en mi cara y después agarro mis manos para pasarlos por sus senos.

—Por qué haces esto?, somos hermanos -le pregunte sin poder sacar la vista de sus senos.

—Dejate llevar, goza conmigo -me dijo.

Ella se paró y se sacó los colales, tenía la conchita depilada, a la distancia se notaba que era virgen. Se acostó con su concha hacia mí, con la intención de que se la chupara, eso hice, pero lo luego pare.

—Estás segura de hacer esto? -le pregunte.

—Haceme gozar -esa fue su respuesta.

Después de juguetear por un largo rato, me baje de la cama para desvestirme. Nos besamos como locos y yo le tocaba las tetas.

Se puso en 4 arriba de la cama y le puse mi verga a la entrada del ano.

—Porfa, hazlo despacio porque es mi primera vez -fue lo que dijo.

Se lo metí lentamente pero solo hasta la mitad, luego empecé a darle más adentro, ella gemía y se aferraba a la cama. Después de un largo rato se lo empecé a meter fuerte y rápido, azote ese lindo culito virgen que tenía.

—Eres muy puta hermanita, eres fenomenal -le decía yo mientras le daba palmazos en las nalgas.

Después de casi una hora pare, no daba más, me fui dentro de ella. Nos besamos y nos acostamos, ya casi de madrugada nos bañamos.

—Oye, todavía quieres ir a la fiesta -le dije mientras me ponía el bóxer.

—Eso era una falsa para ver qué tan caliente estabas -me respondió riéndose.

—Espero que quieras salir más seguido a fiestas - e dije con una sonrisa.

Esa fue mi historia, pronto publicare cuando la desvirgué y otras historias más, bye.