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Sensaciones de una tarde de somnolencia

~

Me encuentro aquí, sentada frente a la PC, sola, con calor, por la ventana entra una suave brisa que hace erizar mi piel.

Una somnolencia pasajera, se hace dueña de mi cuerpo. No deseo apagar la PC, porque quiero que se conecte él, mi amigo virtual…

Mis ojos atraparon una imagen sensual imaginada de mi amigo virtual… la saboreaba mientras se cerraban, yo estoy recostada en la silla sintiendo como mi cuerpo se entrega a ese placer de la somnolencia.

Mi cuello comienza, de repente a sentir una humedad, que lo recorre, una sensación entre áspero y húmedo...era una lengua que recorre mi cuello.

Mis ojos continúan cerrados, unos labios se posan en mi oído y susurra en él un -...te deseo...-

Y esos mismos labios me besan, de la manera más sensual.... una lengua comienza a intentar atrapar la mía, luego de un instante, y al alejarse de mi boca, mis labios, sin abrir los ojos, susurraron...soy tuya...solo tuya y en tus manos estoy.

Unas manos grandes se apoderan de mis pechos, los tocan, los liberan de la prisión en que se encontraban, debajo de la remera, una lengua lamió mis pezones...como atesorando lo que encontró debajo de la playera…

Mi respiración comienza a fluir sonoramente; mis piernas comienzan a abrirse lentamente y una de las manos se libera de mi pecho y baja hasta llegar a mi entrepierna, donde sobre la tela de mi tanga, toca lo que produjo hasta ahora esas manos y esa boca.

La mano siente la humedad que me invade a través de su tacto, mi cuerpo se estremece, mi boca vuelve a sentir la lengua exploradora y se deja llevar…

Mis labios se unen a esa boca que me deja sin respiración, un gemido ruidoso, salió de mi boca en el mismo momento n que esos labios maravillosos se despegaron de los mios, porque la mano que estaba debajo, traspaso la tela de la tanga, y ya estaba explorando mis labios vaginales.

Un dedo mayor tocó y apretó mi clítoris, sentí como dos ojos se posaban en mí, viendo como mi cuerpo reaccionaba a ese toque…y yo sin abrir mis ojos.

Una vez más esa boca, saborea mi cuerpo, juega en mi ombligo, lo que produce unas cosquillas sensuales que hacen que me estremezca…

Mi piel, mi cuerpo, mi clítoris, disfrutan de ese ser que me da placer, la boca continúa su camino, pero el dedo no dejaba de tocar mi botón de placer.

Mis manos se trenzaron en unos cabellos maravillosos, apretando una cabeza contra mi cuerpo...para que no pare de saborearme.

Levemente, suavemente voy forzando a que continúe su camino, que siga bajando que se una a ese dedo explorador...

Las dos manos ahora, bajan mi tanga, la quitan y una boca experta se apodera de mi entrepierna, Lamiendo mis labios mayores, intentando entrar a mi cueva de placer. Saboreando ese elixir que mi cuerpo le brinda a esa boca

Mis manos siguen en ese pelo, entrelazados mis dedos allí, para no permitir que se aleje de su labor.

Esos labios, por momentos toman prisionero mi botón de placer, mis gemidos ya están incontrolables, mi cuerpo se arquea para brindarle más placer a esa boca.

Mis labios susurran al aire, las palabras desesperadas que mi cuerpo quería decir, -¡quiero que me penetres ya!, quiero tenerte dentro…

Es ahí como mi cuerpo es conducido hacia el suelo, apoyado dulcemente en el suelo, mis piernas acomodadas de forma bien abiertas, y un pene duro, de tamaño magnífico, entra lentamente en mí.

Mis sentidos están entregados a ese placer, mis manos están tomando ese cuerpo que contiene el pene maravilloso que me está penetrando…

Mis uñas se van clavando en una espalda que se arquea como queriendo pegarse más a mi ser, mi boca es presa de esa boca

Mi cuerpo está unido a otro cuerpo que se adueña de mí.

Mi vagina está abrigando a un pene que la penetra de forma fuerte, y sin pausa. Ese mismo pene es el que se está humedeciendo de mis fluidos que no paran de surgir de mí ser.

Y ese mismo pene es el que, luego de un gemido grueso de ese amante virtual, vacía su miel dentro mío. Cada gota es recibida por mí como el mayor de los tesoros…

Al abrir mis ojos, una ventana del mensajero titila en mi barra de herramientas, era la de mi contacto virtual quien saluda, sin saber, que a quien mi cuerpo deseaba en ese instante, inconscientemente, era él… era él quien me estaba brindando tanto placer, en ese momento de somnolencia.

Datos del Relato
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