Un mediodía de feriado lluvioso estábamos solitos (mis hijas están ya casadas) y nos pusimos muy mimosos. Él en bata azul y perfumado y yo en deshabillé y con cremita en todo mi cuerpo, nos mimamos y nos besamos mientras comíamos queso, fiambre y aceitunas de entrada antes de unos canelones con salsa blanca. Hablando  de salsa blanca, justamente, él suele acabar sobre mi ropa interior cuando quiere sexo; muy a menudo encuentro en mi cajón algún corpiño o bombacha con su semen. Y esta vez también la encontré, cuando fui a vestirme tras bañarme y abrí el cajón toqué una bombacha bañada de semen, lo que quería decir que él me la quería meter con todo esa tarde, por eso me puse espectacular de entrecasa.

Y bueno, los dos recién bañaditos y perfumados, en bata y mimosos, comimos queso, fiambre, aceitunas y canelones con salsa blanca, luego un buen flan con crema y nos fuimos a acostar. Pero antes de que yo intentara sacarme el deshabillé y empezar a provocarlo, Ernesto me embistió contra mi placard, me quitó el deshabillé y me sacó el corpiño. Yo le pedí que no se apurara tanto, que esperara a que yo me hiciera rogar y me sacara la bombacha, pero no me hizo caso y sin avisar, me la dio por atrás con bombacha y todo.  Sentí su tremendo salchichón a pesar de la ropa puesta, y mientras reía y gemía de placer, me penetró con facilidad y tras unos 10 minutos acabó y me bañó nomás la bombacha con su semen. Yo me hice encima de la excitación, así que la chabomba quedó mojada por todos lados, con lo que tuve que sacármela y lavarme. Y cuando estaba en el baño a punto de ponerme la nueva, me agarró del brazo, me llevó a la cama y me dio con todo durante varias horas. Mmm, aaahhh, espectacular.