Blanc metida con su enamorado en el cuarto de baño al tener al padre de su hijo en la habitación, aferrada con las dos manos apoyándose en el mismo lavamanos regocijándose pero disfrutando especialmente saceando la sensación de ser penetrada y deleitada por la enorme pinga perseguida, cuando la visitó con la sola mirada y la erección semi captada por Blanc en que gime y jadea bajito y suave. En que la tiene hurgada en plena vagina con el dedo índice que se lo mete y saca al instante por el enamorado, levantando la cara mirando al espejo con un frenesí con unos ojos algo lagrimosos en que está traicionando y siéndole infiel en la presencia de su pareja en su propia casa con nada menos el amigo de ambos pero no puede resistirse ni controlarse, los impulsos como las fuerzas emanadas de su interior por ambos al realizar y tener sexo siempre en que los enciende y los atrae fascinantemente ambos.